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Google sabe todo de ti

February 8, 2016 By Irizarry

Hoy día el sistema panóptico se ha reforzado con una particularidad nueva en relación con las anteriores sociedades de control que confinaban a las personas consideradas antisociales, marginales, rebeldes o enemigas en lugares de privación de libertad cerrados: prisiones, reformatorios, manicomios, asilos, campos de concentración… Sin embargo, nuestras sociedades contemporáneas de control dejan en libertad aparente a los sospechosos (o sea, a todos los ciudadanos), aunque los mantienen bajo vigilancia electrónica permanente. La contención digital ha sucedido a la contención física.

Todo cierto y bien planetado, pero no basta con hablar de la vigilancia, de lo policíaco, o del control como forma de sociedad. La vigilancia no es sino parte de un ensamblaje mucho más amplio y endurecido que sale a flote como aspecto principal y reinante desde el 11S estadounidense, con al aval de las leyes de emergencias permanentes inauguradas por el Acta Patriótica. Hay que hablar de la proliferación agresiva y en primera persona de un nacionalismo militarista, de la movilización permanente de las masas mediante los temas de la llamada seguridad nacional y las supuestas amenazas que justifican las guerras permanentes en contra de lo denominado terrorista (guerras tradicionales y de espectro amplio, o de cuarta generación, oportunidades en las geopolíticas de las crisis imperiales). Hay que plantear un proceso de aceptación de esos autoritarismos que los ven como protección deseada. Eso es el aspecto dominante que abre las puertas a la normalización de las excepciones en contra de derechos civiles y constituconales, que permite la promoción y aceptación de la vigilancia, del panóptico extendido con las tecnologías actuales que se siguen desarrollando bajo el amparo de las alianzas empresariales con lo Estatal. En ese contexto hay que hablar de fascistización neoliberal (es lo actualizado). Tiene todo esto además desarrollos extremistas con apoyo de masas que recuperan los discursos estridentes de los fascismos históricos: racismo explícito renovado, exclusiones étnicas y religiosas, la misoginia como planteamiento político acetable, la xenofobia, los reclamos de la tortura como método necesario contra los enemigos posibles (y eso es lo retroactivo que persiste). Todo ello se ha hecho posible por los senderos autoritarios que nos definen desde al menos el 11S.

No basta tampoco hablar -como ahora parece estar de moda- de un Estado “profundo” (deep state) como eje de los procesos políticos (1) que concentra el control del poder en unas pocas manos fuera del alcance de la ciudadanía. Ese proceso viene desde hace rato, pero es ahora que se hace obvio, en el régimen de las excepciones normalizadas. La crítica jurídica ya se ha hecho en contra de la vigilancia y de las expropiaciones políticas que persisten (que se vea lo hecho por la Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU por sus siglas en inglés). Es proceso entrampado por los aparatos judiciales. Hay que buscar abrir otras puertas que incluyan la confrontación de los controles corporativos y las jerarquías políticas que permiten y avalan lo que sigue sucediendo. Se vive actualmente una crisis de representación en la cual lo que en otro momento fungía como centro se deshace y se vacía en polos opuestos. Esto es crisis política. El sistema panóptico ha de vigilar más. Hay que ver qué se hace con eso, cómo se sale de ello.

(1) vean por ejemplo los comentarios de Bill Moyers, entre otros: http://billmoyers.com/2014/02/21/anatomy-of-the-deep-state/

http://www.jornada.unam.mx/2016/02/06/opinion/018a1mun

Google sabe todo de ti

Ignacio Ramonet *

En nuestra vida cotidiana dejamos constantemente rastros que entregan nuestra identidad, dejan ver nuestras relaciones, reconstruyen nuestros desplazamientos, identifican nuestras ideas, desvelan nuestros gustos, nuestras elecciones y nuestras pasiones. Incluso, las más secretas. A lo largo del planeta múltiples redes de control masivo no paran de vigilarnos. En todas partes, alguien nos observa a través de nuevas cerraduras digitales. El desarrollo del Internet de las cosas (Internet of things) y la proliferación de aparatos conectados multiplican la cantidad de chivatos de todo tipo que nos cercan. En Estados Unidos, por ejemplo, la empresa de electrónica Vizio, instalada en Irvine, California, principal fabricante de televisores inteligentes conectados a Internet, ha revelado recientemente que sus televisores espiaban a los usuarios por medio de tecnologías incorporadas en el aparato.

Los televisores graban todo lo que los espectadores consumen en materia de programas audiovisuales, tanto los programas de las cadenas por cable como DVD, paquetes de acceso a Internet o consolas de videojuegos. Por tanto, Vizio puede saber todo sobre las selecciones que sus clientes prefieren en materia de ocio audiovisual. Y, consecuentemente, puede vender esa información a empresas publicitarias que, gracias al análisis de los datos acopiados, conocerán con precisión los gustos de los usuarios y estarán en mejor situación para tenerlos en el punto de mira.

Esta no es, en sí misma, una estrategia diferente de la que, por ejemplo, Facebook y Google utilizan habitualmente para conocer a los internautas y ofrecerles publicidad adaptada a sus supuestos gustos. Recordemos que en la novela de Orwell, 1984, los televisores –obligatorios en cada domicilio– ven a través de la pantalla lo que hace la gente (“¡Ahora podemos veros!”). Y la pregunta que plantea hoy la existencia de aparatos tipo Vizio es saber si estamos dispuestos a aceptar que nuestro televisor nos espíe.

Si lo juzgamos por la denuncia interpuesta en agosto de 2015 por el diputado californiano Mike Gatto contra la empresa sudcoreana Samsung, parece que no. La compañía era acusada de equipar sus nuevos televisores con un micro oculto, capaz de grabar las conversaciones de los telespectadores sin que éstos lo supieran y transmitirlas a terceros… Mike Gatto, quien preside la Comisión de Protección del Consumidor y de la Vida Privada del Congreso de California, presentó incluso una iniciativa de ley para prohibir que los televisores pudieran espiar a la gente.

