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Los indignados

December 26, 2011 By Irizarry

Cuatro factores han sido claves en esta expansión de los indignados. El desempleo juvenil. La insultante desigualdad entre un puñado de muy ricos y amplias masas en condiciones de pobreza. La revolución de las telecomunicaciones. La mediocridad y corrupción de las clases políticas.

Aceptemos esas causas como inmediatas, aparentes y obvias. Pero entonces hay que plantear varias otras cosas.

Una es que la mediocridad y la corrupción de las clases políticas no se pueden entender al margen del aparato de Estado y gobierno que las requiere, cobija y reproduce, pues son Estado y gobierno impermeables en manos de las cúpulas del capital financiero transnacional, cada vez más represivos en sus funciones e intransigencias. Otra es que la insultante desigualdad no es consecuencia de la avaricia individual, condición subjetiva que se puede corregir, sino efecto y proceso estructural de la acumulación capitalista actual. Sin duda se exacerba en este periodo de inestabilidades y extremos especulativos inevitables (que los gobiernos permiten y provocan) pero no es algo que sea nuevo. El desempleo juvenil, por otra parte, es parte de la reestructuración de los ejércitos de reserva de mano de obra que ocurre a escala global. Eso es capitalismo funcionando como funciona el capitalismo. Las precariedades y despojos redistribuidos trascienden a los sectores más jóvenes, aunque puede que se sientan más agudos ahí, en la medida en que se sigue reorganizando la división internacional del trabajo, y se reiteran y actualizan las expropiaciones de siempre. Se reiteran esas expropiaciones, y se inventan y refuerzan otras: vean lo que sucede con la agricultura en manos de las transnacionales de los cultivos transgénicos (expropiación radical, genética, de las semillas).

Estamos desde hace rato en otra ronda de acumulaciones originarias renovadas, necesarias para la reproducción ampliada de los capitales en sus crisis: expropiar para acumular y controlar como se pueda, a pesar de todo y sin que importen las consecuencias para todos nosotros los otros, y eso incluye la reorganización de la fuerza de trabajo. Es es el mismo proceso de expropiaciones reiteradas que se repite en lo económico y en lo político en medio de todas las variaciones ideológicas (incluyendo la formalidad actualizada de la democracia neoliberal y la de los consumos aceptados en sus procesos políticos y económicos, que son las dos caras de la misma moneda que seguimos intercambiando).

Ni hablar de las maniobras que se siguen imponiendo a favor de las austeridades presupuestarias en contra de las redes de apoyo social que apenas subsisten, bonito negocio que sigue expropiando lo poco que queda en manos de los muchos para aumentar lo mucho que se concentra en manos de los pocos, con el Estado como negociante unilateral y mediador de las transacciones de ese saqueo, en los espacios nacionales e internacionales, ligados en sus redes de exigencias transnacionales desde arriba. La deuda que se quiere resolver desde arriba es expropiación, a través de los cobros de los intereses y de las imposiciones de reorganizaciones productivas y políticas, y eso no es nuevo, y permite la apropiación de bienes y recursos desde arriba – todo es deuda, sí, pero para nosotros que sguimos perdiendo el fruto del esfuerzo de trabajo. Vean además lo que a todas luces se sigue desarrollando como una escolarización de la exclusión mediante la privatización de esa escolarización y las alzas en los costos de acceso a lo que queda de una escolarización pública. ¿Cuál fuerza de trabajo se impone en todo esto, y quiénes somos entonces la “clase obrera”? En ciertos sentidos muy concretos y reales las fronteras de esa clase se exienden y diluyen al mismo tiempo que se universalizan y se hacen precarias. Al mismo tiempo, las condiciones del trabajo asalariado son tales que no solo se borra la distinción entre vida “privada” y tiempo de trabajo, sino que se llega al punto en el cual no hacen falta máquinas ni líneas de ensamblaje encajonadas en edificios para definir una condición fabril. Nuestros cuerpos son las máquinas, en un contexto en el cual las redes de producción y reproducción del capital, y de la fuerza de trabajo, son multinacionales. La fragilidad de las condiciones de existencia asalariada se confunde con las múltiples capas de las economías informales, y a eso se añade la dificultad creciente de entrar en el mercado de trabajo. Ni hablar de los desplazamientos forzados que se encubren en los flujos de las migraciones, legales e ilegales. En todo esto se multiplican así las poblaciones chatarra de precariedad extrema, así como las poblaciones desechables y de maniobra, y se extienden las fronteras sociales de la pauperización (absoluta y relativa), de la clausura de oportunidades disponibles en los mercados de trabajo, de las expropiaciones y de la negación de las conidiciones mínimas de vida. Entonces vuelvo a preguntar: ¿quiénes somos la clase obrera? Hay que pensar que es flujo, pero anudado en las confusiones, precariedades y en las expropiaciones de todos aquellos que solo pueden vender lo que tienen, que es su fuerza de trabajo Todo esto es causa y consecuencia, tácticas y estrategias, imposiciones y resistencias, de las luchas de clases que llegan desde arriba: buscan debilitar las resistencias posibles al mismo tiempo que las provocan con la apuesta de poder manejarlas (pero eso depende de las resistencias).

La revolución de las telecomunicaciones ciertamente facilita la velocidad y la consistencia posible del esparcimiento de las revueltas y resistencias, y promete (tal vez) la posibilidad de una coordinación más contundente (pero eso depende de lo que se quiere y se busca, y eso tal vez no se sabe). Tarde o temprano se llega al hecho del Estado, el hecho de que es el Estado en todas su dimensiones formales e informales (“públicas” y “privadas”, de “sociedad política” y “sociedad civil”) lo que insiste agresivamente en la reproducción de las redes de las explotaciones y expropiaciones que se hacen intolerables, y esa reproducción a través de lo político y la política dominante raya en la proliferación de gobiernos deslegitimados que persisten en su impermeabilidad inamovible. Eso plantea, se quiera o no, otro horizonte: la necesidad de otra política que conduzca a un gobierno radicalmente democrático en contra del Estado. Hay muchas indignaciones que olvidamos o que no reconocemos porque no encajan en las intenciones de mantenimiento reformista de los ajustes imaginarios. Los reformismos posibles hace ya rato que se han agotado, no tienen espacio viable. O nos planteamos un gobierno radicalmente democrático en contra del Estado que abra otros procesos de soberanía desde abajo, o nos quedamos en las mismas ruedas infernales de lo que el capital permite y quiere, y logra.

No hay que olvidar dos aspectos en todo este proceso. Lo primero es que no basta con marchas y plantones de ocupaciones que no pueden ser permanentes. Son apenas un primer paso posible de movilización y replanteamiento de lo político existente en la búsqueda de otra política, de otras formas de luchas y de actuaciones alternativas sostenidas. Lo segundo es que a escala global seríamos ingenuos si no vemos que muchas de las revueltas también pueden ser parte de un proceso de recambio de los autoritarismos, y que el Estado existente en todas partes tiene todavía la plena capacidad para reprimir, desgastar, desmantelar y deshacer las resistencias. Los autoritarismos fascistizados del Norte occidental siguen su curso acelerado. En Oriente vemos que son muchas las fuerzas que combaten en contra de los regímenes actuales: está el apoyo geoestratégico selectivo del neoliberalismo imperial en nombre de las libertades abstractas de ese mismo neoliberalismo, y están las reconstituciones pretendidas de los fundamentalismos religiosos en medio de luchas por dominio sectario, todo ello junto a las fuerzas de otra búsqueda democrátca. No hay desenlace garantizado.

Acá, en el Norte occidental, estamos lejos de una perspectiva de resistencia que enfoque claramente lo que está en juego. No basta con cambiar las clases políticas, ni las capas administrativas de las finanzas, sin desmantelar los aparatos económicos y políticos que promueven y requieren de las corrupciones y las avaricias propias del neoliberalismo, y eso es entonces plantearse un anticapitalismo como proceso actual, en un momento en el cual lo reformista bien puede amenazar con convertirse en revolucionario, y en que lo revolucionario que brota se puede seguir dejando ahogar por las ilusiones reformistas. En todo este proceso -como ha ocurrido anteriormente- todo ocurre como si los peores enemigos de la izquierda siguen legando desde la izquierda. No hay que olvidar tampoco que este capitalismo de casino va de la mano con el capitalismo de las mafias, con la narcoestatización tendencial que sirve además de pretexto para implantar desde arriba una condición de guerra civil, y de guerra abierta del Estado en contra de sus propias poblaciones, como lo excepcional normalizado en formas militarizadas (México y Centroamérica son ejemplos claros, no exclusivos, ni se limita esto al Sur). Todo anda de la mano. Si tocamos un punto de presión en el tejido de la crisis actual tarde o temprano los tocamos todos. Ya veremos.

Esto es por ahora pantano espantoso, otra manera de existencia de las implosiones infinitas en las cuales se reproduce este capitalismo a través de las desigualdades que lo constituyen y mantienen. Hueco negro es, y el colapso no está programado. Esto no se cae. Esto hay que aplastarlo ( eso no es un acto, sino un proceso). Una crisis aún más agudizada (que podemos prever, pues ya sugiere su perfil), sin resistencias capaces de imponer alternativas, solo puede conducir a un autoritarismo fascisitizado endurecido. Eso es lo que vemos. Las derrotas nos siguen costando décadas, generaciones. Mientras tanto, el planeta fallece paso a paso. No sabemos cuál es la vida que es y debe ser nuestra. Qué lástima.

http://www.jornada.unam.mx/2011/12/24/index.php?section=economia&article=023a1eco

Los indignados
Gustavo Gordillo
“Por ser capaz de capturar y enfatizar el sentido global de una promesa incumplida, por haber inquietado a gobiernos y al sentido común, por combinar las más antiguas de las técnicas con las más modernas de las tecnologías para iluminar la dignidad humana y finalmente por canalizar al planeta hacia un curso más democrático aunque también más peligroso para el siglo XXI el indignado (el protestante sería la traducción literal) es la persona del año 2011 de la revista Time.”

Con esto esta influyente revista estadunidense constata lo que ha venido ocurriendo a lo largo del año.

El contagio de las movilizaciones ciudadanas ha seguido un itinerario sintomático. Empiezan en una de las regiones caracterizadas por dictaduras represivas y sangrientas. Con unos cuantos días de diferencia se incendian Argelia, Túnez, Egipto, Marruecos, Yemen, Libia y Siria. Los resultados han sido desiguales. El gran dilema que emerge: ¿cómo mantener el impulso de la movilización al tiempo que se construyen nuevas instituciones y cómo evitar que les escamoteen el triunfo a las masas juveniles? En Egipto un cierto desencanto lleva a un cirujano participante en las luchas a exclamar: los jóvenes hicieron que la revolución ocurriera, pero se las entregamos a los adultos mayores. No tuvimos confianza en nosotros. (Time, diciembre 26-2011)

El contagio se extiende en mayo a España, luego a Gran Bretaña y Grecia. Ahí el centro de la movilización está vinculado con el desempleo, la desigualdad y el desencanto con la democracia. De ahí el lema de democracia real. Las movilizaciones avanzan en lugares insospechados como Israel y Tíbet. En la India el activista y líder espiritual Anna Hazare anima una vasta movilización contra la corrupción; lucha que retoman después los brasileños.

Ante los signos incontrovertibles del incremento de la desigualdad hay un nuevo impulso a las luchas por la justicia social desde los estudiantes chilenos hasta los “ocupas” de Wall Street y de otras ciudades estadunidenses. China no se libra de movilizaciones que rechazan planes de infraestructura implantados sin consultar a la gente. Hace unos días otro país aparentemente silenciado (Rusia), explota en movilizaciones –como respuesta a las elecciones fraudulentas–, agrupadas alrededor del lema contra Putin y su partido: Son el partido de los truhanes y los ladrones.

¿Qué hay de común en todas estas movilizaciones? La rabia ante la impunidad y la corrupción, y la decisión de no tolerarla más. Punto.

Cuatro factores han sido claves en esta expansión de los indignados. El desempleo juvenil. La insultante desigualdad entre un puñado de muy ricos y amplias masas en condiciones de pobreza. La revolución de las telecomunicaciones. La mediocridad y corrupción de las clases políticas.

Aun con regímenes políticos tan distintos los rasgos señalados hacían previsible que por contagio creciera como marea la protesta popular. El manifiesto de Stephane Hessel (2009), un ex combatiente de la Resistencia francesa frente al nazismo, llamando a los jóvenes a indignarse causó enorme efecto en Europa y más allá justo porque resumía el estado de ánimo y una propuesta central que ha recorrido todas las movilizaciones de 2011: indignación no violenta.

Cada movilización ha tenido sus propios Hessel. Como lo resumió Regis Debray en el Nouvel Observateur (3/3/2011): Fervor poético, intransigencia moral y moderación política: bella ecuación que impacta y detona.

¿Con cuál de las tantas famosas frases concluir este año?

Nosotros no somos anti-sistema sino ustedes son anti-nosotros; o tal vez siguiendo al disidente chino Ai weiwei: El cambio vendrá del corazón de los jóvenes.

El sentido de nuestros tiempos es la indignación moral con su correlato en las acciones heróicas.

Y como dijera el gran filósofo Yogi Berra: Esto no se acaba hasta que se acaba.
http://gustavogordillo.blogspot.com/ – http://twitter.com/gusto47

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Los estadounidenses hemos reescrito nuestras leyes, como lo hicieron los argentinos, para legalizar los crímenes.

August 11, 2011 By Irizarry

Los estadounidenses hemos reescrito nuestras leyes, como lo hicieron los argentinos, para legalizar los crímenes.

Por aquello de que siempre hay que intentar reconocer relaciones, coincidencias que se juntan en los devenires que se encuentran, veamos lo que sigue. Hay en este momento varias líneas duras, turbias y muy espesas, en las densidades de los intentos actuales de reconfiguración continuada del poder en sus crisis. Siguen saliendo a flote en las dominaciones que buscan acomodarse en las fascistizaciones que proliferan.

Una de estas líneas es el triunfo del chantaje que ha definido e impuesto la decisión de los recortes y límites presupuestarios (draconianos, como si acaso hicieran falta ahora más restricciones para reforzar la precariedad de la subsistencia de la gente) de los gobiernos que se siguen sometiendo a los designios y prioridades más conservadoras (muy agresivas y reaccionarias) del neoliberalismo. Esto es internacional, multinacional, muy coordinado. Lo hemos visto ahora en los Estados Unidos. Obama ha confirmado su entrega a las facciones de derecha de ambos partidos, que no son sino un solo partido. Lo vemos en Europa (sigue su curso a pesar de las protestas que sigan siendo solo protestas). Cualquier economista -y hay varios- que entienda lo frágil de la situación actual, desde el punto de vista del mantenimiento de alguna forma de capitalismo que se pueda sostener sin desorden político peligroso, defiende la necesidad de los gastos para reactivar la economía (fuente de ingresos para el gobierno), en vez de las disminuciones presupuestarias (que es fuente de oportunidades adicionales para los capitanes del neoliberalismo) (1). Las limitaciones selectivas del presupuesto son lo que quieren desde arriba las tendencias más conservadoras de todos los partidos y organizaciones, lo draconiano. Esas resoluciones institucionales son Estatales y autoritarias, convenientes para quienes no sufren las consecuencias nefastas de las depredaciones que se imponen. Son adecuadas para seguir logrando salidas de mantenimiento sistémico que sean policíacas, oportunistas (las nuevas esferas de valorización del capital en lo que hasta ahora había sido la esfera pública) y especulativas (para ellos). Hay acciones criminales en todo esto, pero no son ilegales, o no se castigan. Se confirman la capacidad de los neoconservadores para imponer sus opciones, y la eficacia del estribillo del presupuesto como asunto de exclusiva y urgente prioridad. El teatro de esa crisis se repetirá ad infinitum con variaciones y escenarios subsiguientes. La otra cara de esa moneda es que siempre hay ganancias espectaculares en estas crisis. Por si acaso olvidamos lo que ya se ha concedido con los “rescates” financieros, pensemos en las privatizaciones que se han de promover como fuente de ingresos en el mantenimiento de servicios e infraestructuras. Eso no es nuevo. Ahora es el turno de Obama, a través de sus retóricas tímidas y debilitadas. No importa lo que colapsa para la gente, mientras se puedan sostener las reorganizaciones lucrativas que mantienen a los poderes. Se aprovechan además todas las oportunidades para seguir movilizando a las masas enclaustradas en los populismos de derecha (no es toda la gente, pero es gente suficiente, y los que no son fieles comparten muchas de las mismas premisas inculcadas). En este juego de espejos no desaparece el Estado. Desaparecen los aparatos de gobierno que habían sostenido un apoyo frágil de la gente en las crisis continuadas y fabricadas, y se fortalece el aparato de seguridad Estatal (tienen que protegerse desde arriba, por la inestabilidad que provocan y que quieren manejar). Eso es intervencionismo Estatal, desde arriba para los de arriba, que es el único intervencionismo bueno para ellos. De eso no se habla, de esa curiosa manera de querer disminuir el gobierno a través del intervencionismo Estatal del neoliberalismo.

Otra linea dura es la serie de los miedos que se manipulan en torno al llamado terrorismo. El caso más reciente se fija en Noruega. La prensa institucional atribuye inmediatamente los atentados y asesinatos a los fundamentalistas islámicos, pero resultó muy pronto que el fundamentalismo en acto es cristiano, de ultraderecha y neonazi (forma retroactiva útil que funciona). Esa combinación no sorprende si acaso entendemos la naturaleza religiosa del conservadurismo reinante, y ello tiene mucha historia aunque no se reconozca siempre en sus actualizaciones. Ante lo absurdo de las primeras acusaciones mediáticas, predispuestas, se desplaza inmediatamente la propaganda hacia la necesidad de reforzar la seguridad interna y la vigilancia  de agrupaciones o individuos que puedan ser terroristas, sin que importe de dónde vengan ni dónde puedan estar, y sin que importen sus “ideologías” (2). Los enemigos de la sociedad (del Estado = sociedad, pues esa es la equivalencia subyacente) están en todas partes. Resulta que no podemos saber quiénes pueden ser, por lo cual hay que vigilar, denunciar, y anticipar los peligros posibles. Es el aspecto paranoico del poder actual que sigue buscando la integración activa de todos los ciudadanos en las tareas de la llamada seguridad nacional (que se equipara a la seguridad personal, individual). Aunque no se logre la plenitud esa integración, se siguen buscando justificaciones para ampliar las vigilancias y represiones. Esa es la tendencia.

