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La irrupción pacífica de zapatistas prueba que “el tiempo ha fortalecido” su movimiento

December 30, 2012 By Irizarry

La movilización multitudinaria de indígenas zapatistas en la región de los Altos de Chiapas manifiesta la innegable capacidad organizativa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y revela en su comunicado mensajes claros y encriptados que no se agotan en una primera lectura, coincidieron Juan Guerra Ochoa y Jaime Martínez Veloz, ex integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

Tras la irrupción pacífica de aproximadamente 40 mil mujeres y hombres zapatistas de todas las edades, Juan Guerra Ochoa señaló que la capacidad organizativa y la fuerza orgánica del zapatismo no se han desgastado con el tiempo, “por el contrario se han fortalecido y multiplicado, lo cual significa que quienes apostaron por el desgaste y dejar que el tiempo agotara la voluntad de los insurgentes, han fracasado”. […]

–¿Aún hay oportunidad de responder al reclamo que está por cumplir casi dos décadas? –se le preguntó.
–Yo lo veo como una oportunidad para generar una iniciativa de gran calado en materia indígena, que indudablemente tiene que pasar por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, pero al mismo tiempo me parece que es una advertencia, o un nuevo ¡ya basta!, la situación no aguanta más, ocho de cada 10 indígenas viven en la pobreza, mientras los recursos naturales de sus tierras y territorios son saqueados por compañías mineras, privadas y extranjeras.

 

Pues sí, y no.

Sí, porque esa (re)aparición es prueba -por si hacía falta- de que los zapatistas existen y persisten, porque resisten y sostienen su resistencia (por eso es que existen, porque resisten). Me permito entonces corregir lo que acabo de escribir: no es prueba ni evidencia esta (re)aparición, sino recordatorio (para nosotros, por si acaso). Por aquello de que no se olvide lo que sigue existiendo empecinado, por su cuenta y en contra de todos los hostigamientos y violencias que buscan no solo reprimir sino suprimir, y en contra de todas las esquinas oscuras de los olvidos y silencios convenientes ante lo que sigue sucediendo a lo zapatista (en todos sus modos y maneras), y a pesar de las cegueras que nos tapan los ojos ante las potencialidades de lo que han hecho y siguen haciendo ellos los zapatistas, y en contra de todo intento de reabsorber y reducir ese proceso a un asunto predispuesto como”indígena”. Eso es el “no”, lo que no se dice por todo lo que implica.

Y más allá de algún ajuste de lo escrito: no son solo los zapatistas como organización político-militar, sino las comunidades zapatistas y sus procesos, pues han hecho de la insurgencia un modo de vida sumamente incómodo para los poderes Estatales. Resulta que eso es lo importante, esos modos de vida y de gobierno suyos. Eso es el “no”: lo que no se dice ni reconoce mucho más allá de los discursos políticos con sus deseos de acuerdos Estatales, y con sus encierros jurídicos que solo buscan someter en la misma medida en que reducen al zapatismo a reclamos de los “indios”.

Resulta que las comunidades zapatistas han conquistado espacios de convivencias en contra del capitalismo y su Estado. No hay acuerdos posibles para eso porque eso sería reconocimiento y aceptación y, como lo han dicho muy elocuentemente los mismos zapatistas, ellos resultan muy incómodos y desagradables. Esa incomodidad y desagrado es porque lo que dicen y hacen no encaja en lo aceptable que se espera e impone desde arriba.

Se han hecho los zapatistas sociedad a pesar y en contra de todo, y se han hecho sociedad que lucha y persiste desde abajo y a la izquierda. Eso es intolerable. Hay ecos y actualizaciones milenarias en todo esto, lo de las sociedades en contra del Estado (pero es otro y el mismo tema …). Por eso es que esta “irrupción pacífica” ahora reseñada es tan importante y urgente, por su presencia a pesar de tanta violencia en su contra, como recordatorio de lo que sigue a pesar de todo, y por lo que tienen logrado y nos siguen trayendo.

La lucidez zapatista está muy viva, en contra de todas las certezas políticas que consumimos, y es posición favor de una nueva práctica de la política (y de lo llamado social).

Hay que ver y leer: http://revistarebeldia.org/   Mucho hay que pensar, y mucho queda por hacer aqui entre todos nosotros.

Y con eso de los zapatistas como organización político-militar y de las comunidades zapatistas, pues resulta que sin lo anterior no existe lo subsiguiente.  Son los Caracoles como redes de comunidades autónomas con sus Juntas de Buen Gobierno, con el EZLN. Sus procesos entrelazados les transforma mutuamente. Eso ha sido el logro actual que se defiende a partir de la conquista y ensamblaje de esos espacios, conquista que no ha sido ni solicitud ni protesta solicitante, sino lucha dura y fuerte sin pretensiones de negociaciones iniciales. Es exigencia conquistada y defendida. Otra lección es. No hay “reclamos” que piden “respuesta”, sino conquistas que quedan por hacer (y que hay que defender cuando se logran). No quieren “el poder”, pues “tomar el poder” es hacerse el poder.  Lo han dicho y hecho, muy bien. Quieren lo que son y han logrado ser, y eso sigue como proceso suyo (y nuestro). ¿Podemos nosotros también hacer gobierno en contra del Estado? Paradójico es, pero posible y necesario.

Mi pregunta sigue siendo cómo devenimos zapatistas donde estamos. Ya veremos, si acaso podemos. No hay un solo “asunto” o “tema” zapatista que no sea de todos nosotros, aquí y ahora. Y sin asumir esa coincidencia no tenemos salida ni soluciones posibles ante los muchos males que sufrimos. Ya veremos, dijo el ciego …

 

 

Familiares de las víctimas y autoridades de Las Abejas, acompañados por cientos de visitantes de diversas partes del país, conmemoraron con una marcha la masacre del 22 de diciembre de 1997 Foto Moysés Zúñiga Santiago


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/23/politica/008n1pol

No prosperó la apuesta de que se agotaría la voluntad de los insurgentes: ex miembros de Cocopa

La irrupción pacífica de zapatistas prueba que “el tiempo ha fortalecido” su movimiento

Fracasó la estrategia del Estado para atender los rezagos de las comunidades indígenas, dicen

 

Periódico La Jornada
Domingo 23 de diciembre de 2012, p. 8

La movilización multitudinaria de indígenas zapatistas en la región de los Altos de Chiapas manifiesta la innegable capacidad organizativa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y revela en su comunicado mensajes claros y encriptados que no se agotan en una primera lectura, coincidieron Juan Guerra Ochoa y Jaime Martínez Veloz, ex integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

Tras la irrupción pacífica de aproximadamente 40 mil mujeres y hombres zapatistas de todas las edades, Juan Guerra Ochoa señaló que la capacidad organizativa y la fuerza orgánica del zapatismo no se han desgastado con el tiempo, “por el contrario se han fortalecido y multiplicado, lo cual significa que quienes apostaron por el desgaste y dejar que el tiempo agotara la voluntad de los insurgentes, han fracasado”.

El secretario de Agricultura del estado de Sinaloa refirió que  la multiplicación de las condiciones de pobreza y marginación de los pueblos indígenas de México “expresan que es el Estado mexicano el que ha fracasado, no sólo en su estrategia para atender los grandes rezagos en materia indígena sino, sobre todo, en la construcción de una relación que entienda los problemas indígenas, su concepción del mundo, sus necesidades, sus vínculos con la tierra y los recursos naturales de sus territorios”.

Para Guerra Ochoa, este es momento de que el gobierno deje de pensar sólo en los problemas de la macroeconomía, o en variables superestructurales, sino que también atienda “la explosividad que significa que más de 10 millones de indígenas subsistan en condiciones de desigualdad, miseria y atraso; debe ser uno de los temas de la más alta prioridad de la agenda del Estado mexicano.”

Para Jaime Martínez Veloz, quien ha sostenido por casi 18 años su atención y cercanía con el fenómeno zapatista, el movimiento “nunca se ha ido; que la clase política no quisiera verlos o no haya querido asumir su responsabilidad frente a ellos es otra cosa, pero ellos siempre han estado en el mismo lugar, construyendo desde abajo, con organización y dignidad, lo que el poder les ha negado, un mejor destino para los suyos, pese a las limitaciones y carencias materiales que suplen con imaginación y creatividad”.

Recordó que el desplazamiento pacífico de los indígenas hace dos días, en las principales cabeceras municipales de los Altos, es producto del “desdén de las fuerzas políticas mexicanas frente a los problemas indígenas, sobre todo en su relación con el EZLN. Se expresa en que la Cocopa, que debe existir de acuerdo con lo establecido en la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, no ha sido constituida todavía, lo que habla del desinterés de las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión.”

Efectivamente, durante los años recientes no se ha realizado una reunión de dicha comisión legislativa, donde haya habido el quórum reglamentario que diseñe una estrategia que permita abordar un conflicto cuya complejidad no es menor.

“El comunicado del EZLN lo va a descifrar el tiempo y el curso de los acontecimientos, no se agota en una primera lectura, tiene la virtud de estar encriptado y además de ser claro, encierra oportunidades y advertencia a los gobiernos, y en suma sorpresas y eventualidades. El EZLN no está de vuelta, nunca se había ido, sólo que su cancha no es la electoral sino las causas más sentidas del México profundo.”

–¿Aún hay oportunidad de responder al reclamo que está por cumplir casi dos décadas? –se le preguntó.
–Yo lo veo como una oportunidad para generar una iniciativa de gran calado en materia indígena, que indudablemente tiene que pasar por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, pero al mismo tiempo me parece que es una advertencia, o un nuevo ¡ya basta!, la situación no aguanta más, ocho de cada 10 indígenas viven en la pobreza, mientras los recursos naturales de sus tierras y territorios son saqueados por compañías mineras, privadas y extranjeras.

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Declaración final de la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas IV”

May 18, 2010 By Irizarry

Estamos inmersos en una crisis civilizatoria que afecta a todo el planeta, donde son los grupos sociales más vulnerables y los pueblos del Sur los que están soportando la carga más pesada. Mientras millones de trabajadoras y trabajadores han perdido su trabajo, sumiendose en la pobreza y precariedad, el sistema financiero obtiene ganancias multibillonarias con el apoyo de los Estados del Norte.

La crisis económica mundial está lejos de ser resuelta y los planes de rescate se han dirigido a defender los intereses del gran capital, como lo demuestran las recientes medidas de ajuste estructural exigidas a Grecia por parte de la UE, y los anuncios en la misma dirección por parte de España y Portugal. La historia de América Latina y el Caribe demuestra el impacto devastador de estas políticas de recorte del gasto público, privatizaciones y desregulación económica.

Pues sí … Los pueblos, la gente, de alguna u otra manera siguen agenciando no solo resistencias y protestas, sino oposiciones manifiestas. El enemigo es el neoliberalismo, con sus imposiciones pretendidas. Eso se siente y se vive a diario. No es algo abstracto, algo de tesis o disertaciones académicas, ni es asunto de programas políticos “correctos” y sancionados de derecha o izquierda, sino que eso del neoliberalismo es algo cotidiano que busca imponer y asegurar su presencia fuerte y persistente. No es algo que se pueda criticar desde el punto de vista de las vanguardias pretendidas y pretenciosas, sino que tendencialmente queda ahora esa oposición en manos de la gente que se cansa y decide que ya no se puede seguir aceptando lo que se quiere seguir imponiendo desde arriba para beneficio de los pocos, para beneficio de los capitales neoliberales y de sus asociados y representantes de Estado (y de sus gobiernos).

Eso lo vemos ahora en Puerto Rico, en la huelga de l@s universitari@s. Lo que aparece más claramente en estos momentos, en ese movimiento de lucha que se sigue potenciando, es el reconocimiento de que el problema no es el presupuesto asignado al sistema universitario (que pretende desmantelar el sistema, como parte del gran plan neoliberal del gobierno de turno), sino que los efectos del presupuesto asignado al sistema universitario son parte de una lógica neoliberal que pretende imponer limitaciones cotidianas (a la gente) para satisfacer otras necesidades, las del neoliberalismo como gobierno descarado y de rapiña. Lo que está en juego es el sistema de escolarización pública, y  eso a su vez es parte de toda una estrategia de “desarrollo” (de acumulación del capital neoliberal, y del gobierno que requiere) que pretende subordinarlo todo a las necesidades inmediatas de ese capital, cueste lo que le cueste a la gente. El desmantelamiento de los servicios estatales que se imponen como parte de una supuesta reconstrucción fiscal (¿para quién?) son parte del mismo proceso. La gente no importa, pues somos siempre poblaciones desechables en función de los intereses de esos capitales neoliberales. Los de arriba siguen arriba.

L@s universitari@s se han convertido en punta de lanza posible en Puerto Rico, en contra de ese plan que solo es necesario para el neoliberalismo. En su revuelta recogen a su manera, y condensan, una representación alternativa y amplia desde abajo, con todas sus incertidumbres y con todas sus potencialidades que se dan a diario en todo lo que hacen. El apoyo que reciben ha sido y sigue siendo amplio y persistente, y ello es indicación de muchos descontentos, y de mucha solidaridad repleta de desafíos. Eso lo vemos cada día. Ponen en jaque la impermeabilidad arrogante y desmedida del gobierno de turno que ya busca carnadas, ilusiones de concesiones. L@s universitari@as, l@s estudiantes, han logrado eso en estos momentos. Pero no basta. Apenas es un comienzo posible.

El presupuesto universitario y sus efectos inmediatos no son el problema, sino el síntoma. La revuelta universitaria, y lo que tiende a aglutinar en estos momentos, son una gran esperanza, esperanza de lo que se puede hacer mientras se camina cuando se decide caminar, pero no es todavía solución. Esto es grieta muy importante y sin precedentes. Pero si no se logra una presencia ampliada, múltiple y sostenida, de todos los sectores afectados, que arranque un viraje inicial de las políticas neoliberales actuales, estamos en el umbral de una derrota.

Esto, ahora, es comienzo posible de alternativas. Las “condiciones” para que tal evento posible suceda no se esperan, ni se crean ni planifican, sino que se aprovechan y desarrollan cuando irrumpen las revueltas. Esa sí que es la gran lección de l@s universitari@s, en estos momentos que fluyen con tanta rapidez. Hay que aprovechar esa lección magistral, y eso lo sabe y lo teme el Estado y su gobierno. Puede que no lo reconozcan todos desde abajo, o que algunos no puedan aceptarlo por lo que implica y requiere para muchas organizaciones (y gente), pero la suerte de todos se juega en este proceso, en esta revuelta. El “apoyo” no basta. Todos andamos juntos en esto. Qué lástima, qué trágico sería no lanzarse en ese oleaje. Eso se percibe y se siente. Ya veremos.

Entonces, desde Madrid nos recuerdan, con sus encuentros, manifiestos y declaraciones, lo que todos sospechamos que tenemos que hacer. En Puerto Rico nos recuerdan ahora cómo es que ocurre en sus inicios posibles, en este momento y en ese lugar, si acaso se aprovecha esta revuelta para que llegue a ser otra cosa. Todos somos parte de lo mismo.

Ya veremos, dijo el ciego. Suerte les deseo, y voluntad colectiva de luchas lúcidas. Eso se conquista, paso a paso. Eso es lucha, en todos los sentidos posibles. Esto es un gran tranque. Para salir de eso hacen falta otro juego, otra mesa y otras fichas.

http://www.enlazandoalternativas.org/spip.php?article677

Enlazando Alternativas 4 (Madrid, mayo 2010) / Presidencia española de la Unión Europea (1er semestre 2010)
Declaración final de la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas IV“

Las redes, plataformas y organizaciones de Europa y América Latina y el Caribe, reunidas en Madrid del 14 al 18 de mayo, durante la Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV, reivindicamos nuestro derecho a plantear alternativas al modelo neoliberal y a los tratados de libre comercio, y creemos en nuestra capacidad para construir un dialogo político y social entre los pueblos.

Estamos inmersos en una crisis civilizatoria que afecta a todo el planeta, donde son los grupos sociales más vulnerables y los pueblos del Sur los que están soportando la carga más pesada. Mientras millones de trabajadoras y trabajadores han perdido su trabajo, sumiendose en la pobreza y precariedad, el sistema financiero obtiene ganancias multibillonarias con el apoyo de los Estados del Norte.

La crisis económica mundial está lejos de ser resuelta y los planes de rescate se han dirigido a defender los intereses del gran capital, como lo demuestran las recientes medidas de ajuste estructural exigidas a Grecia por parte de la UE, y los anuncios en la misma dirección por parte de España y Portugal. La historia de América Latina y el Caribe demuestra el impacto devastador de estas políticas de recorte del gasto público, privatizaciones y desregulación económica.

Justo cuando se cumplen dos siglos del inicio de las luchas de independencia en varios países de América Latina y el Caribe, la UE propone una “alianza” estratégica que supone volver al pasado. La creación de una « Zona Euro-Latinoamericana de Asociación Global Interregional », sustentada en la aprobación de una serie de acuerdos de libre comercio para proteger los intereses de las multinacionales europeas en América Latina y el Caribe y cercenar las posibilidades de una integración regional y birregional sobre nuevas bases.

En América Latina y el Caribe han surgido varios gobiernos progresistas y de izquierda sensibles a las exigencias de los movimientos populares, que buscan caminos alternativos de desarrollo más acordes con sus realidades locales, y defienden su soberanía nacional. La derecha mundial, al tiempo que intenta desprestigiar y desestabilizar esos gobiernos, sigue predicando políticas de corte neoliberal que han sido promovidas por multinacionales europeas –en particular españolas dentro de América Latina y el Caribe–, y que cuentan con el apoyo de la UE. Estrategias como la “Europa Global : Competir en el Mundo” y “Europa 2020” van a seguir generando elevados costos sociales y agravando las desigualdades entre Estados y al interior de cada país.

En Europa, con el Tratado de Lisboa se ha reforzado un modelo de integración antidemocrático y capitalista. La privatización de los servicios públicos junto a la vulneración de los derechos sociales y laborales consolida la Europa Fortaleza, de carácter militar, represivo y excluyente, en detrimento de la Europa Social.

Ante estas realidades la organización, la resistencia, la dignidad, la solidaridad y la movilización social son y serán factores esenciales para sostener los logros América Latina y el Caribeanzados, impedir una vuelta al pasado, y conquistar nuevos avances tanto en América Latina y el Caribe como en Europa. Nuestra estrategia de lucha y resistencia común se basa en la solidaridad entre nuestros pueblos, para la construcción de una sociedad en la cual los derechos económicos, políticos, laborales, sindicales, sociales, culturales y ambientales sean la prioridad y razón de ser de las políticas gubernamentales.

En este sentido :

1. Rechazamos enérgicamente los Tratados de Libre Comercio, los Acuerdos de Asociación (AdAs) y los tratados bilaterales de inversión (TBIs) –o Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRIs)– pactados entre algunos gobiernos latinoamericanos y europeos, que han sido negociados a espaldas y en contra de los intereses de nuestros pueblos. En particular, rechazamosel Acuerdo de Asociaciòn UE Cariforum, la firma de tratados con Colombia, Perú y Centroamérica y la reanudación de negociaciones con el Mercosur.

2. Rechazamos que la cooperación al desarrollo forme parte de estos acuerdos al servicio de intereses económicos privados. Queremos una cooperación que fortalezca la capacidad de los actores sociales y de los Estados para diseñar e implementar políticas que apunten a combatir la injusticia social.

3. Rechazamos la implementación de planes de ajuste estructural e intervención del FMI en los países de Europa y América Latina y el Caribe para hacer frente a la crisis económica. Reivindicamos la moratoria inmediata sobre el pago de la deuda publica y la realización de auditorias para la cancelación de deudas ilegitimas.

4. Continuaremos buscando soluciones reales a la crisis ambiental y climática, basadas en la justicia climática y en la necesidad de cambiar el sistema, que produce la destrucción del planeta. Para frenar el cambio climático es necesario que la UE reduzca sustancialmente sus emisiones de gases de efecto invernadero a nivel domestico. Reclamamos a los gobiernos europeos que paguen las deudas ecológicas que acumulan con los pueblos del sur, incluida América Latina y el Caribe, para el financiamiento de la mitigación y sobrevivencia al cambio climático. Ante el fracaso de la Cumbre sobre el Clima de Copenhague, nos comprometemos a implementar las propuestas acordadas en la “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra”, celebrada en Cochabamba en Abril 2010, como por ejemplo la creación de un tribunal de justicia climática.

5. Apoyamos a todas luchas de los movimientos campesinos de América Latina y el Caribe y Europa por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos, la reforma agraria, contra los transgénicos y en defensa de sus territorios. La agricultura campesina, familiar y de pequeña escala alimenta a los pueblos y enfría el planeta.

6. Mantendremos nuestra lucha en favor de la democracia participativa, directa y plural, y nos opondremos a los intentos de coartarla. Apoyamos las luchas contra la impunidad y por la justicia para las víctimas de los genocidios. Rechazamos la criminalización de la protesta social.

7. Exigimos la ruptura de relaciones diplomáticas y financieras con el gobierno de Porfirio Lobo en Honduras, rechazado por varios gobiernos. Dicho Gobierno es proveniente de un golpe de Estado, elegido en condiciones antidemocráticas, sostenido a costa de la represión a los movimientos sociales y la violación de los derechos humanos. Apoyamos la lucha del frente de Resistencia Popular de Honduras y su lucha por una asamblea constituyente.

8. Rechazamos la militarización y la visiòn que desconoce la capacidad del pueblo haitiano para definir su propio destino, con el pretexto de la ayuda humanitaria. Exigimos el respeto a la soberanía del pueblo haitiano, la anulación de la deuda externa de ese país, y el pago de reparaciones.

8. Exigimos a la UE la derogación de la Posición Común contra Cuba.

9. Acusamos a la UE, a sus instituciones y a sus gobiernos de flagrante complicidad en la violación de los derechos humanos, por ejemplo en Colombia, Honduras, Perú, Guatemala y México, países donde dirigentes sociales son asesinados cotidianamente y la protesta social es reprimida.

10. Repudiamos las políticas que aplica la UE en materia de inmigración, porque amenazan gravemente la democracia y la paz entre nuestros pueblos al fomentar la xenofobia y el racismo. Participamos y apoyamos las luchas de los movimientos y redes de migrantes contra la Europa Fortaleza, con sus campos de internamiento para extranjeros (CIE) y su “Directiva del Retorno” justamente llamada “Directiva de la Vergüenza”. Esta política migratoria representa la otra cara de la Europa del Capital.

11. Denunciamos la militarización de nuestros continentes y, en particular, el carácter belicista del gobierno de Colombia. La instalación de 7 bases militares de los Estados Unidos en este país representa una amenaza a la paz y estabilidad de la región. Reiteramos nuestra condena a la política belicista de la UE en Afganistán bajo la egide de la OTAN, así como el uso de millonarios recursos para sostener una maquinaria de guerra que podrían emplearse para otras prioridades de carácter social.

12. Apoyamos la lucha del pueblo griego en la defensa de sus derechos, que representan los derechos de todos los pueblos europeos.

13. Nos comprometemos a trabajar para consolidar un espacio político de solidaridad -en la que participan una diversidad amplísima de movimientos sociales y políticos- que abogan por una integración social, económica, de género, política, ambiental y cultural, y que sea alternativa a la que propone la Unión Europea (UE) y varios de los gobiernos de América Latina y el Caribe.

14. Nos comprometemos a fortalecer y consolidar nuestras luchas frente al poder corporativo y a abrir una nueva etapa de trabajo de la Red Enlazando Alternativas hacia la constitución de un instrumento internacional vinculante para juzgar crímenes económicos. La sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), “La Union Europea y las Transnacionales en America Latina. Politicas Instrumentos y actores” ha contribuido a este propósito.

15. Apoyamos y formamos parte de las luchas que libran las comunidades afroddescendietnes, las mujeres, los jovenes y los excluidos de la Amèrica Latina y Europa, que estàn sufriendo los efectos de la crisis con mayor dureza.

16.Hacemos nuestras las luchas y reivindicaciones de los pueblos originarios y por el buen vivir, la creación de estados plurinacionales y el reconocimiento y defensa de los derechos de la madre tierra, que contribuyen a la necesidad de desarrollar modos de consumo y producción que son sostenibles, responsables y justos.