Por el contrario, Jim Dempsey, director del centro Derecho y Tecnologías, de la Universidad de California en Berkeley, piensa que los televisores chivatos van a proliferar: “La tecnología permitirá analizar los comportamientos de la gente. Y esto no sólo interesará a los anunciantes. También podría permitir la realización de evaluaciones sicológicas o culturales que, por ejemplo, interesarán también a las compañías de seguros”. Sobre todo teniendo en cuenta que las empresas de recursos humanos y de trabajo temporal ya utilizan sistemas de análisis de voz para establecer un diagnóstico sicológico inmediato de las personas que les llaman por teléfono en busca de empleo.

Repartidos un poco por todas partes, los detectores de nuestros actos y gestos abundan alrededor de nosotros; incluso, como acabamos de ver, en nuestro televisor: sensores que registran la velocidad de nuestros desplazamientos o itinerarios; tecnologías de reconocimiento facial que memorizan la impronta de nuestro rostro y crean, sin que lo sepamos, bases de datos biométricos de cada uno de nosotros. Por no hablar de los nuevos chips de identificación por radiofrecuencia (Rfid), que descubren automáticamente nuestro perfil de consumidor, como hacen ya las “tarjetas de fidelidad” que generosamente ofrecen la mayoría de los grandes supermercados (Carrefour, Alcampo, Erozki) y marcas (FNAC, Corte Inglés).

Ya no estamos solos frente a la pantalla de nuestro ordenador. ¿Quién ignora a estas alturas que son examinados y filtrados los mensajes electrónicos, las consultas en la red, los intercambios en las redes sociales? Cada clic, cada uso del teléfono, cada utilización de la tarjeta de crédito y cada navegación en Internet suministra excelentes informaciones sobre cada uno de nosotros, que se apresura a analizar un imperio en la sombra al servicio de corporaciones comerciales, empresas publicitarias, entidades financieras, partidos políticos y autoridades gubernamentales.

El necesario equilibrio entre libertad y seguridad corre, por tanto, el peligro de romperse. En la película de Michael Radford, 1984, basada en la novela de George Orwell, el presidente supremo, llamado Big Brother, define así su doctrina: “La guerra no tiene por objetivo ser ganada, su objetivo es continuar”, y “la guerra la hacen los dirigentes contra sus propios ciudadanos y tiene por objeto mantener intacta la estructura misma de la sociedad”. Dos principios que, extrañamente, hoy están a la orden del día en nuestras sociedades contemporáneas. Con el pretexto de tratar de proteger al conjunto de la sociedad, las autoridades ven en cada ciudadano un potencial delincuente. La guerra permanente (y necesaria) contra el terrorismo les proporciona una coartada moral impecable y favorece la acumulación de un impresionante arsenal de leyes para proceder al control social integral.

Y más teniendo en cuenta que la crisis económica aviva el descontento social que, aquí o allí, podría adoptar la forma de motines ciudadanos, levantamientos campesinos o revueltas en los suburbios. Más sofisticadas que las porras y las mangueras de las fuerzas del orden, las nuevas armas de vigilancia permiten identificar mejor a los líderes y ponerlos anticipadamente fuera de juego.

“Habrá menos intimidad, menos respeto a la vida privada, pero más seguridad”, nos dicen las autoridades. En nombre de ese imperativo se instala así, a hurtadillas, un régimen securitario al que podemos calificar de “sociedad de control”. En la actualidad el principio del panóptico·se aplica a toda la sociedad. En su libro Surveiller et punir, el filósofo Michel Foucault explica cómo el panopticon (“el ojo que todo lo ve”) es un dispositivo arquitectónico que crea una “sensación de omnisciencia invisible” y permite a los guardianes ver sin ser vistos dentro de una prisión. Los detenidos, expuestos permanentemente a la mirada oculta de los vigilantes, viven con el temor de ser pillados en falta, lo cual les lleva a autodisciplinarse… De ahí podemos deducir que el principio organizador de una sociedad disciplinaria es el siguiente: bajo la presión de una vigilancia ininterrumpida, la gente acaba por modificar su comportamiento. Como afirma Glenn Greenwald: “Las experiencias históricas demuestran que la simple existencia de un sistema de vigilancia a gran escala, sea cual fuere la manera en que se utilice, es suficiente por sí misma para reprimir a los disidentes. Una sociedad consciente de estar permanentemente vigilada se vuelve enseguida dócil y timorata”.

Hoy día el sistema panóptico se ha reforzado con una particularidad nueva en relación con las anteriores sociedades de control que confinaban a las personas consideradas antisociales, marginales, rebeldes o enemigas en lugares de privación de libertad cerrados: prisiones, reformatorios, manicomios, asilos, campos de concentración… Sin embargo, nuestras sociedades contemporáneas de control dejan en libertad aparente a los sospechosos (o sea, a todos los ciudadanos), aunque los mantienen bajo vigilancia electrónica permanente. La contención digital ha sucedido a la contención física.