La otra línea del poder que persiste es la militarización y el endurecimiento de las violencias que institucionalizan la tortura como método necesario para la protección de lo Estatal. Hay que despedazar a los cuepors disidentes, tienen que sufrir (eso es cierto para todos los fascismos en todas sus escalas, macroscópicas y microscópicas). Ante los peligros designados y asignados, se desatan violencias necesarias y absolutas. Esa es la la Razón de Estado (la latencia fascista que ahora es reinante en las oportunidades actualizadas que conquista). Esos son los delirios Razonables de este Leviatán. Esas violencias tienen un legado largo y triste para la gente que se han atrevido a buscar otras cosas. Esa gente han desaparecido por haberse atrevido. Acaso lo olvidamos. Eso es más de lo mismo, eso de las violencias y los olvidos. Es más de lo mismo que se quiere mantener, en diversos escenarios, con apariencias y ritmos distintos en sus consecuencias. Esa es la guerra en contra de las poblaciones que tarde o temprano se consideran desechables por ser indeseables e insoportables, las que tienen que volverse a someter (o desaparecer). De esa guerra no se habla, pero guerra es (ha sido y ha de ser guerra mientras no se cambie la situación de las dominaciones existentes). Eso se reconocía como forma abierta y agresiva de la lucha de clases en otra época. Se desacreditó esa frase -lucha de clases- y se logró asignar ese significante solo a los “subversivos”, y se han justificado así las acciones Estatales para mantener el “orden” en la guerra que busca mantener la violencia de lo ordenado cotidiano en su sitio (pero eso no se reconoce como lucha de clases).

Pero también hay resistencias, porque son inevitables. De lo contrario, los poderes no tendrían que ser tan brutales. Las mutaciones de los poderes devienen porque las resistencias existen y persisten (esa es la historia del capitalismo en todos sus aspectos y formas). Las resistencias actuales son la esperanza inmediata. Existe la esperanza que llega de Chile, de los estudiantes y su movimiento que tienden a agrupar a muchos a pesar de las trampas y las represiones. Existe la esperanza que llega de España, de los Indignados que no se detienen, pues siguen pensando y buscando cómo deshacer los lastres políticos de las derechas e izquierdas coincidentes (todas muy Estatalistas y burocráticas, repletas de recetas programáticas e institucionales que buscan una calma que ya es imposible a menos que no se imponga con los policías y ejércitos). Esas resistencias hay que reconocerlas y pensarlas en sus procesos y posibilidades (y en eso, por favor, que se vayan los burócratas del pensamiento, pues de lo contrario estamos en lo mismo de siempre, enjaulados en las cautelas partidistas y académicas formales e informales, y en lo que quieren todos ellos de retroceso para mantenerse acomodados en las redes de los poderes). Hay que lograr difundir esas resistencias, hay que promover contagio y riesgo.

No hay que olvidar lo que ha pasado, ni obviar lo que sucede, ni dejar a un lado los que confrontan las explotaciones existentes. Ya veremos. Acaso hay posibilidades alternativas. No llegan del cielo ni de los catecismos aceptados. Se conquistan y se hacen desde abajo. Nos deseo suerte, tenacidad, persistencia, indignación y rabia con lucidez. Lo otro es la normalización de las excepciones que se siguen ensamblando para mantener los poderes en sus sitios. Eso ya lo vemos en todas partes, lo vivimos y lo sufrimos. Ya basta. Que se vayan todos. Eso ya se ha dicho. A ver si se logra. Todo esto anda junto, y ya veremos lo que tiene capacidad de prevalecer. Todo esto anda junto.

(1) De Paul Krugman (entre otros): http://www.nytimes.com/2011/08/05/opinion/the-wrong-worries.html?_r=1&hp
It’s not just that the threat of a double-dip recession has become very real. It’s now impossible to deny the obvious, which is that we are not now and have never been on the road to recovery. […] These may sound like dry statistics, but they reflect a truly terrible reality. Not only are vast numbers of Americans unemployed or underemployed, for the first time since the Great Depression many American workers are facing the prospect of very-long-term — maybe permanent — unemployment. Among other things, the rise in long-term unemployment will reduce future government revenues, so we’re not even acting sensibly in purely fiscal terms. But, more important, it’s a human catastrophe. […] But the policy disaster of the past two years wasn’t just the result of G.O.P. obstructionism, which wouldn’t have been so effective if the policy elite — including at least some senior figures in the Obama administration — hadn’t agreed that deficit reduction, not job creation, should be our main priority.

(2) Una vez más se busca lanzar la institucionalización cotidiana de la vigilancia y la denuncia, proyecto que en los albores de esta fascistización actualizada se intentó bajo la designación del Total Information Awareness (por si acaso lo recuerdan los que tienen memoria que llegue al 2002, y los que no la tengan, que investiguen esa historia que sigue siendo la nuestra ahora). Vean lo siguiente, de : http://www.nytimes.com/aponline/2011/08/02/us/politics/AP-US-Violent-Extremism-Strategy.html?hp

“Communities are best placed to recognize and confront the threat because violent extremists are targeting their children, families and neighbors,” the strategy said. The unclassified draft includes broad statements about protecting civil rights, American values and the importance of partnerships with local stakeholders and the private sector. The federal government’s job is to act in a support role, it said, bringing people together and sharing information about threats and concerns and “community-based solutions.” The focus cannot be on a single ideology.

 

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=132576
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article28618.htm

Los desaparecidos de EE.UU.

Chris Hedges
Thuthdig
Traducido por Silvia Arana para Rebelión

La Dra. Silvia Quintela fue “desaparecida” por los escuadrones de la muerte en Argentina en 1977 cuando estaba embarazada de cuatro meses con su primer hijo. Fue mantenida con vida en una base militar hasta que dio a luz a su hijo y luego, al igual que otras víctimas de la junta militar, fue probablemente drogada, desnudada, encadenada a otras víctimas inconscientes y apilada en un avión de carga que formaba parte de los “vuelos de la muerte” en los que se eliminó a una cifra estimada de 20.000 personas desaparecidas. Los vuelos militares con su carga humana inerte volaban sobre el Atlántico de noche y los cuerpos encadenados eran arrojados en el océano. La Dra. Quintela, que trabajaba en las villas miserias de la ciudad de Buenos Aires, tenía 28 años cuando fue asesinada.

Un médico militar, el Mayor Norberto Atilio Bianco, que fue extraditado el viernes desde Paraguay a Argentina por tráfico de bebés, está acusado de haberse apropiado del bebé de la Dra. Quintela al igual que de una docena, quizás cien, niños más. Los niños fueron entregados a familias militares en adopción. Testigos reportaron haber visto a Bianco, quien estaba a cargo de la unidad clandestina de maternidad que funcionó durante la Guerra Sucia en el hospital militar de Campo de Mayo, sacando personalmente a los bebés del hospital. También se quedó con uno de los niños. El jueves, en Argentina, se condenó al General Retirado Héctor Gamen y al Coronel Hugo Pascarelli por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino “El Vesubio”, adonde 2.500 personas fueron torturadas entre 1976 y 1978. Fueron condenados a cadena perpetua. Desde el 2005, con la anulación de la ley de amnistía que protegía a los militares, Argentina ha abierto juicios contra 807 personas por crímenes de lesa humanidad, de los cuales, hasta ahora sólo 212 han recibido sentencia. Ha sido, para aquellos de nosotros que vivimos en Argentina durante la dictadura militar, una marcha dolorosamente lenta hacia la justicia.

La mayoría de los desaparecidos en Argentina no fueron activistas armados sino líderes gremiales, organizadores comunitarios, intelectuales de izquierda, activistas estudiantiles y aquellos que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado. Pocos estaban conectados con los grupos armados de resistencia. En efecto, en el momento del golpe de estado de 1976, los grupos de guerrilla armada, como los Montoneros, habían sido diezmados. Estos grupos armados, como Al-Qaida en su lucha contra Estados Unidos, nunca significaron una amenaza a la existencia del régimen, pero la campaña nacional contra el terrorismo, tanto en Argentina como en EE.UU. se convirtió en una excusa para subvertir el sistema legal, instaurar el miedo y la pasividad en la masa popular y formar un vasto sistema de prisiones clandestinas con torturadores e interrogadores, funcionarios gubernamentales y abogados que operan más allá de la ley. La tortura, las detenciones prolongadas sin juicios, las humillaciones sexuales, las violaciones, las desapariciones, la extorsión, el saqueo, los asesinatos y abusos han devenido, como en Argentina durante la Guerra Sucia, parte de nuestro mundo subterráneo de sitios de detención y centros de tortura.

Los estadounidenses hemos reescrito nuestras leyes, como lo hicieron los argentinos, para legalizar los crímenes. John Rizzo, el ex representante legal de la CIA, aprobó los ataques con drones que mataron a cientos de personas, muchos de ellos civiles, en Pakistán, aunque EE.UU. no estaba en guerra con Pakistán. Rizzo admitió que él autorizó técnicas de interrogación severas. Le dijo a Newsweek que la CIA disponía de una lista de personas a asesinar. En la entrevista, preguntó: “¿Cuantos profesores de leyes han firmado una orden de muerte?”. Rizzo, en términos morales, no se diferencia en nada del deportado Dr. Bianco de Argentina, y es por ello que abogados de Gran Bretaña y Pakistán están pidiendo su extradición a Pakistán bajo cargo de asesinato. Esperemos que logren su objetivo.

Sabemos que al menos 100 detenidos murieron durante los interrogatorios en nuestros “sitios negros”, muchos de ellos a causa de los golpes y maltrato en manos de los interrogadores. Hay probablemente muchos, muchos más cuya suerte nunca será revelada. Decenas de miles de hombres musulmanes han pasado por los centros de detención clandestina de EE.UU. sin un proceso legal. “Hemos torturado si piedad a gente. Probablemente hemos matado a docenas de personas…, ambos las fuerzas armadas y la CIA”, admitió el General Retirado Barry McCaffrey.

Los cuerpos de muchas de esas víctimas nunca fueron entregados a sus familiares. Desaparecieron. La muerte anónima es la forma más cruel de la muerte. No hay un fin de duelo para los deudos. No hay manera de que los familiares puedan conmemorar el fin de una vida, con una fecha, un ritual y un lugar. La atrocidad se hace más compleja con la atrocidad cometida contra la memoria. Este sacrilegio es desgarrador para los familiares. Los regímenes usan los centros clandestinos de detención, los asesinatos y las muertes anónimas para poner a la población en estado de agitación, perturbación y desequilibrio. Genera una locura colectiva. La acción del estado de “desaparecer” a personas en sitios negros, manteniéndolas prisioneras por años sin juicio y torturando, asegura que pronto estas técnicas serán parte rutinaria de control doméstico.

Decenas de miles de estadounidenses están detenidos en prisiones de máxima seguridad, adonde son privados de contacto humano y destruidos sicológicamente. Los trabajadores indocumentados son detenidos en redadas, y sus familias no saben nada de ellos por semanas o meses. Las unidades de la policía militarizada rompen las puertas de unos 40.000 estadounidenses cada año y se los llevan en la oscuridad de la noche como si fueran enemigos combatientes. Ya no existe el habeas corpus. Los ciudadanos estadounidenses pueden ser asesinados “legalmente”. Los secuestros ilegales, llamados eufemísticamente “rendiciones extraordinarias” son un sello de la guerra contra el terrorismo. La evidencia secreta hace imposible que los acusados y sus abogados puedan saber qué cargos hay contra ellos. Todo esto fue experimentado por los argentinos. La violencia doméstica, ya sea en forma de movilizaciones sociales, revueltas u otro ataque terrorista catastrófico en territorio estadounidense, podrían, me temo, poner de manifiesto las herramientas brutales del imperio cimentado en la patria. En ese punto, nos embarcaríamos en nuestra propia versión de la Guerra Sucia.

Marguerite Feitlowitz se refiere en “The Lexicon of Terror” a las experiencias de un preso argentino, el físico Mario Villani. Se muestra el colapso del universo moral de los torturadores cuando, entre sesiones de tortura, los guardias llevan a Villani y a unas mujeres embarazadas a un parque de diversiones. Les hacen subir a un trencito, y luego los llevan a un café a tomar una cerveza. Uno de los guardias, Sangre, su nombre de guerra, lleva a su hija de unos 6 o 7 años al centro de detenciones para que conozca a Villani y a otros presos. Pocos años después, Villani se cruza por la calle con uno de sus principales torturadores, un sadista conocido en los campos de concentración como El Turco Julián. Julián le recomienda a Villani que vaya a ver a otro ex preso para conseguir un trabajo. La manera en la que la tortura se hizo una rutina, parte del trabajo diario, contribuyó a insensibilizar a los torturadores frente a sus propios crímenes. Visualizaban a la tortura como parte de su trabajo. Años después, esperaban incluso que sus víctimas la consideraran desde la misma lógica torcida.

Human Rights Watch en el reporte “Inmunidad ante la tortura: El gobierno de Bush y el maltrato a detenidos” declaró que hay “una cantidad extraordinaria de evidencia de tortura implementada por el gobierno de Bush”. El Presidente Barack Obama, continúa el reporte, está obligado a “ordenar una investigación de los alegatos de abuso de detenidos autorizado por el ex Presidente George W. Bush y otros funcionarios de alto rango”.

Pero Obama no tienen intenciones de restaurar la ley. No sólo se niega a investigar los flagrantes crímenes de guerra, sino que ha otorgado inmunidad a aquellos que han programado, dirigido y ejecutado torturas. Al mismo tiempo, incrementó drásticamente los crímenes de guerra, incluyendo los ataques con drones en Pakistán. Continúa presidiendo sobre cientos de colonias penales en ultramar, adonde el abuso y la tortura son moneda corriente. Es cómplice de los asesinos y torturadores.

La única manera posible de regresar a la legalidad sería revisando caso por caso, extradición por extradición, juicio por juicio. Si regresáramos a la legalidad, Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, el ex Director de la CIA George Tenet, Condoleezza Rice y John Ashcroft serían enjuiciados. Los abogados que legalizaron las acciones que bajo las leyes internacionales y nacionales son ilegales, incluyendo no sólo a Rizzo sino a Alberto González, Jay Bybee, David Addington, William J. Haynes y John Yoo, deberían perder sus matrículas y ser enjuiciados, si queremos salir de esta ciénaga. Nuestros líderes militares de mayor experiencia, incluyendo el General David Petraeus, que supervisaron escuadrones de la muerte en Irak y tortura indiscriminada de vasto alcance en las prisiones clandestinas, serían llevados al banquillo de los acusados, como los generales en Argentina, y obligados a responder por sus crímenes. Ese es el único camino. Si sucediera, sucedería sólo por la acción de unas pocas almas valientes, como la del abogado y presidente del Centro por los Derechos Constitucionales, Michael Ratner. Tomará tiempo, mucho tiempo; los crímenes cometidos por Bianco y los dos ex oficiales condenados este mes sucedieron hace cuatro décadas. Si no sucediera, entonces, continuaríamos nuestro descenso en un estado policial de terror y miseria humana en el que los guardias, en un capricho, nos sacarán de nuestras celdas para llevarnos a un parque de diversiones, para hacernos dar una vuelta en un trencito, paralizados y atónitos, antes de nuestra próxima sesión de tortura.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article28618.htm

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Cumple 40 años de fracasos la guerra de EU contra el narco

June 17, 2011 By Irizarry

 

 

Pero a pesar de la ciencia y de la evidencia empírica en torno a la “guerra contra las drogas”, 40 años después, el paradigma inicial de definir el problema en términos bélicos persiste hoy día. De hecho, ya es una de las guerras más caras, más destructivas y más largas en la historia de este país. Promete ser eterna si no hay un cambio de paradigma sobre la manera como esta sociedad aborda este problema.

 

No, ningún fracaso hay en esta guerra. Al contrario, muy exitosa ha sido esa “guerra”, pero para quienes se benefician con los excedentes monetarios y del poder, con las plusvalías tangibles e intangibles (todas muy reales y cotidianas) de ese magnífico negocio. Unos, las mafias de los narcotraficantes multinacionales, en sus contubernios con los procesos de las redes de ganancias fabulosas del neoliberalismo fascistizado. Otros, los Estados que aprovechan al narco para seguir con sus militarismos y autoritarismos, con sus fascistizaciones repletas de los miedos moralistas que justifican los procesos de control social y de las poblaciones necesarias y desechables, todo siempre vinculado a los terrorismos construidos (todas estas guerras están hechas para que no terminen). Ellos se benefician de las ganancias, y nosotros tratamos de vivir en medio de la guerra civil provocada por las luchas en torno al control grande y pequeño de la distribución de los narcóticos y de los ejercicios contundentes de los poderes. Los enemigos del Estado actual son las poblaciones que hay que controlar. Son esas las dos caras de la misma moneda, del poder. Ningún fracaso ha sido esa guerra declarada por el Estado en sus procesos de fascistización. Es narcoestatización paulatina y establecida, generalizada, conveniente, necesaria e inevitable.

¿Por qué no se acepta que esto es asunto de salud pública (de otra ecología de nuestros cuerpos en sociedad), de oportunidades de vida que no lleven a los callejones de las adicciones, ni al mercadeo de las sustancias producidas para someter y sujetar las mentes, los cuerpos y los comportamientos en sus espirales de autodestrucción (de otra ecología social)? Resulta que eso, eso otro, requiere otra forma y manera y proceso de convivencia, donde los poderes que requieren de las adicciones físicas y mentales (que son las mismas) no sean los poderes reinantes. Sería otra cosa, otra solidaridad y otra convivencia, incluso y ante todo otra medicina (otra manera de manejar los cuerpos de manera que sean soberanos en coincidencias saludables con otros cuerpos en sociedad saludable, y otra ecología en los entornos donde estamos). Pero eso es peligroso para lo que domina lo existente, para esos poderes que se benefician de las adicciones que llegan a ser destrucciones irreparables para nosotros, al mismo tiempo que esos poderes las critican tan solo para afianzar los controles de esos mismos poderes. ¿Por qué tenemos que seguir tan jodidos como estamos? Todas estas luchas son una misma lucha, resistencias que amenazan coincidencias porque todo esto es lo mismo. ¿Entonces, qué?

Tal vez el problema es que somos adictos de los poderes. Ya veremos, dijo el ciego.

 

http://www.jornada.unam.mx/2011/06/17/politica/002n1pol

Cruzada perdida
Nixon la declaró y hasta la fecha no se ha logrado ni uno de sus objetivos
Cumple 40 años de fracasos la guerra de EU contra el narco
El país vecino es el territorio con más presos en el mundo: uno de cada 31 adultos
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 17 de junio de 2011, p. 2

Nueva York, 16 de junio. La “guerra contra las drogas” fue declarada por el presidente Richard Nixon hace justo 40 años, y en sus batallas han participado todo un amplio elenco de figuras famosas, desde Elvis Presley a distinguidos generales como Barry McCaffrey o personajes públicos como Pablo Escobar, Milton Friedman, George Soros y Sting hasta la bisnieta de León Trotsky.

Pero además de los famosos, en esta guerra han participado, voluntariamente o no, millones de encarcelados, muertos y enfermos que son víctimas de la guerra que se declaró para aplicar la prohibición de sustancias declaradas ilícitas –o sea, lo que han llamado “daños colaterales”.

Ante estos costos sociales y económicos incontables, un gasto acumulativo de un billón de dólares por Estados Unidos, y el despliegue de las fuerzas del país más poderoso en la historia en operaciones de persecución y erradicación, y millones de arrestados desde 1971, ni uno solo de los objetivos de la llamada “guerra contra las drogas” declarada hace 4 décadas ha sido logrado.