17. Saludamos los compromisos de los gobiernos de América Latina y el Caribe para romper con siglos de dependencia económica, el saqueo de los recursos naturales y la expoliación de los territorios.

18. Llamamos a los pueblos europeos a levantarse para construir otra Europa. Agradecemos a las y los integrantes de los colectivos del Estado español su esfuerzo y ayuda para la realización de nuestra Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV, y damos la bienvenida a las compañeras y compañeros que desde ya están dispuestos a iniciar los preparativos para la Quinta Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas a realizarse en 2012.

Dedicamos esta Cumbre de los Pueblos a la memoria de la activista indígena Betty Cariño, quien fue asesinada en Oaxaca (México), el 27 de abril, por su labor contra las transnacionales mineras. Hacemos este homenaje en representación de todas las personas asesinadas a causa de su lucha social y política, y a todas las vìctimas del modelo neoliberal injusto y excluyente en América Latina, el Caribe y Europa

Madrid, 16 de mayo de 2010
Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV

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“¿No quiere parar de consumir? Tranquilo que ya le obligará la realidad a ello”

April 19, 2010 By Irizarry

Pero se puede ver desde otro punto de vista: la realidad misma nos va a imponer el racionamiento, nos va a provocar colapsos, un caso clarísimo es el del petróleo, que se va a acabar y todo el mundo lo sabe aunque nadie lo diga y de hecho hay quien sostiene que ya actualmente hemos entrado en la fase de declive y realmente puede ser que sea así. Es el dicho: ¿no quieres dejar el consumo, parar de consumir? Tranquilo que la realidad te va a obligar a ello, te lo va a imponer. Y si no hay gente que ha hecho ese discurso de decrecimiento, crecimiento cero, de la frugalidad, si nadie ha pensado en eso ni lo ha divulgado, seguiremos con los mismos mitos de que es posible seguir creciendo y hay que acabar con ellos.

Pues ahí les ponemos esto sobre la mesa.

¿Controversial? ¿Absurdo? Tal vez, pero lo cierto es que cuando se plantea lo absurdo (por lo que aparentemente tiene de sencillo) se tropieza tal vez con lo complejo, con la posibilidad de una síntesis de múltiples determinaciones, con lo concreto existente. Es provocación. Es asunto de ubicar lo que es aparentemente simple en lo complejo, en lo existente.

Parar de consumir, detener el consumo. Asusta. Pero si nos planteamos la detención de los consumos existentes y predominantes, eso sí que sería lo urgente.

Lo interesante es que entonces nos ubicamos en el reconocimiento posible de todos los consumos que se refuerzan mutuamente, pues no hay consumos “materiales”, de “cosas”, sin el consumo concurrente de los afectos (los antojos) que provocan el consumo de las cosas. Y resulta que todos esos consumos son parte de la misma producción que nos consume, que nos traga, pues esos son los consumos de la reproducción de los capitales que obviamente no son capaces de mantenerse sin la rapiña de lo cotidiano.

¿Ascetismo? No, eso es trampa, pues es rechazo programado. No hay que deshacerse. Hay que hacerse de otra manera. La pregunta es si podemos lograr otras producciones y consumos que sean capaces de otras satisfacciones que no sean destructivas, sino creativas y sensatas, capaces de lograr y sostener las ecologías necesarias, las ecologías de lo sustentable. Es buscar y lograr lo que pueda sostener la vida a pesar y en contra del lucro inmediato de los inversionistas del llamado desarrollo, de los inversionistas del antojo y de las dependencias. Tedrían que ser cologías comunitarias contrarias a los privilegios de los poderes, de las explotaciones.

Acaso parece muy abstracto todo eso, pero en realidad es muy concreto. Se nos mueren la isla, el planeta, y mientras tanto entre todos nos matamos. ¿Por qué? ¿Cómo planteamos una alternativa ante ese hecho tan brutal que desaparece entre los consumos inmediatos? Se puede decir que hay que dejar de consumir, y plantear qué es que hay que dejar de consumr. Y entonces, tal vez, se puede decir que el problema son los consumos que actualmente nos consumen, y eso entonces es asunto político, de búsqueda de alternativas.

Lo político: no es imponer limitaciones autoritarias al crecimiento de las poblaciones ni al manejo de los recursos, sino lograr otros procesos de producción y consumo. ¿Cuál política es necesaria?

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=103953&titular=%22%BFno-quiere-parar-de-consumir?-tranquilo-que-ya-le-obligar%E1-la-realidad-a-ello%22-


El sociólogo Joaquín Sempere afirma que “hay que acabar con el mito de que podemos seguir creciendo”
“¿No quiere parar de consumir? Tranquilo que ya le obligará la realidad a ello”

S. Regueira
El Faro de Vigo

Joaquín Semprere es profesor de Sociología de la Universidad de Barcelona y autor de diversas obras sobre la explosión consumista, el final de los combustibles no renovables y la crisis ecológica. Sus campos de investigación preferentes se centran en las necesidades humanas y ambientales. Participó en la Semana Galega de Filosofía 2010 con una ponencia sobre el decrecimiento. “Cuando los bancos o los financieros hablan de crecimiento”, explica el sociólogo Joaquín sempere, “no tiene nada que ver con el progreso humano, con la necesidad real, sino con un único concepto: aumentar, aumentar, aumentar siempre el volumen de la economía”

Incluso sin saber muy bien para qué se aumenta

Exacto. Ahí está la gran pregunta: ¿Para qué? Es normal cuando uno esté en la pobreza incrementando y mejorando su alimentación, su espacio vital, sus comodidades, pero si se piensa que eso puede crecer indefinidamente ya cobra un nuevo sentido.

Teniendo un techo y comiendo tres veces al día ¿para qué crecer más?

Ésa es justamente la pregunta que no sólo indica lógica sino que hoy adquiere unas características nuevas porque resulta que la población mundial en sólo 200 años se ha multiplicado por siete, la huella ecológica se ha multiplicado por mucho más (hay quien dice que por cincuenta o sesenta) y el impacto humano sobre la superficie de la tierra, sobre la biosfera, es ya descomunal y estamos llegando al límite. De hecho hay investigadores que advierten seriamente de que estamos llegando ya al límite y esa pregunta que plantea adquiere un valor cualitativamente distinto, un valor de supervivencia de la especie.

¿La solución es el decrecimiento o sólo es un concepto de moda?

Es que la palabra decrecimiento no me gusta mucho para describir lo que debería buscarse, me satisface más la expresión de una economía ecológicamente sostenible.

Cómo llegar a ella?

Pues en algunos aspectos efectivamente habrá que decrecer, sobre todo en los países más ricos donde claramente nos hemos pasado y consumimos más de la cuenta innecesariamente y estamos socavando las bases naturales de la vida para las generaciones futuras e incluso para las generaciones presentes de los países más pobres. Y por tanto ahí sí que habrá que decrecer pero en otros no, en otros habrá que crecer como por ejemplo en energías renovables o en el Tercer Mundo e incluso aquí hay sectores pobres que necesitan aumentar su nivel de vida. De modo que creo que si se habla tanto de decrecimiento es por un fenómeno de moda. Alguien (alguien importante) lanzó la idea hace muchos años, fue un economista que es uno de los padres de economía ecológica, y luego se ha retomado en estos últimos diez años, sobre todo en Francia e Italia y efectivamente decrecimiento es un término que ha hecho fortuna pero en el fondo creo que la mayoría estaría de acuerdo en que esa no es la idea central sino la economía sostenible.

¿Parar?

Parar, si, antes se habló también de crecimiento cero o de estado estacionario de la economía, que vendría ser eso. La gracia del concepto de decrecimiento es su impacto publicitario: ¿quereis crecimiento? Pues no sólo proponemos crecimiento cero sino decrecimiento.

¿Este tipo de medidas las veremos o no tenemos remedio?

Aquí hay que verlo desde varios puntos de vista: uno es que algunos de los que hablan del decrecimiento lo ven como un programa de vida y de acción, lo cual a mi me parece bien, que haya un programa de acción. Pero se puede ver desde otro punto de vista: la realidad misma nos va a imponer el racionamiento, nos va a provocar colapsos, un caso clarísimo es el del petróleo, que se va a acabar y todo el mundo lo sabe aunque nadie lo diga y de hecho hay quien sostiene que ya actualmente hemos entrado en la fase de declive y realmente puede ser que sea así. Es el dicho: ¿no quieres dejar el consumo, parar de consumir? Tranquilo que la realidad te va a obligar a ello, te lo va a imponer. Y si no hay gente que ha hecho ese discurso de decrecimiento, crecimiento cero, de la frugalidad, si nadie ha pensado en eso ni lo ha divulgado, seguiremos con los mismos mitos de que es posible seguir creciendo y hay que acabar con ellos.

¿Y qué esperan que suceda entonces? ¿Más guerras para empezar?

Si sucede eso podrían ocurrir consecuencias políticas muy desagradables o muy desastrosas: para empezar líderes populistas que prometan el oro y el moro, el mensaje de “no os preocupéis que esto yo lo arreglo”. ¿Y cómo lo va a arreglar? Hay varias maneras porque el mundo es muy grande y está muy desigualmente repartido, y puede ser que una parte de la humanidad, la que tiene más dinero, tecnología y armas, se imponga a los demás, entonces podemos entrar en una era de desórdenes, de guerras y de aventuras imperialistas. El caso de Iraq está ahí y nada garantiza que no haya más casos semejantes en el futuro. A lo que creo en general es que más que a una reducción del consumo voluntaria iremos a una frugalidad impuesta por la realidad misma y que si no hay programas de acción individual, colectiva y política también para administrar adecuadamente esta escasez de recursos que se nos viene encima, si no hay racionalidad en este punto y espíritu de solidaridad podemos entrar en una fase regresiva de decadencia de la civilización, de disgregación social y de conflictividad dentro y fuera de los países.

Fuente: http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2010/04/11/quiere-parar-consumir-tranquilo-obligara-realidad/428073.html

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Declaración de los pueblos en Klimaforum09 – Cambiemos el sistema, no el clima

March 24, 2010 By Irizarry

Hay soluciones a la crisis del clima. Lo que necesitan los pueblos y el planeta es una transición justa y sostenible de nuestras sociedades a un modelo que garantice el derecho a la vida y la dignidad de todas las personas, y entregue un planeta más fértil y vidas más plenas a las generaciones presentes y futuras. […] Si realmente queremos hacer frente a esta crisis, necesitamos entender que la especie humana forma parte tanto de la naturaleza como de la sociedad, y que no puede existir sin ellas. Por tanto, si queremos que la humanidad sobreviva, tenemos que respetar la integridad de la Madre Tierra y tenemos que esforzarnos por conseguir la armonía con la naturaleza y la paz dentro y entre las culturas. Somos, al mismo tiempo, ciudadanos de diferentes países y de un sólo mundo.

Pues de cuando en vez aparece un reclamo que propone llegar a los límites de lo existente. Interesante y urgente esto es. No tenemos crisis de clima que no sea crisis de civilización, de la civilización actual que requiere, y que no puede evitar, la crisis del clima que tenemos. La crisis del clima es la crisis de la civilización actual. Esa civilización es la que ahora vivimos como la civilización del capital neoliberal. La pregunta es cuál otra civilización es posible y necesaria, y cómo se logra de manera que las “soluciones” no sigan favoreciendo a los que han facilitado la crisis.

El futuro alterno posible está ya en el presente incierto, y solo puede llegar a través de las luchas existentes.

Se juega la vida en todo esto. No hay otro planeta posible, pero sí hay otras formas de sociedad posibles en este planeta, y laten ya en sus potencias persistentes, pero no son esas alternativas para los de arriba. Para los de abajo, hay que descubrir y lograr las alternativas en las luchas que resisten. ¿Cómo se logra lo distinto desde donde estamos?

¿Acaso estamos atrapados en la política de la muerte?

Cambiemos el sistema y no el clima, nos dicen, y es que si cambiamos el “sistema” de producción y consumo, de gobierno y de vida, tal vez cambiamos el clima, logramos detener el ritmo del deterioro y podemos restablecer equilibrios viables. Todo esto anda junto, es lo mismo. Todas esas facetas y dimensiones están inscritas diariamente en las redes de todas las ecologías en las cuales vivimos.

Ya veremos, o acaso es que ya nos hemos acostumbrado a una imaginación apocalíptica mediatizada que no puede concebir otros caminos. Acaso creemos que podemos sobrevivir, de milagro. Hay que ver a quién le pertenece el mundo.

¿Se pueden lograr alternativas si nos aferramos a las formas de organización y de participaciones políticas que seguimos aceptando, ante todo los partidos y los sindicatos? ¿Hay que liberarse de esos encierros y desatar a los movimientos? Eso requiere abrir otros espacios de convocatorias que se constituyan desde abajo. Ya veremos.

http://movimientos.org/defensamadretierra/show_text.php3?key=16450

2009-12-12
Declaración de los pueblos en Klimaforum09
Cambiemos el sistema, no el clima

RESUMEN

Hay soluciones a la crisis del clima. Lo que necesitan los pueblos y el planeta es una transición justa y sostenible de nuestras sociedades a un modelo que garantice el derecho a la vida y la dignidad de todas las personas, y entregue un planeta más fértil y vidas más plenas a las generaciones presentes y futuras.

Nosotros, los pueblos, las comunidades y todas las organizaciones participantes en Klimaforum09 en Copenhague, hacemos un llamado a todas las personas, organizaciones, gobiernos e instituciones, incluidas las Naciones Unidas, para que contribuyan a esta transición necesaria. Será un trabajo difícil. La crisis actual reviste aspectos económicos, sociales, ambientales, geopolíticos e ideológicos que se afectan y se fortalecen mutuamente, y que potencian la crisis del clima. Por este motivo llamamos a la acción urgente sobre el clima:

•    Abandonar completamente los combustibles fósiles en los próximos 30 años, que deben incluir hitos específicos para cada período quinquenal. Exigimos una reducción inmediata en las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrialiazos de, como mínimo, un 40% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2020.
•    Reconocer, pagar y compensar la deuda climática por el consumo excesivo del espacio atmosférico y los efectos negativos del cambio climático sobre los pueblos y poblaciones afectados.
•    Rechazar las falsas y peligrosas soluciones orientadas al mercado y centradas en la tecnología que proponen muchas compañías transnacionales. Entre ellas, la energía nuclear, los agrocombustibles, la captura y el almacenamiento del carbono, los Mecanismos de Desarrollo Limpio, el biochar, los cultivos transgénicos “climate ready”, la geoingeniería y la reducción de emisiones a través de la deforestación y de la degradación de los bosques (REDD) definida en la CMNUCC, que agravan los conflictos sociales y medioambientales.
•    Soluciones reales a la crisis climática basadas en el uso seguro, limpio, renovable y sostenible de los recursos naturales, y la transición a la soberanía alimentaria, energética, sobre la tierra y las aguas.

Por tanto exigimos que la CDP15 llegue a un acuerdo que inicie la recuperación del equilibrio ambiental, social y económico del planeta con medios que sean sostenibles e igualitarios ambiental, social y económicamente, y que finalmente culmine en un tratado jurídicamente vinculante.

Los impactos negativos del cambio climático causado por el hombre producen graves violaciones de los derechos humanos. Las naciones tienen la obligación de cooperar en el ámbito internacional para garantizar el respeto de los derechos humanos en todo el mundo, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. Cualquier acuerdo específico sobre el cambio climático debe entenderse en el contexto más amplio de lograr una transición sostenible de nuestras sociedades.

Nosotros, los pueblos y organizaciones que participamos en Klimaforum09, nos obligamos a proseguir con nuestro compromiso pleno y activo por esta transición, que exige cambiar fundamentalmente las estructuras sociales, políticas y económicas, y corregir las desigualdades e injusticias por motivo de género, clase, raza, generación o grupo étnico.

Para ello hay que restaurar la soberanía democrática de nuestras comunidades locales, como unidad social, política y económica básica. La propiedad, el control y el acceso local y democrático de los recursos naturales forma la base de un desarrollo significativo y sostenible de las comunidades, al tiempo que reduce la emisión de gases de efecto invernadero. También son necesarios acuerdos regionales e internacionales de cooperación más sólidos para gestionar recursos comunes y compartidos, y una ONU más fuerte y democrática.

Llamamos a todos los afectados, personas, movimientos sociales, organizaciones culturales, políticas y económicas a que se unan a nosotros en la construcción de un movimiento de movimientos fuerte y global, que promueva las visiones y demandas de los pueblos en todos los niveles de la sociedad. Juntos, podemos propiciar una transición mundial hacia un futuro sostenible.

Cambiemos el sistema, no el clima
Declaración de los pueblos en Klimaforum09

1. Preámbulo

Hay soluciones a la crisis del clima. Lo que necesitan los pueblos y el planeta es una transición justa y sostenible de nuestras sociedades a un modelo que garantice el derecho a la vida y la dignidad de todas las personas, y entregue un planeta más fértil y vidas más plenas a las generaciones presentes y futuras. Una transición basada en los principios democráticos de la solidaridad, en particular con los más vulnerables, la no discriminación, la igualdad de género, la equidad y la sostenibilidad; que reconozca que somos parte de la naturaleza, a la que amamos y respetamos. Para solucionar la crisis del clima, sin embargo, es necesario despertar conciencias y adoptar medidas decisivas según principios que respeten los derechos. Las naciones tienen la obligación de cooperar en el ámbito internacional para garantizar el respeto de los derechos humanos en todo el mundo, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

Nosotros, los pueblos, las comunidades y todas las organizaciones participantes en Klimaforum09 en Copenhague, hacemos un llamado a todas las personas, organizaciones, gobiernos e instituciones, incluidas las Naciones Unidas, para que contribuyan a esta transición necesaria. Será un trabajo difícil. La crisis actual reviste aspectos económicos, sociales, ambientales, geopolíticos e ideológicos que se afectan y se fortalecen mutuamente, y que potencian la crisis del clima. Esta encrucijada de crisis climática, energética, financiera, alimentaria e hídrica, entre otras, nos empuja a unirnos y a transformar el sistema social y económico dominante y la gobernanza mundial, que impide hallar las soluciones que exige la crisis del clima. Por este motivo, es necesario un movimiento de base que actúe urgentemente.

Es necesario pagar la deuda ambiental y climática. No se deben promover y adoptar soluciones falsas, peligrosas y a corto plazo como la energía nuclear, los agrocombustibles, la compensación de emisiones, la captura y almacenamiento del dióxido de carbono, el biochar, la bioingeniería y el comercio de derechos de emisión. En lugar de ello, deberíamos llevar a cabo una transición plenamente sostenible, basada en recursos limpios, seguros y renovables y en la conservación de energía. Celebramos las alianzas entre los movimientos sociales y los diversos sectores, que representen a todos los grupos de edad, géneros, orígenes étnicos, creencias, comunidades y nacionalidades. Queremos dar forma a nuestro futuro construyendo un movimiento popular sólido compuesto por jóvenes, mujeres, hombres, trabajadores, campesinos, pescadores, pueblos indígenas, gente de color y grupos sociales urbanos y rurales que sea capaz de actuar a todos los niveles de la sociedad para paliar la degradación del medio ambiente y el cambio climático. Instamos a un nuevo orden económico internacional y apoyamos una Organización de las Naciones Unidas fuerte y democrática, por oposición al G8, el G20 u otros grupos cerrados de países poderosos.

2. El desafío, desde nuestro punto de vista:

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha alcanzado ya niveles tan altos que el sistema climático se ha desequilibrado. La concentración de CO2 y la temperatura del mundo han aumentado aceleradamente en los últimos 50 años y subirán aun más rápido en las próximas décadas. Esto se suma a multitud de desequilibrios ecológicos, cuyo impacto pone en peligro las vidas y medios de subsistencia de los pueblos del mundo, y en particular de las personas desfavorecidas y otros grupos vulnerables.

El desequilibrio del sistema climático da lugar a episodios extremos más acusados y frecuentes de calor y lluvias, ciclones tropicales, huracanes y tifones, inundaciones y sequías intensas, pérdida de biodiversidad, corrimientos de tierras, aumento del nivel del mar, escasez de agua potable, periodos vegetativos mas cortos, menor rendimiento, deterioro o pérdida de tierras agrícolas, menor producción agrícola, pérdidas de ganado, extinción de ecosistemas y agotamiento de los caladeros, entre otros. Estos fenómenos dan lugar a crisis alimentarias, hambruna, enfermedades, muertes y desplazamientos, así como a la desapareción de formas de vida sostenibles. A esto se suma la introducción de los transgénicos, los monocultivos y la industrialización de la agricultura, fuertemente promovida por empresas que suponen una grave amenaza para la estabilidad y diversidad de los ecosistemas. Además, esto acarrea la marginalización y el empobrecimiento de los pequeños campesinos y socava su soberanía alimentaria. La agricultura industrial tiene por objeto dar respuesta a la demanda mundial que procede del consumo excesivo, en particular en los países del Norte, y no a las necesidades básicas locales. Lo mismo puede decirse de las industrias pesqueras modernas, la silvicultura intensiva y la minería, que destruyen los ecosistemas, disminuyen la biodiversidad y arruinan la vida y los medios de subsistencia de las comunidades locales.

Estas consecuencias del cambio climático, junto a la desigualdad social creciente y las graves repercusiones en nuestro entorno común, ya están devastando las vidas de millones de personas y comunidades locales. Ahora bien, nosotros los pueblos no estamos dispuestos a aceptar que ese sea nuestro destino. Por eso están surgiendo con rapidez movimientos populares que están decididos a defender sus medios de vida y a luchar contra esas fuerzas y las causas que nos han llevado por este camino suicida de destrucción ambiental.

En Asia, África, Oriente Medio, Oceanía y América Central y del Sur, así como la periferia de América del Norte y Europa, están surgiendo movimientos populares para luchar contra la explotación de sus tierras por parte de intereses extranjeros y retomar el control de sus propios recursos. Una nueva forma de activismo ha revitalizado los movimientos ambientalistas y ha dado lugar a una amplia variedad de protestas y acciones contra la minería, las grandes presas, la deforestación, las centrales térmicas de carbón, la navegación aérea y la construcción de nuevas carreteras, entre otras. Cada vez hay mayor conciencia sobre la necesidad de cambiar profundamente el actual paradigma económico. En los distintos movimientos están proliferando formas de vida alternativas. Al mismo tiempo, la opinión pública se ha dado cuenta de que los responsables políticos actuales no están dispuestos a enfrentarse a la amenaza del cambio climático y de la degradación ambiental. La llamada estrategia de crecimiento verde o crecimiento sostenible ha resultado ser una excusa para perpetuar el mismo modelo básico de desarrollo económico, que es una de las causas fundamentales de la destrucción ambiental y la crisis climática.

3. Las causas, desde nuestro punto de vista:

La causa inmediata y principal del cambio climático producido por la mano del hombre es una emisión sin precedentes de gases de efecto invernadero a la atmósfera, originada por el incremento del consumo de combustibles fósiles para la industria, el comercio, el transporte y fines militares, por mencionar sólo algunas fuentes significativas. Otros inductores importantes del cambio climático son la deforestación, las industrias extractivas, la degradación forestal (con excepción de la agricultura itinerante sostenible de los pueblos indígenas), la interrupción del ciclo del agua, el robo de tierras para extender la agricultura industrial, el aumento de la producción cárnica industrial y otros tipos de uso no sostenible de los recursos naturales.

Control y propiedad desiguales de los recursos
Estas causas inmediatas son el resultado de un sistema económico mundial no sostenible construido a partir de un acceso y un control desiguales a los limitados recursos del planeta y a los beneficios que se derivan de su uso. Este sistema se basa en la apropiación de tierras comunales locales, nacionales y mundiales por parte de las élites locales y mundiales. Los tan alabados avances en tecnología, en producción y en progreso humano son los que en realidad han producido los desastres de desarrollo locales y mundiales. Aún así, una élite mundial privilegiada sigue empeñada en un consumo desmesurado y una producción irresponsable que busca solo el lucro, mientras un gran porcentaje de la humanidad se ve sumido en la pobreza y consume apenas lo necesario para la subsistencia y la supervivencia, o incluso menos. Ésta es la situación no sólo en los países del Sur, sino también en el Norte. Las empresas transnacionales más grandes del mundo, con sede principalmente en los países del Norte y en paraísos fiscales, pero con operaciones en todo el mundo, llevan mucho tiempo al frente de estos excesos.