A veces, esta vigilancia constante también se lleva a cabo con ayuda de chivatos tecnológicos que la gente adquiere libremente: ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, abonos de transporte, tarjetas bancarias inteligentes, tarjetas comerciales de fidelidad, localizadores GPS, etcétera. Por ejemplo, el portal Yahoo!, que consultan regular y voluntariamente unos 800 millones de personas, captura una media de 2 mil 500 rutinas al mes de cada uno de sus usuarios. En cuanto a Google, cuyo número de usuarios sobrepasa los mil millones, dispone de un impresionante número de sensores para espiar el comportamiento de cada usuario: el motor Google Search, por ejemplo, permite saber dónde se encuentra el internauta, lo que busca y en qué momento. El navegador Google Chrome, megachivato, envía directamente a Alphabet (empresa matriz de Google) todo lo que hace el usuario en materia de navegación. Google Analytics elabora estadísticas muy precisas de las consultas de los internautas en la red. Google Plus recoge información complementaria y la mezcla. Gmail analiza la correspondencia intercambiada, lo cual revela mucho sobre el emisor y sus contactos. El servicio DNS (Domain Name System, o Sistema de Nombres de Dominio), de Google, analiza los sitios visitados. YouTube, el servicio de videos más consultado del mundo, que pertenece también a Google y, por tanto, a Alphabet, registra todo lo que hacemos en él. Google Maps identifica el lugar en que nos encontramos, adónde vamos, cuándo y por qué itinerario… AdWords sabe lo que queremos vender o promocionar. Y desde el momento en que encendemos un smartphone con Android, Google sabe inmediatamente dónde estamos y qué estamos haciendo. Nadie nos obliga a recurrir a Google, pero cuando lo hacemos la empresa sabe todo de nosotros. Y, según Julian Assange, inmediatamente informa de ello a las autoridades estadunidenses…

En otras ocasiones, los que espían y rastrean nuestros movimientos son sistemas disimulados o camuflados, semejantes a los radares de carretera, los drones o las cámaras de vigilancia (llamadas también de videoprotección). Este tipo de cámaras ha proliferado tanto que, por ejemplo, en Reino Unido, donde hay más de 4 millones de ellas (una por cada 15 habitantes), un peatón puede ser filmado en Londres hasta 300 veces cada día. Y las cámaras de última generación, como la Gigapan, de altísima definición –más de mil millones de pixeles–, permiten obtener, con una sola fotografía y mediante un vertiginoso zoom dentro de la propia imagen, la ficha biométrica del rostro de cada una de las miles de personas presentes en un estadio, una manifestación o un mitin político .

A pesar de que hay estudios serios que han demostrado la débil eficacia de la videovigilancia en materia de seguridad, esta técnica sigue siendo refrendada por los grandes medios de comunicación. Incluso parte de la opinión pública ha terminado por aceptar la restricción de sus libertades: 63 por ciento de franceses se declaran dispuestos a una “limitación de las libertades individuales en Internet en razón de la lucha contra el terrorismo”.

Ello demuestra que el margen de progreso en materia de sumisión es todavía considerable…
* Ignacio Ramonet acaba de publicar El imperio de la vigilancia, editorial Clave Intelectual, Madrid, 2016.

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Donald Trump Is a Fascist

November 27, 2015 By Irizarry

In the past week, however, “Donald Trump as fascist” has gone from hyperbolic to mainstream. After endorsing extreme measures in the aftermath of the Paris attacks—from registering Muslim Americans to closing mosques—assorted writers, observers, and political operatives began using fascist to describe Trump’s approach. “Forced federal registration of U.S. citizens, based on religious identity, is fascism. Period. Nothing else to call it,” tweeted Jeb Bush adviser John Noonan. “I just don’t agree with that kind of thing,” declared alleged presidential candidate Jim Gilmore. “I’ve said it’s fascist talk.” “I’m still not sure it’s 100 percent clear that Donald Trump really understands that he’s a neo-fascist,” wrote Michael Tomasky for the Daily Beast.

Esa es fascistización retroactiva.  Reactiva y recupera el recuerdo reforzado de las formas retóricas de las convocaciones originarias de los nazifascistas (ante todo de los alemanes, porque los italianos no lo hicieron igual hasta que los alemanes se les quedaron con el quiosco, al final).  Son estas genealogías a veces inciertas, oportunistas, divergentes o de advertencia, dependiendo de lo que se quiera afirmar, comprobar o refutar cuando se señalan sus parentescos (ya lo decía George Orwell cuando señalaba lo difícil del uso del vocablo “fascista”, por lo indeterminado). (1)  Al hablarse de “fascismo” ahora, sin embargo, debe reconocerse una presencia muy real. Ante todo habría que ver y hacerle mucho caso a una fascistización ya establecida, actualizada y reconcentrada. Está hace un tiempo en su forma del Estado de Seguridad Nacional, acelerado y fortalecido en primera persona como modo de gobierno actual. Esa fascistización ya existente es la que saca plena cara desde el 11S estadounidense. Es lo que permite, promueve y alimenta esta renovación de fascistización retroactiva tan reaccionaria que vemos.

Esa gente -no solo Trump, aunque sea el más obvio- anda montada en ese caballito autoritario de la llamada seguridad nacional que ha capitaneado el desplazamiento masivo a la derecha extrema en Estados Unidos. La retórica de una arenga fascista rabiosa representada ante todo por un Trump tiene seguidores entusiastas y en masa. Eso no se puede desechar. No podemos darnos el lujo de subestimar esa presencia como síntoma, ni sus posibles consecuencias. Tiende a fijar parámetros políticos que van mucho más allá de su partido, en una situación que se delimita por los extremos en lo institucional. Es situación en la cual los atisbos de opciones progresistas se hacen más frágiles, y las posiciones del llamado centro político siguen aun más hacia la derecha. Podemos añadir una situación de crisis de hegemonía geopolítica que amenaza con desatar guerras y confrontaciones catastróficas entre potencias mundiales y regionales. No hay mucha luz aparente al final de esos caminos. Acaso es urgente articular alguna alternativa que sea capaz de disminuir esta implosión al vacío y promover otras opciones en contra de tanto autoritarismo.

http://www.slate.com/articles/news_and_politics/politics/2015/11/donald_trump_is_a_fascist_it_is_the_political_label_that_best_describes.html

Nov. 25 2015 11:44 AM
Donald Trump Is a Fascist
This isn’t a partisan attack. It is the political label that best describes what the GOP front-runner has become.
By Jamelle Bouie

In trying to explain Donald Trump, I looked to George Wallace, who played a similar role in American politics through the 1960s. But there were other options. Elements of Trump are present in the “Know-Nothing” movement of the 1840s, the radio demogogues of the 1930s, and the “second” Ku Klux Klan of the 1920s. There was also the F-word—fascism.