Según cálculos oficiales, entre 20 y 25 millones de estadunidenses usarán alguna droga ilícita este año –unos 10 millones más que en 1970 (aunque el gobierno argumenta que como porcentaje de la población, el consumo es menor que a finales de los 70, cuando llegó a los niveles más altos). Según cifras oficiales, cada día casi 8 mil estadunidenses consumen una droga de manera ilegal por primera vez y así se suman a los más de 20 millones de usuarios de drogas ilícitas.

A escala mundial hay más oferta de estupefacientes y más consumo que nunca. Según cifras oficiales de la Organización de Naciones Unidas, de 1998 a 2008 el uso mundial de opiáceos se incrementó 34.5 por ciento, el consumo de cocaína creció 27 por ciento y el de mariguana 8.5 por ciento. De hecho, se calcula que la industria mundial de drogas ilícitas tiene un valor de 320 mil millones de dólares, lo cual equivale a uno por ciento de todo el comercio en el mundo.

Estados Unidos dedica más de 15 mil millones de dólares anuales en el presupuesto para la “guerra contra las drogas”, aunque algunos calculan que la cifra total se acerca a 40 mil millones anuales (al incluir gastos en programas relacionados con los esfuerzos antinarcóticos dentro y fuera de Estados Unidos). A lo largo de las pasadas 4 décadas, según un excelente reportaje especial de la Associated Press el año pasado, unos 20 mil millones de dólares se han dedicado a la lucha contra bandas criminales en otros países, sobre todo Colombia y ahora México; 49 mil millones de dólares a esfuerzos de seguridad antidrogas en las fronteras de Estados Unidos; 121 mil millones de dólares para arrestar a casi 40 millones por delitos de droga no violentos, casi un tercio sólo por posesión de mariguana y otros 450 mil millones para encarcelar a estos en prisiones federales (o sean, sin incluir los que están en reclusorios estatales o cárceles locales).

En su retórica, el gobierno de Barack Obama reconoció que la óptica bélica para abordar el problema de las drogas no estaba funcionando. El director de la oficina de políticas antinarcóticos de la Casa Blanca, conocido como el “zar antinarcóticos”, Gil Kerlikowske, una y otra vez afirma que prefiere abandonar la frase de “guerra” en la lucha contra la droga ilícita, ya que “no estamos en una guerra contra nuestra propia gente” y criticando esa estrategia por sus fallas, en los hechos aun no hay un giro en esta política.

Igual que en los años recientes antes del gobierno de Obama, aproximadamente dos tercios del presupuesto antinarcóticos continúan asignados a esfuerzos de seguridad publica dentro y fuera de Estados Unidos.

Y las consecuencias de una política de prohibición impulsada extensamente sobre castigo y persecución ha tenido enormes consecuencias sociales en este país. Para afroestadunidenses y latinos, la guerra contra las drogas se percibe más bien como una guerra contra ellos, sobre todo la juventud “de color”. Con el encarcelamiento como arma más empleada en esta “guerra”, las cifras lo comprueban: Estados Unidos es el país con más encarcelados en el mundo, con sólo 5 por ciento de la población mundial tiene 25 por ciento del total de los prisioneros en el planeta –unos 2.3 millones, comparado con 300 mil en 1972 (si se incluye los que están en libertad bajo fianza o condicional, suman 7.3 millones, uno de cada 31 adultos). El incremento estrepitoso en la población encarcelada se debe en gran medida al aumento en la detención de personas que cometieron delitos relacionados con la droga –en 1980 habían 41 mil de estos, ahora hay más de 500 mil (un incremento de mil 200 por ciento).

Después de todo esto, ahora resulta que la amenaza de las drogas más peligrosa no es la de productos ilícitos importados desde México, Colombia y Afganistán, sino la de los fármacos recetados legalmente por doctores. El abuso de estos narcóticos y opiáceos ahora es clasificado como una “epidemia”, y según el gobierno, los que mueren por abuso de estas es superior a los que perecen por sobredosis de cocaína y heroína combinados. El abuso de drogas recetadas es el mayor después de la mariguana en este país, informó el gobierno este año.

Para la neurocientífica Nora D. Volkow, el problema de las drogas no es un asunto criminal o de seguridad, sino una condición dentro de la amplia gama de la adicción humana que requiere de una respuesta médica. Como jefa del Instituto Nacional sobre Abuso de Droga del gobierno federal, Volkow encabeza las investigaciones sobre las causas químicas y biológicas de las adicciones, y lo resumió con una sola palabra en entrevista con el New York Times: toda adicción se reduce a una sola cosa: la dopamina. Afirma que toda sustancia adictiva genera una ola de esta molécula en el cerebro. Las anfetaminas lo hacen de una manera, la cocaína de otra, como también el alcohol y la heroína lo mismo que otros opiáceos, incluyendo los recetados. Su trabajo, según otros expertos, está ofreciendo la base principal para considerar la adicción como una enfermedad y no el resultado de decisiones equivocadas por un adicto, o resultado de comportamiento inmoral, reporta el Times.

Volkow comenta que su obsesión es convertir lo que muchos consideran un problema criminal en un asunto para el sistema de salud. Volkow, por cierto, creció en México, en Coyoacán, en una casa famosa ahora museo: es bisnieta de León Trotsky.

Pero a pesar de la ciencia y de la evidencia empírica en torno a la “guerra contra las drogas”, 40 años después, el paradigma inicial de definir el problema en términos bélicos persiste hoy día. De hecho, ya es una de las guerras más caras, más destructivas y más largas en la historia de este país. Promete ser eterna si no hay un cambio de paradigma sobre la manera como esta sociedad aborda este problema.

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¡Happy 4th of July, desde la Banana Republic of Puerto Rico!

July 2, 2010 By Irizarry

Happy 4th of July!

El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, dijo que ahora “que se siente la paz y se respira la decencia”pueden aprobar el presupuesto del País. (1)

“Los próximos frentes tienen que emanar del pueblo para que haya una verdadera transformación del país”, dijo el líder estudiantil Giovanni Roberto. […] “El llamado no puede ser a movilizarse a una actividad. El llamado debe ser a la organización desde abajo. No vale la pena convocar a manifestaciones desde un podio, hay que ir a la base. Aquí el llamado es a la organización masiva del pueblo”, dijo Giovanni Roberto, quien en las afueras del Colegio pidió que se creen asambleas comunitarias por sectores, porque la única forma de combatir el Gobierno es a través de un movimiento masivo del pueblo. (2)


Esa bandera al revés no es ofensa, sino signo internacional reconocido de advertencia de peligro, de situación peligrosa. Puede servir de advertencia ante las ofensas y amenazas que se siguen cometiendo impunes desde el poder, aquí y ahora exacerbadas como normalización continuada de excepciones, de los poderes excepcionales, dictatoriales. Vale la pena el recordatorio, por lo que se sigue perdiendo en la isla mientras persiste la parodia de la llamada democracia supuestamente amparada en la constitución estadounidense y su Carta de Derechos. Todo eso aquí sí que es “un papel” (eso decían las autoridades de los acuerdos ratificados que llevaron al fin de la huelga universitaria, que son un “papel”), tanto como es un “papel” la constitución puertorriqueña, en manos de los poderosos de turno.

Como este fin de semana se celebra el 4 de julio, pues vale la pena usar esa bandera como recordatorio. Recordatorio además debe ser de algunas de las palabras de aquella declaración famosa de 1776 que se celebra en esa fecha: “que cuando una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a cambiarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.” Esos “principios” que requieren defensa incondicional aluden a la existencia y subsistencia misma de la gente, y como son la existencia y la subsistencia misma de la gente las que el Estado (y su gobierno) neoliberal ponen en juego, pues resulta que el derecho a reformar o abolir ese Estado (y su gobierno) adquieren una primacía y una prioridad inevitables …

La “paz” que quiere celebrar e imponer el poder es la paz del neoliberalismo, pero es una paz sin decencia, indecente, tan indecente como lo es el comportamiento de los legisladores (y su gobierno) que imponen a quemarropa el plan de expropiaciones neolberales en la isla. El problema es que no puede haber paz neoliberal que sea decente, pues la paz del neoliberalismo requiere imponer unos intereses minoritarios muy estrechos contra la mayoría de la gente, y para eso hay que gobernar con desprecio y falta de respeto, con impunidad impuesta y forzada, con gobierno que sea insensible e impermeable ante los reclamos y acciones de la gente. Cuando se les va de las manos el proceso, cuando hay revuelta y resistencia ante lo que ya no se puede tolerar, entonces ese Estado (y su gobierno) neoliberal recurren a lo de siempre: la represión abierta y la intimidación, y las retóricas y propaganda del miedo y de la autoridad que pretende ser incuestionable. Y es inevitable que se les vaya de las manos, pues lo que pretenden con su neoliberalismo descarado es la expropiación de lo poco que nos queda en la isla. Eso no puede ser sino un proceso muy autoritario, de un poder arbitrario incrementado y concentrado en muy pocas manos, cada vez más unilateral, sin que se consideren ni se respeten derechos y libertades que se han adquirido. Esos derechos y libertades puede que sean en muchos casos frágiles y formales, pero al menos así existen por ahora, en su deterioro. Contra eso irrumpen las resistencias, que para ellos los de arriba siempre son irrespetuosas porque son inaceptables.

Se pueden refutar en detalle las defensas del autoritarismo endurecido, tan repletas de falsedades, que ahora salen a flote una vez más, pero basta con uno que otro ejemplo. Resulta que, de acuerdo a los voceros del poder, son unos “200 socialistas y separatistas” los responsables por la huelga universitaria, y a ellos les debemos todas nuestras desgracias actuales. Olvídense de que esa huelga ha sido un proceso amplio, transparente, plenamente participativo y democrático, innovador en las formas que ha logrado para comunicar sus intenciones y acciones, que evitó caer en las trampas de las provocaciones e intmidaciones, y que en todo momento insistió abiertamente en negociar peticiones justas y razonables, de buena fe. Todo eso está ampliamente documentado, y es irrefutable. Ese libreto de los “200 socialistas y separatistas” no se puede sostener si es que vemos cuál ha sido el proceso de la huelga. Ante los 2oo hubieran podido soltar a los 100 (ese tenebroso conjunto policíaco que parece ser la única respuesta ante el narcotráfico y los consumos que lo mantienen …), pero es que no eran 200, sino millares de gente sin afiliaciones políticas de pastiche, dentro y fuera de la universidad, y esa ha sido su fuerza. Optaron los de arriba, en sus desconciertos, por la evasión, la intimidación y el desgaste, pero eso tampoco funcionó. Se llegaron a firmar acuerdos que pusieron fin a la huelga, acuerdos que se violentaron inmediatamente por los administradores y los legisladores de turno, por los poderosos y su gobierno.

La decepción, lo engañoso, no viene del movimiento estudiantil, sino de los que en todo momento han querido suprimirlo. Son los acuerdos “un papel” (nos dice el gobierno), y con ello niegan lo que tanto defienden, los procedimientos adecuados y aceptables, la honestidad, la integridad y la transparencia. Sale a flote, indudable, su intención y su estrategia persistente, la del neoliberalismo que no puede ser sino autoritario, por lo despiadado. Todas la agresiones tácticas del momento actual (la cuota que se le impone a l@s estudiantes, los castigos y represalias que se quieren sostener, el alabado voto “secreto” como garante de la “libre expresión” universitaria que se ha impuesto dudosamente y sin debate, a puerta cerrada) son pasos concertados para acelerar la implantación de una estrategia en crisis, pues han irrumpido las resistencias. ¿Que la universidad está en probatoria, en riesgo de perder su acreditación? ¿La culpa es de los estudiantes? Pues no … El desmadre administrativo y de gobierno no lo causa la huelga. Acaso ha sido el desmadre administrativo y de gobierno, y las premisas y pretensiones neoliberales que guían las políticas de presupuesto del sistema escolar y universitario, lo que conduce a la huelga … Entonces, con respecto a la universidad y al movimiento universitario, hay que preguntarse quién habla con verdad, y la respuesta es que no es el Estado (y su gobierno) quienes dicen lo verdadero. ¿Y por qué sigue cerrada la universidad? ¿Quién se beneficia?

¿Y el circo de calamidades de la legislatura? Querían “paz” y “decencia” para poder aprobar el presupuesto, y muchas otras maldades, y para ello no se podía tolerar la presencia de la prensa, así que desalojaron a los periodistas. Tuvieron que dar marcha atrás al desalojo de la prensa, aunque de mala gana y con muchas restricciones impuestas. No olvidemos que hace rato que se legisla a macanazos en defensa de los privilegiados en la isla, pero este incidente marca ruptura y es incremento incluso desde dentro del autoritarismo persistente de este gobierno, que se mueve en dirección de mayor arbitrariedad, prepotencia e impunidad. No rinde cuentas ante nadie esa legislatura, ni su gobierno, a menos que no sea ante los intereses de los poderosos que apoyan entusiastas sus legislaciones y procedimientos.

De ese lodazal no sale nadie limpio. Aunque se quiera justificar la agresión en contra de la prensa con la pretensión del sosiego necesario para poder legislar, se obvia tal vez que los primeros desordenados son los mismos legisladores, tanto por sus comportamientos como por los efectos de las leyes que imponen. Lo que pasa es que eso no les afecta a ellos, pues son intocables. Han llegado a ser clase política compenetrada con los grandes intereses de los capitales neoliberales y sus asociados. Las consecuencias de sus leyes, el desorden que imponen en la vida cotidiana de la gente, no les importa.

Y entonces, frente a la falta de acceso ante un Estado (y su gobierno) impermeables, llegan los estudiantes, y otras organizaciones y grupos ciudadanos, a presentar sus agravios, que son los de la gente, a la legislatura. Se les recibe y se les despacha como ya hemos visto en la prensa en estos días, con un motín policíaco indiscriminado que se desborda a las calles cercanas. Se les recibe con la única voz que parece tener este estado (y su gobierno) neoliberal, con la violencia. Que no sorprenda el abuso policíaco cuando el abuso del poder es la norma de gobierno. Qué curiosa ironía es que el derecho de pedir al gobierno la reparación de agravios sea parte de los derechos constitucionales federales y de Puerto Rico. Apoyando el motín policíaco se levantan las voces de siempre que justifican con disparates y desaciertos los comportamientos del poder, evocando los miedos consagrados, pero resulta una vez más que el incidente está muy bien documentado. Acaso el poder lo que quiere son las “zonas de libre expresión” impuestas bajo el gobierno del segundo Bush, jaulas separadas donde los manifestantes podían “expresar” sus quejas y reclamos … Eso no es libre expresión, sino represión por exclusión, eso es silenciar las voces disidentes, que en este gobierno (y su Estado) no se toleran. Vaya democracia la que supuestamente tenemos, que es la de los pocos y para los pocos, la de los guerrilleros (esos sí que son) del neoliberalismo …

¿Acaso exageramos? ¿No está en juego la existencia y la subsistencia de la gente? En muchos y demasiados sentidos, eso es cierto. Si vemos la tendencia clara de las legislaciones y las intenciones del Estado (y su gobierno), se entregan de manera acelerada los recursos de la isla al mejor postor. Se pretende despojar lo que más o menos queda de las ecologías naturales ya maltrechas, mientras se desmantela lo que sobraba, para ellos los de arriba, del Estado de asistencia (que nunca fue regalo, sino conquista en medio de los desajustes de las crisis capitalistas). Lo triste es que las políticas concentradas en la Ley 7 y encarnadas en la infame Junta de reconstrucción fiscal, que se convierte en un poder superior y paralelo de facto, no encaran las raíces de los problemas económicos, pues los ciclos de crisis que persisten no se superan restringiendo los gastos. No es asunto de gastos, sino de ingresos. Eso lo sabemos (3) y se ha repetido muchas veces. Es asunto de estrategias de desarrollo equilibrado que no estén atadas a los intereses inmediatos de quienes se quieren seguir lucrando de las situaciones financieras actuales y de un “modelo económico”, que ya está desgastado y en plena decadencia. El pillaje y la rapiña neoliberales no sacan esta situación del atolladero estructural en que se encuentra. El neoliberalismo lo que hace es agravar los problemas existentes y crear muchos otros problemas nuevos para la gente, y solo puede pretender imponer sus soluciones (que buscan garantizar la acumulación de los capitales privilegiados) mediante un autoritarismo cada vez más rampante. Entonces, si bien el gobierno actual representa a saciedad tales posiciones, no es el problema solamente el gobierno actual, sino el neoliberalismo … ¿Acaso exageramos? ¿No está en juego la existencia y la subsistencia de la gente? Todos y cada unos de los conflictos abiertos y sangrantes que vivimos se pueden rastrear muy nítidamente a una raíz común: el neoliberalismo. Su Estado (y gobierno) tienen una misión clara: imponer las políticas y programas neoliberales. Entonces …

Los únicos que pueden cambiar esta situación son la gente, a pesar de los macanazos y los gases lacrimógenos que defienden la impermeabilidad del Estado y su gobierno, Estado (y su gobierno) que no son del pueblo. La posibilidad de asambleas comunitarias por sectores, capaces de gestar un movimiento masivo del pueblo es algo que hay que contemplar e impulsar, pues si las resistencias no son capaces de devenir en movimiento amplio, multifacético y multisectorial, creativo e insistente, no hay salida posible ante esta aceleración de autoritarismo. Como siempre, la posibilidad de democracia, y la satisfacción de las necesidades de convivencia de la gente, son cosas que se conquistan desde abajo. No se pueden delegar, ni se puede dejar que se expropien cuando apenas están latentes. Que no se dejen perder estas revueltas entre las acusaciones de “ultrademocratismo”, pues esa democracia es su fuerza.

No puede ser solo otra gran marcha, ni asambleas ni manifestaciones. Tiene que ser movimiento sostenido, y si tenemos suerte evita las vanguardias y los catecismos. ¿Hace falta color o bandera? Pues que sea blanca, no porque se rinden, sino porque buscan la victoria de la paz de una convivencia distinta que esté en sus propias manos, y no en manos de burócratas o políticos de turno. Puede que l@s estudiantes sean una vez más maestr@s en esto. Ya conocemos las palabras de los enemigos. A ver si ahora escuchamos las voces amigas.

Lo otro, lo que tenemos, es la Banana Republic puertorriqueña que vivimos, en manos de los anexionistas, con su Estado (y gobierno) paranoico, sordo y ciego ante la gente, impermeable. Qué ironía inevitable es esa. No pueden dejar de ser lo que son, neoliberales y neoconservadores fundamentalistas a ultranza. No pueden dejar de ser arbitrarios, prepotentes, autoritarios y revestidos de impunidad, como los pequeños dictadores que alegan no ser, como los dictadores impuestos a conveniencia en esas “repúblicas bananeras” de las que quieren distanciarse con desprecio mientras imponen lo mismo aquí.