La competencia entre las transnacionales y los países ricos por los recursos y por mayores cuotas de mercado, así como los acuerdos y tratados de comercio, han llevado a una opresión neocolonial de los pueblos del Sur, a los que se les han negado la propiedad y el control legítimos de sus recursos. La Organización Mundial del Comercio, las instituciones financieras internacionales, así como la Unión Europea y los Estados Unidos, por medio de acuerdos bilaterales, están incrementando la privatización y la mercantilización de los recursos públicos a la vez que intensifican el robo de los recursos naturales a los países subdesarrollados y les imponen condiciones que aumentan su dependencia.

C
orrientes de pensamiento imperantes y alternativas
El modelo de desarrollo que promueven estas instituciones no es sólo cuestión de “economía”. El paradigma económico imperante está directamente relacionado con un sistema de pensamiento que se basa en una imagen del ser humano como “ser económico”. Esta ideología la apoyan los grandes medios de comunicación y las empresas de mercadotecnia que promueven el egoísmo, la competencia, el consumo material y la acumulación ilimitada de riqueza personal sin prestar atención a las consecuencias sociales y ecológicas de tal comportamiento. Este sistema de pensamiento está íntimamente ligado a las corrientes de patriarcado y paternalismo.

Si realmente queremos hacer frente a esta crisis, necesitamos entender que la especie humana forma parte tanto de la naturaleza como de la sociedad, y que no puede existir sin ellas. Por tanto, si queremos que la humanidad sobreviva, tenemos que respetar la integridad de la Madre Tierra y tenemos que esforzarnos por conseguir la armonía con la naturaleza y la paz dentro y entre las culturas. Somos, al mismo tiempo, ciudadanos de diferentes países y de un sólo mundo. Todos compartimos la responsabilidad por el bienestar presente y futuro de la familia humana y de todos los demás seres vivos. El espíritu de solidaridad humana y de parentesco con toda forma de vida se refuerza si vivimos de acuerdo con el principio de “Uno entre muchos”.

4. Una transición justa y sostenible

Está claro que para solucionar la crisis del clima se requieren transformaciones de gran alcance, que actualmente están excluidas del orden del día de quienes diseñan las políticas en los gobiernos y en las instituciones multilaterales. Los pueblos piden un cambio de sistema, no “lo mismo de siempre”, ni el uso indiscriminado de apaños tecnológicos y comerciales con los que los grandes intereses han establecido y limitado la agenda climática.

Los movimientos populares no carecen de visiones alternativas para la sociedad ni de pasos concretos que se deban tomar para acercarse a un futuro sostenible a la vez que se abordan las crisis climática, hídrica, económica y alimentaria. Dicha transición sostenible empezará con muchas iniciativas diferentes. Algunos de los pasos hacia la transición sostenible son:

·  Soberanía alimentaria y agricultura ecológica: Defender el derecho de los pueblos, comunidades y países a establecer sus propios sistemas de producción, incluyendo las políticas de agricultura, pesca, alimentación, bosques y territorio que sean apropiadas para sus circunstancias desde un punto de vista ecológico, social, económico y cultural. Se debe respetar y garantizar el acceso de las personas, especialmente de las mujeres, al control de los recursos productivos tales como la tierra, las semillas y el agua. La producción agrícola debe basarse principalmente en conocimientos locales, tecnologías apropiadas y técnicas sostenibles desde un punto de vista ecológico que absorban el CO2, lo mantengan en los diferentes sistemas nativos de plantación, capten y mantengan el agua y devuelvan al suelo más nutrientes de los que se extrajeron. La producción agrícola y alimentaria se debe centrar principalmente en satisfacer las necesidades locales, fomentar el autoabastecimiento y promover el mercado laboral local, así como en reducir el uso de recursos, los residuos y las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del proceso.

· Apropiación democrática y control de la economía: La reorganización de los bienes de producción de la sociedad hacia formas más democráticas de apropiación y gestión, con el fin de satisfacer las necesidades básicas de las personas, tales como la creación de empleo, el acceso al agua, la vivienda, la tierra, los sistemas sanitarios y educativos, la soberanía alimentaria y la sostenibilidad ecológica. Las políticas públicas deben garantizar que los sistemas financieros favorezcan los intereses públicos y que canalicen los recursos para la transformación sostenible de la industria, la agricultura y los servicios.

·  Soberanía energética: Una reducción radical del consumo energético, especialmente en los países injustamente enriquecidos, combinada con un nuevo enfoque hacia fuentes de energía públicas y renovables, como la energía solar, eólica, geotérmica, del oleaje y de las minicentrales hidroeléctricas, así como el desarrollo de sistemas de distribución eléctrica autosuficientes para garantizar el suministro de energía a las comunidades, y la propiedad pública de la red eléctrica.

· Planificación ecológica de las zonas urbanas y rurales: El objetivo es reducir radicalmente el consumo de energía y recursos, y la cantidad de residuos y contaminación, fomentando al mismo tiempo que se cubran las necesidades básicas de los ciudadanos con medios locales. Una planificación urbana y rural basada en los principios de la justicia social que ofrezca un servicio igualitario a todo el mundo y reduzca la necesidad de transporte. Promover los sistemas de transporte público, como sistemas ferroviarios ligeros y de alta velocidad y carriles bici, para reducir de este modo la necesidad de utilizar vehículos privados a motor y descongestionar las carreteras, a la vez que se mejora la salud pública y se reduce el consumo de energía.

· Instituciones educativas, científicas y culturales: Reorientar la investigación pública y la educación para satisfacer las necesidades de la población y el medio ambiente, en lugar de la tendencia actual que se limita a desarrollar tecnologías privadas y lucrativas. La investigación y el desarrollo debería ser, ante todo, un esfuerzo abierto y colaborativo por el bien común de la humanidad. Se deberían eliminar las patentes sobre las ideas y la tecnología. Se debería fomentar un intercambio justo de tecnologías apropiadas, el conocimiento tradicional y las prácticas indígenas innovadoras, así como el intercambio de ideas entre países.

· Poner fin al militarismo y a las guerras: El actual modelo de desarrollo basado en los combustibles fósiles nos conduce a la violencia, la guerra y los conflictos armados por el control de la energía, la tierra, el agua y otros recursos naturales. Esto queda patente en la invasión y ocupación de Iraq y Afganistán dirigidas por Estados Unidos y la militarización en todo el mundo de aquellas regiones que poseen combustibles fósiles y otros recursos naturales. Se está expulsando violentamente a campesinos y comunidades indígenas de sus tierras para abrir paso a plantaciones de agrocombustibles. Se han gastado billones de dólares en la industria armamentística, despilfarrando ingentes recursos humanos y materiales que deberían dedicarse a realizar una transición sostenible.

Dando pasos hacia adelante vamos aprendiendo. Estos pasos nos ayudarán a convencer a la gran mayoría de la gente de que una transición sostenible trae la promesa de una vida mejor y más plena. Los campos social, político, económico y ambiental están íntimamente interrelacionados. Por tanto, una estrategia coherente debería cubrirlos todos: esta es la idea central del concepto de transición sostenible.

Un aspecto de este concepto es el reestablecimiento de las comunidades locales en lugar del mercado global como unidad básica social, política y económica. La cohesión social, la participación democrática, la rendición de cuentas económica y la responsabilidad ecológica sólo se pueden alcanzar asegurando que cada decisión se tome al nivel más básico que sea adecuado. Ésta es una lección básica que hemos aprendido de las culturas étnicas y las comunidades locales.

Un enfoque comunitario, por tanto, no contradice la necesidad de una cooperación internacional extensiva. Por el contrario, requerirá alianzas más firmes dentro y a través de las fronteras entre productores directos en la agricultura, la silvicultura, la pesca y la industria. Las alianzas reforzadas por la igualdad de género y por el reconocimiento y la eliminación de las relaciones de poder injustas a todos los niveles. También incluye la necesidad de acuerdos cooperativos regionales e internacionales más fuertes para administrar los recursos comunes y compartidos, como los recursos hídricos transfronterizos. Además, la cooperación internacional promoverá el intercambio completo de ideas, tecnologías y conocimientos a través de todas las fronteras, además de entrar en un diálogo abierto, basado en el respeto mutuo entre las diferentes culturas.

5. Vías de transición

Muchas personas trabajan para crear una industria, agricultura, silvicultura y pesca más sostenible, así como en el sector de las energías renovables. Estas iniciativas dentro del sistema han desarrollado aún más las alianzas con otros sectores de la sociedad, los sindicatos, los consumidores, la población urbana, los profesores y los investigadores; todos ellos se esfuerzan para alcanzar modos de vida más sostenibles.

Naciones Unidas y la Conferencia de las Partes
Debemos influir en las negociaciones sobre el Cambio Climático y la 15ª Conferencia de las Partes (CDP15) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Las lecciones aprendidas de rondas de negociaciones previas no son muy prometedoras. A pesar de los planes de alto nivel de acción concertada iniciados en la Convención Marco sobre el Cambio Climático de Río de Janeiro de 1992, y posteriormente en el Protocolo de Kioto de 1997, los resultados son escasos y no se han solucionado los problemas. De hecho, la situación ha empeorado, pues ha habido muy poco progreso en los principios, objetivos y plazos de la Convención y del Protocolo.

Los mismos intereses de las grandes empresas, que en gran medida son responsables de la crisis del clima, parecen tener una influencia inmensa en las políticas climáticas a escala nacional y mundial. Nos oponemos firmemente a esta influencia antidemocrática de los lobbies en las actuales negociaciones de la CDP. Al contrario, pedimos a los estados que pongan en práctica mecanismos de evaluación para todas las políticas e instrumentos políticos bajo la CMNUCC, para asegurar procesos inclusivos y deliberativos multilaterales que reparen las desigualdades existentes, ya sean de género, color, edad, discapacidad u otras formas de discriminación en las negociaciones de la CDP. Exigimos que la CDP15 llegue a un acuerdo que inicie la recuperación del equilibrio ambiental, social y económico del planeta con medios que sean sostenibles e igualitarios ambiental, social y económicamente, y que finalmente culmine en un tratado jurídicamente vinculante.

Nuestras exigencias
Levantamos nuestra voz ante los líderes de la CMNUCC para postular las exigencias y alternativas del pueblo.

1. Supresión de los combustibles fósiles: Pedimos una estrategia clara para desmantelar la era de los combustibles fósiles en los próximos 30 años, que deben incluir hitos específicos para cada período quinquenal. Exigimos una reducción inmediata en las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrialiazos de, como mínimo, un 40% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2020.

2. Reparaciones y compensación por la deuda climática y por los delitos ambientales: Exigimos reparaciones plenas para los países del Sur y aquellos empobrecidos por los estados del Norte, las corporaciones transnacionales y por instituciones de paraísos fiscales. De este modo, afrontamos parcialmente las injusticias históricas asociadas a la industrialización desigual y el cambio climático, originado en el genocidio de naciones indígenas, el tráfico transatlántico de esclavos, la era colonial y las invasiones. Esto debe ir acompañado de una estrategia igualmente clara para que los que se han enriquecido compensen a los pueblos empobrecidos por la deuda climática, y más ampliamente por la deuda ecológica. Se debería establecer un fondo global y democrático para dar un apoyo directo a las víctimas del cambio climático. Los países desarrollados deben proporcionar tecnologías nuevas, obligatorias, adecuadas, con financiación fiable y libre de patentes para que se adapten mejor a impactos climáticos adversos y para llevar a cabo reducciones de emisiones. Esto permitiría a los países en desarrollo desempeñar un papel en la contención del cambio climático, al mismo tiempo que se satisfacen las necesidades y aspiraciones de sus poblaciones. Las instituciones financieras internacionales, las agencias donantes y los mecanismos comerciales no deberían tener parte en las reparaciones.

3. Una prohibición global inmediata de la deforestación de bosques primarios y el inicio paralelo de un programa mundial ambicioso de plantación de árboles basado en especies nativas de diversa índole en asociación con pueblos indígenas y comunidades dependientes de los bosques. De forma similar, una prohibición de métodos de pesca industrial a gran escala y una vuelta a prácticas pesqueras principalmente de tipo local y sostenible. Por último, una prohibición de la apropiación de la tierra por parte de intereses extranjeros y la aceptación plena de la soberanía popular sobre los recursos naturales.

4. Nos oponemos radicalmente a las falsas y peligrosas soluciones orientadas al mercado y centradas en la tecnología que proponen muchas compañías transnacionales. Entre ellas, la energía nuclear, los agrocombustibles, la captura y el almacenamiento del carbono, los Mecanismos de Desarrollo Limpio, el biochar, los cultivos transgénicos “climate ready”, la geoingeniería y la reducción de emisiones a través de la deforestación y de la degradación de los bosques (REDD) definida en la CMNUCC. Todas ellas no hacen más que producir nuevas amenazas ambientales y no solucionan la crisis del clima. Las compensaciones y el comercio del carbono también son instrumentos falsos e injustos porque tratan un recurso mundial común, como es la atmósfera, como un producto que puede poseerse y comercializarse. Hasta ahora el sistema no ha mostrado ninguna ventaja y, al permitir a los países ricos compensar la reducción de sus obligaciones, ha mantenido este sistema injusto e insostenible.

5. Un impuesto equitativo sobre las emisiones de carbono: Exigimos un impuesto equitativo sobre las emisiones de carbono en lugar del régimen de cuotas comerciables carbono. Los ingresos obtenidos a través de dicho impuesto deben devolverse a los pueblos de manera equitativa y una parte de ellos debería utilizarse para compensar y para contribuir a financiar la adaptación y a la mitigación. Sin embargo, esto no sustituye la reparación de la ya acumulada deuda climática. Dicha compensación y financiación debe ser incondicional y quedar fuera de los mecanismos de mercado y de las instituciones financieras. Se debe fomentar la reducción de las emisiones por medio de un impuesto sobre el carbono transparente y fuertemente progresivo, y por medio de reglamentos específicos que eliminen paulatinamente el uso de combustibles fósiles a la vez que promueven una energía segura, limpia y renovable.

6. Instituciones multilaterales y empresas transnacionales: Las instituciones económicas y financieras internacionales como la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, los bancos de desarrollo regional, las instituciones donantes y los acuerdos de comercio son injustos, no sostenibles y no rinden cuentas y habría que sustituirlos por instituciones equitativas y democráticas que funcionen dentro del marco de la Carta de las Naciones Unidas, que respeten la soberanía popular sobre los recursos y promuevan la solidaridad entre los pueblos y las naciones. También se debería crear un mecanismo que controle y vigile estrechamente las operaciones de las empresas transnacionales.

Finalmente, nos comprometemos a trabajar activamente para llevar a cabo estas transiciones sostenibles para nuestras sociedades dentro de las líneas que impulsamos en esta Declaración.

6. Un movimiento mundial para una transición sostenible

Independientemente de los resultados de la Cumbre de Copenhague sobre el Cambio Climático, hay una necesidad urgente de construir un movimiento mundial de movimientos que trabajan a largo plazo en favor de una transición sostenible para nuestras sociedades. A diferencia de las estructuras de poder vigentes, este movimiento debe crecer en sentido ascendente. Lo que necesitamos es una gran alianza de movimientos ambientales, sociales, sindicales, agrícolas, de sociedad civil y otras partes alineadas que puedan trabajar juntos en la lucha política diaria a escala local, nacional e internacional. Esa alianza implica al mismo tiempo la creación de una nueva mentalidad y nuevas formas de activismo social, y debe ser capaz no sólo de reaccionar ante las prácticas no sostenibles, sino también de demostrar por el ejemplo cómo puede funcionar una nueva economía sostenible.

Nosotros, los pueblos, comunidades y organizaciones sociales participantes en Klimaforum09 estamos comprometidos a capitalizar los resultados logrados en este foro para proseguir el desarrollo de un movimiento mundial de movimientos.

Esta Declaración tiene por objeto servir de inspiración al desarrollo de ese movimiento y marcar el rumbo que queremos seguir. Juntos, podemos propiciar una transición mundial hacia un futuro sostenible. Únanse a nosotros.

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SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA.

March 19, 2010 By Irizarry

Y no es que vamos a decirles qué deben hacer o sea a darles orden.

Tampoco es que vamos a pedirles que voten por un candidato, que ya sabemos que los que hay son neoliberalistas.

Tampoco es que les vamos a decir que hagan igual a nosotros, ni que se levanten en armas.

Lo que vamos a hacer es preguntarles cómo es su vida, su lucha, su pensamiento de cómo está nuestro país y de cómo hacemos para que no nos derroten.

Lo que vamos a hacer es tomar su pensamiento de la gente sencilla y humilde y tal vez encontramos en ella el mismo amor que sentimos nosotros por nuestra patria.

Y tal vez encontramos un acuerdo entre los que somos sencillos y humildes y, juntos, nos organizamos en todo el país y ponemos de acuerdo nuestras luchas que ahorita están solas, apartadas unas de otras, y encontramos algo así como un programa que tenga lo que queremos todos, y un plan de cómo vamos a conseguir que ese programa, que se llama “programa nacional de lucha”, se cumpla.

La pregunta es cómo devenimos zapatistas, donde estamos. Ya veremos, dijo el ciego. Esto es inmediato, actual, ahora. No hay fecha porque no hace falta. En eso estamos. Hay que ver cómo es que estamos y lo que queremos. Ya veremos. Lo importante es la toma de posición y sus consecuencias.

http://zapateando.wordpress.com/sexta-declaracion-de-la-selva-lacandona/

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA.

Ésta es nuestra palabra sencilla que busca tocar el corazón de la gente humilde y simple como nosotros, pero, también como nosotros, digna y rebelde. Ésta es nuestra palabra sencilla para contar de lo que ha sido nuestro paso y en donde estamos ahora, para explicar cómo vemos el mundo y nuestro país, para decir lo que pensamos hacer y cómo pensamos hacerlo, y para invitar a otras personas a que se caminan con nosotros en algo muy grande que se llama México y algo más grande que se llama mundo. Esta es nuestra palabra sencilla para dar cuenta a todos los corazones que son honestos y nobles, de lo que queremos en México y el mundo. Ésta es nuestra palabra sencilla, porque es nuestra idea el llamar a quienes son como nosotros y unirnos a ellos, en todas partes donde viven y luchan.

I.- DE LO QUE SOMOS.

Nosotros somos los zapatistas del EZLN, aunque también nos dicen “neo zapatistas”. Bueno, pues nosotros los zapatistas del EZLN nos levantamos en armas en enero de 1994 porque vimos que ya está bueno de tantas maldades que hacen los poderosos, que sólo nos humillan, nos roban, nos encarcelan y nos matan, y nada que nadie dice ni hace nada. Por eso nosotros dijimos que “¡Ya Basta!”, o sea que ya no vamos a permitir que nos hacen menos y nos traten peor que como animales. Y entonces, también dijimos que queremos la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos, aunque más bien nos concentramos en los pueblos indios. Porque resulta que nosotros del EZLN somos casi todos puros indígenas de acá de Chiapas, pero no queremos luchar sólo por su bien de nosotros o sólo por el bien de los indígenas de Chiapas, o sólo por los pueblos indios de México, sino que queremos luchar junto con todos los que son gente humilde y simple como nosotros y que tienen gran necesidad y que sufren la explotación y los robos de los ricos y sus malos gobiernos aquí en nuestro México y en otros países del mundo.

Y entonces nuestra pequeña historia es que nos cansamos de la explotación que nos hacían los poderosos y pues nos organizamos para defendernos y para luchar por la justicia. Al principio no somos muchos, apenas unos cuantos andamos de un lado a otro, hablando y escuchando a otras personas como nosotros. Eso hicimos muchos años y lo hicimos en secreto, o sea sin hacer bulla. O sea que juntamos nuestra fuerza en silencio. Tardamos como 10 años así, y ya luego pues nos crecimos y pues ya éramos muchos miles. Entonces nos preparamos bien con la política y las armas y de repente, cuando los ricos están echando fiesta de año nuevo, pues les caímos en sus ciudades y ahí nomás las tomamos, y les dejamos dicho a todos que aquí estamos, que nos tienen que tomar en cuenta. Y entonces pues que los ricos se dieron su buena espantada y nos mandaron a sus grandes ejércitos para acabarnos, como de por sí hacen siempre que los explotados se rebelan, que los mandan acabar a todos. Pero nada que nos acabaron, porque nosotros nos preparamos muy bien antes de la guerra y nos hicimos fuertes en nuestras montañas. Y ahí andaban los ejércitos buscándonos y echándonos sus bombas y balas, y ya estaban haciendo sus planes de que de una vez matan a todos los indígenas porque bien no saben quién es zapatista y quién no es. Y nosotros corriendo y combatiendo, combatiendo y corriendo, como de por sí hicieron nuestros antepasados. Sin entregarnos, sin rendimos, sin derrotarnos.

Y entonces que la gente de las ciudades se sale a las calles y empieza con su gritadera de que se pare la guerra. Y entonces pues nos paramos nuestra guerra y lo escuchamos a esos hermanos y hermanas de la ciudad, que nos dicen que tratemos de llegar a un arreglo, o sea un acuerdo con los malos gobiernos para que se soluciona el problema sin matazón. Y pues nosotros lo hicimos caso a la gente, porque esa gente es como decimos “el pueblo”, o sea el pueblo mexicano. Así que hicimos a un lado el fuego y sacamos la palabra.

Y resulta que los gobiernos dijeron que sí se van a estar bien portados y van a dialogar y van a hacer acuerdos y los van a cumplir. Y nosotros dijimos que está bueno, pero también pensamos que está bueno que conocemos a esa gente que se salió a las calles para parar la guerra. Entonces, mientras estamos dialogando con los malos gobiernos, pues también lo hablamos a esas personas y vimos que la mayoría era gente humilde y sencilla como nosotros, y ambos entendemos bien por qué luchamos, o sea ellos y nosotros. Y a esa gente la llamamos “sociedad civil” porque la mayoría no era de los partidos políticos, sino que era gente así común y corriente, como nosotros, gente sencilla y humilde.

Pero resulta que los malos gobiernos no querían un buen arreglo, sino que nomás era su maña de que vamos a hablar y hacer acuerdo, y estaban preparando sus ataques para eliminarnos de una vez. Y entonces pues varias veces nos atacaron, pero no nos vencieron porque nos resistimos bien y mucha gente en todo el mundo se movilizó. Y entonces los malos gobiernos se pensaron que el problema es que mucha gente está viendo lo que pasa con el EZLN, y empezó su plan de hacer como si no pasa nada. Y mientras, pues bien que nos rodea, o sea que nos pone un cerco, y espera que, como de por sí nuestras montañas están retiradas, pues la gente se olvide porque está lejos la tierra zapatista. Y cada tanto los malos gobiernos prueban y nos tratan de engañar o nos atacan, como en febrero de 1995 que nos aventó una gran cantidad de ejércitos pero no nos derrotó. Porque, como luego dicen, no estábamos solos y mucha gente nos apoyó y nos resistimos bien.

Y pues ya los malos gobiernos tuvieron que hacer acuerdos con el EZLN y esos acuerdos se llaman “Acuerdos de San Andrés” porque “San Andrés” se llama el municipio donde se firmaron esos acuerdos. Y en esos diálogos no estábamos solitos nosotros hablando con los del mal gobierno, sino que invitamos a mucha gente y organizaciones que estaban o están en la lucha por los pueblos indios de México, y todos decían su palabra y todos sacábamos acuerdo de cómo vamos a decir con los malos gobiernos.

Y así fue ese diálogo, que no sólo estaban los zapatistas por un lado y los gobiernos por el otro, sino que con los zapatistas estaban los pueblos indios de México y los que los apoyan. Y entonces en esos acuerdos los malos gobiernos dijeron que sí van a reconocer los derechos de los pueblos indios de México y van a respetar su cultura, y todo lo van a hacer ley en la Constitución. Pero, ya luego que firmaron, los malos gobiernos se hicieron como que se les olvida y pasan muchos años y nada que se cumplen esos acuerdos. Al contrario, el gobierno atacó a los indígenas para hacerlos que se echan para atrás en la lucha, como el 22 de diciembre de 1997, fecha en la que el Zedillo mandó matar a 45 hombres, mujeres, ancianos y niños en el poblado de Chiapas que se llama ACTEAL. Este gran crimen no se olvida tan fácil y es una muestra de cómo los malos gobiernos no se tientan el corazón para atacar y asesinar a los que se rebelan contra las injusticias. Y mientras pasa todo eso, pues los zapatistas estamos dale y dale que se cumplan los acuerdos, y resistiendo en las montañas del sureste mexicano.