At the time, this seemed like a category error. For as much as I saw (and still see) an authoritarian streak in Trump’s rhetoric and demeanor, fascist seemed premature. Not the least because there’s always been an authoritarian streak in American politics, from the Alien and Sedition Acts to Jim Crow.

In the past week, however, “Donald Trump as fascist” has gone from hyperbolic to mainstream. After endorsing extreme measures in the aftermath of the Paris attacks—from registering Muslim Americans to closing mosques—assorted writers, observers, and political operatives began using fascist to describe Trump’s approach. “Forced federal registration of U.S. citizens, based on religious identity, is fascism. Period. Nothing else to call it,” tweeted Jeb Bush adviser John Noonan. “I just don’t agree with that kind of thing,” declared alleged presidential candidate Jim Gilmore. “I’ve said it’s fascist talk.” “I’m still not sure it’s 100 percent clear that Donald Trump really understands that he’s a neo-fascist,” wrote Michael Tomasky for the Daily Beast.

As apparently mainstream as this is, however, there’s still a question: What, specifically, makes Trump a fascist? After all, America has had racist politicians and internment policies for disparaged minorities. And while they were awful, they weren’t necessarily fascist. Which is to say that, before changing our rhetoric, we should define our terms.

Part of the problem of talking about fascism, at least in American political culture, is that there’s nothing close to a common definition. Sometimes, it’s used as a synonym for Hitler’s Germany or Mussolini’s Italy. Most often, it’s a political insult, usually directed from the left to the right, but often in the reverse too, always in service of narrow partisan points.

This is too bad because fascist and fascism are terms that actually mean something apart from contemporary political combat and the particulars of early- to mid–20th-century Europe. And while that meaning is fuzzy, contested, and contingent, there are elements that scholars can agree on.

One of the most-read takes on fascism comes from Italian philosopher and novelist Umberto Eco in an essay for the New York Review of Books titled “Ur-Fascism.” Eco emphasizes the extent to which fascism is ad hoc and opportunistic. It’s “philosophically out of joint,” he writes, with features that “cannot be organized into a system” since “many of them contradict each other, and are also typical of other kinds of despotism or fanacticism.”

With that said, it is true that there are fascist movements, and it’s also true that when you strip their cultural clothing—the German paganism in Nazism, for example—there are common properties. Not every fascist movement shows all of them, but—Eco writes—“it is enough that one of them be present to allow fascism to coagulate around it.” Eco identifies 14, but for this column, I want to focus on seven.

They are: A cult of “action for action’s sake,” where “thinking is a form of emasculation”; an intolerance of “analytical criticism,” where disagreement is condemned; a profound “fear of difference,” where leaders appeal against “intruders”; appeals to individual and social frustration and specifically a “frustrated middle class” suffering from “feelings of political humiliation and frightened by the pressure of lower social groups”; a nationalist identity set against internal and external enemies (an “obsession with a plot”); a feeling of humiliation by the “ostentatious wealth and force of their enemies”; a “popular elitism” where “every citizen belongs to the best people of the world” and underscored by contempt for the weak; and a celebration of aggressive (and often violent) masculinity.

Trump isn’t an ideologue; he’s an opportunist.

Now, let’s look at Trump. His campaign revolves around one theme: That the United States is weak, that it loses, and that it needs leadership to become “great again.” “We don’t have victories anymore,” he said in his announcement speech. “When was the last time anybody saw us beating, let’s say, China in a trade deal? They kill us. … When do we beat Mexico at the border? They’re laughing at us, at our stupidity.” He continued: “The U.S. has become a dumping ground for everybody else’s problems,” and “Our enemies are getting stronger and stronger by the way, and we as a country are getting weaker.”

This includes unauthorized immigrants, and now refugees, whom he attacks as a menace to ordinary Americans. The former, according to Trump, take jobs and threaten American safety—“They’re bringing drugs. They’re bringing crime. They’re rapists.”—while the latter are a “Trojan horse.” But Trump promises action. He will cut new deals and make foreign competitors subordinate. He will deport immigrants and build a wall on the border, financed by Mexico. He will bring “spectacular” economic growth. And Trump isn’t an ideologue; he’s an opportunist who borrows freely from both parties.

How does he build favor with Republican voters? He shows bravado and “strength,” disparaging weak opponents. He indulges racist rhetoric and encourages violence against protesters. He speaks directly to the petite bourgeoisie in American life: managers, public employees, small-business owners. People squeezed on all ends and desperate for economic and cultural security against capitalist instability and rapid demographic shifts, as represented by President Obama. Elect him, Trump says, and he’ll restore your security and American greatness. “You’re going to say to your children, and you’re going to say to anybody else, that we were part of a movement to take back our country. … And we will make America great again.”

Alone and disconnected, this rhetoric isn’t necessarily fascist. Some of it, in fact, is even anodyne. But together and in the person of Donald Trump, it’s clear: The rhetoric of fascism is here. And increasingly, the policies are too. The only thing left is the violence.

In the Europe of the 1920s and ’30s, fascist parties organized armed gangs to intimidate political opponents. Despite assaults at Trump events, that still seems unlikely. But as we’ve seen with the rise of Trump, the wall between routine and unthinkable is much thinner than we’d like to think.