Cuando una forma de gobierno se haga destructora de los principios de convivencia en democracia, de respeto y de defensas de las libertades y derechos de la gente, el pueblo tiene el derecho a cambiarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. Cómo es que 200 socialistas y separatistas hayan sido capaz de movilizar 11 recintos durante casi dos meses, a pesar de todos los ardides y obstáculos que se les quiso imponer, eso es algo no ya misterioso sino incluso milagroso. La trama imaginaria de los 200 no puede explicar el proceso de resistencias del cual hemos sido testigos y que ahora amenazan con multiplicarse. Tal vez por eso es que recurren a lo único que saben los de arriba, a pesar de que lo niegan, que no es sino la implantación de estrategias represivas revestidas de la propaganda de siempre.

Esa otra bandera está no solo al revés, sino pisoteada. La nuestra está hecha añicos. A la bandera de la foto le pusimos flores, por aquello de mitigar un tanto la peste que sale de lo actos y premisas del poder delirante, delirio que no es otra cosa que su lógica inevitable del Estado (y su gobierno) neoliberal, pues esos extremos y excepciones que se normalizan son la única manera de sostener al neoliberalismo. Esto no es efímero ni se puede explicar a partir de deficiencias de personalidad (que probablemente se exacerban en situaciones como la que vivimos). Esto es estructural y de largo plazo. A ver hasta dónde podemos llegar, siendo ahora lo que somos, la Banana Republic de Puerto Rico. Solo la gente puede cambiar esto, desde abajo.

Quien tenga ojos, que vea …


La Policía repartió macanazos, golpes, empujones y gases lacrimójenos. (Primera Hora/Andre Kang) (4)

(1) http://www.elnuevodia.com/violenciaenelcapitolio-733059.html

(2) http://www.primerahora.com/convocaronconcentracionencontradelosabusosdelgobiernodeluisfortuno-397849.html

(3) Véase, por ejemplo: http://www.nytimes.com/2010/06/28/opinion/28krugman.html

Krugman es economista respetado y prestigioso que ha escrito varios libros sobre la crisis actual. En este texto insiste en que el problema puede verse en los gastos inadecuados, que conducen a ingresos insuficientes. En otras y pocas palabras, el problema y la prioridad es la creación de empleos, que es lo que genera ingresos en todos los niveles. Y esto no lo dice un “socialista”, ni un “chavista” o “castrista”, sino un economista estudioso de los desequilibrios inevitables del neoliberalismo, que nos han llevado una vez más a una ecomomía depresiva:

We are now, I fear, in the early stages of a third depression. It will probably look more like the Long Depression than the much more severe Great Depression. But the cost — to the world economy and, above all, to the millions of lives blighted by the absence of jobs — will nonetheless be immense.

And this third depression will be primarily a failure of policy. Around the world — most recently at last weekend’s deeply discouraging G-20 meeting — governments are obsessing about inflation when the real threat is deflation, preaching the need for belt-tightening when the real problem is inadequate spending.

(4)  http://www.primerahora.com/macanazosygaseslacrimogenosalosestudiantesenelcapitolio-397252.html

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Se gradúan de integridad

June 16, 2010 By Irizarry

La presentación de la clase graduanda, a cargo de los síndicos electos, destacó que la misma estaba compuesta por personas que ejercen sus derechos constitucionales a la libertad de expresión y de asociación en defensa de la educación. Vargas Martínez exhortó a sus compañeros a actuar responsablemente en la construcción de una sociedad democrática y plural. Entonces, confirieron a los estudiantes el grado honorario de ciudadano y ciudadana ejemplar.

Pues sí. Ejemplar, por lo que tiene de alternativo e impaciente, ante lo insoportable, y más allá de lo jurídico aceptable que ya ni se respeta desde arriba. Ya basta. Esa es la lección. Hay que hacer otras cosas para lograr otras cosas.

Se han graduado de integridad porque no se han dejado aplastar, ni intimidar, ni entrampar, y se han graduado de muchas otras cosas que están en todas esas cosasy que son las mismas. Se han graduado por su capacidad de descubrir e inventar formas de lucha que no se dejan encajonar, que se siguen inventando en su mismo proceso, en su soledad poblada y acompañada, y que son persistentes en su vitalidad. Lección magistral es. Se han graduado por ser ejemplo de lo que necesitamos para conquistar y sostener luchas alternativas ante las imposiciones que pretende el neoliberalismo, las de su Estado y su gobierno, y en esa resistencia refrescante todos somos universitarios. Se han graduado porque esos estudiantes son maestros, y eso no es eneñanza escolar, sino educación, y para todos. A ver si somos capaces de graduarnos, todos.

¿Alguien busca a la mítica “clase obrera”? Aquí está, pues son los que quieren trabajar, y los que vienen de familias trabajadoras, pero no quieren estar ni dejarse someter en las fábricas neoliberales de la escolarización, ni en las de las burocracias de los Estados impermeables, ni en los sindicatos que juegan con el mantenimiento de lo existente que apenas se sostiene, ni en la pobreza que se nos impone, ni quieren las fábricas multinacionales de turno, ni aceptan las jerarquías que refuerzan la redistribución de las diferencias, porque buscan otras opciones de economía, de política y de sociedad. Quieren y hacen el trabajo de hacer una convivencia distinta, y lo hacen ya a su manera. ¿Podemos aprender eso? A ver si somos capaces de graduarnos, todos.

Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos. Muchas palabras siguen llegando desde arriba en contra de esta graduación desafiante. No sorprende. Ya veremos si aparece el contagio de las acciones, palabras y pensamientos que coincidan con este movimiento, que es el de todos nostros los de abajo.

Lo importante viene de la huelga universitaria : http://www.youtube.com/filodelatijera Los estudiantes le hablan a su país, hablan con su país y en su país (el que quiere existir). Mantendremos las entrevistas y comentarios de los estudiantes en el canal de You Tube y en la página de la revista (“Hablan los estudiantes”). Hay que seguir. Tal vez así se superan los silencios y se asumen las coincidencias, potenciadas. Todos somos universitarios. Ese futuro ya existe, si acaso somos capaces de lograrlo ahora.

http://rojogallito.blogspot.com/2010/06/se-graduan-de-integridad.html

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=107909&titular=se-grad%FAan-de-integridad-

Se gradúan de integridad

Mariana Muñiz Lara y Amaris Torres Rivera
rojogallito.blogspot.com

“Bienvenidos a la ciudadanía plena”, declaró Samuel Silva Gotay, profesor distinguido de la Facultad de Ciencias Sociales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), para felicitar a más de 400 estudiantes que, según dijo, optaron por una concepción de ciudadanía en la que la responsabilidad por el otro es esencial.

Hoy, 13 de junio de 2010, se celebró por primera vez una graduación de todo el Sistema de la UPR. Aunque siguió muchos de los protocolos de las graduaciones de esta institución, no fue una ceremonia de colación de grados cualquiera, sino un acto simbólico e histórico en el cual se le confirió el grado honorífico de ciudadano y ciudadana ejemplar a los graduandos de los 11 recintos y la escuela superior de la UPR, así como a los demás estudiantes que han dado la lucha por una universidad pública, accesible y de excelencia para presentes y futuras generaciones.

Cientos de estudiantes, junto a compañeros, profesores, empleados no docentes, familiares y amigos, se dieron cita frente al portón principal del recinto riopedrense en la Avenida Ponce de León, para celebrar como comunidad universitaria, frente al pueblo que los ha apoyado en más de 50 días de huelga estudiantil.

A mediodía, los estudiantes empezaron a llegar, acompañados por sus familiares. Mientras subían por la Avenida Universidad, muchos con toga en mano, los residentes y comerciantes de Río Piedras los felicitaban. En la Avenida Ponce de León, estaba lista la tarima, bajo la insignia “Once recintos, una UPR”. El muñeco del “muerto senta’o”, que representa al presidente de la UPR, José Ramón de la Torre, miraba desde los alto de un andamio dentro del Recinto los preparativos para la ceremonia. Profesores y empleados de la UPR acomodaban las sillas; los carros que pasaban por el único carril que quedaba abierto a esa hora tocaban bocina en señal de apoyo; las madres dirigían el registro de los estudiantes y les entregaban sus borlas con el número 2010 y sus birretes, en los que ellos escribían con pintura escarchada mensajes como “la IUPI da candela” y “0 cuota”.

La emoción reinaba en el pasillo frontal de Plaza Universitaria, donde los familiares obsequiaban bombas de “Congrats Grad” a los jóvenes, los graduados les medían los birretes a sus hijos y hermanitos, y se imponían los abrazos entre amigos. Cuando los estudiantes se organizaban para el desfile, acomodándose sus togas y birretes, los padres llegaron a acompañarlos musicalmente con panderos, que contagiaron a los alumnos para cantar consignas típicas de la huelga, como “juventud combatiente, luchando por el futuro y el presente” y “alerta que camina, la juventud unida luchando por la vida”.

Poco antes de las tres de la tarde, dio inicio la graduación simbólica con un desfile de claustrales, quienes formaron dos largas filas paralelas, en guardia de honor, entre las cuales entraron los miembros del CNN, los representantes de la Coordinadora Nacional de Recintos (CONARU), los graduandos de la University High School (UHS) y los estudiantes graduandos de Doctorado, Juris Doctor, Maestría y Bachillerato. Con rostros llenos de entusiasmo -algunos junto a sus hijos, otros ondeando la monoestrellada-, los estudiantes desfilaron entre aplausos y abrazos de sus profesores, mientras el presentador de la actividad leía un discurso del escritor latinoamericano Eduardo Galeano dedicado a los estudiantes puertorriqueños. “Los pueblos que no escuchan los reclamos de sus estudiantes corren el peligro de quedarse sin futuro”, leía una sección de este escrito, que también se utilizó para adornar la parte lateral de la tarima. Los alumnos le devolvieron el aplauso a los clausúrales cuando se dirigieron a sus asientos.

Entonces, el himno de Puerto Rico fue interpretado por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, que también está sufriendo una amenaza de desmantelamiento por los recortes en fondos gubernamentales. La comunidad universitaria declaró su solidaridad con los músicos.

El síndico estudiantil electo René Vargas Martínez y el síndico claustral electo Waldemiro Vélez presidieron la ceremonia. Víctor Vega, representante del Recinto de Utuado en el Comité Negociador Nacional (CNN) y graduando de Horticultura expresó a DESDE ADENTRO que “a pesar de que quizás no me gradúo hoy como se supone, me siento orgulloso de todos los logros del Comité y de que, por primera vez, se logró una huelga de tal magnitud; los once recintos. Seguiremos luchando por nuestros derechos”.

María Gisela Rosado, presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), encabezó los mensajes a los graduandos, señalando que, durante la huelga, la Universidad no ha perdido su función académica, pues han promovido el debate, han forzado el cambio y han transformado su comunidad. El síndico estudiantil, Carlos Pagán Cuevas, le cedió parte de su turno al micrófono a Gabriel Díaz, estudiante graduando de la UHS, quien expresó que “la lucha de ustedes es la lucha de nosotros”, no sólo porque la escuela superior es parte de la UPR y “la Avenida Gándara que nos separa es sólo un error geográfico”, sino también porque defender la Universidad es responsabilidad de todos los puertorriqueños y las puertorriqueñas. Pagán indicó que la UPR está en crisis, pero hay otras formas de atenderla, y que ha sido difícil ser síndico en una Junta en la que los representantes internos de la Universidad son una minoría ante los entes externos.

En su mensaje, la síndica claustral Carmen Elisa Cotto destacó que tanto la graduación simbólica como la lucha estudiantil sistémica “representan la UPR unida en defensa por la educación pública y el acceso a todos los estudiantes que vendrán a nuestra Universidad”. Por su parte, Aníbal Núñez, portavoz del CNN, expresó que le enorgullece ser la voz del estudiantado y reafirmó que “los procesos democráticos tienen cabida en los procesos de nuestra universidad”. Resaltó, además, que la UPR está en serio peligro, ya que la administración universitaria tiene una “visión microscópica de la educación superior”, al entenderla como un servicio por el que se paga y no como un proyecto social, por lo que el objetivo que mantienen es el de defender el acceso a ésta. Describió a los estudiantes, “la razón de ser de esta universidad”, como la esperanza de Puerto Rico y como personas dispuestas “a luchar tanto por lo que es como por lo que debe ser”. Asimismo, la estudiante Nicole Teresa Ramos, portavoz de la CONARU por el Recinto de Arecibo y quien utilizó sus muletas como símbolo de los obstáculos que los estudiantes han vencido, señaló que los alumnos eran también “educadores de justicia, moral y paz” y que su lucha “por el alto desarrollo de la patria” y en “genuino servicio al futuro” trascendía la huelga. “No somos una simple hoja, hemos dejado una gran huella”, dijo, en referencia a unos versos de Rafael Cancel Miranda.

El orador principal fue el doctor Silva Gotay, quien ostenta la distinción más alta a un docente en servicio a sus 53 años de enseñanza. El experto en Teología y Sociología de la Religión, en entrevista con DESDE ADENTRO, expresó que “es un gran honor que me hayan escogido para esto. Me parece muy importante reconocer la integridad y valentía de los estudiantes que se gradúan. Se gradúan de un grado en integridad, grado que muy pocas personas en este país ostentan. Hacemos un llamado a la Junta de Síndicos a emular a los estudiantes en su sentido de justicia para el País”. Silva Gotay dedicó su discurso a los estudiantes que resistieron la tentación de desistir y a los profesores que se han mantenido apoyándolos día y noche frente a los portones. Resaltó que entre las generaciones de protestantes de pasadas décadas y la presente prevalecen el sentido de respeto mutuo, el deseo de diálogo y la firmeza ante la adversidad y la injusticia.

Tras sus palabras, que elogiaron la resistencia de los jóvenes frente a “amenazas de cárcel y palos de bestias azules”, un estudiante reconoció a José “Osito” Pérez entre los espectadores. El público coreó frases de apoyo para el joven que fue brutalmente agredido en medio de una protesta al gobernador Luis Fortuño realizada el mes pasado en el Hotel Sheraton del Centro de Convenciones.

El Recinto de Ciencias Médicas se hizo sentir cuando su coro interpretó la danza Perla del Caribe y el Himno al Alma Máter. Los estudiantes cantaron luego la versión huelgaria del himno universitario.

La presentación de la clase graduanda, a cargo de los síndicos electos, destacó que la misma estaba compuesta por personas que ejercen sus derechos constitucionales a la libertad de expresión y de asociación en defensa de la educación. Vargas Martínez exhortó a sus compañeros a actuar responsablemente en la construcción de una sociedad democrática y plural. Entonces, confirieron a los estudiantes el grado honorario de ciudadano y ciudadana ejemplar.

“Has demostrado un compromiso indiscutible con tu país, en la defensa férrea de una educación universitaria pública de calidad, accesible para nuestro pueblo. Con tu esfuerzo y liderazgo, has dado cátedra de humanismo, valentía y perseverancia, otras cualidades honorables. Tu responsabilidad social y tu clamor de justicia, enaltecen tu espíritu. Tu disponibilidad para el trabajo en equipo y tu sentido de ética basado en el respeto a la dignidad humana te capacitan para enfrentar un mundo lleno de situaciones que necesitan solución y que clama por la solidaridad y la creatividad de los seres humanos. Eres digno ejemplo para las generaciones venideras. Por estas y otras razones, te conferimos el grado honorario de CIUDADANO(A) EJEMPLAR, en tus manos queda nuestro futuro. Dado hoy domingo, trece de junio de dos mil diez, frente a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras”, lee el diploma entregado a los estudiantes, que está firmado por el Comité Claustral del Sistema UPR, los síndicos Cotto y Pagán, la profesora Rosado; Luis Sánchez Longo, presidente de la Confederación de Asociaciones de Profesores Universitarios (CONAPU), y los miembros del CNN.

Los primeros en recibir sus certificados fueron los estudiantes negociadores, seguidos por los huelguistas no graduandos. Luego de un obsequio musical de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, se confirió el grado honorario de escuela superior a la Clase 2010 de la UHS, indicándoles que “en sus manos queda nuestro futuro y nuestro presente”. Las profesoras Ivette Torres y María Collazo fueron homenajeadas por culminar sus doctorados y recibieron en tarima las esclavinas representativas de sus grados. La Clase 2010 de la UPR fue presentada como una que “continuará construyendo sociedad y país, de cara a un futuro justo y sostenible”, y sus miembros recibieron sus diplomas en tarima, desde donde se leyeron todos sus nombres. Se hizo una distinción especial para los graduados de programas de doctorado y Juris Doctor.

Antes de culminar la ceremonia, se dio un agradecimiento particular a los abogados que han brindado sus servicios de forma gratuita defendiendo a los estudiantes en los tribunales y a Rosalinda Soto, una de las madres organizadoras del evento. Su hijo, Waldemiro Vélez Soto, estudiante negociador, la acompañó en la tarima, y luego, el padre de éste, agradeció a todos los estudiantes por ser motivo de gran orgullo para sus padres. La profesora Zoraida Santiago cerró los actos cantando “Que vivan los estudiantes”.

La ceremonia culminó con el lanzamiento al aire de los birretes y rostros llenos de risas y lágrimas, entre abrazos y besos. Los estudiantes expresaban su enorme satisfacción por lo que habían logrado: una distinción mayor que cualquier diploma, el grado honorario de ciudadano ejemplar por su ardua lucha por el derecho a la educación.

Sin embargo, la emotiva actividad tuvo un segundo gran final. Al fondo de la calle, se escucharon golpes de panderos. Entonces, comenzó a desfilar hacia la tarima la comparsa del grupo de teatro de protesta Papel Machete con su ya tradicional muñeco gigante del estudiante con camisa que recuerda que “La UPR no se vende”, quien no llevaba su típica gorra roja sino un birrete de graduación. Al son de plena, los graduados celebraron junto a sus amigos y familiares, y realizaron su desfile de salida para continuar su lucha en busca de abrir los portones con acuerdos que aseguren la continuidad de esta universidad pública, la que produce ciudadanos ejemplares.

Fuente: http://rojogallito.blogspot.com/2010/06/se-graduan-de-integridad.html

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El silencio de los amigos …

June 1, 2010 By Irizarry

Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos, dijo Martin Luther King. Valen mucho ahora esas palabras. Estamos saturados de las amenazas mediáticas del ultimátum repetido del Estado y su gobierno, prolongadas en el simulacro de una “negociación” que no quiere comprometerse (desde arriba, pues ellos son los que no quieren negociar). Esa evasión es su estrategia y la trampa que pretenden. La apuesta es el desgaste, que la persistencia de abajo sea incapaz de sostenerse entre tantas incertidumbres calculadas. Eso lo saben los que han insistido en la huelga, los que resisten.

¿Y qué pasa con todos los otros que deben estar en esto? Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos. Esta huelga no se sostiene sin que devenga movimiento amplio y multifacético que concentre la revuelta actual (la única que existe) en contra de las posiciones y políticas neoliberales que se imponen, prepotentes y con impunidad, que son del Estado y su gobierno. En contra de eso todos somos universitarios.