Y entonces empezamos a hablarnos con otros pueblos indios de México y sus organizaciones que tienen y lo hicimos un acuerdo con ellos que vamos a luchar juntos por lo mismo, o sea por el reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas. Y bueno, pues también nos apoyó mucha gente de todo el mundo y personas que son muy respetadas y que su palabra es muy grande porque son grandes intelectuales, artistas y científicos de México y de todo el mundo. Y también hicimos encuentros internacionales, o sea que nos juntamos a platicar con personas de América y de Asia y de Europa y de África y de Oceanía, y conocimos sus luchas y sus modos, y dijimos que son encuentros “intergalácticos” nomás por hacernos los chistositos y porque invitamos también a los de otros planetas pero parece que no llegaron, o tal vez sí llegaron pero no lo dijeron claro.

Pero como quiera los malos gobiernos no cumplían, y entonces pues hicimos un plan de hablar con muchos mexicanos para que nos apoyen. Y entonces pues primero hicimos, en 1997, una marcha a la Ciudad de México que se llamó “de los 1,111″ porque iban un compañero o compañera por cada pueblo zapatista, pero el gobierno no hizo caso. Y luego, en 1999, hicimos una consulta en todo el país y ahí se miró que la mayoría sí está de acuerdo con las demandas de los pueblos indios, pero los malos gobiernos tampoco hicieron caso. Y ya por último, en 2001, hicimos la que se llamó la “marcha por la dignidad indígena” que tuvo mucho apoyo de millones de mexicanos y de otros países, y llegó hasta donde están los diputados y senadores, o sea el Congreso de la Unión, para exigir el reconocimiento de los indígenas mexicanos.

Pero resulta que no, que los políticos que son del partido PRI, el partido PAN y el partido PRD se pusieron de acuerdo entre ellos y nomás no reconocieron los derechos y la cultura indígenas. Eso fue en abril del 2001 y ahí los políticos demostraron claro que no tienen nada de decencia y son unos sinvergüenzas que sólo piensan en ganar sus buenos dineros como malos gobernantes que son. Esto hay que recordarlo porque ya van a ver ustedes que ahora van a decir que sí van a reconocer los derechos indígenas, pero es una mentira que echan para que votemos por ellos, pero ya tuvieron su oportunidad y no cumplieron.

Y entonces pues ahí lo vimos claro que de balde fueron el diálogo y la negociación con los malos gobiernos de México. O sea que no tiene caso que estamos hablando con los políticos porque ni su corazón ni su palabra están derechos, sino que están chuecos y echan mentiras de que sí cumplen, pero no. O sea que ese día que los políticos del PRI, PAN y PRD aprobaron una ley que no sirve, pues lo mataron de una vez al diálogo y claro dijeron que no importa lo que acuerdan y firman porque no tienen palabra. Y pues ya no hicimos ningún contacto con los poderes federales, porque entendimos que el diálogo y la negociación se habían fracasado por causa de esos partidos políticos. Vimos que no les importaron la sangre, la muerte, el sufrimiento, las movilizaciones, las consultas, los esfuerzos, los pronunciamientos nacionales e internacionales, los encuentros, los acuerdos, las firmas, los compromisos. Así que la clase política no sólo cerró, una vez más, la puerta a los pueblos indios; también le dio un golpe mortal a la solución pacífica, dialogada y negociada de la guerra. Y también ya no se puede creer que cumpla los acuerdos a los que llegue con cualquiera. Ahí lo vean para que saquen experiencia de lo que nos pasó.

Y entonces pues nosotros lo vimos todo eso y nos pensamos en nuestros corazones que qué vamos a hacer.

Y lo primero que vimos es que nuestro corazón ya no es igual que antes, cuando empezamos nuestra lucha, sino que es más grande porque ya tocamos el corazón de mucha gente buena. Y también vimos que nuestro corazón está como más lastimado, que sea más herido. Y no es que está herido por el engaño que nos hicieron los malos gobiernos, sino porque cuando tocamos los corazones de otros pues tocamos también sus dolores. O sea que como que nos vimos en un espejo.

II.- DE DONDE ESTAMOS AHORA.

Entonces, como zapatistas que somos, pensamos que no bastaba con dejar de dialogar con el gobierno, sino que era necesario seguir adelante en la lucha a pesar de esos parásitos haraganes de los políticos. El EZLN decidió entonces el cumplimiento, solo y por su lado (o sea que se dice “unilateral” porque sólo un lado), de los Acuerdos de San Andrés en lo de los derechos y la cultura indígenas. Durante 4 años, desde mediando el 2001 hasta mediando el 2005, nos hemos dedicado a esto, y a otras cosas que ya les vamos a decir.

Bueno, pues empezamos entonces a echarle ganas a los municipios autónomos rebeldes zapatistas, que es como se organizaron los pueblos para gobernar y gobernarse, para hacerlos más fuertes. Este modo de gobierno autónomo no es inventado así nomás por el EZLN, sino que viene de varios siglos de resistencia indígena y de la propia experiencia zapatista, y es como el autogobierno de las comunidades. O sea que no es que viene alguien de afuera a gobernar, sino que los mismos pueblos deciden, de entre ellos, quién y cómo gobierna, y si no obedece pues lo quitan. O sea que si el que manda no obedece al pueblo, lo corretean, se sale de autoridad y entra otro.

Pero entonces vimos que los municipios autónomos no estaban parejos, sino que había unos que estaban más avanzados y tenían más apoyos de la sociedad civil, y otros estaban más abandonados. O sea que faltaba organizar para que fuera más parejo. Y también vimos que el EZLN con su parte político-militar se estaba metiendo en las decisiones que le tocaban a las autoridades democráticas, como quien dice “civiles”. Y aquí el problema es que la parte político-militar del EZLN no es democrática, porque es un ejército, y vimos que no está bien eso de que está arriba lo militar y abajo lo democrático, porque no debe de ser que lo que es democrático se decida militarmente, sino que debe ser al revés: o sea que arriba lo político democrático mandando y abajo lo militar obedeciendo. O tal vez es mejor que nada abajo sino que puro planito todo, sin militar, y por eso los zapatistas son soldados para que no haya soldados. Bueno, pero entonces, de este problema, lo que hicimos fue empezar a separar lo que es político-militar de lo que son las formas de organización autónomas y democráticas de las comunidades zapatistas.

Y así, acciones y decisiones que antes hacía y tomaba el EZLN, pues se fueron pasando poco a poco a las autoridades elegidas democráticamente en los pueblos. Claro que se dice fácil, pero en la práctica cuesta mucho, porque son muchos años, primero de la preparación de la guerra y ya luego mero de la guerra, y se va haciendo costumbre de lo político-militar. Pero como quiera lo hicimos porque es nuestro modo que lo que decimos pues lo hacemos, porque si no, pues entonces para qué vamos a andar diciendo si luego no hacemos.

Así fue como se nacieron las Juntas de Buen Gobierno, en agosto de 2003, y con ellas se continuó con el autoaprendizaje y ejercicio del “mandar obedeciendo”.

Desde entonces y hasta la mitad de 2005, la dirección del EZLN ya no se metió a dar órdenes en los asuntos civiles, pero acompañó y apoyó a las autoridades elegidas democráticamente por los pueblos, y, además, vigiló que se informara bien a los pueblos y a la sociedad civil nacional e internacional de los apoyos recibidos y en qué se utilizaron. Y ahora estamos pasando el trabajo de vigilancia del buen gobierno a las bases de apoyo zapatistas, con cargos temporales que se rotan, de modo que todos y todas aprendan y realicen esa labor. Porque nosotros pensamos que un pueblo que no vigila a sus gobernantes, está condenado a ser esclavo, y nosotros peleamos por ser libres, no por cambiar de amo cada seis años.

El EZLN, durante estos 4 años, también le pasó a las Juntas de Buen Gobierno y a los Municipios Autónomos, los apoyos y contactos que, en todo México y el mundo, se lograron en estos años de guerra y resistencia. Además, en ese tiempo, el EZLN fue construyendo un apoyo económico y político que les permita a las comunidades zapatistas avanzar con menos dificultades en la construcción de su autonomía y en mejorar sus condiciones de vida. No es mucho, pero es muy superior a lo que se tenía antes del inicio del alzamiento, en enero de 1994. Si usted mira uno de esos estudios que hacen los gobiernos, va a ver que las únicas comunidades indígenas que mejoraron sus condiciones de vida, o sea su salud, educación, alimentación, vivienda, fueron las que están en territorio zapatista, que es como le decimos nosotros a donde están nuestros pueblos. Y todo eso ha sido posible por el avance de los pueblos zapatistas y el apoyo muy grande que se ha recibido de personas buenas y nobles, que les decimos “sociedades civiles”, y de sus organizaciones de todo el mundo. Como si todas esas personas hubieran hecho realidad eso de que “otro mundo es posible”, pero en los hechos, no en la pura habladera.

Y entonces los pueblos han tenido buenos avances. Ahora hay más compañeros y compañeras que están aprendiendo a ser gobierno. Y, aunque poco a poco, ya más mujeres se están entrando en estos trabajos, pero todavía sigue faltando respeto a las compañeras y que ellas participen más en los trabajos de la lucha. Y luego, también con las Juntas de Buen Gobierno, ha mejorado la coordinación entre los municipios autónomos y la solución de problemas con otras organizaciones y con las autoridades oficialistas. Y también se mejoró mucho en los proyectos en las comunidades, y es más parejo el reparto de proyectos y apoyos que da la sociedad civil de todo el mundo: se ha mejorado la salud y la educación aunque todavía falta un buen tanto para ser lo que debe de ser, igual con la vivienda y la alimentación, y en algunas zonas se ha mejorado mucho el problema de la tierra porque se repartieron las tierras recuperadas a los finqueros, pero hay zonas que siguen sufriendo por falta de tierras para cultivar. Y luego pues se mejoró mucho el apoyo de la sociedad civil nacional e internacional, porque antes cada quien iba para donde más le latía, y ahora las Juntas de Buen Gobierno las orientan a donde es más necesario. Y, por lo mismo, en todas partes hay más compañeros y compañeras que están aprendiendo a relacionarse con las personas de otras partes de México y del mundo, están aprendiendo a respetar y a exigir respeto, están aprendiendo que hay muchos mundos y que todos tienen su lugar, su tiempo y su modo, y así hay que respetarse mutuamente entre todos.

Bueno, pues nosotros los zapatistas del EZLN nos dedicamos ese tiempo a nuestra fuerza principal, o sea a los pueblos que nos apoyan. Y pues algo sí se ha mejorado la situación, o sea que no hay quien diga que de balde fue la organización y la lucha zapatistas, sino que, aunque nos acaben completamente, nuestra lucha sí sirvió de algo.

Pero no sólo se crecieron los pueblos zapatistas, sino que también se creció el EZLN. Porque lo que pasó en este tiempo es que nuevas generaciones renovaron toda nuestra organización. O sea que como que le metieron nueva fuerza. Los comandantes y comandantas, quienes estaban en su madurez en el inicio del alzamiento en 1994, tienen ahora la sabiduría de lo aprendido en la guerra y en el diálogo de 12 años con miles de hombres y mujeres de todo el mundo. Los miembros del CCRI, la dirección político- organizativa zapatista, ahora aconsejan y orientan a los nuevos que van entrando en nuestra lucha, y a los que van ocupando cargos de dirección. Ya tiene tiempo que los “comités” (que es como les decimos nosotros) han estado preparando toda una nueva generación de comandantes y comandantas que, después de un período de instrucción y prueba, empiezan a conocer los trabajos de mando organizativo y a desempeñarlos. Y pasa también que nuestros insurgentes, insurgentas, milicianos, milicianas, responsables locales y regionales, así como las bases de apoyo, que eran jóvenes en el inicio del alzamiento, son ya hombres y mujeres maduros, veteranos combatientes y líderes naturales en sus unidades y comunidades.

Y quienes eran niños en aquel enero de 94, son ya jóvenes que han crecido en la resistencia, y han sido formados en la digna rebeldía levantada por sus mayores en estos 12 años de guerra. Estos jóvenes tienen una formación política, técnica y cultural que no teníamos quienes iniciamos el movimiento zapatista. Esta juventud alimenta ahora, cada vez más, tanto nuestras tropas como los puestos de dirección en la organización. Y, bueno, todos nosotros hemos visto los engaños de la clase política mexicana y la destrucción que sus acciones provocan en nuestra patria. Y hemos visto las grandes injusticias y matazones que hace la globalización neoliberal en todo el mundo. Pero de eso les decimos más luego.

Así el EZLN ha resistido 12 años de guerra, de ataques militares, políticos, ideológicos y económicos, de cerco, de hostigamiento, de persecución, y no nos han vencido, no nos hemos vendido ni rendido, y hemos avanzado. Más compañeros de muchas partes se han entrado en la lucha, así que, en lugar de que nos hacemos más débiles después de tantos años, nos hacemos más fuertes. Claro que hay problemas que se pueden resolver separando más lo político-militar de lo civil-democrático. Pero hay cosas, las más importantes, como son nuestras demandas por las que luchamos, que no se han logrado cabalmente.

Según nuestro pensamiento y lo que vemos en nuestro corazón, hemos llegado a un punto en que no podemos ir más allá y, además, es posible que perdamos todo lo que tenemos, si nos quedamos como estamos y no hacemos nada más para avanzar. O sea que llegó la hora de arriesgarse otra vez y dar un paso peligroso pero que vale la pena. Porque tal vez unidos con otros sectores sociales que tienen las mismas carencias que nosotros, será posible conseguir lo que necesitamos y merecemos. Un nuevo paso adelante en la lucha indígena sólo es posible si el indígena se junta con obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados… o sea los trabajadores de la ciudad y el campo.

III.- DE CÓMO VEMOS EL MUNDO.

Ahora vamos a explicarles cómo es que vemos nosotros los zapatistas lo que pasa en el mundo. Pues vemos que el capitalismo es el que está más fuerte ahorita. El capitalismo es un sistema social, o sea una forma como en una sociedad están organizadas las cosas y las personas, y quien tiene y quien no tiene, y quien manda y quien obedece. En el capitalismo hay unos que tienen dinero o sea capital y fábricas y tiendas y campos y muchas cosas, y hay otros que no tienen nada sino que sólo tienen su fuerza y su conocimiento para trabajar; y en el capitalismo mandan los que tienen el dinero y las cosas, y obedecen los que nomás tienen su capacidad de trabajo.

Y entonces el capitalismo quiere decir que hay unos pocos que tienen grandes riquezas, pero no es que se sacaron un premio, o que se encontraron un tesoro, o que heredaron de un pariente, sino que esas riquezas las obtienen de explotar el trabajo de muchos. O sea que el capitalismo se basa en la explotación de los trabajadores, que quiere decir que como que exprimen a los trabajadores y les sacan todo lo que pueden de ganancias. Esto se hace con injusticias porque al trabajador no le pagan cabal lo que es su trabajo, sino que apenas le dan un salario para que coma un poco y se descanse un tantito, y al otro día vuelta a trabajar en el explotadero, que sea en el campo o en la ciudad.

Y también el capitalismo hace su riqueza con despojo, o sea con robo, porque les quita a otros lo que ambiciona, por ejemplo tierras y riquezas naturales. O sea que el capitalismo es un sistema donde los robadores están libres y son admirados y puestos como ejemplo.

Y, además de explotar y despojar, el capitalismo reprime porque encarcela y mata a los que se rebelan contra la injusticia.

Al capitalismo lo que más le interesa son las mercancías, porque cuando se compran y se venden dan ganancias. Y entonces el capitalismo todo lo convierte en mercancías, hace mercancías a las personas, a la naturaleza, a la cultura, a la historia, a la conciencia. Según el capitalismo, todo se tiene que poder comprar y vender. Y todo lo esconde detrás de las mercancías para que no vemos la explotación que hace. Y entonces las mercancías se compran y se venden en un mercado.

Y resulta que el mercado, además de servir para comprar y vender, también sirve para esconder la explotación de los trabajadores. Por ejemplo, en el mercado vemos el café ya empaquetado, en su bolsita o frasco muy bonitillo, pero no vemos al campesino que sufrió para cosechar el café, y no vemos al coyote que le pagó muy barato su trabajo, y no vemos a los trabajadores en la gran empresa dale y dale para empaquetar el café. O vemos un aparato para escuchar música como cumbias,rancheras o corridos o según cada quien, y lo vemos que está muy bueno porque tiene buen sonido, pero no vemos a la obrera de la maquiladora que batalló muchas horas para pegar los cables y las partes del aparato, y apenas le pagaron una miseria de dinero, y ella vive retirado del trabajo y gasta un buen en el pasaje, y además corre peligro que la secuestran, la violan y la matan como pasa en Ciudad Juárez, en México.

O sea que en el mercado vemos mercancías, pero no vemos la explotación con las que se hicieron. Y entonces el capitalismo necesita muchos mercados… o un mercado muy grande, un mercado mundial.

Y entonces resulta que el capitalismo de ahora no es igual que antes, que están los ricos contentos explotando a los trabajadores en sus países, sino que ahora está en un paso que se llama Globalización Neoliberal. Esta globalización quiere decir que ya no sólo en un país dominan a los trabajadores o en varios, sino que los capitalistas tratan de dominar todo en todo el mundo. Y entonces al mundo, o sea al planeta Tierra, también se le dice que es el “globo terráqueo” y por eso se dice “globalización” o sea todo el mundo.

Y el neoliberalismo pues es la idea de que el capitalismo está libre para dominar todo el mundo y ni modos, pues hay que resignarse y conformarse y no hacer bulla, o sea no rebelarse. O sea que el neoliberalismo es como la teoría, el plan pues, de la globalización capitalista. Y el neoliberalismo tiene sus planes económicos, políticos, militares y culturales. En todos esos planes de lo que se trata es de dominar a todos, y el que no obedece pues lo reprimen o lo apartan para que no pasa sus ideas de rebelión a otros.

Entonces, en la globalización neoliberal, los grandes capitalistas que viven en los países que son poderosos, como Estados Unidos, quieren que todo el mundo se hace como una gran empresa donde se producen mercancías y como un gran mercado. Un mercado mundial, un mercado para comprar y vender todo lo del mundo y para esconder toda la explotación de todo el mundo. Entonces los capitalistas globalizados se meten a todos lados, o sea a todos los países, para hacer sus grandes negocios o sea sus grandes explotaciones. Y entonces no respetan nada y se meten como quiera. O sea que como que hacen una conquista de otros países. Por eso los zapatistas decimos que la globalización neoliberal es una guerra de conquista de todo el mundo, una guerra mundial, una guerra que hace el capitalismo para dominar mundialmente. Y entonces esa conquista a veces es con ejércitos que invaden un país y a la fuerza lo conquistan. Pero a veces es con la economía,o sea que los grandes capitalistas meten su dinero en otro país o le prestan dinero, pero con la condición de que obedezca lo que ellos dicen. Y también se meten con sus ideas, o sea con la cultura capitalista que es la cultura de la mercancía, de la ganancia, del mercado.

Entonces el que hace la conquista, el capitalismo, hace como quiere, o sea que destruye y cambia lo que no le gusta y elimina lo que le estorba. Por ejemplo le estorban los que no producen ni compran ni venden las mercancías de la modernidad, o los que se rebelan a ese orden. Y a esos que no le sirven, pues los desprecia. Por eso los indígenas estorban a la globalización neoliberal y por eso los desprecian y los quieren eliminar. Y el capitalismo neoliberal también quita las leyes que no lo dejan hacer muchas explotaciones y tener muchas ganancias. Por ejemplo imponen que todo se pueda comprar y vender, y como el capitalismo tiene el dinero, pues lo compra todo. Entonces como que el capitalismo destruye a los países que conquista con la globalización neoliberal, pero también como que quiere volver a acomodar todo o hacerlo de nuevo pero a su modo, o sea de modo que lo beneficie y sin lo que le estorba. Entonces la globalización neoliberal, o sea la capitalista, destruye lo que hay en esos países, destruye su cultura, su idioma, su sistema económico, su sistema político, y también destruye los modos en que se relacionan los que viven en ese país. O sea que queda destruido todo lo que hace que un país sea un país.

Entonces la globalización neoliberal quiere destruir a las Naciones del mundo y que sólo queda una sola Nación o país, o sea el país del dinero, del capital. Y el capitalismo quiere entonces que todo sea como él quiere, o sea según su modo, y lo que es diferente pues no le gusta, y lo persigue, y lo ataca, o lo aparta en un rincón y hace como que no existe.

Entonces, como quien dice que resumiendo, el capitalismo de la globalización neoliberal se basa en la explotación, el despojo, el desprecio y la represión a los que no se dejan. O sea igual que antes, pero ahora globalizado, mundial.

Pero no es tan fácil para la globalización neoliberal, porque los explotados de cada país pues no se conforman y no dicen que ya ni modo, sino que se rebelan; y los que sobran y estorban pues se resisten y no se dejan ser eliminados. Y entonces por eso vemos que en todo el mundo los que están jodidos se hacen resistencias para no dejarse, o sea que se rebelan, y no sólo en un país sino que donde quiera abundan, o sea que, así como hay una globalización neoliberal, hay una globalización de la rebeldía.

Y en esta globalización de la rebeldía no sólo aparecen los trabajadores del campo y dé la ciudad, sino que también aparecen otros y otras que mucho los persiguen y desprecian por lo mismo de que no se dejan dominar, como son las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los homosexuales, lesbianas, transexuales, los migrantes, y muchos otros grupos que de por sí hay en todo el mundo pero que no vemos hasta que gritan que ya basta de que los desprecien, y se levantan, y pues ya los vemos, y los oímos, y los aprendemos.

Y entonces nosotros vemos que todos esos grupos de gente están luchando contra el neoliberalismo, o sea contra el plan de la globalización capitalista, y están luchando por la humanidad.

Y todo esto que vemos nos produce gran asombro por ver la estupidez de los neoliberalistas que quieren destruir toda la humanidad con sus guerras y explotaciones, pero también nos produce gran contento ver que donde quiera salen resistencias y rebeldías, así como la nuestra que es un poco pequeña pero aquí estamos. Y vemos todo esto en todo mundo y ya nuestro corazón aprende que no estamos solos.

IV.- DE CÓMO VEMOS A NUESTRO PAÍS QUE ES MÉXICO.

Ahora les platicamos cómo vemos lo que está pasando en nuestro México. Bueno, pues lo que vemos es que nuestro país está gobernado por los neoliberalistas. O sea que, como ya explicamos, los gobernantes que tenemos están destruyendo lo que es nuestra Nación, nuestra Patria mexicana. Y su trabajo de estos malos gobernantes no es mirar por el bienestar del pueblo, sino que sólo están pendientes del bienestar de los capitalistas. Por ejemplo, hacen leyes como las del Tratado de Libre Comercio, que pasan a dejar en la miseria a muchos mexicanos, tanto campesinos y pequeños productores, porque son “comidos” por las grandes empresas agroindustriales; tanto como los obreros y pequeños empresarios porque no pueden competir con las grandes trasnacionales que se meten sin que nadie les diga nada y hasta les dan gracias, y ponen sus bajos salarios y sus altos precios. O sea que, como quien dice, algunas de las bases económicas de nuestro México, que eran el campo y la industria y el comercio nacionales, están bien destruidas y apenas quedan unos pocos escombros que seguro también van a vender.

Y éstas son grandes desgracias para nuestra Patria. Porque pues en el campo ya no se producen los alimentos, sino sólo lo que venden los grandes capitalistas, y las buenas tierras son robadas con mañas y con el apoyo de los políticos. O sea que en el campo está pasando igual que cuando el Porfirismo, nomás que, en lugar de hacendados, ahora son unas empresas extranjeras las que tienen al campesino bien jodido. Y donde antes había créditos y precios de protección, ahora sólo hay limosnas … y a veces ni eso.