1. Hay sin embargo trabajos sistemáticos sobre el concepto y la historia de los fascismos. En este artículo se remite a un texto clave de Umberto Eco sobre el fascismo, por ejemplo, que condensa una definición de características esenciales. Bien se podría referir uno además a la obra de Nicos Poulantzas, tanto en sus análisis sobre el surgimiento y desarrollo de los fascismos históricos, como en su advertencia temprana de que una próxima fascistización llegaría desde dentro del Estado (a partir de un disloque en el estatismo autoritario que se implanta ya en el último tercio del SXX, ruptura como ha sido la crisis del 11S estadounidense con la instauración abierta del Estado de Seguridad Nacional, que normaliza las excepciones Estatales). Véase al respecto, de Nicos Poulantzas:   Fascismo Y Dictadura: La Tercera Internacional Frente Al Fascismo. Madrid: Siglo XXI, 1973. y  Estado, Poder Y Socialismo. 1ra ed. México: Siglo Veintiuno Editores, 1979.  Es nuestra tesis que la coyuntura larga que abre la reordenación política a partir del 11S estadounidense es precisamente la emergencia de una fascistización actualizada que llega desde dentro del Estado,  a partir del aparato paralelo de seguridad nacional que ya se venía desarrollando desigualmente desde el principio de la Guerra Fría.

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Senadores estadunidenses rechazan norma que limita espionaje de la NSA

May 25, 2015 By Irizarry

El Senado estadunidense rechazó una ley que pretende poner fin a la recolección indiscriminada de datos por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), aunque el destino final de la norma se decidirá el lunes 31 de mayo.

 

Este teatro de la seguridad nacional va a continuar con la repetición de la primera escena hasta el infinto … a partir de la llamada Ley Patriota que justifica la institucionalización de la normalización de las excepciones, regresa siempre a ese evento … aunque tiene historia larga que le precede y prepara. Es tendencia internacional, bajo las amenazas del llamado terrorismo, época inaugurada en 2001. Una vez constituida y consolidada la sujetación fascistizada del sujeto, todo lo demás sigue. Los poderes del Estado (re)generan y se alimentan de todo ello, una vez instaurado el reino de gobierno que hasta ahora había sido paralelo y oculto. Pero no hay gobierno ni Estado que se sostenga sin que la gente lo acepte, o sin que se confronte con fuerza suficiente para desmantelarlo y hacer otra cosa. Lo que permanece mientras tanto es sedimentación que acostumbra entre los rituales de mantenimiento. Habrán variaciones, pero han de ser sobre el mismo tema. Ya veremos hasta dónde llega todo esto …

 

http://www.jornada.unam.mx/2015/05/24/mundo/023n2mun

Servicios secretos de EU revisarán cooperación con Alemania: Bild
Senadores estadunidenses rechazan norma que limita espionaje de la NSA
Dpa, Afp y Ap

Periódico La Jornada
Domingo 24 de mayo de 2015, p. 23
Washington.
El Senado estadunidense rechazó una ley que pretende poner fin a la recolección indiscriminada de datos por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), aunque el destino final de la norma se decidirá el lunes 31 de mayo.

 
La votación, realizada la madrugada de este sábado, terminó con 42 sufragios en contra y 57 en favor, a sólo tres de los 60 que se necesitan para que la iniciativa, conocida como USA freedom act (Ley de la libertad de Estados Unidos), continúe su curso hasta convertirse en ley, dado que ya fue aprobada abrumadoramente por la Cámara de Representantes el 14 de mayo.

 
La norma fue propuesta por el presidente Barack Obama después de que el ex contratista de la NSA Edward Snowden –refugiado en Rusia desde hace más de un año para eludir órdenes de captura– dio a conocer en 2013 documentos oficiales clasificados como confidenciales o secretos sobre la intercepción de comunicaciones personales dentro y fuera de territorio estadunidense.

 
Obama intenta con esta legislación limitar las atribuciones de la NSA enmarcadas en la Ley Patriota, que facilita la intromisión de las agencias de inteligencia y seguridad en aras de la seguridad nacional y las acciones de carácter terrorista.

 
Con la ley de Obama se limitan las facultades de la NSA para almacenar información sobre las comunicaciones de los usuarios estadunidenses y evitar la invasión a la privacidad de los ciudadanos por instituciones del Estado, pero la norma no propone restringir la intervención de Washington en el extranjero por conducto de sus agencias policiales y de inteligencia.

 
Piden ampliar aplicación de la Ley Patriota
Tras fracasar el intento de aprobar la nueva norma, el senador republicano por Kentucky, Mitch McConnell, sugirió la extensión por dos meses de la Ley Patriota, pero igualmente fue rechazada la propuesta con una votación de 54 en favor y 45 en contra, por lo cual se queda en suspenso la base jurídica de gran parte de las actividades de espionaje.

 
En Berlín, en tanto, el diario Bild reportó que los servicios secretos de Estados Unidos decidieron revisar la cooperación de inteligencia con Alemania, debido a la publicación de documentos confidenciales.

 
El director de la NSA, James Clapper, dispuso la medida argumentando que ya no se puede confiar en la administración alemana en lo que respecta a la protección de documentos secretos. El diario alude a una instrucción catalogada como “secreta”.
De esta forma, Estados Unidos aumenta la presión sobre el gobierno de la canciller Angela Merkel, al cual el Parlamento reclama el acceso a las listas con los términos de búsqueda solicitados por los servicios estaduindenses a sus pares alemanes en millones de datos de comunicación.

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La docena trágica

February 17, 2015 By Irizarry

Aunque ya se ha declarado concluida la guerra de Irak en por lo menos dos ocasiones (primero con Bush que proclamó: “misión cumplida”, sólo para multiplicar la presencia de tropas y, más recientemente, por Obama), así como la de Afganistán, el presidente, quien resultó electo en parte por su promesa de poner fin a las guerras, acaba de solicitar la semana pasada al Congreso una nueva autorización bélica para continuar las operaciones militares contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, y contra otras agrupaciones terroristas. Parece que no se cansan de la guerra. […] Si el objetivo del terrorismo es sembrar el terror, la respuesta política se ha basado en fomentar el temor.Con eso, las políticas justificadas por la defensa de las libertades y los derechos han logrado lo opuesto. […] ¿Dónde están los millones que llenaron las calles del mundo hace 12 años?