El gobernador pide que impere la “razón”. ¿Hay algo más razonable que la consigna universitaria? “Diálogo. Negociación. Conocimiento. Educación. Libertad. Transparencia. Democracia. Participación.” Eso es inaceptable para los de arriba. Ellos prefieren gastar miles de dólares en sus campañas mediáticas y sus abogados estrategas (los de las madejas del poder). Hablan de neogociacón, pero hacen otra cosa.

Hay que apoyar y ampliar esta lucha. Nos representa. Todos somos universitarios. Este movimiento sigue inventando y desarrollando formas de lucha que no se limitan a las expectativas aceptadas hasta ahora. Viene de abajo, es lateral, creativo y muy vital. Ahí late la esperanza que no quiere morir. Todos somos universitarios. La gente lo sabe porque lo siente y lo vive a diario.

Las palabras (y acciones) más importantes vienen desde la resistencia que es huelga universitaria en estos momentos: http://www.youtube.com/filodelatijera Los estudiantes huelguistas del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico le hablan a su país. Mantendremos las entrevistas y comentarios de los estudiantes en el canal de You Tube y en la página de la revista (“Hablan los estudiantes”). Hay que seguir. Tal vez se hacen sentir así las palabras y acciones de los amigos, y se superan los silencios y se asumen las coincidencias, potenciadas.

Mensaje al País Comité Negociador Nacional de la UPR / 11 de junio del 2010.

Mensaje  al País, Comité Negociador Nacional, Universidad de Puerto Rico.

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Los estudiantes están pariendo un país

May 27, 2010 By Irizarry

Nuestros estudiantes nos están pariendo como país.  […] Los estudiantes que vencen el miedo a los fantasmas que han arrinconado a otros, nos salvan a todos de la muerte. Nos regalan un futuro que no teníamos hace tres o cuatro semanas y que esperamos ya con impaciencia. Por esto, los estudiantes nos están pariendo como país. Si no queremos seguir estudiando funerales vayamos todos al alumbramiento en los portones de la Universidad. No vaya a ser que faltemos a esta cita y tengamos que encontrarnos cabizbajos y perdidos en alguna plaza.

Pues sí. Nos están pariendo. Hoy (27 de mayo) marchan todos ellos juntos, desde dentro y fuera de la universidad, otra vez, exigiendo y repitiendo lo que ya se ha pedido y repetido, eso que no se quiere escuchar ni aceptar desde arriba: “Diálogo. Negociación. Conocimiento. Educación. Libertad. Transparencia. Democracia. Participación. Éstas fueron nuestras banderas en la madrugada del 21 de abril de 2010; éstas son hoy nuestras exigencias”

Eso lo han dicho, reiterado y hasta gritado porque no se les escucha, no se les quiere escuchar, porque se descarta en los juegos descarados del poder. Se les califica de “extrema izquierda”, a ellos y a cualquiera otra persona que los apoye, a cualquiera que coincida con su revuelta. El problema es que, para la extrema derecha de los neoconservadores neoliberales, cualquier planteamiento que no sea el suyo es de extrema izquierda. Miran a la derecha, y no ven a nadie, pues ellos son la esquina derecha extrema. Entonces, cuando miran a la izquierda ven a tanta gente que solo pueden concluir que todos esos otros son una izquierda extrema, la extrema izquierda. Diálogo. Negociación. Conocimiento. Educación. Libertad. Transparencia. Democracia. Participación. ¿Eso es ahora de extrema izquierda? Ay bendito. Si eso es de extrema izquierda, entonces los que dicen que eso es de extrema izquierda son fascistas primitivos y fundamentalistas atrincherados en su Estado (y gobierno) impermeable, ese mismo Estado y gobierno que sigue hablando de democracia mientras desmantela toda posibilidad de participación. El problema es que el neoliberalismo requiere ese Estado (y su gobierno). Entonces …

Esa es la soledad voraz, violenta y paranoica del poder actual, que pretende seguir con sus imposiciones, a pesar de todo y en contra de todos que no sean los de arriba, y para ello resucitan los miedos eternos, los que han fabricado desde siempre cada vez que sienten amenaza. Para ello tuercen y manipulan lo que en otra época fueron las consignas que buscaban el reconocimiento de las libertades que hemos llegado a creer que son nuestras, las que se conquistaron con luchas sostenidas y difíciles. Tal vez estamos ahora en el comienzo de alguna época como esa, la de las luchas por las libertades necesarias que hay que actualizar.

Lo cierto es que ellos, los de arriba que ocupan los puestos de gobierno, deberían sentirse amenazados, porque las amenazas que han impuesto ellos desde arriba, con sus consecuencias inmediatas insoportables, ahora estallan en una revuelta universitaria que tiende a recoger todos los otros desengaños. Han desmantelado ellos la vida cotidiana de la gente, han descartado la esperanza. La única esperanza que pretenden que sea la nuestra no es la de nosotros, pues esa es la esperanza suya, la esperanza de que pueden ellos seguir acumulando sus riquezas y sus privilegios a pesar  en contra de todos los otros (nosotros, la gente).

Piden que los que no son “universitarios” queden fuera del teatro político que ellos quieren ahora desde arriba. Pero es que con sus actos y políticas neoliberales nos han convertido a todos en universitarios. Todos somos universitarios en este momento. Los universitarios han logrado en los hechos una representación amplia para todos los de abajo, para la gente. Esa lucha es la de todos nosotros, pues lo que está en juego son las prioridades fiscales y de desarrollo de la isla, lo cual no es otra cosa que nuestra vida cotidiana.

Ahora quieren a un obispo como mediador. A ver si un obispo es capaz de revelar y denunciar  los siete pecados capitales que se han convertido en estilo, proceso y programa de gobierno: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, soberbia. Si acaso se logra eso, entonces hay que reconocer que esos pecados se concentran en los comportamientos de los de arriba y de su gobierno y Estado neoliberal, pues su intención de ellos es la expropiación y la rapiña, el privilegio y el beneficio inmediato sin que importen las consecuencias (sociales, “naturales”, de todas las ecologías …).

Ya veremos. Marchan hacia el Capitolio, ese palacio de la prepotencia y del privilegio. Lo mismo es la Fortaleza, parapeto de gobierno (¿para quién?) del desafortuñado de turno (todos son lo mismo).

Ya veremos. Todo esto anda junto. Todos somos universitarios. La única salida posible viene desde abajo. Ya hemos visto cómo nos dicen que no se puede negociar con los estudiantes porque no son sindicato, y entonces piden buena fe en las negociaciones … ¿En qué quedamos? Juegos de espejos entre cortinas de humos … La única salida posible viene desde abajo. La “huelga” es un hecho, un evento y un proceso que es revuelta. Existe. A ver hasta donde llega. Hacen falta otras fichas, otro juego que no sea el de ellos los de arriba.

Nuestros estudiantes nos están pariendo como país. Yo digo que nos están pariendo como isla, como sociedad y comunidad, como gente.  A ver si somos capaces de nacer. Ya veremos qué sale de la marcha, de la protesta. Esto apenas comienza. Seguimos, o fracasamos. Eso lo hemos aprendido de los de arriba. Que no culpen a otros. La inspiración es y ha sido la persistencia testaruda de lo inaceptable, de lo que no podemos aceptar, y eso es culpa de ellos.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=106397

Los estudiantes están pariendo un país

Anayra O. Santory Jorge
Rebelión

La Universidad del Estado en Puerto Rico cumplió ayer 30 días de huelga. Esta huelga ha paralizado 11 recintos a los que asisten 65.000 estudiantes. El jueves, por vez primera en el siglo que lleva fundada la institución, se reunieron más de 1.000 docentes para aprobar un voto de huelga en caso que se repriman a los estudiantes o no se logre una salida negociada. Los 1.000 docentes reunidos ayer representan el 20% de la plantilla de 5.000 profesores(as). El siguiente texto es una reflexión sobre lo que esta huelga ha representado para los sectores progresistas del país. Una versión de 3 párrafos ha circulado como un llamado urgente a la movilización.

Hebe de Bonafini, líder fundadora de las Madres de la Plaza de Mayo, ha dicho en repetidas ocasiones que a ellas sus hijos las parieron. A pesar de haber engendrado, parido y criado a los miles de estudiantes, obreros, y jóvenes profesionales asesinados por la sangrienta Junta Militar que gobernó a Argentina en los 80, fueron sus hijos e hijas desaparecidos(as) los que le dieron vida a ellas como ciudadanas, primero de su país, eventualmente del mundo.

Atribuladas por el dolor y la incertidumbre, nacieron a la vida pública preguntando con insistencia por sus hijos, por su paradero, por los motivos que pudieron llevar a un país a negarse a sí mismo el futuro matando a los más valientes, a los más tiernos, a los más sensibles y generosos.

Nuestros estudiantes nos están pariendo como país. Con su generosidad que no ha hecho cálculos individuales sobre lo que pierden o lo que arriesgan, nos han obligado a mirar por encima de nuestros agobios y derrotas, por encima de nuestras agendas abarrotadas o tristes y enfrentar el desolado estado en el que un buen día nos encontraron.

Nuestros estudiantes, a diferencia de sus contrapartes de otras épocas, simultáneamente cercanas y remotas, afortunadamente no han comenzado a desaparecer. Están ahí todos los días. Aparecen por todas partes tras portones que han cobrado nuevos significados. Se asoman, nos miran y nosotros tímidamente correspondemos. Nos hemos quedado atónitos, como si estuviéramos delante de una aparición. Se repiten con diversos nombres en la radio y los periódicos –Giovanni, René, Arturo, Adriana, Ian, Fernando, Jorge, Gabriel– con rostros sin señas y nombres sin títulos, espepitándonos sin más lo que piensan, con el único aval de lo mutuamente acordado.

Quienes tienen el deber de hablarles, de persuadirles, incluso de rendirles cuenta, llevan muy mal lo que consideran insolencia. ¿Qué se han creído estos chicos? ¿Que pueden ir por ahí dándonos el fatigoso espectáculo de vivir a la altura de lo que se sueña?

Están más vivos que nunca, aunque algún célebre haya pegado el puño sobre la mesa y con su usual cara de malo comentara iracundo que las autoridades son muy blandas. Esto de amendrentarlos con la fuerza por varias madrugadas, de negarles agua y alimentos, de golpear enfurecidos a sus padres que se acercan con café y cigarillos, no ha sido, a todas luces, suficiente. Exudan aún demasiada juventud, demasiado optimismo. Abrazan su presente de lucha para reclamar por derecho propio el futuro que se les niega a otros.

Su lucha por una Universidad que abra de par en par libros y puertas y tienda la mano en la oscuridad a otros jóvenes como ellos, destinados desde pequeños a no llegar a los descampados universitarios que nuestros estudiantes han vuelto sus casas. Estos, los que no parecen tener miedo –los más valientes, los más tiernos, los más sensibles, los más generosos– convidan con su hazaña a otros inútilmente arrojados. A los que se juegan la vida en una esquina, a los que han asumido su condena, a los que miran de frente su muerte a diario y la adornan con rituales noveles, nuestros estudiantes los invitan a reinventar las maneras de ser jóvenes. Reclaman oportunidades para los que están, para los que aún no han llegado, para los extraviados. A todos nos debemos.

Los estudiantes que vencen el miedo a los fantasmas que han arrinconado a otros, nos salvan a todos de la muerte. Nos regalan un futuro que no teníamos hace tres o cuatro semanas y que esperamos ya con impaciencia. Por esto, los estudiantes nos están pariendo como país. Si no queremos seguir estudiando funerales vayamos todos al alumbramiento en los portones de la Universidad. No vaya a ser que faltemos a esta cita y tengamos que encontrarnos cabizbajos y perdidos en alguna plaza.

Anayra O. Santory Jorge, Ph D. Universidad de Puerto Rico, Mayagüez
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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Declaración final de la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas IV”

May 18, 2010 By Irizarry

Estamos inmersos en una crisis civilizatoria que afecta a todo el planeta, donde son los grupos sociales más vulnerables y los pueblos del Sur los que están soportando la carga más pesada. Mientras millones de trabajadoras y trabajadores han perdido su trabajo, sumiendose en la pobreza y precariedad, el sistema financiero obtiene ganancias multibillonarias con el apoyo de los Estados del Norte.

La crisis económica mundial está lejos de ser resuelta y los planes de rescate se han dirigido a defender los intereses del gran capital, como lo demuestran las recientes medidas de ajuste estructural exigidas a Grecia por parte de la UE, y los anuncios en la misma dirección por parte de España y Portugal. La historia de América Latina y el Caribe demuestra el impacto devastador de estas políticas de recorte del gasto público, privatizaciones y desregulación económica.

Pues sí … Los pueblos, la gente, de alguna u otra manera siguen agenciando no solo resistencias y protestas, sino oposiciones manifiestas. El enemigo es el neoliberalismo, con sus imposiciones pretendidas. Eso se siente y se vive a diario. No es algo abstracto, algo de tesis o disertaciones académicas, ni es asunto de programas políticos “correctos” y sancionados de derecha o izquierda, sino que eso del neoliberalismo es algo cotidiano que busca imponer y asegurar su presencia fuerte y persistente. No es algo que se pueda criticar desde el punto de vista de las vanguardias pretendidas y pretenciosas, sino que tendencialmente queda ahora esa oposición en manos de la gente que se cansa y decide que ya no se puede seguir aceptando lo que se quiere seguir imponiendo desde arriba para beneficio de los pocos, para beneficio de los capitales neoliberales y de sus asociados y representantes de Estado (y de sus gobiernos).

Eso lo vemos ahora en Puerto Rico, en la huelga de l@s universitari@s. Lo que aparece más claramente en estos momentos, en ese movimiento de lucha que se sigue potenciando, es el reconocimiento de que el problema no es el presupuesto asignado al sistema universitario (que pretende desmantelar el sistema, como parte del gran plan neoliberal del gobierno de turno), sino que los efectos del presupuesto asignado al sistema universitario son parte de una lógica neoliberal que pretende imponer limitaciones cotidianas (a la gente) para satisfacer otras necesidades, las del neoliberalismo como gobierno descarado y de rapiña. Lo que está en juego es el sistema de escolarización pública, y  eso a su vez es parte de toda una estrategia de “desarrollo” (de acumulación del capital neoliberal, y del gobierno que requiere) que pretende subordinarlo todo a las necesidades inmediatas de ese capital, cueste lo que le cueste a la gente. El desmantelamiento de los servicios estatales que se imponen como parte de una supuesta reconstrucción fiscal (¿para quién?) son parte del mismo proceso. La gente no importa, pues somos siempre poblaciones desechables en función de los intereses de esos capitales neoliberales. Los de arriba siguen arriba.

L@s universitari@s se han convertido en punta de lanza posible en Puerto Rico, en contra de ese plan que solo es necesario para el neoliberalismo. En su revuelta recogen a su manera, y condensan, una representación alternativa y amplia desde abajo, con todas sus incertidumbres y con todas sus potencialidades que se dan a diario en todo lo que hacen. El apoyo que reciben ha sido y sigue siendo amplio y persistente, y ello es indicación de muchos descontentos, y de mucha solidaridad repleta de desafíos. Eso lo vemos cada día. Ponen en jaque la impermeabilidad arrogante y desmedida del gobierno de turno que ya busca carnadas, ilusiones de concesiones. L@s universitari@as, l@s estudiantes, han logrado eso en estos momentos. Pero no basta. Apenas es un comienzo posible.

El presupuesto universitario y sus efectos inmediatos no son el problema, sino el síntoma. La revuelta universitaria, y lo que tiende a aglutinar en estos momentos, son una gran esperanza, esperanza de lo que se puede hacer mientras se camina cuando se decide caminar, pero no es todavía solución. Esto es grieta muy importante y sin precedentes. Pero si no se logra una presencia ampliada, múltiple y sostenida, de todos los sectores afectados, que arranque un viraje inicial de las políticas neoliberales actuales, estamos en el umbral de una derrota.

Esto, ahora, es comienzo posible de alternativas. Las “condiciones” para que tal evento posible suceda no se esperan, ni se crean ni planifican, sino que se aprovechan y desarrollan cuando irrumpen las revueltas. Esa sí que es la gran lección de l@s universitari@s, en estos momentos que fluyen con tanta rapidez. Hay que aprovechar esa lección magistral, y eso lo sabe y lo teme el Estado y su gobierno. Puede que no lo reconozcan todos desde abajo, o que algunos no puedan aceptarlo por lo que implica y requiere para muchas organizaciones (y gente), pero la suerte de todos se juega en este proceso, en esta revuelta. El “apoyo” no basta. Todos andamos juntos en esto. Qué lástima, qué trágico sería no lanzarse en ese oleaje. Eso se percibe y se siente. Ya veremos.

Entonces, desde Madrid nos recuerdan, con sus encuentros, manifiestos y declaraciones, lo que todos sospechamos que tenemos que hacer. En Puerto Rico nos recuerdan ahora cómo es que ocurre en sus inicios posibles, en este momento y en ese lugar, si acaso se aprovecha esta revuelta para que llegue a ser otra cosa. Todos somos parte de lo mismo.

Ya veremos, dijo el ciego. Suerte les deseo, y voluntad colectiva de luchas lúcidas. Eso se conquista, paso a paso. Eso es lucha, en todos los sentidos posibles. Esto es un gran tranque. Para salir de eso hacen falta otro juego, otra mesa y otras fichas.

http://www.enlazandoalternativas.org/spip.php?article677

Enlazando Alternativas 4 (Madrid, mayo 2010) / Presidencia española de la Unión Europea (1er semestre 2010)
Declaración final de la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas IV“

Las redes, plataformas y organizaciones de Europa y América Latina y el Caribe, reunidas en Madrid del 14 al 18 de mayo, durante la Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV, reivindicamos nuestro derecho a plantear alternativas al modelo neoliberal y a los tratados de libre comercio, y creemos en nuestra capacidad para construir un dialogo político y social entre los pueblos.

Estamos inmersos en una crisis civilizatoria que afecta a todo el planeta, donde son los grupos sociales más vulnerables y los pueblos del Sur los que están soportando la carga más pesada. Mientras millones de trabajadoras y trabajadores han perdido su trabajo, sumiendose en la pobreza y precariedad, el sistema financiero obtiene ganancias multibillonarias con el apoyo de los Estados del Norte.

La crisis económica mundial está lejos de ser resuelta y los planes de rescate se han dirigido a defender los intereses del gran capital, como lo demuestran las recientes medidas de ajuste estructural exigidas a Grecia por parte de la UE, y los anuncios en la misma dirección por parte de España y Portugal. La historia de América Latina y el Caribe demuestra el impacto devastador de estas políticas de recorte del gasto público, privatizaciones y desregulación económica.

Justo cuando se cumplen dos siglos del inicio de las luchas de independencia en varios países de América Latina y el Caribe, la UE propone una “alianza” estratégica que supone volver al pasado. La creación de una « Zona Euro-Latinoamericana de Asociación Global Interregional », sustentada en la aprobación de una serie de acuerdos de libre comercio para proteger los intereses de las multinacionales europeas en América Latina y el Caribe y cercenar las posibilidades de una integración regional y birregional sobre nuevas bases.