En su lado del trabajador de la ciudad pues las fábricas cierran y se quedan sin trabajo, o se abren las que se llaman maquiladoras, que son del extranjero y que pagan una miseria por muchas horas de trabajo. Y entonces no importa el precio de los productos que necesita el pueblo porque, aunque está caro o barato, pues no hay la paga. Y si alguien se trabajaba en una pequeña o mediana empresa, pues ya no, porque se cerró y la compró una gran trasnacional. Y si alguien tenía un pequeño negocio, pues también se desapareció o se puso a trabajar clandestinamente para las grandes empresas que los explotan una barbaridad, y hasta ponen a trabajar a los niños y niñas. Y si el trabajador estaba en un su sindicato para demandar sus derechos legalmente, pues no, que ahora el mismo sindicato le dice que hay que apechugar que bajan el salario o la jornada de trabajo o quitan prestaciones, porque si no pues la empresa cierra y se va para otro país. Y luego pues está eso del “microchangarro”, que es como el programa económico del gobierno para que todos los trabajadores de la ciudad se pongan a vender chicles o tarjetas de teléfono en las esquinas. O sea que pura destrucción económica también en las ciudades.

Y entonces lo que pasa es que, como la economía del pueblo está bien jodida tanto en el campo como en la ciudad, pues muchos mexicanos y mexicanas tienen que dejar su Patria, o sea la tierra mexicana, e irse a buscar trabajo en otro país que es Estados Unidos y ahí no los tratan bien, sino que los explotan, los persiguen y los desprecian y hasta los matan.

Entonces en el neoliberalismo que nos imponen los malos gobiernos pues no ha mejorado la economía, al contrario, el campo está muy necesitado y en las ciudades no hay trabajo. Y lo que está pasando es que México se está convirtiendo nomás en donde nacen y un rato, y otro rato se mueren, los que trabajan para la riqueza de los extranjeros principalmente de los gringos ricos. Por eso decimos que México está dominado por Estados Unidos.

Bueno, pero no sólo pasa esto, sino que también el neoliberalismo cambió a la clase política de México, o sea a los políticos, porque los hizo como que son empleados de una tienda, que tienen que hacer todo lo posible por vender todo y bien barato. Ya ven que cambiaron las leyes para quitar el artículo 27 de la Constitución y se pudieran vender las tierras ejidales y comunales. Eso fue el Salinas de Gortari, y él y sus bandas dijeron que es por bien del campo y del campesino, y que así va a prosperar y a vivir mejor. ¿Acaso ha sido así? El campo mexicano está peor que nunca y los campesinos más jodidos que cuando Porfirio Díaz. Y también dijeron que van a privatizar, o sea a vender a los extranjeros, las empresas que tenía el Estado para apoyar el bienestar del pueblo. Que porque no funcionan bien y les falta modernizarse, y que mejor venderlas. Pero, en lugar de mejorar, los derechos sociales que se conquistaron en la revolución de 1910 son ahora como para dar lástima… y coraje. Y también dijeron que hay que abrir las fronteras para que entre todo el capital extranjero, que así se van a apurar los empresarios mexicanos y a hacer mejor las cosas. Pero ahora vemos que ya ni hay empresas nacionales, todo se lo comieron los extranjeros, y lo que venden está peor que lo que se hacía en México.

Y bueno, pues ahora también los políticos mexicanos lo quieren vender PEMEX o sea el petróleo que es de los mexicanos, y la única diferencia es que unos dicen que se vende todo y otros dicen que sólo se vende una parte. Y también quieren privatizar el seguro social, y la electricidad, y el agua, y los bosques, y todo, hasta que no quede nada de México y nuestro país sólo sea como un terreno baldío o un lugar para su diversión de los ricos de todo el mundo, y los mexicanos y mexicanas estemos como sus sirvientes, pendientes de qué se les ofrece, mal viviendo, sin raíces, sin cultura, sin Patria pues.

O sea que los neoliberalistas lo quieren matar a México, a nuestra patria mexicana. Y los partidos políticos electorales no nada más no defienden, sino que primero que nadie son los que se ponen al servicio de los extranjeros, principalmente de los de Estados Unidos, y son los que se encargan de engañarnos, haciéndonos que miramos para otro lado mientras venden todo y se quedan ellos con la paga. Todos los partidos políticos electorales que hay ahorita, no nomás unos. Piensen ustedes si algo han hecho bien y verán que no, que puras robaderas y transas. Y vean como los políticos electorales siempre tienen sus buenas casas y sus buenos carros y sus lujos. Y todavía quieren que les damos las gracias y que otra vuelta votamos por ellos. Y es que de plano, como luego dicen, no tienen madre. Y no la tienen porque de por sí no tienen Patria, sólo tienen cuentas bancarias.

Y también vemos que crece mucho el narcotráfico y los crímenes. Y a veces pensamos que los criminales son como los presentan en los corridos o las películas, y tal vez algunos son así, pero no son los meros jefes. Los meros jefes andan bien vestidos, tienen estudios en el extranjero, son elegantes, no se andan escondiendo sino que comen en buenos restaurantes y salen en los periódicos muy bonitos y bien vestidos en sus fiestas, o sea que, como luego se dice, son “gente bien”, y algunos hasta son gobernantes, diputados, senadores, secretarios de estado, empresarios prósperos, jefes de policía, generales.

¿Estamos diciendo que la política no sirve? No, lo que queremos decir es que ESA política no sirve. Y no sirve porque no toma en cuenta al pueblo, no lo escucha, no le hace caso, nomás se le acerca cuando hay elecciones, y ya ni siquiera quieren votos, ya basta con las encuestas para decir quien gana. Y entonces pues puras promesas de que van a hacer esto y van a hacer lo otro, y ya luego, pues anda-vete y no los vuelves a ver, mas que cuando sale en las noticias que ya se robaron mucho dinero y no les van a hacer nada porque la ley, que esos mismos políticos hicieron, los protege.

Porque ése es otro problema, y es que la Constitución ya está toda manoseada y cambiada. Ya no es la que tenía los derechos y las libertades del pueblo trabajador, sino que ahora están los derechos y las libertades de los neoliberalistas para tener sus grandes ganancias. Y los jueces están para servir a esos neoliberalistas, porque siempre dan su palabra a favor de ellos, y a los que no son ricos pues les tocan las injusticias, las cárceles, los cementerios.

Bueno, pues aún con todo este desbarajuste que están haciendo los neoliberalistas, hay mexicanos y mexicanas que se organizan y hacen lucha de resistencia.

Y así nos enteramos que hay indígenas, que sus tierras están retiradas de aquí de Chiapas, y que hacen su autonomía y defienden su cultura y cuidan la tierra, los bosques, el agua.

Y hay trabajadores del campo, o sea campesinos, que se organizan y hacen sus marchas y movilizaciones para exigir créditos y apoyos al campo.

Y hay trabajadores de la ciudad que no se dejan que les quiten sus derechos o que privaticen sus trabajos, sino que protestan y se manifiestan para que no les quiten lo poco que tienen y para que no le quiten al país lo que es suyo de por sí, como la electricidad, el petróleo, la seguridad social, la educación.

Y hay estudiantes que no dejan que se privatice la educación y luchan porque sea gratuita y popular y científica, o sea que no cobren, que toda la gente pueda aprender, y que en las escuelas no enseñen tarugadas.

Y hay mujeres que no dejan que las traten como adorno o que las humillen y desprecien nomás por mujeres, sino que se organizan y luchan por el respeto que merecen como mujeres que son.

Y hay jóvenes que no aceptan que los embrutecen con las drogas o que los persiguen por sus modos de ser, sino que se hacen conscientes con su música y su cultura, su rebeldía pues.

Y hay homosexuales, lesbianas, transexuales y muchos modos, que no se conforman con que los burlan, y los desprecian, y los maltratan, y hasta los matan porque tienen otro modo que es diferente, y los tratan de anormales o delincuentes, sino que hacen sus organizaciones para defender su derecho a la diferencia.

Y hay sacerdotes y monjas y los que se llaman seglares, que no están con los ricos ni resignados en la rezadera, sino que se organizan para acompañar las luchas del pueblo.

Y hay los que se llaman luchadores sociales, que son hombres y mujeres que toda su vida se la han pasado luchando por el pueblo explotado, y son los mismos que participaron en las grandes huelgas y acciones obreras, en las grandes movilizaciones ciudadanas, en los grandes movimientos campesinos, y que sufrieron las grandes represiones, y como quiera, aunque algunos ya tienen edad, siguen sin rendirse, y ahí andan de un lado a otro buscando la lucha, buscando la organización, buscando la justicia, y se hacen organizaciones de izquierda, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de derechos humanos, organizaciones de defensa de presos políticos y de aparición de los desaparecidos, publicaciones de izquierda, organizaciones de maestros o estudiantes, o sea lucha social, y hasta organizaciones político-militares, y nomás no se están quietos y mucho saben porque mucho han visto y oído y vivido y luchado.

Y así en general, nosotros vemos que en nuestro país, que se llama México, hay mucha gente que no se deja, que no se rinde, que no se vende. O sea que es digna. Y eso nos da mucho contento y alegría porque con toda esa gente pues no tan fácil van a ganar los neoliberalistas y tal vez si se logra salvar a nuestra Patria de los grandes robos y destrucción que le hacen. Y pensamos que ojalá nuestro “nosotros” incluyera todas esas rebeldías…

V.- DE LO QUE QUEREMOS HACER.

Bueno, pues ahora les vamos a decir lo que queremos hacer en el mundo y en México, porque no podemos ver todo lo que pasa en nuestro planeta y quedarnos nomás callados, como si sólo nosotros estamos donde estamos.

Pues en el mundo lo que queremos es decirle a todos los que resisten y luchan con sus modos y en sus países, que no están solos, que nosotros los zapatistas, aunque somos muy pequeños, los apoyamos y vamos a ver el modo de ayudarlos en sus luchas y de hablar con ustedes para aprender, porque de por sí lo que hemos aprendido es a aprender.

Y queremos decirle a los pueblos latinoamericanos que es para nosotros un orgullo ser una parte de ustedes, aunque sea pequeña. Que bien que nos acordamos cuando hace años también se iluminaba el continente y una luz se llamaba Che Guevara, como antes se llamó Bolívar, porque a veces los pueblos agarran un nombre para decir que agarran una bandera.

Y queremos decirle al pueblo de Cuba, que ya lleva muchos años resistiendo en su camino, que no está solo y que no estamos de acuerdo con el bloqueo que les hacen y que vamos a ver el modo de mandarles algo, aunque sea maíz, para su resistencia. Y queremos decirle al pueblo norteamericano, que nosotros no revolvemos y sabemos que una cosa son los malos gobiernos que tienen y que pasan a perjudicar a todo el mundo, y otra muy diferente los norteamericanos que luchan en su país y se solidarizan con las luchas de otros pueblos. Y queremos decirle a los hermanos y hermanas Mapuche, en Chile, que vemos y aprendemos de sus luchas. Y a los venezolanos que bien que miramos cómo defienden su soberanía o sea el derecho de su Nación a decidir para dónde va. Y a los hermanos y hermanas indígenas del Ecuador y Bolivia les decimos que nos están dando una buena lección de historia a toda Latinoamérica porque ahora sí que le están poniendo un alto a la globalización neoliberal. Y a los piqueteros y a los jóvenes de Argentina les queremos decir eso, que los queremos. Y a los que en Uruguay se quieren un mejor país que los admiramos. Y a los que están sin tierra en Brasil que los respetamos. Y a todos los jóvenes de Latinoamérica que está bueno lo que están haciendo y que nos da una gran esperanza.

Y queremos decirles a los hermanos y hermanas de la Europa Social, o sea la que es digna y rebelde, que no están solos. Que nos alegran mucho sus grandes movimientos contra las guerras neoliberalistas. Que miramos con atención sus formas de organización y sus modos de luchar para que tal vez algo aprendemos. Que estamos viendo el modo de apoyarlos en sus luchas y que no les vamos a mandar euros porque luego se devalúan por lo del relajo de la Unión Europea, pero tal vez les vamos a mandar artesanías y café para que lo comercializan y algo se ayudan en sus trabajos para la lucha. Y tal vez también les mandamos pozol que da mucha fuerza en la resistencia, pero quien sabe si les mandamos porque el pozol es más bien de nuestro modo y qué tal que les perjudica la panza y se debilitan sus luchas y los derrotan los neoliberalistas.

Y queremos decirles a los hermanos y hermanas de África, Asia y Oceanía que sabemos que también se están luchando y que queremos conocer más de sus ideas y sus prácticas.

Y queremos decirle al mundo que lo queremos hacer grande, tan grande que quepan todos los mundos que resisten porque los quieren destruir los neoliberalistas y porque no se dejan así nomás sino que luchan por la humanidad.

Bueno, pues en México lo que queremos hacer es un acuerdo con personas y organizaciones mero de izquierda, porque pensamos que es en la izquierda política donde mero está la idea de resistirse contra la globalización neoliberal, y de hacer un país donde haya, para todos, justicia, democracia y libertad. No como ahorita que sólo hay justicia para los ricos, sólo hay libertad para sus grandes negocios y sólo hay democracia para pintar las bardas con propaganda electoral. Y porque nosotros pensamos que sólo de la izquierda puede salir un plan de lucha para que nuestra Patria, que es México, no se muere.

Y entonces, lo que pensamos es que, con estas personas y organizaciones de izquierda, hacemos un plan para ir a todas las partes de México donde hay gente humilde y sencilla como nosotros.

Y no es que vamos a decirles qué deben hacer o sea a darles orden.

Tampoco es que vamos a pedirles que voten por un candidato, que ya sabemos que los que hay son neoliberalistas.

Tampoco es que les vamos a decir que hagan igual a nosotros, ni que se levanten en armas.

Lo que vamos a hacer es preguntarles cómo es su vida, su lucha, su pensamiento de cómo está nuestro país y de cómo hacemos para que no nos derroten.

Lo que vamos a hacer es tomar su pensamiento de la gente sencilla y humilde y tal vez encontramos en ella el mismo amor que sentimos nosotros por nuestra patria.

Y tal vez encontramos un acuerdo entre los que somos sencillos y humildes y, juntos, nos organizamos en todo el país y ponemos de acuerdo nuestras luchas que ahorita están solas, apartadas unas de otras, y encontramos algo así como un programa que tenga lo que queremos todos, y un plan de cómo vamos a conseguir que ese programa, que se llama “programa nacional de lucha”, se cumpla.

Y entonces, según el acuerdo de la mayoría de esa gente que vamos a escuchar, pues hacemos una lucha con todos, con indígenas, obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados, mujeres, niños, ancianos, hombres, y con todo aquel que tenga bueno su corazón y tenga la gana de luchar para que no se acabe de destruir y vender nuestra patria que se llama “México” y que viene quedando entre el río Bravo y el río Suchiate, y de un lado tiene el océano pacífico y del otro el océano atlántico.

VI.- DE COMO LO VAMOS A HACER.

Y entonces ésta es nuestra palabra sencilla que va dirigida a la gente humilde y simple de México y el mundo, y a ésta nuestra palabra de ahora la llamamos: Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

Y aquí estamos para decir, con nuestra palabra sencilla, que…

El EZLN mantiene su compromiso de cese al fuego ofensivo y no hará ataque alguno contra fuerzas gubernamentales ni movimientos militares ofensivos.

El EZLN mantiene todavía su compromiso de insistir en la vía de la lucha política con esta iniciativa pacífica que ahora hacemos. Por lo tanto, el EZLN seguirá en su pensamiento de no hacer ningún tipo de relación secreta con organizaciones político-militares nacionales o de otros países.

El EZLN refrenda su compromiso de defender, apoyar y obedecer a las comunidades indígenas zapatistas que lo forman y son su mando supremo, y, sin interferir en sus procesos democráticos internos y en la medida de sus posibilidades, contribuir al fortalecimiento de su autonomía, buen gobierno y mejora de sus condiciones de vida. O sea que lo que vamos a hacer en México y el mundo, lo vamos a hacer sin armas, con un movimiento civil y pacífico, y sin descuidar ni dejar de apoyar a nuestras comunidades.

Por lo tanto… En el mundo…

1.- Haremos más relaciones de respeto y apoyos mutuos con personas y organizaciones que resisten y luchan contra el neoliberalismo y la humanidad.

2.- En la medida de nuestras posibilidades mandaremos apoyos materiales como alimentos artesanías para los hermanos y hermanas que luchan en todo el mundo. Para empezar, vamos a pedir prestado a la Junta de Buen Gobierno de La Realidad, el Camión que se llama “Chompiras” y le caben parece que 8 toneladas, y lo vamos a llenar de maíz y tal vez dos tambos de 200 litros cada uno con gasolina o petróleo, según qué les conviene, y los vamos a entregar en la embajada de Cuba en México para que lo mandan en su pueblo cubano como un apoyo de los zapatistas para su resistencia contra el bloqueo norteamericano. O tal vez hay un lugar más acá para entregar porque siempre está retirado hasta la Ciudad de México y qué tal que se descompone el “Chompiras” y vamos a quedar mal. Y eso pues hasta que sale la cosecha que ahorita está verdeando en la milpa y si no nos atacan, porque si mandamos en estos meses que vienen pues puro elote mandamos y no llega bien ni en tamales, mejor en noviembre o diciembre, según.

Y también vamos a hacer acuerdo con las cooperativas de mujeres de las artesanías para mandar un buen tanto de bordados a las Europas que tal vez ya no son Unión, y también tal vez mandamos café orgánico de las cooperativas zapatistas, para que lo vendan y saquen un poco de paga para su lucha. Y si no se vende pues siempre pueden echar un cafecito y platicar de la lucha antineoliberal, y si hace un poco de frío pues se tapan con los bordados zapatistas que sí resisten bien hasta los lavados a mano y piedra y, además, no despintan.

Y a los hermanos y hermanas indígenas de Bolivia y Ecuador también les vamos a mandar un poco de maíz no-transgénico y nomás que no sabemos donde mero entregar para que llegue cabal pero sí estamos dispuestos para dar esta pequeña ayuda.

3.- Y a todos y todas que resisten en todo el mundo les decimos que hay que hacer otros encuentros intercontinentales, aunque sea otro uno. Tal vez diciembre de este año o enero próximo, hay que pensar. No queremos decir mero cuándo, porque se trata de que hacemos acuerdo parejo en todo, de dónde, de cuando, de cómo, de quién. Pero que no sea de templete donde unos pocos hablan y todos los demás escuchan, sino que sin templete, puro plano y todos hablan, pero en orden porque si no pues pura bulla y no se entiende la palabra, y con buena organización todos escuchan, y así apuntan en sus cuadernos las palabras de resistencia de otros para que luego cada quien lo platica a sus compañeros y compañeras en sus mundos. Y nosotros pensamos que sea en un lugar que tenga una cárcel muy grande, porque qué tal que nos reprimen y nos encarcelan, y para no estar todos amontonados sino que presos pero, eso sí, bien organizados, y ahí en la cárcel le seguimos el encuentro intercontinental por la humanidad y contra el neoliberalismo. Entonces ahí luego les decimos cómo hacemos para ponernos de acuerdo en cómo nos vamos a poner de acuerdo. Bueno pues así es como pensamos hacer lo que queremos hacer en el mundo.

Ahora sigue…

En México…

1.- Vamos a seguir luchando por los pueblos indios de México, pero ya no sólo por ellos ni sólo con ellos, sino que por todos los explotados y desposeídos de México, con todos ellos y en todo el país. Y cuando decimos que todos los explotados de México también estamos hablando de los hermanos y hermanas que se han tenido que ir a Estados Unidos a buscar trabajo para poder sobrevivir.

2.- Vamos a ir a escuchar y hablar directamente, sin intermediarios ni mediaciones, con la gente sencilla y humilde del pueblo mexicano y, según lo que vamos escuchando y aprendiendo, vamos a ir construyendo, junto con esa gente que es como nosotros, humilde y sencilla, un programa nacional de lucha, pero un programa que sea claramente de izquierda o sea anticapitalista o sea antineoliberal, o sea por la justicia, la democracia y la libertad para el pueblo mexicano.

3.- Vamos a tratar de construir o reconstruir otra forma de hacer política, una que otra vuelta tenga el espíritu de servir a los demás, sin intereses materiales, con sacrificio, con dedicación, con honestidad, que cumpla la palabra, que la única paga sea la satisfacción del deber cumplido, o sea como antes hacían los militantes de izquierda que no paraban ni con golpes, cárcel o muerte, mucho menos con billetes de dólar.

4.- También vamos a ir viendo de levantar; una lucha para demandar que hacemos una nueva Constitución o sea nuevas leyes que tomen en cuenta las demandas del pueblo mexicano como son: techo, tierra, trabajo, alimento, salud, educación, información, cultura, independencia, democracia, justicia, libertad y paz. Una nueva Constitución que reconozca los derechos y libertades del pueblo, y defienda al débil frente al poderoso.

PARA ESTO….

El EZLN enviará una delegación de su dirección para hacer este trabajo en todo el territorio nacional y por tiempo indefinido. Esta delegación zapatista, junto con las organizaciones y personas de izquierda que se sumen a esta Sexta Declaración de la Selva Lacandona, irá a los lugares a donde nos inviten expresamente.

También avisamos que el EZLN establecerá una política de alianzas con organizaciones y movimientos no electorales que se definan, en teoría y práctica, como de izquierda, de acuerdo a las siguientes condiciones:

No a hacer acuerdos arriba para imponer abajo, sino a hacer acuerdos para ir juntos a escuchar y a organizar la indignación; no a levantar movimientos que sean después negociados a espaldas de quienes los hacen, sino a tomar en cuenta siempre la opinión de quienes participan; no a buscar regalitos, posiciones, ventajas, puestos públicos, del Poder o de quien aspira a él, sino a ir más lejos de los calendarios electorales; no a tratar de resolver desde arriba los problemas de nuestra Nación, sino a construir DESDE ABAJO Y POR ABAJO una alternativa a la destrucción neoliberal, una alternativa de izquierda para México.

Sí al respeto recíproco a la autonomía e independencia de organizaciones, a sus formas de lucha, a su modo de organizarse, a sus procesos internos de toma de decisiones, a sus representaciones legítimas, a sus aspiraciones y demandas; y sí a un compromiso claro de defensa conjunta y coordinada de la soberanía nacional, con la oposición intransigente a los intentos de privatización de la energía eléctrica, el petróleo, el agua y los recursos naturales.

O sea que, como quien dice, invitamos a las organizaciones políticas y sociales de izquierda que no tengan registro, y a las personas que se reivindiquen de izquierda que no pertenezcan a los partidos políticos con registro, a reunimos en tiempo, lugar y modo que les propondremos en su oportunidad, para organizar una campaña nacional, visitando todos los rincones posibles de nuestra patria, para escuchar y organizar la palabra de nuestro pueblo. Entonces es como una campaña, pero muy otra porque no es electoral.

Hermanos y hermanas:

Ésta es nuestra palabra que declaramos:

En el mundo vamos a hermanarnos más con las luchas de resistencia contra el neoliberalismo y por la humanidad.
Y vamos a apoyar, aunque sea un poco, a esas luchas.

Y vamos, con respeto mutuo, a intercambiar experiencias, historias, ideas, sueños.

En México, vamos a caminar por todo el país, por las ruinas que ha dejado la guerra neoliberal y por las resistencias que, atrincheradas, en él florecen.

Vamos a buscar, y a encontrar, a alguien que quiera a estos suelos y a estos cielos siquiera tanto como nosotros.

Vamos a buscar, desde La Realidad hasta Tijuana, a quien quiera organizarse, luchar, construir acaso la última esperanza de que esta Nación, que lleva andando al menos desde el tiempo en que un águila se posó sobre un nopal para devorar una serpiente, no muera.
Vamos por democracia, libertad y justicia para quienes nos son negadas.

Vamos con otra política, por un programa de izquierda y por una nueva constitución.

Invitamos a los indígenas, obreros, campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, colonos, pequeños propietarios, pequeños comerciantes, micro empresarios, jubilados, discapacitados, religiosos y religiosas, científicos, artistas, intelectuales, jóvenes, mujeres, ancianos, homosexuales y lesbianas, niños y niñas, para que, de manera individual o colectiva participen directamente con los zapatistas en esta CAMPAÑA NACIONAL para la construcción de otra forma de hacer política, de un programa de lucha nacional y de izquierda, y por una nueva Constitución.