Lo cierto es que se han cometido errores fundamentales en este periodo de autoritarismos y militarismos acelerados, que despejan el camino a ese abismo. En esa  época de hace ya 12 años también despuntaba la apariencia de un movimiento en contra del neoliberalismo, pero se imposibilitó la coincidencia y fusión de ambas líneas, contra la guerra y contra la globalización neoliberal. Ello hubiese abierto un espacio probable de potencia alternativa, agarrando al toro por sus dos cuernos inseparables. Al contrario, se disolvieron ambos movimentos en iniciativas fragmetarias diluidas en las generalizaciones y ambigüedades políticas de la llamada sociedad civil. (1) Mientras tanto, hemos entrado y permanecido en una época de guerra permanente que se desarrolla y recrudece explícitamente a partir de las oportunidades de las excepciones normalizadas justificadas por el 11S estadounidense. Ello perimitió que el Estado paralelo y oculto fascistizado se hiciera reinante, enarbolando la bandera de un Estado de Seguridad Nacional endurecido.

Hace ya tiempo que estamos en guerras prolongadas e interminables y difusas, asimétricas algunas (2) y otras dentro de las combinaciones posibles de las guerras de generaciones de combate previas que caen más del lado de lo llamado convencional (3), pero todo dentro de la estrategia global de dominación de espectro completo (4) que define el paradigma de dominio imperial al menos desde el 2000. (5)

Ya lo hemos visto muy claramente. No hay salida de esta oscuridad de autoritarismo fascistizado en pleno delirio militarista hasta que se confronten y desmantelen las dos caras del proceso. Por una parte está un neoliberalismo que vive de las crisis sociales, políticas, económicas, militares y geopolíticas que provoca. Por otra parte anda ello de la mano con un proceso de guerras permanentes y diferenciadas que buscan sostener dominio (del espectro completo, dentro y fuera, pues si algo ha logrado esta estrategia es disolver fronteras, y con ello se devuelve lo que se recibe en un conflicto global sostenido e imprevisible). No son casuales esas guerras pues son parte indispensable del escenario Estatal y político general que requiere de enemigos renovados, y son parte además de las anulaciones en proceso en contra de las resistencias (internas y externas, por patriotismo, temor o represiones). No olvidemos que la dominación de espectro completo es también interno a la nación dominante, en la estabilización de los procesos que permiten los despojos y explotaciones. Los millones que llenaron las calles hace 12 años tal vez están en sus casas viendo las guerras por televisión, por las razones que sea, quizás consumiendo la mediación mediática del poder que es esencial para el control completo del espectro de dominio. En el mejor de los casos andan buscando articulaciones posibles en contra de este capitalismo guerrero. Ya veremos.

 

http://www.jornada.unam.mx/2015/02/16/opinion/024o1mun

American Curios
La docena trágica
David Brooks

Hace 12 años este domingo, millones marcharon en cientos de ciudades por todo el planeta contra la inminente guerra en Irak, incluidos cientos de miles en Estados Unidos, en lo que algunos consideran fue la movilización mundial antiguerra más grande en la historia.

Ya se había proclamado la “guerra contra el terrorismo” inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 para defender a la “civilización” de los “salvajes” que “odian” las libertades y los derechos fundamentales. Con ello se amplió el gobierno secreto a dimensiones sin precedente, incluido el espionaje masivo a nivel mundial, así como una persecución de disidentes de estas políticas así como contra medios y periodistas que se atrevían a delatar los abusos de los nuevos poderes asumidos por Washington tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

Aunque ya se ha declarado concluida la guerra de Irak en por lo menos dos ocasiones (primero con Bush que proclamó: “misión cumplida”, sólo para multiplicar la presencia de tropas y, más recientemente, por Obama), así como la de Afganistán, el presidente, quien resultó electo en parte por su promesa de poner fin a las guerras, acaba de solicitar la semana pasada al Congreso una nueva autorización bélica para continuar las operaciones militares contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, y contra otras agrupaciones terroristas. Parece que no se cansan de la guerra.

Mientras tanto, las “libertades” y los derechos que Estados Unidos afirma defender con estas guerras han sufrido sus mayores ataques no por “terroristas”, sino por las mismas autoridades.

La lista es larga, pero incluye violaciones de privacidad por el espionaje masivo de las comunicaciones de millones de civiles por todo el planeta, la instalación de un campo de concentración en Guantánamo y el uso de tortura violando los derechos y libertades establecidas por leyes nacionales e internacionales, operaciones encubiertas de asesinatos y secuestros como encarcelación clandestina en varios países, el espionaje policiaco a comunidades musulmanas y agrupaciones pacifistas, e intentos por sofocar la libertad de expresión tanto en las calles como en los medios.

Si el objetivo del terrorismo es sembrar el terror, la respuesta política se ha basado en fomentar el temor.
Con eso, las políticas justificadas por la defensa de las libertades y los derechos han logrado lo opuesto. Los resultados han sido denunciados a lo largo de los últimos 12 años por las principales organizaciones nacionales e internacionales, desde Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Center for Constitutional Rights y el American Civil Liberties Union hasta la Organización de Naciones Unidas.

La semana pasada, Reporteros sin Fronteras emitió su índice anual sobre la libertad de prensa en 180 países, y ubicó a Estados Unidos en el lugar 49, tres lugares más bajo que hace un año. Indicó que Estados Unidos continúa su tendencia a la baja por lo que llama “guerra sobre información” y señala varios casos de periodistas sujetos a persecución legal por el gobierno federal, desde James Risen del New York Times hasta Wikileaks.