En América Latina y el Caribe han surgido varios gobiernos progresistas y de izquierda sensibles a las exigencias de los movimientos populares, que buscan caminos alternativos de desarrollo más acordes con sus realidades locales, y defienden su soberanía nacional. La derecha mundial, al tiempo que intenta desprestigiar y desestabilizar esos gobiernos, sigue predicando políticas de corte neoliberal que han sido promovidas por multinacionales europeas –en particular españolas dentro de América Latina y el Caribe–, y que cuentan con el apoyo de la UE. Estrategias como la “Europa Global : Competir en el Mundo” y “Europa 2020” van a seguir generando elevados costos sociales y agravando las desigualdades entre Estados y al interior de cada país.

En Europa, con el Tratado de Lisboa se ha reforzado un modelo de integración antidemocrático y capitalista. La privatización de los servicios públicos junto a la vulneración de los derechos sociales y laborales consolida la Europa Fortaleza, de carácter militar, represivo y excluyente, en detrimento de la Europa Social.

Ante estas realidades la organización, la resistencia, la dignidad, la solidaridad y la movilización social son y serán factores esenciales para sostener los logros América Latina y el Caribeanzados, impedir una vuelta al pasado, y conquistar nuevos avances tanto en América Latina y el Caribe como en Europa. Nuestra estrategia de lucha y resistencia común se basa en la solidaridad entre nuestros pueblos, para la construcción de una sociedad en la cual los derechos económicos, políticos, laborales, sindicales, sociales, culturales y ambientales sean la prioridad y razón de ser de las políticas gubernamentales.

En este sentido :

1. Rechazamos enérgicamente los Tratados de Libre Comercio, los Acuerdos de Asociación (AdAs) y los tratados bilaterales de inversión (TBIs) –o Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRIs)– pactados entre algunos gobiernos latinoamericanos y europeos, que han sido negociados a espaldas y en contra de los intereses de nuestros pueblos. En particular, rechazamosel Acuerdo de Asociaciòn UE Cariforum, la firma de tratados con Colombia, Perú y Centroamérica y la reanudación de negociaciones con el Mercosur.

2. Rechazamos que la cooperación al desarrollo forme parte de estos acuerdos al servicio de intereses económicos privados. Queremos una cooperación que fortalezca la capacidad de los actores sociales y de los Estados para diseñar e implementar políticas que apunten a combatir la injusticia social.

3. Rechazamos la implementación de planes de ajuste estructural e intervención del FMI en los países de Europa y América Latina y el Caribe para hacer frente a la crisis económica. Reivindicamos la moratoria inmediata sobre el pago de la deuda publica y la realización de auditorias para la cancelación de deudas ilegitimas.

4. Continuaremos buscando soluciones reales a la crisis ambiental y climática, basadas en la justicia climática y en la necesidad de cambiar el sistema, que produce la destrucción del planeta. Para frenar el cambio climático es necesario que la UE reduzca sustancialmente sus emisiones de gases de efecto invernadero a nivel domestico. Reclamamos a los gobiernos europeos que paguen las deudas ecológicas que acumulan con los pueblos del sur, incluida América Latina y el Caribe, para el financiamiento de la mitigación y sobrevivencia al cambio climático. Ante el fracaso de la Cumbre sobre el Clima de Copenhague, nos comprometemos a implementar las propuestas acordadas en la “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra”, celebrada en Cochabamba en Abril 2010, como por ejemplo la creación de un tribunal de justicia climática.

5. Apoyamos a todas luchas de los movimientos campesinos de América Latina y el Caribe y Europa por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos, la reforma agraria, contra los transgénicos y en defensa de sus territorios. La agricultura campesina, familiar y de pequeña escala alimenta a los pueblos y enfría el planeta.

6. Mantendremos nuestra lucha en favor de la democracia participativa, directa y plural, y nos opondremos a los intentos de coartarla. Apoyamos las luchas contra la impunidad y por la justicia para las víctimas de los genocidios. Rechazamos la criminalización de la protesta social.

7. Exigimos la ruptura de relaciones diplomáticas y financieras con el gobierno de Porfirio Lobo en Honduras, rechazado por varios gobiernos. Dicho Gobierno es proveniente de un golpe de Estado, elegido en condiciones antidemocráticas, sostenido a costa de la represión a los movimientos sociales y la violación de los derechos humanos. Apoyamos la lucha del frente de Resistencia Popular de Honduras y su lucha por una asamblea constituyente.

8. Rechazamos la militarización y la visiòn que desconoce la capacidad del pueblo haitiano para definir su propio destino, con el pretexto de la ayuda humanitaria. Exigimos el respeto a la soberanía del pueblo haitiano, la anulación de la deuda externa de ese país, y el pago de reparaciones.

8. Exigimos a la UE la derogación de la Posición Común contra Cuba.

9. Acusamos a la UE, a sus instituciones y a sus gobiernos de flagrante complicidad en la violación de los derechos humanos, por ejemplo en Colombia, Honduras, Perú, Guatemala y México, países donde dirigentes sociales son asesinados cotidianamente y la protesta social es reprimida.

10. Repudiamos las políticas que aplica la UE en materia de inmigración, porque amenazan gravemente la democracia y la paz entre nuestros pueblos al fomentar la xenofobia y el racismo. Participamos y apoyamos las luchas de los movimientos y redes de migrantes contra la Europa Fortaleza, con sus campos de internamiento para extranjeros (CIE) y su “Directiva del Retorno” justamente llamada “Directiva de la Vergüenza”. Esta política migratoria representa la otra cara de la Europa del Capital.

11. Denunciamos la militarización de nuestros continentes y, en particular, el carácter belicista del gobierno de Colombia. La instalación de 7 bases militares de los Estados Unidos en este país representa una amenaza a la paz y estabilidad de la región. Reiteramos nuestra condena a la política belicista de la UE en Afganistán bajo la egide de la OTAN, así como el uso de millonarios recursos para sostener una maquinaria de guerra que podrían emplearse para otras prioridades de carácter social.

12. Apoyamos la lucha del pueblo griego en la defensa de sus derechos, que representan los derechos de todos los pueblos europeos.

13. Nos comprometemos a trabajar para consolidar un espacio político de solidaridad -en la que participan una diversidad amplísima de movimientos sociales y políticos- que abogan por una integración social, económica, de género, política, ambiental y cultural, y que sea alternativa a la que propone la Unión Europea (UE) y varios de los gobiernos de América Latina y el Caribe.

14. Nos comprometemos a fortalecer y consolidar nuestras luchas frente al poder corporativo y a abrir una nueva etapa de trabajo de la Red Enlazando Alternativas hacia la constitución de un instrumento internacional vinculante para juzgar crímenes económicos. La sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), “La Union Europea y las Transnacionales en America Latina. Politicas Instrumentos y actores” ha contribuido a este propósito.

15. Apoyamos y formamos parte de las luchas que libran las comunidades afroddescendietnes, las mujeres, los jovenes y los excluidos de la Amèrica Latina y Europa, que estàn sufriendo los efectos de la crisis con mayor dureza.

16.Hacemos nuestras las luchas y reivindicaciones de los pueblos originarios y por el buen vivir, la creación de estados plurinacionales y el reconocimiento y defensa de los derechos de la madre tierra, que contribuyen a la necesidad de desarrollar modos de consumo y producción que son sostenibles, responsables y justos.

17. Saludamos los compromisos de los gobiernos de América Latina y el Caribe para romper con siglos de dependencia económica, el saqueo de los recursos naturales y la expoliación de los territorios.

18. Llamamos a los pueblos europeos a levantarse para construir otra Europa. Agradecemos a las y los integrantes de los colectivos del Estado español su esfuerzo y ayuda para la realización de nuestra Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV, y damos la bienvenida a las compañeras y compañeros que desde ya están dispuestos a iniciar los preparativos para la Quinta Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas a realizarse en 2012.

Dedicamos esta Cumbre de los Pueblos a la memoria de la activista indígena Betty Cariño, quien fue asesinada en Oaxaca (México), el 27 de abril, por su labor contra las transnacionales mineras. Hacemos este homenaje en representación de todas las personas asesinadas a causa de su lucha social y política, y a todas las vìctimas del modelo neoliberal injusto y excluyente en América Latina, el Caribe y Europa

Madrid, 16 de mayo de 2010
Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV

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Crisis climática: ya tiene cascabel el gato

May 2, 2010 By Irizarry

La convocatoria a esta cumbre rebasó todas las expectativas, tanto en número como en contenido, convirtiéndose en un hito histórico en el debate internacional sobre la crisis climática. Ante las maniobras de los gobiernos poderosos en Copenhague, Bolivia convocó a las bases de las sociedades del mundo a manifestar sus posiciones y plantearlas a los gobiernos. Ambas cosas sucedieron en forma contudente. También se afirmaron las redes e interacciones entre los movimientos, con una sana distancia de las propuestas de crear nuevas redes globales, ahora sobre crisis climática. Esto quedó para discutir entre los movimientos: la mayoría no considera que se necesita una nueva estructura, sino más interacción y complementación.

Sí, la cumbre rebasó las expectativas, tal y como se siguen rebasando los límites de lo que se anticipa de las catástrofes ambientales. Véase el derrame actual de petróleo en el Golfo de México, que ya para el 2 de mayo se estimaba del tamaño de la isla de Puerto Rico, y sigue creciendo. El daño no es solo inmedato, en la zona aledaña (aunque no hay tal cosa como zona aledaña en los océanos), ni es de corto plazo el daño. Ya se habla de un desastre sin antecedentes que ha de tener repercusiones regionales, al menos, y de seguro hemisféricas. Son muchos los ecosistemas que se afectan, algunos irremediablemente, y que nos tocan directamente, pues se afectan las cadenas alimenticias que repercuten en los ciclos del consumo económico. Pero de eso no se habla a fondo, pues los medios siguen desplazando las dimensiones de la situación. Hay que tener cuidado con los poderes, no se pueden ofender mucho ni demasiado … Entonces, todo esto se convierte en teatro politico.

¿Dónde están  las grandes soluciones técnicas en situaciones de tanto riesgo? La búsqueda y explotación de ese combustible (y de otros similares) ahora es de alto riesgo, de alto costo ambiental y, por lo tanto, de alto costo económico (para nosotros). Se insiste en lo insostenble, sin que importe el riesgo, sin que se midan las consecuencias. Más cotidiano que eso no se puede poner.

A ver si somos capaces de imponer opciones energéticas y de manejo de los recursos que sean compatibles con la subsistencia de las especies (somos especie) y con la existencia del planeta (no somos indispensables para el planeta, pero el planeta es indispensable para nosotros). Pero eso hay que entenderlo como modo de vida, como modos de asociaciones, de participaciones, de prioridades de producciones y de consumos, de educaciones posibles, y de formas y procesos de gobiernos que lo sostengan … Si acaso hay que hablar de tecnologías es en función de las prioridades que las exigen y las permiten, y eso es social, es político. Las tecnologías alternativas existen, pero no se implantan, pues alborotan las jerarquías del lucro, de los beneficios y ganancias de los capitales de la energía. Más cotidiano que eso no se puede poner …

Sí, ya está el planteamiento entre los movimientos sociales del mundo, pero hay que ver qué hacen con eso, hay que ver qué hacemos. No basta con los movimientos, aunque sean indispensables. Esto es lucha, y tiene que ser lucha desde abajo, abierta. Lo contrario es la imposición, desde arriba, de soluciones de mantenimiento para los capitales y sus gobiernos (y Estados), que van a ser muy estrechas y autoritarias.

El cascabel anda sonando desde hace rato. Lo que hay que ver es qué se hace con el gato. Hay que insistir: no es crisis climática, sino crisis de las ecologías. En ese sentido preciso es crisis de las políticas que sostienen las crisis de las ecologías.

http://www.jornada.unam.mx/2010/04/24/index.php?section=opinion&article=024a1eco

Crisis climática: ya tiene cascabel el gato

Silvia Ribeiro
La Jornada

Más de 35 mil personas respondieron a la convocatoria que lanzó Bolivia a la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra (CMPCC), en Cochabamba, del 19 al 22 de abril. La tercera parte vino de 142 países en cinco continentes. La mayoría de los participantes fueron movimientos sociales, campesinos, indígenas, organizaciones de mujeres, ambientalistas, pescadores. También acudieron representantes de gobierno de 47 naciones, académicos, intelectuales, activistas, artistas, músicos. Se debatió intensamente en 17 grupos de trabajo convocados por los organizadores y 127 talleres autorganizados.

Además, una de las grandes federaciones indígenas de Bolivia: el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), llamó con otras agrupaciones a la “Mesa 18” para tratar temas que no veían reflejados en la agenda de la conferencia, como la crítica a proyectos mineros, de gas y petróleo.

La convocatoria a esta cumbre rebasó todas las expectativas, tanto en número como en contenido, convirtiéndose en un hito histórico en el debate internacional sobre la crisis climática. Ante las maniobras de los gobiernos poderosos en Copenhague, Bolivia convocó a las bases de las sociedades del mundo a manifestar sus posiciones y plantearlas a los gobiernos. Ambas cosas sucedieron en forma contudente. También se afirmaron las redes e interacciones entre los movimientos, con una sana distancia de las propuestas de crear nuevas redes globales, ahora sobre crisis climática. Esto quedó para discutir entre los movimientos: la mayoría no considera que se necesita una nueva estructura, sino más interacción y complementación.

Se creó sí, una base común para la compresión, el análisis crítico y las estrategias frente a la crisis climática, enriquecida por diversas perspectivas desde muchas culturas, pueblos, organizaciones temáticas y sectoriales del continente y el mundo. El Acuerdo de los Pueblos en Cochabamba refleja esto (www.cmpcc.org).

Hubo rechazo enérgico y repetido al “Entendimiento de Copenhague” que quiso imponer una veintena de países –los mayores responsables de la crisis climática– en diciembre pasado. Los cínicos “compromisos” que allí se firman significarían un aumento de la temperatura hasta de cuatro grados, una catástrofe anunciada para los pueblos del Sur. La CMPCC exige detener el calentamiento “descolonizando la atmósfera”, con una reducción de 50 por ciento de las emisiones de gases de los países industrializados en su fuente, no mediante mecanismos de mercados de carbono, a los cuales se opone en todas sus variantes. Rechaza también los mecanismos llamados REDD, que bajo el título de reducir la deforestación, en realidad la aumentarán y provocarán la alienación del manejo de los bosques por las comunidades y pueblos, además de promover los monocultivos de árboles, que no son bosques, sino agravantes de las crisis.

Enmarcando todo esto, se plantea una denuncia de las causas reales de la crisis climática planetaria. “Confrontamos la crisis terminal del modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres humanos y naturaleza, que se aceleró con la revolución industrial. El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma”, expresa el Acuerdo de los Pueblos.

Condena la agricultura industrial y las corporaciones de los agronegocios –directamente responsables de cerca de la mitad de las emisiones que causan la crisis climática–, así como los mecanismos y propuestas que apoyan el avance de las trasnacionales y la devastación de la Madre Tierra, como los tratados de libre comercio y la introducción de nuevas y riesgosas tecnologías, como transgénicos, tecnología terminator, nanotecnología, geoingeniería y agrocombustibles.

“Denunciamos cómo el modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios, expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus tierras, impidiendo la soberanía alimentaria y profundizando la crisis socioambiental”, continúa el Acuerdo de los Pueblos.

La declaración de la “Mesa 18“ enfatiza estos mismos aspectos, criticando políticas extractivistas y proyectos de explotación de hidrocarburos y mineros del gobierno boliviano. Aclara que su iniciativa no fue “una tribuna para desacreditar al gobierno ni para socavar la legitimidad de un cónclave del que nos sentimos parte… (se trata de) formular propuestas que ayuden a enderezar el rumbo del proceso de cambio, asumiendo la responsabilidad de defenderlo y protegerlo, porque ha sido concebido por el movimiento popular boliviano en muchos años de lucha”.

La CMPCC plantea también estrategias y propuestas, como el reclamo de la deuda ambiental, la creación de un tribunal internacional de justicia climática, la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra. La de más largo alcance sigue siendo implementar la soberanía alimentaria, basada en formas de vida y producción campesinas, indígenas y locales, que es el principal factor que enfría el planeta y el que puede volverlo al equilibrio, además de promover la justicia social y la biodiversidad.

Todo esto y más llegará a Cancún, donde las negociaciones oficiales sobre el clima sesionarán en diciembre. Pero sobre todo, ya está entre los movimientos sociales de todo el mundo.

Silvia Ribeiro. Investigadora del Grupo ETC
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/04/24/index.php?section=opinion&article=024a1eco

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LA CUARTA GUERRA MUNDIAL

April 9, 2010 By Irizarry

Esta Cuarta Guerra Mundial usa lo que nosotros llamamos “destrucción”. Se destruyen los territorios y se despueblan. A la hora que se hace la guerra, se tiene que destruir el territorio, convertirlo en desierto. No por afán destructivo, sino para reconstruir y reordenar. ¿Cuál es el principal problema que enfrenta este mundo unipolar para globalizarse? Los Estados nacionales, las resistencias, las culturas, las formas de relación de cada nación, lo que las hace diferentes. ¿Cómo es posible que la aldea sea global y que todo el mundo sea igual si hay tantas diferencias? Cuando decimos que es necesario destruir los Estados nacionales y desertificarlos no quiere decir acabar con la gente, sino con las formas de ser de la gente. Después de destruir hay que reconstruir. Reconstruir los territorios y darles otro lugar. El lugar que determinen las leyes del mercado; he aquí lo que está marcando la globalización.

Vivimos en un estado de guerras permanentes, estrategia de los capitales multinacionales (y sus asociados) que dominan la explotación neoliberal. Con la guerra se busca lograr muchas cosas, desde arriba. Lo más importante es la extensión de los controles (internos y externos: se intensifica la coincidencia) a través de las conquistas y reconquistas que buscan la redefinición y extensión contínua de nuevas formas y zonas de explotación, especialmente en este periodo definido por la tendencia del retorno de la economía depresiva, y por la necesidad de intensificar la economía de guerra en nombre del fantasma de la llamada defensa nacional de los poderosos.

Eso implica, entre otras cosas, la redefinición de la guerra misma, la difusión de nuevas formas, tácticas y estrategias de agresión, que no se olvidan de las anteriores, sino que las actualizan (y eso es toda una industria, aspecto estratégico de la acumulación del capital). Para los imperialismos esto requiere nuevos enemigos, pues así se puede lograr la justificación y persistencia del Estado de Seguridad Nacional que encarna las tendencias de la fascistización actualizada (que mediatiza la guerra en lo cotidiano, con sus autoritarismos, sus militarismos y sus nacionalismos policiacos de Estado).

Es fascistización indispensable para ellos, porque las condiciones de acumulación y reproducción de los capitales intensifican muchas y demasiadas inestabilidades y crisis incómodas y peligrosas para ellos. Esto no es coyuntura pasajera, sino cambio estructural, situación de largo plazo, que marca cambio de época.