Y pues ésta es nuestra palabra de lo que vamos a hacer y de cómo lo vamos a hacer. Ahí lo vean si es que le quieren entrar.

Y les decimos a los hombres y mujeres que tengan bueno su pensamiento en su corazón, que estén de acuerdo con esta palabra que sacamos y que no tengan miedo, o que tengan miedo pero que lo controlen, pues que digan públicamente si están de acuerdo con esta idea que estamos declarando y pues así vamos viendo de una vez quién y cómo y en dónde y cuándo es que se hace este nuevo paso en la lucha.

Por mientras lo piensan, les decimos que, hoy, en el sexto mes del año de 2005, los hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ya nos decidimos y ya suscribimos esta Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y firmaron los que saben y los que no lo pusieron su huella, pero ya son menos los que no saben porque ya se avanzó la educación aquí en este territorio en rebeldía por la humanidad y contra el neoliberalismo, o sea en cielo y tierra zapatistas.

Y ésta fue nuestra sencilla palabra dirigida a los corazones nobles de la gente simple y humilde que resiste y se rebela contra las injusticias en todo el mundo.

¡DEMOCRACIA!
¡LIBERTAD!
¡JUSTICIA!

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México, en el mes sexto, o sea en junio, del año del 2005.

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Resistencia contra minería y monocultivos – El Estado como molino de viento

February 21, 2010 By Irizarry

En el fondo de estos conflictos laten dos modos de estar en el mundo. El concepto de “desarrollo”, tan apreciado por las izquierdas, no pertenece al universo conceptual de los pueblos originarios del continente. […] Creo que un país, un Estado-nación, tiene una lógica por la cual no puede carecer de un modelo de producción que le garantice estabilidad, previsibilidad, garantías de poder cumplir con su objetivo central que es la reproducción del Estado, o sea de las relaciones sociales que podemos llamar estatalidad. Los Estados, como toda institución, son relaciones, modos de hacer; no cosas u objetos. El objetivo de cualquier Estado es seguir siendo Estado, reproducir las relaciones sociales que hacen la estatalidad. Son profundamente conservadores, y eso es intrínseco al Estado. […] Una diferencia clave es que el Estado-nación es una relación social capitalista; la comunidad no es capitalista, es comunidad. El Estado existe para la acumulación de capital; la comunidad para la comunidad, para perpetuar el tipo de relación entre sus miembros y, por tanto, con el llamado entorno. El Estado sobrevive depredando el entorno; la comunidad sólo sigue siendo si lo conserva.

Lástima, que no tenemos indígenas en la isla, que no somos indígenas, o que nos olvidamos que tal vez seguimos siendo indígenas en tantos y muchos aspectos, muy a pesar nuestro.

Vale la pena no olvidar las luchas ignoradas, pues logran recordar lo que está en juego. Las lecciones son muchas, especialmente las que apuntan a la realidad del poder del Estado. Arrojan mucha luz sobre el Estado.

Aquí y ahora, para nosotros, mientras se buscan diálogos y pactos con el gobierno de un Estado neoliberal impermeable, mientras nos empantanamos con las políticas policiacas de un poder que lo único que busca es militarizar la vigilancia e imponer estados de sitio selectivos, amparando a los narcopolíticos y cultivando los elementos de narcoestado que claramente afloran y nos encierran, mientras seguimos obviando las expropiaciones y la múltiples explotaciones que aceptamos y mantenemos, vale la pena no olvidar las luchas ignoradas.

Puede que se piense que esas luchas no tienen que ver con nosotros. Eso sería reflejo condicionado de nuestro ambiente de consumo físico y mental, afectivo y profundo. ¿No tienen que ver con nosostros? Seguimos entregando los recursos que quedan, nos olvidamos que somos isla, aceptamos las nuevas propagandas del despojo actual bajo las etiquetas demagógicas del mercadeo de la “bio-isla” como si fuese la gran solución de “desarrollo” (pero es la actualización neoliberal del monocultivo, esta vez mucho más peligroso y pernicioso). Seguimos pensando que se puede arropar la isla de cemento indiscriminadamente, nos tragamos los cuentos de que el problema son los gastos del Estado en vez de preguntar por qué no hay los ingresos necesarios (pues eso toca el tema incómodo de la economía que tenemos y de las estrategias de desarrollo posibles que no sean las que vivimos), y no preguntamos con fuerza y lucidez suficiente por qué se privilegia siempre al capital en vez de plantearse qué es lo que necesita la gente cada vez que la crisis inevitable se agudiza …

Lo que está en juego es el modo de convivencia, de comunidad, lo que tenemos y lo que necesitamos como alternativa, no porque existan agendas escondidas financiadas desde el exterior (esos son los miedos reiterados de siempre), sino porque ya no podemos seguir soportando las agendas neoliberales que se hacen viables a través de un Estado que no es nuestro (y que recibe mucho financiamiento, multinacional, el de los poderosos) y que busca imponer las ganancias de las empresas sin que importen las cosecuencias.

En eso sí que todos somos indígenas, en las explotaciones que se siguen imponiendo, aunque no se vea ni se acepte, en eso de que las luchas necesarias tienen que ver con las posibilidades de vida de la isla, en contra de ese Estado (y su gobierno) y de las agendas neoliberales.

¿Cuál comunidad es posible, que no esté sujeta a los imperativos del Estado neoliberal, o de cualquier otro Estado que pretenda ser opción? ¿Soberanía? Eso debería ser la gente, de la gente, algo comunitario, no otro embeleco jurídico. Lo otro entonces se conquista …

http://www.jornada.unam.mx/2010/02/20/oja154-zibechi.html

Resistencia contra minería y monocultivos
El Estado como molino de viento

Raúl Zibechi

Si hay algún fantasma recorriendo América Latina, por recuperar la célebre frase que encabeza el Manifiesto Comunista, es el de la resistencia india comunitaria, en sierras y selvas, y ahora muy especialmente en la Amazonia sudamericana. En los últimos años, naciones enteras resisten la expansión de la minería y la explotación de los hidrocarburos, así como los monocultivos que devoran las tierras nativas. Esa resistencia ha sido tan potente en el Perú neoliberal de Alan García como en la Venezuela bolivariana de Hugo Chávez y en el Ecuador de la revolución ciudadana de Rafael Correa.

Todos recordamos la masacre de Baguá (Perú), donde miles de indígenas resistieron en nombre de la vida, eso que nosotros llamamos naturaleza, hace unos meses, la política oficial de promover la explotación de la Amazonia. La masacre perpetrada el Día Mundial del Medio Ambiente, 5 de junio, forma parte de una larga guerra por la apropiación de los bienes comunes, apoyada en la firma del TLC entre Perú y Estados Unidos. Los hechos del 5 de junio dejaron un centenar de heridos de bala y entre 20 y 25 muertos por el empeño de parcelar 63 millones de hectáreas en grandes propiedades para facilitar el ingreso de los negocios multinacionales.

A fines de septiembre se registró un nuevo levantamiento indígena en Ecuador, esta vez en defensa del agua, amenazada por la minería a cielo abierto. Las organizaciones indias se enfrentaron a un gobierno que se proclama antineoliberal, partidario del “socialismo del siglo XXI” y que impulsa una “revolución ciudadana”, que hizo aprobar la Constitución más avanzada en materia ambiental, a tal punto que declara a la naturaleza como sujeto de derecho. Pese a que hubo un muerto, el conflicto se desactivó al abrirse un diálogo entre el gobierno y la Conaie, con la promesa de Correa de modificar las leyes de aguas y de minería.

El 13 de octubre, el conflicto que involucra a comunidades yukpa en la cuenca del Río Yaza, en Zulia (Venezuela), se saldó con dos muertos. Ganaderos y mineros vienen despojando a los indígenas de sus tierras y forzando su desplazamiento, avalados por el manejo irresponsable de funcionarios con competencias en materia de ambiente, tierra y pueblos indígenas, según denuncian organizaciones venezolanas. Según un comunicado, éstos “se han encargado de fragmentar a las comunidades mediante el manejo clientelar de programas de vivienda, compra de camiones y otorgamiento de créditos para los consejos comunales que son parte del Plan Yukpa, con el fin de lograr su apoyo incondicional para la firma de unas propuestas de demarcación” de las tierras que “constituyen una manera de mantener la presencia y privilegios de hacendados y parceleros condenando a los indígenas a la exclusión”.

En el fondo de estos conflictos laten dos modos de estar en el mundo. El concepto de “desarrollo”, tan apreciado por las izquierdas, no pertenece al universo conceptual de los pueblos originarios del continente. Se trata de una propuesta neocolonial que busca atrapar los bienes comunes para convertirlos en mercancías. El modelo extractivista les resulta ajeno, entre otras razones porque sólo reciben los perjuicios materializados en la destrucción del medio donde viven.

Hay algo más, sumamente importante. El Estado-nación es una construcción de Occidente que nada tiene que ver con las tradiciones indígenas. ¿Existe alguna relación entre el extractivismo y los Estados? Creo que un país, un Estado-nación, tiene una lógica por la cual no puede carecer de un modelo de producción que le garantice estabilidad, previsibilidad, garantías de poder cumplir con su objetivo central que es la reproducción del Estado, o sea de las relaciones sociales que podemos llamar estatalidad. Los Estados, como toda institución, son relaciones, modos de hacer; no cosas u objetos. El objetivo de cualquier Estado es seguir siendo Estado, reproducir las relaciones sociales que hacen la estatalidad. Son profundamente conservadores, y eso es intrínseco al Estado.

En las tradiciones indias no hay Estado —salvo el impuesto por los conquistadores, muchas veces asumido por los conquistados— sino comunidad, que funciona con una lógica totalmente opuesta. No es ni mejor ni peor, sencillamente diferente. Desde el punto de vista de la emancipación, la comunidad puede ser tan opresiva como el Estado. En todo caso, vale preguntarle a las mujeres y los jóvenes. Una diferencia clave es que el Estado-nación es una relación social capitalista; la comunidad no es capitalista, es comunidad. El Estado existe para la acumulación de capital; la comunidad para la comunidad, para perpetuar el tipo de relación entre sus miembros y, por tanto, con el llamado entorno. El Estado sobrevive depredando el entorno; la comunidad sólo sigue siendo si lo conserva.

Desde el momento en que el socialismo del siglo XXI es un socialismo estatal, o como se quiera denominar a un régimen de Estado, es naturalmente opuesto y antagónico a la lógica comunitaria, o sea india. Esto es algo que todos los partidarios del socialismo deberían reflexionar, desde los bolivarianos hasta las FARC. La lógica estatal, en su formato partido, sindicato o el que sea, es incompatible no sólo con los modos de vida indígenas, sino también con el ambiente y con la vida humana medianamente libre. En ese sentido, las comunidades indias no necesitan la minería ni la explotación de hidrocarburos; sólo necesitan controlar que los depredadores del ambiente y de los seres humanos, no se pasen de la raya. Pierre Clastres, el antropólogo que vivió con los guayakis, fue muy claro cuando comprendió que toda la energía de la tribu está destinada a impedir que los jefes —que siempre los hay— tengan poder. Cuando los jefes adquieren poder, se instala una lógica de separación con la que los seres se convierten en medios en vez de seguir siendo fines.

En buen romance, socialismo y Estado son antagónicos. La comunidad es socialismo-comunismo; el capitalismo sólo sobrevive gracias al pulmón Estado. Los partidarios del socialismo deberíamos reflexionar que no se trata de mayor o menor radicalidad de los procesos; que no se trata de más reformas, de más nacionalizaciones, etcétera. Sino de alfombrar el camino del socialismo con otros tapices que no estén tejidos con las hebras estatales. Esto sí sería una revolución cultural, social, política, paradigmática ¿estética? Ah: no es un debate teórico; por lo menos en América Latina es parte de nuestras realidades.

www.ecoportal.net, 26 de noviembre de 2009

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¿Qué es la autonomía?

February 15, 2010 By Irizarry

[…] La lucha revolucionaria se centraba en torno a la fábrica y el método de lucha por excelencia era la huelga, que paralizaba la producción. El sujeto protagonista de las luchas era el Proletariado (con mayúscula) (2). Este, con su liberación lograría liberar al conjunto de la humanidad, era un sujeto portador de lo universal. Todo proyecto de liberación quedaba supeditado a la liberación del trabajo y la destrucción del sistema capitalista: la liberación de la mujer se produciría gracias a la abolición de la propiedad privada y la instauración de la dictadura del proletariado (3), el conflicto generacional no tendría lugar en la nueva sociedad, la cuestión ecológica carecía de sentido, las luchas de todo tipo de minorías se resolverían de golpe y porrazo, etc (4).

Esta concepción se iría al traste con el gran cambio que se produjo en la segunda mitad del siglo XX, con la aparición de lo que se ha conocido como postfordismo (5). Este supuso el fraccionamiento de la gran fábrica a lo largo de toda la sociedad (la sociedad-fábrica) en pequeñas unidades de producción descentralizadas. La fábrica como espacio delimitado de la producción dejaba de ser predominante. La sociedad entera se convierte en una gran fábrica. En ella ya no hay sectores improductivos. Todo sirve para la reproducción del capital, que todo lo invade, toda la sociedad queda sometida a la lógica del capital. En este contexto, las luchas anticapitalistas no podían reducirse a la fábrica y a la figura obrera que las integraba (figura esta por otro lado integrada en la gestión del capitalismo a través de lo que se ha conocido como estado del bienestar). La autonomía obrera supuso una puesta en primer plano de las luchas sociales de todo tipo, consideradas hasta entonces como secundarias o dependientes del conflicto laboral, y una toma en consideración de toda una serie de actores sociales que emergían de los márgenes del sistema capitalista: jóvenes, estudiantes precarios surgidos de la masificación de la universidad, trabajador@s, inmigrantes, parad@s, delincuentes comunes, pres@s…

A partir de la grieta del 1968, y a través de las últimas tres décadas del siglo XX, se entiende que los partidos y organizaciones llamadas obreras no eran capaces de lograr las luchas a favor de las transformaciones necesarias en contra de los procesos de las nuevas formas de explotación, de expropiación, que el capitalismo era capaz de articular en el contexto de las luchas que reiteraban sus límites sistémicos.

El pensamiento (y las prácticas) de las Autonomías son referencia (y anclaje) indispensable que emerge en ese proceso, que sigue siendo el nuestro ahora, y que tiende (tal vez) a juntar luchas multifacéticas que antes se querían pensar y manejar por separado en las jerarquías obreristas y burocráticas (estatatalistas, oportunistas y muy convenientes para los poderes). Algo hay que aprender en todo esto. Vale el pensamiento de las autonomías, y todas las prácticas posibles que lo mantienen.

El gran acierto de las autonomías es la insistencia en las coincidencias de las luchas y resistencias, el reconocimiento de los encuentros latentes y vitales en lo que se pretende pensar y hacer por separado, entre lo llamado político, económico y ecológico, y lo llamado social que lo junta todo en lo cotidiano de las convivencias (aunque eso no se vea siempre), en lo que hacemos a diario. Vale el pensamiento de las autonomías, y todas las prácticas posibles que lo mantienen. Algo hay que aprender en todo esto, y es que todo anda junto, siempre.

Estamos en la crisis del postfordismo y de la Nueva Economía que pretenden manejar y aprovechar las ganancias especulativas y fantasmales con las cuales se han sostenido hasta ahora, y en la crisis de todas las implicaciones y consecuencias que eso conlleva para todos nosotros que sufrimos la socialización de las pérdidas (del capital) y la privatización de las ganancias (para el capital, desde arriba).

Ya basta. Algo hay que aprender en todo esto. Vale el pensamiento de las autonomías, y de todas las prácticas posibles que lo mantienen.

Exodo, digo yo.

Si la insurgencia posible (esa que acaso puede llegar a existir) no deviene movimiento amplio e inclusivo, multifacético y ágil, de resistencias y desobediencias civiles que coincidan de manera sostenida e indefinida, no hay gran cosa que se pueda esperar.

http://www.lahaine.org/pensamiento/autonomia.htm


¿Qué es la autonomía?

Al intentar definir qué es la autonomía nos vemos pronto atrapados sin saber qué fronteras marcar, qué límites, qué prácticas señalar. Pregunta: ¿Qué es la autonomía? Difícil contestar. ¿La autonomía es una idea? ¿la autonomía es una practica? ¿la autonomía es un tipo de organización? ¿la autonomía es algo difuso? La autonomía somos tod@s. Definir la autonomía se escapa a nuestras posibilidades porque la autonomía tiene la fuerza de aquello que no logra ser nunca del todo, de lo que siempre se mueve y jamás termina (proceso continuo), jamás diremos “hasta aquí”. La autonomía es algo indefinible y sin embargo existe y la vivimos, la olemos, la encarcelan, la reprimen De lo que se trata entonces es de señalar algunos puntos a partir de los cuales podamos identificar en que consiste la autonomía. Pero estos puntos no agotan el ser de la autonomía, no logran fijarla, establecerla en suelo estable, porque ella siempre gira, inabarcable, infinita, absoluta. Definirla definitivamente es matarla, contentémonos con seguir sus huellas.

Huellas. La autonomía constituye una práctica histórica. Huellas. De ella podemos encontrar distintos ejemplos: la Comuna de París, los Soviets de los primeros tiempos de la revolución rusa de 1917, los comités de 1936. Fueron estos, momentos revolucionarios en los que la clase obrera tendía a autoorganizarse en base a criterios de democracia de base y consejista, intentando ir más allá de la mera reivindicación económica o política. En estas circunstancias, la clase obrera se constituía en protagonista de la lucha, rompiendo con la mediación de la burguesía y sus instituciones. Pareciera que en este contexto la autonomía se conformara como una práctica consecuente con un proyecto de transformación social. Hoy, encontramos una corriente política, una postura vital, una práctica y un hacer que se reivindica abiertamente de la autonomía, es más, que ella misma se autodenomina así: autonomía obrera . Esta autonomía obrera encontró también un momento histórico de emergencia en torno a las luchas surgidas en el 68 en diversos países: Francia, Alemania, Italia, EE.UU., Checoslovaquia, México. etc. La autonomía obrera recoge buena parte de ese importante momento de ruptura que fue el año 68 (y que en países como Italia, se alargaría basta el año 1977), incorporándola a una ya más larga tradición obrerista y en lugares como el Estado español a una también larga tradición libertaria (1).

La consolidación de este movimiento de la autonomía obrera, de esta multitud de comportamientos, deseos, significados, actos, discursos, lenguajes y latidos que se reivindican abiertamente de lo autónomo, su desarrollo y sus características más peculiares fueron fruto de su época, de su contexto. La autonomía obrera sin duda podría haber sido muchas cosas y sin embargo fue (y es) lo que fue (y es, y no es). Y lo que fue, fue coherente con los cambios que se estaban produciendo en el mundo durante la segunda mitad del siglo XX. Apurando la cuestión, la autonomía no fue más que la reactualización del viejo proyecto revolucionario propio de la modernidad en un contexto transformado profundamente. La autonomía consistió en una relectura del mundo y en un intento coherente de llevar a cabo en ella la transformación social. En el centro de esta relectura estuvo la comprensión de los cambios que se estaban produciendo en la organización del trabajo (fin del periodo fordista), de las formas y de los medios de producción, de los mecanismos de extracción de beneficios del capitalismo, etc. Todo ello confluye en un cambio en la configuración de los sujetos sociales protagonistas de la lucha de clases que llevó a un replanteamiento profundo de la forma de hacer política (en el mejor sentido del término y a falta de otro mejor).

Hasta el momento, todos los proyectos revolucionarios habían partido de la premisa de que el conflicto entre Capital y Trabajo (es decir, entre los patronos y l@s obrer@s) era el más importante de todos. Todos los esfuerzos de lucha se focalizaban en este campo. Lo importante era incidir en el proceso de producción y ello era relativamente fácil: el proceso productivo se localizaba en un área bastante bien delimitada como era la gran fábrica fordista que albergaba a miles de trabajador@s. La concentración en un mismo espacio permitía pautas de sociabilidad que creaban una experiencia compartida, unas condiciones de vida relativamente similares que a la larga creaban a su vez un sentimiento de identidad en tanto que clase (aquello de la conciencia de clase). La lucha revolucionaria se centraba en torno a la fábrica y el método de lucha por excelencia era la huelga, que paralizaba la producción. El sujeto protagonista de las luchas era el Proletariado (con mayúscula) (2). Este, con su liberación lograría liberar al conjunto de la humanidad, era un sujeto portador de lo universal. Todo proyecto de liberación quedaba supeditado a la liberación del trabajo y la destrucción del sistema capitalista: la liberación de la mujer se produciría gracias a la abolición de la propiedad privada y la instauración de la dictadura del proletariado (3), el conflicto generacional no tendría lugar en la nueva sociedad, la cuestión ecológica carecía de sentido, las luchas de todo tipo de minorías se resolverían de golpe y porrazo, etc (4).

Esta concepción se iría al traste con el gran cambio que se produjo en la segunda mitad del siglo XX, con la aparición de lo que se ha conocido como postfordismo (5). Este supuso el fraccionamiento de la gran fábrica a lo largo de toda la sociedad (la sociedad-fábrica) en pequeñas unidades de producción descentralizadas. La fábrica como espacio delimitado de la producción dejaba de ser predominante. La sociedad entera se convierte en una gran fábrica. En ella ya no hay sectores improductivos. Todo sirve para la reproducción del capital, que todo lo invade, toda la sociedad queda sometida a la lógica del capital. En este contexto, las luchas anticapitalistas no podían reducirse a la fábrica y a la figura obrera que las integraba (figura esta por otro lado integrada en la gestión del capitalismo a través de lo que se ha conocido como estado del bienestar). La autonomía obrera supuso una puesta en primer plano de las luchas sociales de todo tipo, consideradas hasta entonces como secundarias o dependientes del conflicto laboral, y una toma en consideración de toda una serie de actores sociales que emergían de los márgenes del sistema capitalista: jóvenes, estudiantes precarios surgidos de la masificación de la universidad, trabajador@s, inmigrantes, parad@s, delincuentes comunes, pres@s…

Todos ellos se caracterizaban por un rechazo directo del trabajo (con respecto al cual guardaban muy pocos lazos de unión), de la mediación en las luchas de sindicatos y partidos gestores del estado del “bienestar”, de la idea de sacrificio por el “mañana” (6), de la miseria de la vida cotidiana, etc. El conflicto se trasladaba del espacio de producción al territorio social. No es que el conflicto laboral y la figura del obrero tradicional pierda sentido, no se trata de que las clases sociales o la lucha de clases ya no existan, es más, siguen manteniendo un papel destacado, pero ya no es el único tipo de conflicto que existe, ni el único actor a considerar (el que nos iba a liberar a tod@s).

Ahora nos encontramos ante nuevos sujetos que, si bien son los creadores de la riqueza, no son interpretables en términos de trabajo productivo/improductivo. Esta nueva subjetividad interpreta la riqueza social como «valor de uso». La producción ya no se considera como un a priori humano, sino como producción de riqueza «humanamente disfrutable»: producción de valor de uso. Sin duda, este impulso hacia el valor de uso de las cosas, su orientación hacia la satisfacción de las necesidades sociales, ha marcado la práctica de la autonomía. Esta siempre ha optado por la reapropiación directa de la riqueza que queda inaccesible a las capas más desfavorecidas de la sociedad. Prácticas como la ocupación de viviendas, las autorreducciones colectivas, el robo en supermercados, el no pagar en los medios de transporte, etc, han sido prácticas defendidas por la autonomía como una forma de satisfacer las necesidades sociales, recuperar parte de la plusvalía extraída en el trabajo…. La autonomía (a la que quizás ya no tenga tanto sentido añadir lo de obrera, porque junto a ello deberíamos agregar una larga lista de términos) consistiría en esta reconsideración de lo social y de la emergencia de una multiplicidad de agentes sociales potencialmente revolucionarios (pero ya no revolucionarios por naturaleza), todos ellos dotados de una subjetividad y unas características propias, de unas reivindicaciones específicas…. (7).