De hecho, la organización cita a Risen, quien dice que Estados Unidos “es un Estado orwelliano que se proclama como el más transparente”. Reporteros sin Fronteras denunció que el régimen estadunidense ha usado el pretexto de “seguridad nacional” para suprimir la libertad de información, igual que varios regímenes autoritarios. Fue con ese pretexto, señala, que el gobierno estableció el sistema de vigilancia masiva revelada por Edward Snowden y otros. Recordó que en el gobierno de Obama, por lo menos ocho filtradores de información al público, incluidos Snowden y Chelsea Manning, han sido acusados según la Ley de Espionaje, comparado con un total de sólo tres en todos los gobiernos anteriores, desde que se adoptó esa ley en 1917 (http://index.rsf.org/#!/ )

Leonard Downie, ex director del Washington Post, quien fue uno de sus editores durante el escándalo Watergate, encabezó la investigación del Comité de Protección de Periodistas sobre la libertad de información en este país en 2013, y escribió en su conclusión: “la guerra del gobierno sobre filtraciones y otros esfuerzos para controlar información son los más agresivos que he visto desde el gobierno de Nixon”.

También es cierto que los medios –con notables excepciones– no evitaron caer en la trampa oficial. Dean Baquet, actual director del New York Times y ex director de Los Angeles Times reconoció hace un par de semanas en entrevista con Der Spiegel que esos medios, entre otros, fracasaron en su misión: “después del 11-S la prensa tradicional no fue suficientemente agresiva para hacer las preguntas sobre la decisión de ir a la guerra en Irak, ni para hacer las preguntas difíciles sobre la guerra contra el terror”.

Pero sigue sucediendo. Hace unos cuantos días, en el noticiero local de NBC en Nueva York, una reportera informó sobre la nueva autorización de guerra solicitada por Obama, afirmando que era para enfrentar a grupos que “no valoran para nada la vida humana”. Ese tipo de frase se repite incesantemente, presentado como hecho, no como opinión.

En marzo se cumplirán 12 años de guerras. Entre 135 a 152 mil civiles han muerto sólo en Irak (https://www.iraqbodycount.org ) y millones han sido desplazados, heridos y aterrorizados en varios países atacados en la “guerra contra el terror”. Más de 6 mil 800 militares estadunidenses han muerto en Irak y otros 2 mil 356 en Afganistán, y, según algunos cálculos, 900 mil estadunidenses han sido heridos (al parecer, nadie sabe cuántos civiles muertos o heridos en Afganistán y otros países).

Frente a esto es difícil saber quién valora o no la vida humana, y mucho menos las libertades y derechos por los cuales oficialmente se sacrificó tanta vida humana.

¿Dónde están los millones que llenaron las calles del mundo hace 12 años?

imagen: http://www.a-w-i-p.com

1)  http://www.globalresearch.ca/manufacturing-dissent-the-anti-globalization-movement-is-funded-by-the-corporate-elites/21110: “The objective of the corporate elites has been to fragment the people’s movement into a vast “do it yourself” mosaic. War and globalization are no longer in the forefront of civil society activism. Activism tends to be piecemeal. There is no integrated anti-globalization anti-war movement. The economic crisis is not seen as having a relationship to the US led war.”

2) http://www.geopolitica.ws/media/uploads/aec-ayotzinapa.pdf : ” No hay guerras declaradas. No hay guerras entre equivalentes. Hay corrosiones. Una mancha de violencia que se va extendiendo acompaña al capitalismo de inicios del siglo XXI. Las instituciones de disciplinamiento y seguridad de los Estados han resultado insuficientes frente al altísimo nivel de apropiación-desposesión al que ha llegado el capitalismo. Estas instituciones se replican de manera privada y local tantas veces como sea necesario. ”

3) Lo asimétrico se asocia con la guerra de 4ta generación.Ver, entre otros textos: https://www.mca-marines.org/files/The%20Changing%20Face%20of%20War%20-%20Into%20the%20Fourth%20Generation.pdf

4) http://www.geopolitica.ws/media/uploads/cecena_patria_con_mapas.pdf: “El enemigo identificable o convencional disminuye su status al de amenaza regional y por ahí pasarán Irak, Libia, Irán y Venezuela, cada uno entendido como potencial cabeza de región, así como cualquier tipo de coalición en la que estos participen (ALBA, OPEP, Petrocaribe, etc.). Es siempre un polo articulador de poderes alternativos u hostiles a Estados Unidos y su american way of life convertido en política internacional. Para este enemigo la respuesta es el aislamiento y lademonización, o la aplicación de una fuerza sobredimensionada para destruirlo y, sobre todo, humillarlo. El caso prototipo es el de la operación en Irak.” Sobre el concepto del dominio del espectro completo podemos abundar lo siguiente: “El concepto de dominación de espectro completo ha sido la clave de transformación en el arte de la guerra y orienta sus modalidades prácticas.  Es un concepto complejo que se actualiza mediante la experiencia cotidiana de la guerra en todos sus distintos escenarios y mediante el estudio del comportamiento humano, e incluso del de todas las formas de vida que concurren en cada uno de ellos.” (http://elclarin.cl/web/opinion/politica/11648-los-golpes-de-espectro-completo.html) Los mecanismos y procedimientos privilegiados en tal posición estratégica son el avasallamiento, la simultaneidad y la impunidad (ibid.)

5) Del Departamento de Defensa de los EEUU, el Joint Vision 2020: http://www.fraw.org.uk/files/peace/us_dod_2000.pdf

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US has counterterrorism fatigue

July 25, 2014 By Irizarry

A decade after issuing the official account of the Sept. 11, 2001, attacks on New York and Washington, the former members of the bipartisan 9/11 Commission issued a new report warning that, while the world has changed dramatically, the threat from terrorism remains and has “entered a new and dangerous phase.”

“Many Americans think that the terrorist threat is waning — that, as a country, we can begin turning back to other concerns. They are wrong,” the report said. “The threat remains grave, and the trend lines in many parts of the world are pointing in the wrong direction.”