En ese contexto urgente no podemos dejar a un lado la lucidez del pensamiento y las prácticas zapatistas. Ese pensamiento, y esas prácticas y experiencias, siguen siendo actuales.

La pregunta es cómo devenimos zapatistas, desde donde estamos.

La Jornada, 23 de octubre de 2001   http://www.jornada.unam.mx
http://inmotionmagazine.com/auto/cuarta.html

LA CUARTA GUERRA MUNDIAL
El siguiente texto es un fragmento de la plática impartida por el subcomandante Marcos ante la Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos en La Realidad, Chiapas, el 20 de noviembre de 1999, de la cual se publicó su bosquejo en las cartas 5.1 y 5.2, en noviembre del mismo año con el título: “Chiapas: la guerra: i. Entre el satélite y el microscopio, la mirada del otro”, y “ii. La máquina del etnocidio”.

Cualquier semejanza con las condiciones de la guerra actual es mera causalidad.
Subcomandante Insurgente Marcos

LA REESTRUCTURACION DE LA GUERRA

Según nuestra concepción, hay varias constantes en las llamadas guerras mundiales, sea la Primera Guerra Mundial, la Segunda o las que nosotros llamamos Tercera y Cuarta.

Una de estas constantes es la conquista de territorios y su reorganización. Si consultan un mapamundi, van a ver que, al término de cualquier guerra mundial hubo cambios, no sólo en la conquista de territorios sino en las formas de organización. Después de la Primera Guerra Mundial hay un nuevo mapamundi, después de la Segunda Guerra Mundial hay otro mapamundi.

Al término de lo que nosotros nos atrevemos a llamar “Tercera Guerra Mundial” y que otros llaman Guerra Fría, hubo una conquista de territorios y una reorganización. A grandes rasgos, se puede ubicar a finales de los años ochenta, con el derrumbe del campo socialista de la Unión Soviética y al principio de los años noventa al vislumbrarse lo que llamamos la Cuarta Guerra Mundial.

Otra constante es la destrucción del enemigo. Es el caso del nazismo en la Segunda Guerra Mundial y, en la Tercera, de todo lo que se conocía como urss y el campo socialista como opción frente al mundo capitalista.

La tercera constante es la administración de la conquista. En el momento en que se logra la conquista de territorios, es necesario administrarlos de manera que aporten ganancias a la fuerza que ganó. Nosotros usamos mucho el término “conquista” porque somos expertos en esto. Los Estados que antes se llamaban nacionales siempre han intentado conquistar a los pueblos indios. A pesar de estas constantes, hay una serie de variables que cambian de una guerra mundial a otra: la estrategia, los actores, o sea las partes, el armamento utilizado y, por último, las tácticas. Aunque éstas vayan cambiando, aquéllas se manifiestan y se pueden aplicar para entender una guerra y otra.

La Tercera Guerra Mundial o Guerra Fría, abarca de 1946 (o, si se quiere, desde la bomba de Hiroshima, en 1945) hasta 1985-1990. Es una gran guerra mundial compuesta de muchas guerras locales. Como en todas las otras, al final hay una conquista de territorios que destruye a un enemigo. Acto seguido, se pasa a la administración de la conquista y se reorganizan los territorios. En esta guerra mundial había como actores: uno, las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética con los relativos satélites; dos, la mayoría de los países europeos; tres, América Latina, Africa, partes de Asia y Oceanía. Los países periféricos giraban en torno a eu o a la urss, según les convenía. Después de las superpotencias y de los periféricos estaban los espectadores y las víctimas, o sea el resto del mundo. No siempre las dos superpotencias se peleaban de frente. A menudo lo hacían por medio de otros países. Mientras las grandes naciones industrializadas se sumaban a uno de los dos bloques, el resto de los países y de la población aparecían como espectadores o como víctimas. Lo que caracterizaba esta guerra era: uno, la carrera armamentista y dos, las guerras locales. Con la guerra nuclear, las dos superpotencias competían para ver cuántas veces podían destruir el mundo. La forma de convencer al enemigo era presentarle una fuerza muy grande. Al mismo tiempo, en todas partes se desarrollaban guerras locales en las que estaban metidas las dos superpotencias.

El resultado fue, como todos sabemos, la derrota y la destrucción de la urss, y la victoria de eu, alrededor del cual se aglutinan hoy la gran mayoría de los países. Es cuando sobreviene lo que llamamos “Cuarta Guerra Mundial”. Aquí surge un problema. El producto de la anterior guerra debía ser un mundo unipolar -una sola nación que domina a un mundo donde no hay rivales- pero para hacerse efectivo, este mundo unipolar tiene que llegar a lo que se conoce como “globalización”. Hay que concebir al mundo como un gran territorio conquistado con un enemigo destruido. Es necesario administrar este nuevo mundo y por lo tanto globalizarlo. Entonces se acude a la informática que, en el desarrollo de la humanidad, es tan importante como la invención de la máquina de vapor. La informática permite estar simultáneamente en cualquier lado; ya no hay más fronteras, limitaciones temporales o geográficas. Es gracias a la informática que empieza el proceso de globalización. Se erosionan las separaciones, las diferencias, los Estados nacionales y el mundo se convierte en lo que se llama, con verosimilitud, la aldea global.

La concepción que da fundamento a la globalización es lo que nosotros llamamos “neoliberalismo”, una nueva religión que va a permitir que el proceso se lleve a cabo. Con esta Cuarta Guerra Mundial, otra vez, se conquistan territorios, se destruyen enemigos y se administra la conquista de estos territorios.

El problema es qué territorios se conquistan y reorganizan y quién es el enemigo. Puesto que el enemigo anterior ha desaparecido, nosotros decimos que ahora el enemigo es la humanidad. La Cuarta Guerra Mundial está destruyendo a la humanidad en la medida en que la globalización es una universalización del mercado, y todo lo humano que se oponga a la lógica del mercado es un enemigo y debe ser destruido. En este sentido todos somos el enemigo a vencer: indígenas, no indígenas, observadores de los derechos humanos, maestros, intelectuales, artistas. Cualquiera que se crea libre y no lo está.

Esta Cuarta Guerra Mundial usa lo que nosotros llamamos “destrucción”. Se destruyen los territorios y se despueblan. A la hora que se hace la guerra, se tiene que destruir el territorio, convertirlo en desierto. No por afán destructivo, sino para reconstruir y reordenar. ¿Cuál es el principal problema que enfrenta este mundo unipolar para globalizarse? Los Estados nacionales, las resistencias, las culturas, las formas de relación de cada nación, lo que las hace diferentes. ¿Cómo es posible que la aldea sea global y que todo el mundo sea igual si hay tantas diferencias? Cuando decimos que es necesario destruir los Estados nacionales y desertificarlos no quiere decir acabar con la gente, sino con las formas de ser de la gente. Después de destruir hay que reconstruir. Reconstruir los territorios y darles otro lugar. El lugar que determinen las leyes del mercado; he aquí lo que está marcando la globalización.

El primer obstáculo son los Estados nacionales: hay que atacarlos y destruirlos. Hay que destruir todo lo que hace que un Estado sea “nacional”: la lengua, la cultura, la economía, su quehacer político y su tejido social. Si no sirven más las lenguas nacionales, hay que destruirlas y hay que promover una nueva lengua. Contra lo que se pueda pensar, ésta no es el inglés, sino la informática. Hay que homologar todas las lenguas, traducirlas al idioma informático, incluso el inglés. Todos los aspectos culturales que hacen que un francés sea francés, un italiano sea italiano, un danés, danés, un mexicano, mexicano, deben ser destruidos porque son barreras que impiden acceder al mercado globalizado. Ya no es cuestión de hacer un mercado para los franceses y otro para los ingleses o los italianos. Debe haber un solo mercado en donde una misma persona pueda consumir un mismo producto en cualquier parte del mundo y en donde una misma persona se comporte como un ciudadano del mundo y no ya como un ciudadano de un Estado nacional.

Eso significa que la historia cultural, la historia de la tradición choca con este proceso y es el enemigo de la Cuarta Guerra Mundial. Esto es particularmente grave en Europa donde hay naciones con grandes tradiciones. Las lógicas culturales francesas, italianas, inglesas, alemanas, del Estado español, etcétera -todo lo que no pueda ser traducido en términos informáticos y de mercado- son un impedimento para esta globalización. Ahora las mercan-cías van a circular por los canales de la informática y todo lo demás debe ser destruido o hecho a un lado. Los Estados nacionales tenían su propia estructura económica y lo que se llamó “burguesía nacional” -capitalistas con sedes nacionales y con ganancias nacionales. Esto ya no puede existir: si la economía se decide a nivel global, las políticas económicas de los Estados nacionales que querían proteger a los capitales nacionales son un enemigo al que hay que vencer. El Tratado de Libre Comercio y lo que los llevó a la Unión Europea, el Euro, son síntomas de que la economía se globaliza, aunque en principio se trate de una globalización regional, como en el caso de Europa. Los Estados nacionales construyen sus relaciones políticas, pero ahora las relaciones políticas no sirven más. No las califico de buenas o malas; el problema es que estas relaciones políticas son un impedimento para que se cumplan las leyes de mercado. La clase política nacional es vieja, ya no sirve, tiene que ser cambiada. Traten de hacer memoria; intenten recordar aunque sea el nombre de un solo hombre de Estado en Europa. Sencillamente, no pueden. Los personajes más importantes de la Europa del Euro son gente como el presidente de la Bundes Bank, un banquero. Lo que él dice es lo que va a regir las políticas de los distintos presidentes o primeros ministros que padecen los países de Europa.

Si el tejido social está roto, las antiguas relaciones de solidaridad que hacían posible la convivencia en un Estado nacional también se rompen. De ahí que se alienten las campañas contra los homosexuales y las lesbianas, contra los migrantes, o las campañas de xenofobia. Todo lo que antes mantenía un cierto equilibrio tiene que romperse a la hora que esta guerra mundial ataca al Estado nacional y lo transforma en otra cosa.

Se trata de homogenizar, de volver a todos iguales y de hegemonizar una propuesta de vida. Es la vida global. Su mayor diversión debe ser la informática, su trabajo debe ser la informática, su valor como ser humano debe ser el número de tarjetas de crédito, su capacidad de compra, su capacidad productiva. El caso de los maestros es muy claro. Ya no vale quién tiene más conocimiento o quién es más sabio; ahora vale quién produce más investigaciones y en este sentido se deciden sus sueldos, sus prestaciones, su lugar en la universidad.

Esto tiene mucho que ver con el modelo estadunidense. Sin embargo sucede que esta Cuarta Guerra Mundial también produce un efecto contrario que llamamos “fragmentación”. De manera paradójica el mundo no se está haciendo uno sino que se está partiendo en muchos pedazos. Aunque se supone que el ciudadano se está haciendo igual, emergen los diferentes en tanto que diferentes: los homosexuales y lesbianas, los jóvenes, los migrantes. Los Estados nacionales funcionan como un gran Estado, el Estado-tierra-sociedad anónima que nos parte en muchos pedazos.

Si observan un mapamundi de este periodo -el final de la Tercera Guerra Mundial- y analizan los últimos ocho años, ha habido una recomposición, sobre todo en Europa, pero no sólo. Donde antes había una nación ahora hay muchas naciones, el mapamundi se ha fragmentado. Este es el efecto paradójico que está ocurriendo a causa de esta Cuarta Guerra Mundial. En lugar de que se globalice, el mundo se fragmenta y en lugar de que este mecanismo hegemonice y homogenice, van apareciendo cada vez más los diferentes. La globalización y el neoliberalismo están haciendo del mundo un archipiélago. Y hay que darle una lógica de mercado, organizar estos fragmentos en un común denominador. Es lo que nosotros llamamos “bomba financiera”.

Al mismo tiempo que aparecen los diferentes, se multiplican las diferencias. Cada joven tiene su grupo, su forma de pensar, por ejemplo los punks, los skin heads; todos los que hay en cada país. Ahora los diferentes no sólo son diferentes, sino que multiplican sus diferencias y buscan una identidad propia. Evidentemente, la Cuarta Guerra Mundial no les ofrece un espejo que les permita verse con un común denominador, les está ofreciendo un espejo roto. Cada quien escoge el pedacito que le toca y, con éste, su conducta de vida. Mientras tenga el control del archipiélago -sobre los seres humanos, no sobre los territorios- el poder no se va a apenar mucho.

El mundo se está partiendo en muchos pedazos, grandes y pequeños. Ya no hay continentes en el sentido de que yo sea europeo, africano o americano. Lo que ofrece la globalización del neoliberalismo es una red construida por el capital financiero o, si se quiere, el poder financiero. Si hay una crisis en este nudo, el resto de la red va a amortiguar los efectos. Si hay bonanza en un país, no se produce un efecto de bonanza en el resto de los países. Es entonces una red que no funciona, lo que nos dijeron fue una mentira del tamaño del mundo, es un discurso reiterado en los líderes de América Latina, ya sea Menem, Fujimori, Zedillo u otros dirigentes de comprobada calidad moral. En la realidad ocurre que la red ha hecho mucho más vulnerables a los Estados nacionales. Los está acabando de destruir, ahora por efectos internos. De nada sirve que un país se esfuerce por construirse un equilibrio y un destino propio en cuanto nación. Todo depende de lo que pase en un banco de Japón o de lo que haga la mafia en Rusia o un especulador en Sydney. De una u otra forma, los Estados nacionales no son salvados, son condenados definitivamente. Cuando un Estado nacional acepta integrarse a esta red -porque no hay más remedio, porque lo obligan o por convicción- firma su acta de defunción.

En suma, lo que quiere hacer este gran mercado es convertir todas estas islas no en naciones, sino en centros comerciales. Se puede pasar de un país a otro y encontrar los mismos productos, ya no hay ninguna diferencia. En París o en San Cristóbal de Las Casas se puede consumir lo mismo; si uno está en San Cristóbal de Las Casas puede estar simultáneamente en París recibiendo noticias. Es el fin de los Estados nacionales. Y no sólo: es el fin de los seres humanos que los conforman. Lo que importa es la ley del mercado y ésta marca que tanto produces, tanto vales, tanto compras, tanto vales. La dignidad, la resistencia, la solidaridad estorban. Todo lo que impide que un ser humano se convierta en una máquina de producir y comprar es un enemigo y hay que destruirlo. Por esto, nosotros decimos que esta Cuarta Guerra Mundial tiene como enemigo al género humano. No lo destruye físicamente pero sí lo destruye en cuanto ser humano.

De manera paradójica, al destruirse los Estados nacionales, la dignidad, la resistencia y la solidaridad se construyen de nuevo. No hay lazos más fuertes, más sólidos que los que existen entre los grupos diferentes: entre los homosexuales, entre las lesbianas, entre los jóvenes, entre los migrantes. Entonces, esta guerra pasa también por el ataque a los diferentes. A eso se deben las campañas tan fuertes en Europa y en Estados Unidos en contra de los diferentes, porque son morenos, hablan otra lengua o tienen otra cultura. La forma de cultivar la xenofobia en lo que queda de los Estados nacionales, es hacer amenazas: “estos migrantes turcos te quieren quitar tu trabajo”, “estos migrantes mexicanos vienen a violar, vienen a robar, vienen a meter malas costumbres”. Los Estados nacionales -o lo poco que de ellos queda- delegan en los nuevos ciudadanos del mundo, los informáticos, el papel de sacar a esos migrantes. Y es ahí donde proliferan grupos como el Ku Klux Klan, o llegan al poder personas de tanta probidad como Berlusconi. Todos construyen su campaña sobre la xenofobia. El odio hacia los diferentes, la persecución en contra de cualquiera que sea diferente es mundial; pero también la resistencia de cualquiera que es diferente es mundial. Frente a esa agresión, estas diferencias se multiplican, se solidifican. Esto es así, no voy a calificar si es bueno o malo, así está ocurriendo.

LA GUERRA NO ES SOLO MILITAR

En términos propiamente militares la Tercera Guerra Mundial tenía su lógica. Era en primer lugar una guerra convencional, concebida de manera que si yo pongo soldados y tú pones soldados, nos enfrentamos y quien quede vivo gana. Esto acontecía en un territorio específico que, en el caso de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, otan, y del Pacto de Varsovia, era Europa. A partir de la guerra convencional, o sea entre ejércitos, se estableció una carrera militar y armamentista.

Vamos a ver un poco más los detalles. Esta [enseña un rifle], por ejemplo, es una arma semiautomática y se llama AR-15, rifle automático. La fabricaron para el conflicto de Vietnam y se puede desarmar muy fácilmente [la desarma], ya está. Cuando la hicieron, los estadunidenses pensaban en un escenario de guerra convencional, es decir, grandes contingentes militares que se enfrentan. “Juntamos a muchos soldados, nos aventamos y al final alguien tiene que quedar.” Al mismo tiempo, el Pacto de Varsovia desarrollaba el fusil automático Kalashnikov que comúnmente se llama AK-47, un arma con mucho volumen de fuego a distancias cortas, de hasta 400 metros. La concepción soviética implicaba grandes oleadas de tropa: aventaban un montón de soldados disparando, y si morían, llegaba una segunda oleada y una tercera. Ganaba el que tenía más soldados. Entonces, los estadunidenses pensaron: “ya no sirve más el viejo fusil Garand de la Segunda Guerra Mundial. Ahora necesitamos una arma que tenga mucho volumen de fuego para rangos cortos”. Sacaron el AR-15 y lo probaron en Vietnam. El problema es que se descompuso, no sirvió. Cuando atacaban a los vietcong, el mecanismo se quedaba abierto y a la hora de disparar hacia “clic”. Y no era una cámara fotográfica, era un arma. Intentaron resolver el problema con el modelo M16-A1. Aquí, la trampa está en la bala que se llama de dos diferentes maneras. Una, la civil de 2.223 -fracción de pulgadas- se puede comprar en cualquier tienda de Estados Unidos. La otra, de 5.56 milímetros, es de uso exclusivo de las fuerzas de la otan. Esta es una bala muy rápida y tiene una trampa. En la guerra el objetivo es conseguir que el enemigo tenga bajas, no muertos, y un ejército considera que tiene bajas cuando un soldado ya no puede combatir. La Convención de Ginebra -un acuerdo para humanizar la guerra- prohíbe las balas expansivas porque a la hora de entrar destruyen más y son mucho más letales que una bala de punta dura.

“Puesto que la idea es subir el número de heridos y bajar el número de muertos” -dijeron- “prohibamos las balas expansivas”. Un balazo de una bala dura te deja inutilizado, ya estás de baja, no te mata a menos que alcance un punto vital. Para cumplir con la Convención de Ginebra y hacer trampa, los estadunidenses crearon la bala de punta blanda que, al introducirse en el cuerpo humano, se dobla y da vueltas. El orificio de entrada es de un tamaño y el de salida es mucho más grande. Esta bala es peor que la expansiva y no viola los convenios. Sin embargo, si te da en un brazo… te lo vuela. Una bala 162 te atraviesa y te deja herido; pero ésta te destroza. Como por casualidad, el gobierno mexicano acaba de comprar 16 mil de estas balas.