Seguimos buscando huellas, seguimos buscando al Yeti. Otro elemento característico de la autonomía es su visión de la revolución. También aquí se abandona la idea de Revolución (con mayúscula). Revolución entendida como espacio y tiempo futuro, como día D hora H liberador. Algo así como el Juicio Final, la toma de la Bastilla, del palacio de Invierno. En la autonomía lo que se propone es iniciar la revolución (miles, pequeñitas, en minúscula) desde ya. No podemos esperar hasta tan famoso día para liberarnos. Este es un aspecto importante en el campo de la autonomía sobre el que merece la pena pararse un poco. La autonomía parte del hecho de que no hay un sujeto único y universal que sea revolucionario por naturaleza (el Proletariado), sino que postula como hemos visto la existencia de una multiplicidad de actores que por sus condiciones existenciales se encuentran situados en los márgenes del sistema y que pueden desarrollar una subjetividad revolucionaria, antagonista. Es fundamental potenciar el desarrollo de estas subjetividades y comportamientos (practicas de cooperación social, rechazo del trabajo…) que chocan con la lógica del sistema capitalista. Lo importante además es que la praxis, el terreno de construcción de los sujetos revolucionarios, de esa subjetividad antagonista, por eso se enfatiza tanto lo de comenzar desde hoy la revolución, en vivir de forma coherente con nuestras propuestas de futuro, crear espacios (por ejemplo los centros sociales autogestionados) donde tengan cabida estas realidades antagonistas. La autonomía ha sido definida como la clase que emancipada de su objetualidad, desarrolla su subjetividad.

La autonomía lo que propone es tomar al comunismo como programa directo, como acto que está en la fuerza de las cosas. La revolución y el comunismo no pueden ser vistos como un mito, como un mañana paradisiaco que nunca llega, como un lugar estable y cerrado, ya definido, al que un día llegamos tomando palacios y de repente tod@s comunistas. El comunismo y la revolución son una práctica, un proceso indeterminado, abierto. La revolución como momento histórico definido y concreto, deja paso a la revuelta, discontinua, plural, dispersa. La revolución ya no se limita a la cuestión estratégica de la toma militar del poder (aunque esta no deje de tener aún importancia). «El comunismo no es una forma puramente negativa, no es una transición, es algo previo, es una posibilidad real, existente, negativa y antagónica, pero asimétrica, que vive en el interior del capitalismo». No es que la autonomía crea que por hacer centros sociales o cooperativas se está viviendo el comunismo o se haya hecho la revolución, lo único que señala es que este tipo de prácticas (el absentismo laboral, el robo en grandes almacenes, la insumisión cotidiana, la ocupación de casas,…) permiten crear formas de vida, comportamientos, subjetividades que chocan con el capitalismo y que son imprescindibles para la revolución, porque ésta ya no se reduce a un mero acto formal (¡queda abolida la propiedad!, ¡queda proclamada la república socialista!, ¡queda proclamada la igualdad entre mujeres y hombres! ), sino que es vívida como una postura existencial.

De este presupuesto fundamental de la autonomía, deducir una forma organizativa y unas formas de intervenir en la realidad. El objetivo es eliminar todo aquello que frene y reprima las prácticas comunistas, que aparecen en el interior del capitalismo. Así por ejemplo, se rechaza la mediación de los partidos políticos y sindicatos, por considerarlos mecanismos de integración y recuperación, reproductores de la estructura jerárquica de la sociedad, por su división entre trabajo intelectual y manual, entre dirección y masas, por la falta de democracia interna, el colaboracionismo con las instituciones en la gestión del capitalismo, la cultura del pacto, el reformismo, la separación de las reivindicaciones políticas de las económicas, etc. La autonomía busca dotarse de formas organizativas (la autonomía no implica necesariamente espontaneismo) (8), pero unas formas de organización que no aspiran a sustituir a los protagonistas de las luchas, no busca erigirse en vanguardia (o no debería hacerlo).

En este sentido, la autonomía postula la autoorganización de propi@s afectad@s, de los propios sujetos de las luchas. No se trata de que cada cual se las apañe como pueda, sino de lograr que sean l@s propi@s interesad@s quienes definan las luchas, las soluciones, los medios, los fines,… En la medida en que la autonomía propone la autoorganización, rechaza las mediaciones exteriores (tipo partido de turno intentando dirigir a los «inmaduros» movimientos sociales). La gente es lo suficientemente lista para saber qué es lo que quiere y como lo quiere. Coherentemente con lo dicho, la autonomía opta por la toma de decisiones de forma asamblearia, por la democracia directa como forma posibilitadora (aún con sus limitaciones) de garantizar el respeto a la diversidad, frenar la jerarquización, el autoritarismo, la pérdida de independencia y autonomía en las luchas,… Lo que busca en definitiva la autonomía es que los seres humanos sean capaces de definir sus proyectos de vida, que sean ellos quienes gestionen y decidan, de la forma más democrática posible, cada uno de los aspectos que atraviesan nuestra cotidianeidad: desde el trabajo a la sexualidad, desde el ocio a la alimentación, etc.

Finalmente, debemos insistir en que la autonomía pretende consolidarse como un proyecto abierto, no cerrado, en crecimiento, dinámico. En este sentido no admite definiciones estrechas. La autonomía no es marxista o anarquista, no es una nueva ideología, no quiere ser enmarcada. La autonomía es un proyecto amplio y difuso, una de las proyecciones del viejo proyecto revolucionario de emancipación. Sin duda esto es algo que sí sigue presente en ella, la voluntad de emancipación total de mujeres y hombres (evidentemente en equilibrio con el medio ambiente) y en ese sentido, la autonomía es una apuesta firme por un proyecto anticapitalista. Por el momento será mejor dejarlo ahí. Ya hemos dicho que la autonomía muere con definiciones estrechas.

Pararemos por ahora. Es mejor no matarla. Definámosla sobre la marcha (sabemos que aún no hemos tratado puntos importantes), entre tod@s. Paremos aquí. «Hoy, hay que abrirse a lo que la racionalidad del sistema cierra: la imprevisibilidad. Hoy sólo nos queda experimentar».

NOTAS
(1). Frente a casos como el italiano, donde la autonomía obrera surge de una trayectoria mayoritariamente de inspiración marxista, en el estado español, las corrientes identificadas con la autonomía obrera solieron confluir dentro del movimiento libertario.

(2). Como iremos viendo a lo largo de estas líneas, frente al discurso hecho a base de conceptos universalistas (y al final totalitarios), escritos en mayúscula y en singular Revolución, Proletariado… ), la autonomía dibuja un mundo escrito siempre en minúscula y donde se privilegia el plural, lo múltiple.

(3). De hecho, con la revolución de octubre de 1917, pronto surgieron en la Rusia revolucionaria grupos de mujeres que empezaron a discutir sobre su problemática en tanto que mujeres (es el caso por ejemplo de Alexandra Kollontai) y a hacer reivindicaciones al respecto. Sin embargo, también fueron rápidamente acusadas de desviar y malgastar las fuerzas de la revolución a cuestiones que eran secundarias e incluso “pequeñoburguesas”.

(4). En un debate entre intelectuales, alguien preguntó al filósofo francés Henrí Lefrevre (al que podríamos situar en esta visión clásica, por no llamar prehistórica, de la sociedad comunista) qué ocurriría en la nueva sociedad comunista con los niños atropellados por los tranvías. Lefrevre respondió que en la sociedad comunista no morirían los niños bajo las ruedas de los tranvías. “¿Acaso porque ya no existirían los tranvías?”, “¿o no existirían los niños”? Como veremos más adelante, la autonomía rechaza esta visión del comunismo como «transición», como utopía siempre futura (“Perdone, ¿la liberación? Vuelva usted mañana”) en la que desaparece el conflicto. Contra lo propuesto por Marx, una especie de fin de la historia.

(5). No debemos creer que la aparición de lo que ha sido denominado postfordismo nos explica por completo la aparición de la autonomía, ésta es el resultado de muchos factores complejamente entrelazados. No obstante, el cambio en la organización del trabajo jugó un papel determinante.

(6). Como señala Santiago López Petit. «Hoy, la crítica de la política empieza criticando la esperanza y más en concreto la estructura de la espera que la sostiene (…). Lo subversivo es llevar hasta el final la no- esperanza».

(7). De hecho, una de las mayores dificultades existentes de cara a afrontar un proceso de transformación social es el ser capaces de encontrar un proyecto que pueda ser compartido por esta gran variedad de sujetos heterogéneos y que aun siendo generalizable, no elimine la singularidad de cada uno de ellos.

(8). Dentro de la autonomía, al conformar un campo tan amplio y disperso, siempre han coexistido sectores organizados con otros difusos, escasamente organizados que se insertaban en los márgenes del área de la autonomía más a través de sus prácticas que de una explícitación teórica.

Lucha Autónoma (Madrid)

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FORO SOCIAL MUNDIAL: Estado nacional en cuestión

February 5, 2010 By Irizarry

El “Estado neoliberal”, constituido en las tres últimas décadas fue “secuestrado” por el capital financiero y las grandes corporaciones transnacionales que lo convirtieron en su “principal medio de acumulación de capital”, sostuvo João Pedro Stédile, uno de los coordinadores del brasileño Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra. […] Tomar el gobierno simplemente “no cambia la naturaleza” de ese Estado que sucedió a los dos existentes en los 200 años transcurridos entre la Toma de la Bastilla en Francia, en 1789, y la caída del Muro de Berlín, en 1989: el republicano y el socialista, señaló Stédile al explicar la persistencia de políticas favorables al capital financiero aun en gobiernos de izquierda.

No, no basta con ocupar el gobierno, con “tomar el poder”, ni con modificarlo (si acaso se puede). Tiende a ser el poder lo que toma, lo que posee y encajona, a los que ocupan sus puestos administrativos, y a los que quieren modificarlo en los juegos de las oposiciones aceptables.

Deshacer esos aparatos políticos, represivos, y (ante todo) ideológicos, esa es tarea indispensable que requiere luchas lúcidas y sostenidas, imprevisibles y multifacéticas, en las que se juegan los futuros posibles de los cambios posibles, en cada momento. Lograr una democracia radical es el reto, con nuevas formas de participaciones y de gestiones que puedan darle presencia a la gente, formas de participaciones y de gestiones que se zafen de los encuadramientos burocráticos. Ocupar el gobierno, “tomar el poder”, modificarlo (si acaso se puede), sin transformar los aparatos que gestionan el poder, eso es derrota. Los aparatos del poder están hechos para lo que hacen.

Lo contrario es un proceso cuyo objetivo es desarticular lo Estatal, lograr otras formas de gobierno, de economía y convivencia que respeten las necesidades ecológicas que no se pueden seguir postergando. Nos olvidamos que somos parte de esas ecologías, que somos esas ecologías.

Lo que hay que entender  …

El Estado neoliberal actual tiende a cobijarse en sus mutaciones autoritarias justificadas a partir de la llamada seguridad nacional, y ha llegado a ser un Estado de Seguridad Nacional que es Estado de guerra en una economía de guerra (indefinida e infinita es su tendencia). Una lucha en contra de ese Estado es más difícil, y por ello mismo es más importante. Se lucha en contra del miedo como estrategia del poder, que es muy efectiva, pues amenaza a la Nación imaginada que se acepta en lo cotidiano. Lo que el Estado de Seguridad Nacional actual pretende y quiere es mantener lo que existe. ¿Y nosotros, qué queremos?

La pregunta es cómo se logran concentrar las resistencias sin que se supriman sus diversidades y sus divergencias, entendiendo que si no se conquistan y construyen focos y procesos de poderes alternos aquí y ahora, no hay posibilidad de iniciar y sostener los cambios necesarios.

El Estado neoliberal de Seguridad Nacional no ha sido “secuestrado” por las corporaciones multinacionales. Es producto y proceso de una historia de luchas y actualizaciones cuya tendencia ha sido el predomino de esas corporaciones, situación que es ahora mucho más inmediata, pero no por ello más transparente. Cualquier proceso de lucha en contra de ese Estado, que es garante del neoliberalismo en sus crisis, tiene que partir de las raíces históricas y estructurales que lo sostienen. Lo que atisbó un Eisenhower, cuando advirtió sobre la gestación del predomino del “complejo miltar – industrial”, fue apenas confirmación de lo iniciado.

El Estado nacional no está en cuestión. Al contrario, es parte de las apuestas desde arriba. El Estado neoliberal de Seguridad Nacional es, y tiene que ser, estado nacional. No desaparece, aunque cambien sus formas y procesos (ahora es la fascistización neoliberal como tendencia). Lo que está sobre la mesa, desde arriba, es cómo se consolida la articulación de un aparato de poder transnacional, multinacional, a través de los focos estatales nacionales que no desaparecen. Si algo ha estado en cuestión, desde hace ya tiempo, son los procesos de las soberanías de esos Estados nacionales. Lo que está en cuestión es la soberanía. Han tenido mucho éxito en eso. Habría que pensar algo así como las implicaciones de una soberanía transnacional que se lucha desde arriba.

No desaparecen esos espacios nacionales porque es en esos espacios nacionales donde se juegan las luchas determinantes, dentro de lo que siguen siendo las fronteras nacionales. Pensemos en las migraciones y los desplazamientos poblacionales que ocurren como parte de los cambios de los mercados de trabajo neoliberales. Que me digan que los conflictos que se anudan en torno a esos desplazamientos no corroboran la presencia y los efectos de los Estados nacionales, a pesar y a través de las reconfiguraciones de las soberanías. Las compenetraciones multinacionales de las luchas y los conflictos, desde arriba y desde abajo, coinciden y se concentran en esos espacios nacionales, mientras sigue el ensamblaje diferencial de las redes de los poderes multinacionales y transnacionales, supranacionales, que siguen anclados en los centros nacionales de mayor poder. Hay que mantener varios enfoques simultáneos para percibirlo, y hay que articular las luchas de las resistencias transformativas correspondientes en esas escalas y dimensiones, si acaso se quiere algo distinto. Lo otro es juego de espejos entre cortinas de humo …

Para nosotros, en Puerto Rico … me pregunto qué es eso de las propuestas de soberanía que ahora circulan en este contexto, y me pregunto si acaso las reivindicaciones nacionalistas, trasnochadas y oportunistas, andan desperdigadas entre nostalgias recurrentes, como algo aguado e inconsistente, olvidando que Betances ya reclamaba una confederación antillana como frente de existencia viable ante el imperialismo de su momento. En otras palabras, la república imaginada, propuesta y luchada por Betances no era estrella que brillara solitaria, sino solidaria. Si acaso era Betances independentista es porque era republicano, en el gran y viejo sentido de su época, el sentido de los derechos humanos universales y de la gente soberana en sus gobiernos, soberanía que valdría la pena recordar ahora pues es la soberanía de la gente, la gente como soberano. Por todo ello afirmó Betances una posición en contra de la esclavitud y de las persistencias feudales y absolutistas. Su solución independentista era respuesta en contra de las opresiones de su momento. ¿Y nuestro momento, qué requiere? Al menos, digo yo, una confederación caribeña en contra del imperialismo neoliberal, como punto de partida, como proceso regional que logre sus autonomías viables respetando lo específicamente nacional, pero enfocada en contra de todas las explotaciones, en contra de las explotaciones viejas y existentes, y de las explotaciones que siempre se reciclan desde dentro de los cambios logrados, desde afuera y desde adentro, y no solo desde el Norte.

Cualquier resistencia en contra del neoliberalismo actual pide una perspectiva y una escala multinacional dese abajo que, a través de sus ritmos de luchas diferenciales, sea capaz de coincidencias efectivas y apoyos decisivos, evitando los errores pasados, los errores de las vanguardias pretendidas, burocráticas e impuestas, que solo lograron una réplica invertida pero equivalente de aquello que pretendían confrontar (de lo que decían confrontar, pero que en tantos y demasiados aspectos reproducían y mantenían).

Ya veremos …

Hay conceptos (y experiencias) que son ejes en todo esto. De una parte está la explotación, que no es asunto de contables (la “ganancia”), sino del conjunto de las sumisiones que reiteran las expropiaciones cotidianas, dentro y fuera del trabajo. Puede que eso se viva como gozo imaginado de trabajo y de consumo, pero sigue siendo lo que es. De otra parte está la alternativa política (de gobierno, de Estado) que logre lo distinto. Tiene que ser alternativa política, pues todo se concentra en lo político, en el Estado, como instancia y espacio de concentración, de encuentros y puntos de partidas iniciales. No hay manera de evitarlo, pues el Estado es lo que impone y justifica lo existente en este momento. Eso es su trabajo, y para eso está hecho como está. Tarde o temprano se llega a esa encrucijada. Y entonces … éxodo, digo yo, o nos quedamos en ese palacio que no es nuestro, aunque tengamos una que otra habitación por ahora …

Siempre es lucha, y las luchas alternativas (los puntos de partida posibles) tienen que ser una práctica distinta de la política. Ya veremos, si acaso se puede.

¿Estamos contentos con lo que tenemos, y con lo que creemos tener? Pues entonces no hay por qué quejarse. ¿Qué podemos aprender de las resistencias existentes?

¿Somos isla y sociedad suicida? Pues entonces no hay por qué quejarse.

http://www.ipsnoticias.net/print.asp?idnews=94556

FORO SOCIAL MUNDIAL: Estado nacional en cuestión

Por Mario Osava

PORTO ALEGRE, Brasil, 29 ene (IPS/TerraViva) – Construir un nuevo Estado nacional es una de las tareas necesarias para el otro mundo que creen posible los activistas reunidos en el Foro Social Mundial (FSM).
El “Estado neoliberal”, constituido en las tres últimas décadas fue “secuestrado” por el capital financiero y las grandes corporaciones transnacionales que lo convirtieron en su “principal medio de acumulación de capital”, sostuvo João Pedro Stédile, uno de los coordinadores del brasileño Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.

La organización del Estado y del poder político fue el tema de un panel del seminario “Diez años después”, del FSM celebrado en el Gran Porto Alegre, donde habló Stédile, también coordinador del movimiento internacional La Vía Campesina.

El Foro se compuso de numerosas actividades en siete ciudades de esta meridional región metropolitana de Brasil, desde el lunes hasta este viernes.

Tomar el gobierno simplemente “no cambia la naturaleza” de ese Estado que sucedió a los dos existentes en los 200 años transcurridos entre la Toma de la Bastilla en Francia, en 1789, y la caída del Muro de Berlín, en 1989: el republicano y el socialista, señaló Stédile al explicar la persistencia de políticas favorables al capital financiero aun en gobiernos de izquierda.

En Venezuela, los programas que benefician al pueblo tienen que ser ejecutados a través de mecanismos “fuera del Estado”, ejemplificó.

El Banco Central tiene hoy más poder que las demás instituciones del Poder Ejecutivo y funciona de forma independiente del gobierno. En esa situación sería más justo que su presidente también fuese elegido por el voto popular, observó.

Los partidos políticos perdieron sentido en esa realidad y “sólo sirven a la corrupción”, acotó.

Ese es el Estado que “criminaliza” a los movimientos sociales y a la población en general, como comprueba la matanza de jóvenes, la mayoría negros o mestizos, que ejecuta la policía de Río de Janeiro: más de 10.000 asesinados en la década pasada, señaló.

Se necesitará una gran acumulación de fuerzas de los movimientos sociales, estatizar el sistema financiero y someter al Banco Central a un control popular, sostuvo Stédile. Pero para esa “transición, aún no tenemos diseñado un modelo alternativo de Estado”, admitió.

En Bolivia se está construyendo un “nuevo Estado”, que es plurinacional y por primera vez reconoce plenamente a las “36 naciones indígenas originales a las que por 500 años se negó su cultura y territorio”, afirmó Pablo Solón, veterano activista de la Alianza Social Continental y ahora embajador de su país ante las Naciones Unidas.

“Incluir a todos, especialmente a los tradicionalmente excluidos”, constituye la fuerza del nuevo Estado, cuyo espíritu se refleja en el primer gabinete ministerial boliviano que tiene la mitad de las carteras en manos de mujeres.

En Bolivia había un “Estado colonial, ‘secuestrado’ por la embajada de Estados Unidos” que ejercía una injerencia total, de manera que no se nombraba a un ministro sin su autorización, acotó Solón.

Ahora se trata de “recuperar el poder económico para el Estado y el pueblo”, a través de la nacionalización de los hidrocarburos y de muchos otros recursos, porque “todo se había privatizado” en Bolivia, desde la energía a los ferrocarriles, las comunicaciones y otros servicios básicos.

“Todo vuelve al Estado, bajo control de la población”, aseguró, recordando que no pudo asistir al primer FSM en 2001, porque en aquella época los bolivianos luchaban contra la privatización del agua en la central ciudad de Cochabamba, y triunfaron expulsando a la empresa transnacional que se había adjudicado la explotación de ese recurso.

El nuevo Estado se inspira en las enseñanzas indígenas del “vivir bien”, que significa compartir todo y no pretender “estar mejor siempre”, porque hay límites naturales y de equidad.

Los subsidios mediante bonos de educación y salud y el crédito a pequeñas empresas, emprendimientos comunitarios y campesinos permitieron que Bolivia tuviera uno de los mejores desempeños económicos de América Latina el año pasado, dijo Solón.

En medio de la crisis mundial, el país sudamericano tuvo un crecimiento promedio del producto interno bruto de cuatro por ciento anual desde 2006, cuando asumió el gobierno de Evo Morales, además de aumento en las reservas internacionales y reducción del desempleo, sostuvo.

Sin embargo, solo un “cambio en la correlación de fuerzas en el mundo” permitirá transformar radicalmente al Estado boliviano, admitió Solón.

Entre los problemas a enfrentar se encuentra la militarización de América Latina, con la expansión de las bases militares estadounidenses, como parte de la “contrarrevolución” que promueve el “imperialismo en reacción a los avances de la izquierda” en la región, dijo.

Un desafío “fundamental” que, en su opinión, también proviene del capitalismo es el cambio climático.

Por eso Bolivia convocó a una conferencia internacional sobre el tema, a celebrarse entre 19 y 22 de abril, en la que propondrá la aprobación de unos derechos universales de la Madre Tierra.

Los derechos humanos atienden “solo a una parte del sistema”, desconociendo la naturaleza, cuyos derechos también tienen que ser reconocidos y respetados para que vuelva la armonía, arguyó.

El gobierno de Morales, resultado de una acumulación de luchas, está a “la vanguardia del nuevo paradigma” en su discurso y conquistas simbólicas, reconoció Gustavo Soto, investigador del Centro de Estudios Aplicados a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Bolivia.

Sus medidas, como convertir en ley nacional la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas, representan un avance singular en cuestiones ambientales e indígenas.

Pero en la práctica, en la política interna, se mantiene el paradigma “desarrollista” con la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA) en el centro de los planes de gobierno.

Esto echa por tierra todo el discurso indígena y ambiental, porque significará graves daños al ambiente y a los pueblos nativos, pero esa contradicción es quizás imposible de evitar, pues “la aspiración del desarrollo” convencional es muy fuerte en toda la población, matizó Soto. (FIN/2010)

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FORO SOCIAL MUNDIAL: Las armas de la globalización alternativa

January 25, 2010 By Irizarry

Otros aspectos que no escapan a los análisis de Sousa Santos es la escasa voz que ha tenido el FSM sobre la reforma de la Organización de las Naciones Unidas, el cambio climático y en el peligro de que la guerra infinita contra el terrorismo pueda convertirse en una guerra contra todos los que cuestionan el pensamiento dominante.

¿Los encuentros de estos movimientos son algo pueda articularse y concentrarse en contra del capitalismo neoliberal, algo que tenga como objetivo la conquista de otras formas de sociedad y convivencia, otras formas de gobierno y economía? No se puede pedir menos. El poder de la globalización neoliberal puede definir y sostener sus propósitos. ¿Y nosotros?

Lo que está en juego es otra forma de sociedad que nos permita sobrevivir en este planeta, pero en algo distinto. Para hacer eso hay que deshacer a los poderes que siempre buscan (y logran, hasta ahora) reproducir lo que existe. Lo que existe no funciona, aunque parece que funciona. ¿Para quién es que funciona? ¿Cómo, con cuáles consecuencias es que funciona? Esta cvilización que tenemos ha llegado al punto en que no es viable.