Es decir, se generaron armas para escenarios precisos. Vamos a suponer que no querían usar la bomba nuclear; ¿qué usaban? Muchos soldados contra muchos soldados. Y así se crearon las doctrinas de guerra convencional de la otan y del Pacto de Varsovia.

La segunda opción era una guerra nuclear localizada, una guerra con armas nucleares, pero sólo en algunas partes y no en otras. Había un acuerdo entre las dos superpotencias para no atacarse en sus propios territorios y pelearse sólo en un territorio neutral. Sobra decir que este territorio era Europa. Ahí es donde iban a caer las bombas y a ver quién quedaba vivo en Europa Occidental y lo que entonces se llamaba Europa Oriental.

La última opción de la Tercera Guerra Mundial era la guerra nuclear total que fue un gran negocio, el negocio del siglo. La lógica de la guerra nuclear es que no había ganador; no importa quién disparaba primero, por muy rápido que disparara, el otro alcanzaba a disparar también. La destrucción era mutua y, desde el principio, simplemente se renunció a esta opción. Su carácter pasó a ser lo que en términos de diplomacia militar se llama “disuasión”.

Para que los soviéticos no usaran el arma nuclear, los estadunidenses desarrollaron muchas armas nucleares y para que éstos no usaran el arma nuclear, los soviéticos desarrollaron más armas nucleares y así sucesivamente. Se llamaban imb (Intercontinental Mission Ballistic) y eran los cohetes que iban de Rusia a Estados Unidos y de Estados Unidos a Rusia. Costaron una fortuna y ahorita ya no sirven para nada. También había otras armas nucleares de uso local que eran las que se iban a usar en Europa en el caso de una guerra nuclear localizada.

Cuando comenzó esta fase, en 1945, había una guerra por librar porque Europa estaba partida en dos. La estrategia militar -estamos hablando de aspectos puramente militares- era la siguiente: unos puestos avanzados frente a la línea enemiga, una línea de logística permanente y la metrópoli, llámese Estados Unidos o la Unión Soviética. La línea de logística abastecía los puestos avanzados. Grandes aviones que estaban en el aire las 24 horas del día, los B-52 Fortaleza, cargaban las bombas nucleares y nunca necesitaban bajar. Y estaban los pactos. El pacto de la otan, el Pacto de Varsovia y la seato (South East Asia Treaty Organization), que es como la otan de los países asiáticos. El modelo se ponía en juego en guerras locales. Todo tenía una lógica y era lógico pelearse en Vietnam que era un escenario acordado. En el papel de los puestos de avanzada estaban los ejércitos locales o insurgentes; en el papel de la logística permanente estaban las líneas de venta de armamento clandestino o legal y en el papel de la metrópoli, las dos superpotencias. También había un acuerdo sobre los lugares en donde tenían que quedarse como espectadores. Los ejemplos más claros de estas guerras locales son las dictaduras de América Latina, los conflictos en Asia, particularmente Vietnam, y las guerras en Africa. Aparentemente, éstas no tenían absolutamente ninguna lógica, pues la mayoría de las veces no se entendía qué estaba pasando, pero lo que ocurría era parte de este esquema de guerra convencional.

En esta época -y eso es importante- es cuando se desarrolla el concepto de “guerra total”: en la doctrina militar entran elementos que ya no son militares. Por ejemplo, en Vietnam, desde la ofensiva del Teth (1968) hasta la toma de Saigón (1975), los medios de comunicación se vuelven un frente de batalla muy importante. Así, se desarrolla entre los militares la idea de que no basta con el poder militar: Es necesario incorporar otros elementos como los medios de comunicación. Y que también se puede atacar al enemigo con medidas económicas, con medidas políticas y con la diplomacia, que es el juego de las Naciones Unidas y de las organizaciones internacionales. Unos países hacían sabotajes para obtener condenas o censuras contra otros, lo que se llamaba “guerra diplomática”.

Todas estas guerras seguían la lógica del dominó. Suena ridículo, pero estaban como dos rivales jugando dominó con el resto de la población. Uno de los contrincantes ponía una ficha y el otro intentaba poner la suya para cortarle el seguimiento. Es la lógica de aquel personaje ilustre que se llama Kissinger, secretario de Estado del gobierno estadunidense en la época de Vietnam, quien decía: “no podemos abandonar Vietnam porque sería cederle la partida de dominó en el Sureste asiático a los otros”. Y por eso hicieron lo que hicieron en Vietnam.

Además, se trataba de recuperar la lógica de la Segunda Guerra Mundial. Para la mayoría de la población, ésta había tenido una lógica heroica. Ahí está la imagen de los marines liberando Francia de la dictadura, liberando Italia del Duce, liberando Alemania de los militares, el ejército rojo entrando por todos lados. Supuestamente, la Segunda Guerra se hizo para eliminar un peligro para toda la humanidad, el nacionalsocialismo. Entonces, de una u otra forma, las guerras locales trataron de recuperar la ideología de que “estamos en la defensa del mundo libre”; pero ahora en el papel del nacionalsocialismo estaba Moscú. Y, por su parte, Moscú hacia lo mismo: ambas superpotencias trataban de usar como argumento la “democracia” y “el mundo libre” según cada quien los concebía.

Después, viene la Cuarta Guerra Mundial que destruye todo lo anterior porque el mundo ahora ya no es el mismo y no se puede aplicar la misma estrategia. Se desarrolla más el concepto de “guerra total”: no es sólo una guerra en todos los frentes, es una guerra que puede estar en cualquier lado, una guerra totalizadora en donde el mundo entero está en juego. “Guerra total” quiere decir: en cualquier momento, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia. Ya no existe la idea de pelear por un lugar en particular; ahora la pelea se puede dar en cualquier momento; ya no hay una lógica de escalamiento del conflicto con amenazas, tomas de posición e intentos de reposicionarse. En cualquier momento y en cualquier circunstancia puede surgir un conflicto. Puede ser un problema interno, puede ser un dictador y todo lo que han sido las ultimas guerras en los últimos cinco años, desde Kosovo hasta la Guerra del Golfo Pérsico. Se destruye así toda la rutina militar de la Guerra Fría.

No es posible hacer la guerra, en la Cuarta Guerra Mundial, con los criterios de la Tercera porque ya tengo que pelear en cualquier lugar, no sé en dónde me va a tocar pelear, ni sé cuándo, tengo que actuar rápidamente, ni sé qué circunstancias voy a tener para llevar adelante esta guerra. Para resolver el problema, los militares desarrollaron primero la guerra de “despliegue rápido”. El ejemplo sería la guerra del Golfo Pérsico, una guerra que significa una gran acumulación de fuerza militar en poco tiempo, un gran accionar militar en poco tiempo, las conquistas de territorios y la retirada. La invasión de Panamá sería otro ejemplo de esta fuerza de despliegue rápido. De hecho, hay un contingente de la otan que se llama “fuerza de intervención rápida”. El despliegue rápido es una gran masa de fuerza militar que se avienta contra el enemigo y no distingue entre un hospital infantil y una fábrica de armamento químico. Es lo que pasó en Iraq: las bombas inteligentes eran bastante estúpidas, no distinguían.Y aquí se quedaron porque se dieron cuenta que esto es muy caro y es muy poco lo que aporta. En Iraq hicieron todo un despliegue, pero no hubo conquista de territorio. Estaban los problemas de las protestas locales, estaban los observadores internacionales de derechos humanos.

Tuvieron que replegarse. Ya les había enseñado Vietnam que, en estos casos, no es prudente insistir. “No, ya no podemos hacer esto”, dijeron. Entonces pasaron a la estrategia de “proyección de fuerza”. “Mejor que tener posiciones avanzadas en las bases militares norteamericanas de todo el mundo, acumulemos una gran fuerza continental que, en cuestión de horas y días, tenga capacidad de poner unidades militares en cualquier lugar del mundo”. Y en efecto pueden poner una división de cuatro o cinco mil hombres en el punto más lejano del planeta en cuatro días y más, y más, cada vez más.

Pero la proyección de fuerza tiene el problema de basarse en soldados locales, o sea en soldados estadunidenses. Ellos consideran que si el conflicto no se resuelve rápidamente, empiezan a llegar los body bugs, los muertos, como en Vietnam, y eso puede provocar muchas protestas internas en Norteamérica o en el país que sea. Para evitar esos problemas, abandonaron la proyección de fuerza haciendo, para entendernos, cálculos de tipo mercantil. No hicieron cálculos sobre destrucción de fuerza humana o de la naturaleza, sino de imagen publicitaria. Así la guerra de proyección fue abandonada y pasaron a un modelo de guerra con soldados locales, más apoyo internacional, más una instancia supranacional. Ya no se trata de enviar soldados, sino de pelear por medio de los soldados que están ahí, apoyarlos según la base del conflicto y no usar el modelo de una nación que declara la guerra, sino una instancia supranacional como la onu o la otan. Los que hacen el trabajo sucio son los soldados locales y los que salen en las noticias son los estadunidenses y el apoyo internacional. Este es el modelo. Protestar ya no funciona: no es una guerra del gobierno estadunidense; es una guerra de la otan y además la otan sólo está haciendo el favor de ayudar a la onu.

En todo el mundo, la reestructuración de los ejércitos es para que puedan enfrentar un conflicto local con apoyo internacional bajo una cobertura supranacional y bajo el disfraz de la guerra humanitaria. De lo que se trata ahora es de salvar a la población de un genocidio, matándola. Y es lo que ocurrió en Kosovo. Milosevich hizo una guerra contra la humanidad: “si nos enfrentamos a Milosevich estamos defendiendo a la humanidad”. Es el argumento que usaron los generales de la otan y que trajo tantos problemas a la izquierda europea: oponerse a los bombardeos de la otan implicaba apoyar a Milosevich, entonces mejor apoyaron los bombardeos de la otan. Y a Milosevich, ustedes lo saben, lo armó Estados Unidos. En el concepto militar, que está funcionando, la totalidad del mundo -ya sea Sri Lanka o cualquier país, el más lejano que se les ocurra- es ahora el traspatio porque el mundo globalizado produce simultaneidad. Y ése es el problema: en este mundo globalizado, cualquier cosa que pase en cualquier lugar afecta al nuevo orden internacional. El mundo ya no es el mundo, es una aldea y todo está cerquita. Por lo tanto, los grandes policías del mundo -y en particular Estados Unidos- tienen el derecho de intervenir en cualquier lado, a cualquier hora, bajo cualquier circunstancia. Ellos pueden concebir cualquier cosa como una amenaza a su seguridad interna; perfectamente pueden decidir que el alzamiento indígena en Chiapas amenaza la seguridad interna de Norteamérica o los tamiles en Sri Lanka o lo que ustedes quieran. Cualquier movimiento -y no necesariamente armado- en cualquier lado puede ser considerado una amenaza a la seguridad interna.

¿Qué es lo que ha pasado? Que las viejas estrategias y las viejas concepciones de hacer la guerra se derrumbaron. Vamos a ver.

“Teatro de operaciones” es el término militar para indicar el lugar donde se desarrolla la guerra. En la Tercera Guerra Mundial, Europa era el teatro de operaciones. Ahora ya no se sabe dónde va a estallar, puede ser en cualquier lugar, ya no es seguro que vaya a ser Europa. La doctrina militar transita de lo que se denomina “sistema” a lo que ellos llaman “versatilidad”. “Tengo que estar listo para hacer cualquier cosa en cualquier momento. Un esquema ya no es suficiente: ahora necesito muchos esquemas, no sólo para construir una respuesta a determinados hechos, sino para construir muchas respuestas militares a determinados hechos”. Es donde interviene la informática. Este cambio hace que se pase de lo sistemático, de lo cuadrado, de lo rígido a lo versátil, a lo que puede cambiar de un momento a otro. Y eso va a definir toda la nueva doctrina militar de los ejércitos, de los cuerpos militares y de los soldados. Este sería un elemento de la Cuarta Guerra Mundial. El otro sería el paso de la “estrategia de contención” a la de “alargamiento”, o “extensión”: ya no sólo se trata de conquistar un territorio, de contener al enemigo, ahora se trata de prolongar el conflicto a lo que ellos llaman “actos de no-guerra”. En el caso de Chiapas, esto tiene que ver con quitar y poner gobernadores y presidentes municipales, con los derechos humanos, con los medios de comunicación, etcétera.

Dentro de la nueva concepción militar se incluye una intensificación de la conquista del territorio. Esto quiere decir que no sólo es necesario preocuparse del ezln y de su fuerza militar, sino también de la Iglesia, de las ong, de los observadores internacionales, de la prensa, de los civiles, etcétera. Ya no hay civiles y neutrales. Todo el mundo es parte del conflicto.

Eso implica que los ejércitos nacionales no sirven porque ya no tienen que defender a los Estados nacionales. Si no hay Estados nacionales: ¿qué van a defender? En la nueva doctrina los ejércitos nacionales pasan a jugar el papel de policía local. El caso de México es muy claro: cada vez más el Ejército Mexicano hace labores policiacas como la lucha contra el narcotráfico o este nuevo organismo contra la delincuencia organizada que se llama Policía Federal Preventiva y que está formado por militares. Se trata de que los ejércitos nacionales se conviertan en policía local a la manera del cómic estadunidense: un Super Cop, un Super Policía. Cuando se reorganice el ejército en la ex Yugoslavia tiene que convertirse en una policía local y la otan va a ser su Super Cop, su gran socio en términos políticos. La estrella es la instancia supranacional, en este caso la otan o el Ejército estadunidense y los extras son los ejércitos locales.

Pero los ejércitos nacionales se construyeron con base en una doctrina de “seguridad nacional”. Si hay enemigos o peligros para la seguridad de una nación, su trabajo es mantener la seguridad, a veces frente a un enemigo externo, a veces frente a enemigos internos desestabilizadores. Esta es la doctrina de la Tercera Guerra Mundial o Guerra Fría. Bajo estos presupuestos, los ejércitos nacionales desarrollaron una conciencia nacional lo cual ahora dificulta convertirlos en policías amigos del Super Policía. Entonces hay que transformar la doctrina de seguridad nacional en “estabilidad nacional”. El punto ya no es defender a la nación. Como el principal enemigo de la estabilidad nacional es el narcotráfico y el narcotráfico es internacional, los ejércitos nacionales que operan bajo la consigna de la estabilidad nacional aceptan la ayuda internacional o la interferencia internacional de otros países.

A nivel mundial existe el problema de volver a reordenar los ejércitos nacionales. Ahora bajemos a América y de ahí a América Latina. El proceso es un poco el mismo que ya se dio en Europa y que se vio en la guerra de Kosovo con la otan. En el caso de América Latina, está la Organización de Estados Americanos, oea, con el Sistema de Defensa Hemisférico. Según la idea del ex presidente de Argentina, Menem, todos los países de América Latina somos amenazados y necesitamos unirnos, destruir la conciencia nacional de los ejércitos y hacer un único gran ejército bajo la doctrina de un sistema de defensa hemisférico con el argumento del narcotráfico. Puesto que lo que está en juego es la versatilidad, o sea la capacidad de hacer la guerra en cualquier momento, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia, empieza a haber ensayos. Los pocos bastiones de la defensa nacional que todavía existen deben de ser destruidos por este sistema hemisférico. Si en Europa fue Kosovo, en el caso de América Latina son Colombia y Chiapas. ¿Cómo se construye ese sistema de defensa hemisférico? De dos formas. En Colombia, donde se presenta la amenaza del narcotráfico, el gobierno está pidiendo la ayuda de todos: “tenemos que intervenir porque el narcotráfico no afecta sólo a Colombia sino a todo el continente”. En el caso de Chiapas se aplica el concepto de guerra total. Todos son parte, no hay neutrales, o eres aliado o eres enemigo.

LA NUEVA CONQUISTA

En el proceso de fragmentación -convertir todo el mundo en archipiélago- el poder financiero quiere construir un nuevo centro comercial que tenga turismo y recursos naturales en Chiapas, Belice y Guatemala.

Aparte de estar lleno de petróleo y uranio, el problema es que está lleno de indígenas. Y los indígenas, además de no hablar español, no quieren tarjetas de crédito, no producen, se dedican a sembrar maíz, frijol, chile, café y se les ocurre bailar con marimba sin usar el computer. No son consumidores ni son productores. Sobran. Y todo el que sobra es eliminable. Pero no se quieren ir y no quieren dejar de ser indígenas. Es más: su lucha no es por tomar el poder. Su lucha es por que los reconozcan como pueblos indios, que reconozcan que tienen el derecho a existir, sin convertirse en otros.

Pero el problema es que aquí, en el territorio que está en guerra, en territorio zapatista, están las principales culturas indígenas, están las lenguas y los más grandes yacimientos de petróleo. Están los siete pueblos indios que participan en el ezln, tzeltal, tzotzil, tojolabal, chol, zoque, mam y mestizos. Este es el mapa de Chiapas: comunidades con población indígena y con petróleo, uranio y maderas preciosas. A éstos es a los que hay de quitar de aquí porque no conciben la tierra como la concibe el neoliberalismo. Para el neoliberalismo todo es una mercancía, se vende, se explota. Y estos indígenas vienen a decir que no, que la tierra es la madre, es la depositaria de la cultura, que ahí vive la historia y que ahí viven los muertos. Puras cosas absurdas que no entran en ninguna computadora y no se cotizan en una bolsa de valores. Y no hay manera de convencerlos de que se vuelvan buenos, que aprendan a pensar bien, nomás no quieren. Hasta se alzaron en armas. Es por esto -decimos nosotros- que el gobierno mexicano no quiere hacer la paz: es porque quiere acabar con este enemigo y desertificar a este territorio, después volver a organizarlo y echarlo a andar como un gran centro comercial, un Mall en el Sureste Mexicano. El ezln apoya los pueblos indios y en esta medida también es un enemigo, pero no el principal. No bastaría arreglarse con el ezln, peor si arreglarse con el ezln significa renunciar a este territorio, porque eso significaría la paz en Chiapas, significaría renunciar a la conquista de un territorio rico en petróleo, en maderas preciosas y uranio. Es por esto que no lo hicieron y no lo van a hacer.

La Jornada, 
23 de octubre de 2001
http://www.jornada.unam.mx

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Epígrafe

Las agrupaciones políticas y las autoridades ejecutivas son incapaces de entender las implicaciones que tienen estos asuntos. A pesar de que recientemente han iniciado un reconocimiento parcial de los peligros más obvios que amenazan al ambiente natural de nuestras sociedades, parecen estar satisfechos con plantearse la contaminación industrial desde un punto de vista tecnocrático. Sin embargo, lo cierto es que solo un planteamiento que pueda enlazar lo ético con lo político -lo que yo llamo ecosofía- y que empate los tres registros ecológicos (el ambiente natural, las relaciones sociales, y la subjetividad humana) sería capaz de arrojar luz sobre estas cuestiones. […] Lo que está en juego es la manera en que vivimos en este planeta.

Félix Guattari (The Three Ecologies)

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