Cualquier cosa que no sea deshacer a los poderes que mantienen lo existente no puede plantear, ni logra, los cambios necesarios que asoman en las resistencias que irrumpen en tantas crisis que vivimos. Resulta que es la misma crisis que se repite y reaparece en diversos modos y niveles.

Para atreverse a lograr cambios indispensables hay que desarticular los poderes, hacerlos impotentes. Eso sería anticapitalismo. “Anti”capitalismo: en todas sus variaciones y aspectos, actuales y posibles, grandes y pequeños. Lo de “anti” es lo importante aquí. Ese es el punto de vista, la posición, de las luchas sostenidas. Es lo que pide estrategias de luchas permanentes, luchas que no se dejen atrapar en los “modelos” y “proyectos” que hemos heredado como las derrotas de los “modelos” y “proyectos” que ya estaban derrotados en sus premisas (la de la “toma del poder” que no deshace a los poderes, sino que los restaura aunque regresen barnizados de rojo).

¿Podemos hacer eso? Sospechamos que es lo necesario, si es que acaso queremos salir de este lugar que en tantos aspectos y maneras ya es insoportable, porque es lugar de muerte disfrazada de vida.

Si otro mundo es posible y necesario, hay que preguntarse cuál es ese mundo posible, cómo es que late en el mundo que existe, y cómo es que se hace fuerte y viable una alternativa de mundo. Eso hay que lucharlo.

No se puede lograr con luchas esporádicas y desarticuladas. Tampoco se puede lograr con luchas burocratizadas que se alimentan de los ecos muy inmediatos de las derrotas que siguen entre nosotros. ¿Dónde estamos?

Hay que pensar y hacer otra política (pues en lo político es donde se pueden hacer viables todas las opciones). Lo otro es reciclar las derrotas a las cuales se apuestan desde arriba. Ellos lo saben, y nosotros lo seguimos negando, o parece que no lo entendemos. Es punto ciego. Lo que queremos y necesitamos son las esperanzas inesperadas, sin olvidar que estamos en medio de una tendencia fuerte de fascistización neoliberal que es perfectamente capaz de imponer sus soluciones de manera abiertamente represiva, autoritaria y aplastante …

Ya veremos, dijo el ciego …

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=94485

FORO SOCIAL MUNDIAL: Las armas de la globalización alternativa
Análisis de Mario de Queiroz

LISBOA, 23 ene (IPS) – Pasada casi una década desde su debut y a pesar de algunos reveses, el balance de la acción del Foro Social Mundial (FSM) ha sido de éxito incondicional como plataforma planetaria de debate, desde la perspectiva de los más afectados, sobre los grandes problemas planetarios.

Esta deducción resulta de una atenta lectura a diversos textos de los principales activistas y promotores del encuentro alter-mundista, que nació en enero de 2001 en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre como contrapunto del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde cada año se reúnen los líderes empresariales y políticos de los países industrializados y otros invitados.

El FSM reconoce como antecedentes las protestas de 1999 ante la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle, que marcaron un hito en la resistencia a la globalización neoliberal, usando algunas de las armas de la fases más reciente del capitalismo global, como son las tecnología de la información y comunicación.

A partir de Seattle y luego del primer encuentro del FSM dos años más tarde, se tornó posible imaginar una globalización alternativa, erigida a partir de los movimientos y organizaciones de la sociedad civil.

Sin embargo, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de los principales impulsadores del FSM, apuntó que los sectores que esperaban que la formulación de políticas mundiales fuera llevada a cabo por esos movimientos y organizaciones creen que hoy existe un agotamiento de su modelo organizativo.

Sousa Santos, profesor de las universidades Coimbra, de Portugal, São Paulo, de Brasil, y Wisconsin, de Estados Unidos, al hacer un balance del camino recorrido, admite que el proceso ha sido muy complejo, por lo que defiende la idea de que el foro debe asentarse en sentido amplio.

Sus reuniones anuales constituyen sólo uno de sus pilares, el que la ha dado mayor visibilidad, pero en la óptica del catedrático ello no es el más importante. 

En efecto, el proceso del FSM se ha basado también en otros pilares.

Uno de los principales ha sido la articulación mundial entre movimientos temáticos, que en los últimos años han logrado definir agendas políticas a realizar, tanto a nivel nacional como regional y global, con especial realce a las organizaciones indígenas que, sobretodo en el continente americano, han asumido un protagonismo creciente.

Asimismo, fueron ganando fuerza varias iniciativas, como el Foro Mundial del Agua, la auditoría global a la deuda de los países más pobres y agendas como la continental de los pueblos amazónicos, la global de los derechos sexuales y reproductivos y la de las poblaciones afroamericanas, en especial en lo referente al reconocimiento de sus territorios.

Otra viga maestra del foro alter-mundista es la constituida por la asamblea de los movimientos sociales, conocida sobretodo por las jornadas globales de lucha contra la crisis económica, por el cambio climático y en defensa de los palestinos, todas ellas decisiones políticas emanadas de reflexiones realizadas en el foro.

Un cuarto pilar en sentido amplio ha sido formado por los gobiernos progresistas que, en parte, se han inspirado en el FSM para realizar transformaciones políticas en sus países.

Los presidentes Evo Morales, de Bolivia, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Rafael Correa, de Ecuador, Fernando Lugo, de Paraguay, y Hugo Chávez, de Venezuela, estuvieron presente en la IX edición de 2009, realizada en Belem do Pará, Brasil, donde compartieron inquietudes con 133.000 participantes de 142 países, que incluyeron 4.312 organizaciones de América Latina, 489 de África, 155 de América del Norte, 334 de Asia, 491 de Europa y 27 de Oceanía.

Sousa Santos ha subrayado en varias ocasiones que entre las novedades introducidas por el FSM en la lucha social, es que en su seno dominan las organizaciones de trabajadores, pero no se presentan como tal, sino como campesinos, desempleados, indígenas, afrodescendientes, mujeres, ocupantes de “favelas” (barrios marginales brasileños), activistas de derechos humanos o ambientalistas, entre otros.

El lema “otro mundo es posible” cundió en gran parte de la humanidad, revelando una gran inclusión y heterogeneidad, que poco a poco se fue traduciendo en una gran capacidad para articular diferentes agendas de transformación social.

Sus fundadores y activistas con frecuencia sostienen que el impacto del FSM a lo largo de casi una década ha sido mucho mayor de lo esperado, citando como ejemplo muy especialmente el ascenso al poder da los presidentes progresistas de América Latina. Ello sería difícil de entender sin tomar en cuenta el fermento de conciencia social, emanado o potenciado por del foro alter-mundista.

Entre otros éxitos de las acciones realizadas en la última década, se destaca la presión del FSM y en especial de sus organizaciones especializadas en la lucha contra la deuda pública de los países más empobrecidos por las políticas neoliberales, lo cual forzó al Banco Mundial a aceptar la posibilidad de condonación.

Fue decisiva la denuncia a la ortodoxia financiera y económica del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y de la OMC, abriendo las puertas hacia un espacio político que permita espacios heterodoxos.

Asimismo, fue considerable la visibilidad que, con el FSM, adquirieron las luchas de los pueblos indígenas, fortaleciendo la dimensión continental y global de sus estrategias.

No obstante, pese a que la principal fuerza impulsora del FSM fue la diversidad de los movimientos que participan y la generalización del concepto de inclusión, esta característica ha sido también una de sus debilidades.

Sousa Santos reconoce que no ha sido fácil conciliar a movimientos que se oponen al capitalismo en general con movimientos que cuestionan sólo el neoliberalismo, que definen como predador y contra-reformista, entre organizaciones que creen en el progreso de la modernidad “occidental” y los que la rechazan, o entre los que sostienen que el racismo y el sexismo son luchas secundarias y los que no aceptan listas de jerarquías abstractas entre luchas.

En los umbrales del décimo FSM, que se realizará en varios sitios del mundo, entre los contratiempos se cuentan su escasa presencia en una “Europa Fortaleza”, dominada por gobiernos conservadores, con un fuerte proyecto de integración regional, pero con características que hacen que cada vez más las cúpulas se alejan de los ciudadanos.

Otros aspectos que no escapan a los análisis de Sousa Santos es la escasa voz que ha tenido el FSM sobre la reforma de la Organización de las Naciones Unidas, el cambio climático y en el peligro de que la guerra infinita contra el terrorismo pueda convertirse en una guerra contra todos los que cuestionan el pensamiento dominante.

El profesor de Coimbra advierte también que, en un contexto en que los grandes medios de prensa se han ido convirtiendo en un gran partido conservador, muchas veces antidemocrático, el FSM tiene que vencer el desafío de la comunicación e información, promoviendo los medios alternativos.

En su ámbito, nacieron esperanzas, algunas realistas y otras inesperadas. Todos recuerdan cuando al primer FSM de Porto Alegre un obispo paraguayo debió viajar en autobús por no tener dinero para el avión. Se trataba de Fernando Lugo, hoy presidente de ese país. (FIN/2010)

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Algunos interrogantes y reflexiones sobre el proceso del Foro Social Mundial ¿Altermundismo o barbarie?

January 24, 2010 By Irizarry

En unas semanas, el lema «Otro mundo es posible» soplará sus diez velitas. Sin embargo, no es tiempo para festejos: este movimiento se ve en la obligación de plantearse las preguntas apropiadas para dar con las respuestas adecuadas a la crisis capitalista actual, que nos aparta todavía un poco más de esa sociedad tan anhelada, en la que se garantizaría la justicia social y se respetaría a la naturaleza.

La red de dominio económico articula lo decisivo de las políticas de gobierno, de Estado, que vivimos, pero permanece tras bastidores, en lo que podría llamarse otra escena de la política. Es un aparato internacional, multinacional y transnacional, el del capitalismo neoliberal (la forma actual del imperialismo).

Cualquier resistencia ante esto requiere también una perspectiva y una escala multinacional que, a través de sus ritmos de luchas diferenciales, sea capaz de coincidencias efectivas y apoyos decisivos, evitando los errores pasados, los errores de las vanguardias pretendidas, burocráticas e impuestas, que solo lograron una réplica invertida pero equivalente de aquello que pretendían confrontar (de lo que decían confrontar, pero que en tantos aspectos reproducían y mantenían).

Eso acabó siendo más de lo mismo, y por ello condujo a su inevitable fracaso, con consecuencias que seguimos sufriendo, pues la victoria de estos poderes actuales se monta sobre los fracasos de las luchas previas en su contra. Ese proceso sigue, continúa, con cada fracaso de las luchas y resistencias. Esa lección también se aplica a las escalas locales de lucha, a las luchas pequeñas que pueden llegar a ser grandes.

Los aparatos del poder funcionan sin descansar, todos los días. Eso es parte de su permanencia. No podemos pretender menos de parte de las resistencias, especialmente si reconocemos que, en sus formas y situaciones actuales, lo que es también una crisis de los poderes nos conduce a la reactivación de estrategias autoritarias de un Estado endurecido y enfurecido, que no son sino la tendencia clara de lo que hay que llamar la fascistización neoliberal.

No basta con tener cierta presencia en esos aparatos para lograr algo distinto. No se pueden ocupar con la pretensión de que funcionen de manera distinta. Están hechos para lo que hacen. Hay que desarticularlos, destruirlos, y hacer otra cosa, lograr otro proceso de gobierno que no reproduzca lo existente. Esa es la lucha que necesitamos, la que en tantos aspectos sigue latiendo. Hay que hacerla fuerte.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=97999&titular=%BFaltermundismo-o-barbarie?-

Algunos interrogantes y reflexiones sobre el proceso del Foro Social Mundial
¿Altermundismo o barbarie?

Olivier Bonfond
CADTM

En unas semanas, el lema «Otro mundo es posible» soplará sus diez velitas. Sin embargo, no es tiempo para festejos: este movimiento se ve en la obligación de plantearse las preguntas apropiadas para dar con las respuestas adecuadas a la crisis capitalista actual, que nos aparta todavía un poco más de esa sociedad tan anhelada, en la que se garantizaría la justicia social y se respetaría a la naturaleza.

No basta con desenmascarar al mito para desarticularlo

Aunque no haya motivo alguno para festejar, la actual crisis capitalista, y sobre todo su conducción, hicieron que se cayeran las máscaras. Los gobiernos mostraron su verdadero rostro: las arcas están vacías cuando los movimientos sociales piden que se respeten sus derechos, y sin embargo, cuando los que están en apuros son los que poseen los capitales, claro que se pueden hallar en pocas semanas —y se les pueden otorgar— varias centenas de miles de millones de dólares. Un creciente número de ciudadanos está tomando conciencia de que hay algo que no funciona bien y de que habría que obrar de “otra manera”. Por ejemplo, según una encuesta del Instituto Globscan realizada en 20 países, el porcentaje de personas que piensan que el sistema capitalista sigue siendo el mejor sistema posible pasó del 63% al 36% en 2009 1. Por otro lado, el movimiento altermundista que se desarrolló entre los años 1990 y 2000 originó muchas expectativas. Entre otras cosas hizo que se pusiera en tela de juicio el neoliberalismo a nivel mundial y que se reivindicara la necesidad y la posibilidad de una alternativa global («Otro mundo es posible»). Además, las diferentes luchas sociales que se llevan a cabo en diferentes regiones, especialmente, pero no sólo, en América latina, nos muestran que «triunfar» es posible y que la palabra «alternativa» no es una palabra vana.

No obstante, hay que ser realista. Esta tendencia favorable es bastante insuficiente. Después de una breve «pausa», en lo que atañe a las palabras más que a los actos, la ofensiva neoliberal resurgió con mayor intensidad. En Copenhague a mediados de diciembre de 2009, a pesar de una importante movilización alrededor de la cuestión climática, los gobernantes nos recordaron, una vez más, que no es la calle la que gobierna. Después de haber organizado «el atraco del siglo» a la vista y conocimiento de todo el mundo, sin que a pesar de ello se produjeran revueltas populares que hubieran sido más que legítimas, está muy claro que a las potencias financieras e industriales no se les ocurrirá detener su tan prometedora trayectoria… Hambruna, exclusión, escasez, desigualdades, destrucción del planeta, derroche, trastorno climático, todos esos «escándalos» seguirán propagándose por el globo terráqueo por la falta de voluntad política. Por consiguiente, la humanidad sigue avanzando por el camino de la barbarie.

¿Qué lugar ocupa el movimiento altermundista y la evolución del Foro social mundial (FSM) en esta dialéctica? ¿Podrá el FSM seguir desempeñando un papel positivo, e incluso determinante, en la construcción de un mundo de justicia social y respetuoso de la naturaleza? ¿Qué lugar ocupan los movimientos sociales en esta lucha? Con miras a alimentar el debate, he aquí algunos interrogantes y reflexiones.

¿Cómo ampliar el desarrollo del FSM?

En gran parte gracias al FSM numerosas organizaciones pudieron reunirse, aprender a conocerse y trabajar en equipo. La creación y la consolidación de diferentes redes internacionales, como también la coordinación entre ellas, ha progresado notablemente durante estos últimos años y éste es sin duda uno de los aspectos más positivos. Sin embargo, todavía se está lejos de alcanzar la organización y la solidaridad equivalentes a las que existen entre los poderosos de este mundo. Muchas de las importantísimas luchas que se llevan a cabo en el planeta no se identifican con el FSM y/o no forman parte de él. Por ejemplo en México, los zapatistas, que algunos consideran como los precursores del movimiento altermundista, no son parte de dicho movimiento. En consecuencia, nos queda todavía un largo camino por recorrer a fin de no sólo integrar aún más movimientos en el proceso del FSM sino, además y sobre todo, procurar que esta integración e implicación produzcan un impacto real en la dinámica de los movimientos sociales y sus luchas.

En 2010, con unos treinta eventos internacionales vinculados al FSM, una de las prioridades debería ser la de procurar que una mayoría de movimientos sociales se conviertan en actores del proceso del FSM, integrándolo y haciéndolo suyo. A partir de este enfoque, el Consejo internacional del FSM propuso un tema común a todas las actividades que se realizarán en 2010: «las reacciones de los movimientos sociales ante la crisis». Esta estrategia apunta a recoger experiencias y proposiciones con el fin de centralizarlas y coordinarlas en el próximo FSM que tendrá lugar en 2011, en Dakar, Senegal, con la esperanza de que esta edición del evento constituya un nuevo punto de partida para el movimiento y sus acciones. Se verá si esto es posible…

¿Cómo hacer para que el proceso del Foro sea más atractivo?

Al contrario de lo que machaca el discurso dominante, el FSM sigue siendo un proceso interesante y posee aspectos positivos indiscutibles. Sin embargo, so pena de perder legitimidad y estancarse en una repetición de encuentros, agradables aunque estériles, el FSM tendrá que resolver una serie de importantes insuficiencias y contradicciones. En primer lugar, sigue siendo fundamental popularizar las alternativas y hacer que se conozcan. El lema «Otro mundo es posible» cumple ya diez años y sin embargo en la actualidad, la mayoría de la población mundial sigue todavía impregnada de una lógica de fatalidad y miedo. Y esto por múltiples razones, muchas de las cuales son externas a la evolución del FSM, sin embargo, sea lo que fuere, todavía no se ha logrado el objetivo de demostrar que no es ni irrealista ni utópico anhelar la construcción de un mundo mejor. De modo que hay que continuar con la labor de sensibilización y los esfuerzos para que estos foros sean verdaderamente populares y estén vinculados a las preocupaciones y las luchas reales de los trabajadores y trabajadoras. En segundo lugar, definitivamente, hay que incrementar la coherencia de los acontecimientos promovidos por el FSM como tales. Los graves errores cometidos en el FSM de Nairobi 2 causaron un impacto muy negativo en un buen número de ciudadanos y organizaciones, haciéndoles perder confianza en el movimiento altermundista. Por supuesto, en cada foro social siempre se constatarán errores, insuficiencias y contradicciones, pero lo importante es aprender de los errores del pasado y hacer todo lo posible para neutralizarlos al máximo, a fin que el FSM sea un ejemplo de coherencia, una fuente de inspiración, un espacio en el que se vislumbre y se experimente la alternativa. A propósito, es obvio que los ciudadanos, las ONG y los movimientos sociales que se identifican con el cambio, deberían incluir la alternativa en sus análisis, pero además deberían integrarla en sus experiencias y sus actos. Es evidente que Belém constituyó un salto cualitativo con relación a Nairobi y los preparativos del FSM de 2011 en Dakar parecen ir por buen camino, pero como no hay nada de lo que se pueda estar por siempre seguro, de lo que se trata es de no bajar la guardia, sin albergar desconfianza. Muchos estiman que un fracaso en 2011 sería fatal para los movimientos sociales africanos y para el movimiento en sí. Y quizás estén en lo cierto… Finalmente, habría que procurar que el FSM se oriente mucho más hacia la acción. El debate, el análisis y la elaboración de alternativas constituyen etapas necesarias, sin embargo éstas deberían desembocar en acciones concretas. El FSM debería ser capaz de hacer frente a esta crítica y concentrarse más en la construcción de la alternativa que en ser su «vitrina». Recordemos aquí que lo que los poderosos temen ante todo no es tanto el combatir esas ideas que «flotan en el aire» sino las acciones organizadas y los intentos de puesta en práctica de dichas ideas.

¿Cómo hacer para que el proceso de evolución del FSM siga radicalizándose?

A partir de la crisis que estalló en 2008 y especialmente después del último FSM de Belém, en enero de 2009, quedó muy claro que el proceso se está radicalizando. Actualmente, algunas opiniones, minoritarias e incluso refutadas aún hace algunos meses, tienen cada vez más aceptación, como por ejemplo, el hecho de que el FSM deba ser, ante todo, un espacio útil para los movimientos sociales y facilitar la acción. Esto tiene implicaciones concretas, sobre todo en el marco del Consejo internacional, el cual decidió emprender una profunda reflexión a propósito de la índole y los objetivos del FSM3. Por otro lado, por primera vez desde los comienzos del Forum social mundial, varios movimientos sociales opinaron de manera rotunda sobre el tema del capitalismo. Diversas declaraciones constituyen una clara prueba de ello, por ejemplo, la de la Asamblea de los movimientos sociales (AMS) en el FSM de Belém: «Para enfrentar la crisis es necesario ir a la raíz del problema y avanzar lo más rápidamente posible hacia la construcción de una alternativa radical que acabe con el sistema capitalista y el sistema patriarcal»4. Esta radicalización es muy positiva, sobre todo para la AMS, cuya evolución estuvo vinculada a la del Foro social mundial y cuya característica es la de ser un espacio abierto para el establecimiento de agendas comunes, además de perseguir el objetivo de una lucha compartida contra el capitalismo en su fase neoliberal, imperialista y militar (de guerra global y permanente) y contra el racismo y el patriarcado. Si para la AMS, las alternativas de justicia social y respeto de la naturaleza sólo podrán implementarse en el marco de una ruptura con el sistema capitalista, esto no tiene por qué impedir una colaboración fructífera con las ONG, las cuales se sitúan dentro de otra perspectiva al facilitar el diálogo con las instituciones financieras internacionales o al preconizar un capitalismo humanista. La falta de consenso a propósito de la alternativa que se ha de construir no es necesariamente un signo de obstrucción. De hecho, es posible colaborar de forma amplia y unitaria en el caso de reivindicaciones puntuales como el impuesto Tobin o incluso, la regulación del sistema financiero mundial. Sin embargo, no hay que bajar la guardia ya que nunca se está demasiado lejos de «la dialéctica de la conquista parcial». La Historia nos ha enseñado, en numerosas ocasiones, que la capacidad de adaptación y recuperación del sistema capitalista es inmensa. En este contexto, lo importante es que estas reivindicaciones parciales se inscriban en una perspectiva de transformación radical de la sociedad y no en una óptica de mejoramiento del sistema actual, el cual ya dio pruebas suficientes de su naturaleza destructiva de lo humano y de lo ecológico. Para el CADTM como para otros movimientos sociales, dicha posición también es signo de coherencia.

Nadie puede adivinar el futuro, así como tampoco nadie puede predecir el destino de la humanidad. Sin embargo, hay dos cosas de las que podemos estar seguros. Por un lado, la ampliación, la coherencia y el nivel de radicalización en la evolución del FSM determinarán en gran parte la función que éste habrá de desempeñar. Por otro lado, FSM o no, los movimientos sociales, los oprimidos, los explotados, los excluidos, seguirán luchando por sus derechos y su dignidad. Lo que verdaderamente importa es hacer que esas luchas triunfen. Y en el mejor de los casos el FSM podrá constituirse en una herramienta al servicio de las mismas.

Olivier Bonfond es miembro del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM)
Traducido por Marina Almeida

Notas:
1 Michael R. Krätke, «La iglesia capitalista pierde fieles», http://www.sinpermiso.info/textos/i…

2 Para más información sobre el balance del FSM de Nairobi, http://www.cadtm.org/Contribution-c…

3 Una primera etapa importante tendrá lugar en Porto Alegre en enero de 2010, en donde se desarrollará un debate estratégico durante tres jornadas sobre el balance y las perspectivas del proceso de evolución en su conjunto. Para más información sobre este evento : : http://www.forumsocialmundial.org.b…

4 Texto de la declaración de la AMS http://www.cadtm.org/Nous-ne-payero… y para un análisis de las otras declaraciones y del FSM de Belém, leer el artículo «Le rebond du FSM», entrevista de Pauline Imbach a Éric Toussaintt, http://www.cadtm.org/Le-rebond-du-F…
Fuente: http://www.cadtm.org/Altermondialisme-ou-barbarie

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Epígrafe

Las agrupaciones políticas y las autoridades ejecutivas son incapaces de entender las implicaciones que tienen estos asuntos. A pesar de que recientemente han iniciado un reconocimiento parcial de los peligros más obvios que amenazan al ambiente natural de nuestras sociedades, parecen estar satisfechos con plantearse la contaminación industrial desde un punto de vista tecnocrático. Sin embargo, lo cierto es que solo un planteamiento que pueda enlazar lo ético con lo político -lo que yo llamo ecosofía- y que empate los tres registros ecológicos (el ambiente natural, las relaciones sociales, y la subjetividad humana) sería capaz de arrojar luz sobre estas cuestiones. […] Lo que está en juego es la manera en que vivimos en este planeta.

Félix Guattari (The Three Ecologies)

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