Una década después del recuento oficial, preocupa que la percepción de la amenaza disminuya y que se desgaste el miedo. Pues entonces hace falta renovar y confirmar la fe a lo católico, con una bofetada en la cara, ¿no? Acto sacramental. Para eso hay al menos dos estrategias en presencia, variaciones del mismo tema. Una es agudizar el traslado del discurso de la vieja guerra fría a la llamada guerra en contra del terror, con nuevas e impensables amenazas indefinidas e infinitas que hacen de la vieja guerra fría  un cuento de niños, pues la nueva guerra justifica abiertamente la normalización de las excepciones estatalistas fascistizadas (controles y vigilancias disparadas) ante un enemigo absoluto e impredecible (pero que conocemos y anticipamos), que trasciende límites nacionales y estatales. Eso irrumpe y se desarrolla descabellado desde el 11S estadounidense, y los libretos reiterados y redundantes han sido magistrales. Eso ya se ha hecho, y ahora hay que hacerlo todo de nuevo, mucho más grave y urgente.

La otra estrategia inmediata y actual es la renovación y relanzamiento de una guerra fría resucitada bajo la sombra del recuerdo de un viejo enemigo actualizado (Rusia) en el contexto de las muy agresivas expansiones neoliberales en Europa oriental, Asia y Latinoamerica (todas esas zonas geopolíticas en las cuales Rusia busca mantener o establecer presencia, y eso es competencia intolerable, fuera de la esfera de lo aceptable). Se añaden ahí los tonos oportunistas de acusaciones hitlerianas. Aunque ya no existe el llamado socialismo real soviético, la referencia al nazismo nos hace sentir bien por aquello de volver a salvar el mundo y los “valores occidentales”. Es el recurso al excepcionalismo estadounidense como discurso ideológico político: son los mejores entre los buenos, incomparables, por lo cual se justifica cualquier barbaridad siempre y cuando sea para salvar esa hegemonía indispensable sin la cual el mundo se deshace. Hay que ver el coro mediático de ahora, pues es lo que se canta a plena voz.

Para eso hay que aumentar la temperatura de lo que ya está caliente. No importan los riesgos bélicos muy reales de ese expansionismo que busca desplazar  y reabsorber las crisis financieras, ni importan los riesgos e inestabilidades de las expropiaciones intolerables. Para eso están la guerra que no acaba y la fascistización del Estado de Seguridad Nacional que se proyecta internacional. Se busca extender y profundizar la aceptación de los miedos que sostienen este simulacro que se hincha, y el espectáculo delirante correspondiente. Lo sorprendente es que se acepta, pero eso es parte de la fascistización.

Y todo este discurso del riesgo viene de los expertos que ya acaparan la mediación mediática de poder. Entonces debe ser verdad. Agitprop le llamaba a todo esto Orwell en su 1984. La pregunta tenebrosa es cual bofetada hace falta ahora para esa confirmación de fe, en esta exasperación neoliberal de lo que a todas luces se vive como amenaza de crisis hegemónica.

La guerra es la paz, la esclavitud es libertad, y la ignorancia es fuerza, decretaba el Hermano Mayor …Y ahora hasta se recomienda en los EUA la militarización directa de cualquier respuesta a las amenazas posibles. ¿Golpe de Estado militar en cámara lenta …? Hay quien habla de una situación post-constitucional en ese país. Hace rato viene, y ya está. Excepciones normalizadas. Fascistización neoliberal.

Y todo esto es entrampamiento. Habría que estar en contra de todo expansionismo neoliberal y en contra de todo juego de dominaciones geopolíticas, por minoritaria y marginada que sea esa posición en estos tiempos de patriotismos extremos. En eso puede que tal vez se llegue a ser anticapitalista (digna y necesaria consigna sería esa) … Pero el problema es que en esta coyuntura ahora -y desde hace rato- se revuelcan demasiados fantasmas que no se han resuelto … Andan todos mezclados y no descansan. La serpiente oscura se muerde la cola y sigue rodando al borde del abismo …

http://america.aljazeera.com/articles/2014/7/22/us-counter-terrorismfatigue.html

US has counterterrorism fatigue
Panel that investigated 9/11 attacks warns of complacency, saying threat has ‘entered a new and dangerous phase’
July 22, 2014 1:02AM ET
After 13 years of struggle, Americans are showing a growing fatigue and waning sense of urgency over terrorism — an attitude that threatens U.S. security, members of the panel that investigated the Sept. 11 attacks said in a report on Tuesday.

A decade after issuing the official account of the Sept. 11, 2001, attacks on New York and Washington, the former members of the bipartisan 9/11 Commission issued a new report warning that, while the world has changed dramatically, the threat from terrorism remains and has “entered a new and dangerous phase.”

“Many Americans think that the terrorist threat is waning — that, as a country, we can begin turning back to other concerns. They are wrong,” the report said. “The threat remains grave, and the trend lines in many parts of the world are pointing in the wrong direction.”

“Al Qaeda-affiliated groups are gaining strength throughout the greater Middle East,” it added. “While the various Al-Qaeda spinoffs are primarily focused on regional conflicts, they hate the United States and will not forgo opportunities to strike at the U.S. homeland.”

The panel, headed by former Republican New Jersey Gov. Thomas Kean and former Democratic Rep. Lee Hamilton, said foreign fighters returning to Europe from Syria and Iraq pose a “grave threat” to the United States and Western Europe.

Of the 10,000 foreign fighters who have traveled to Syria, more than 1,000 hold European passports, which in most cases would enable them to enter the United States without a visa, the panel said. More than 100 U.S. citizens also fought in Syria.

“When these battle-hardened, radicalized fighters return to their home countries, they will pose a serious terrorist threat to both the United States and Europe,” the report said. The group also noted that the 9/11 Commission Report, issued a decade ago, called for reducing the fragmented oversight that resulted in having the Department of Homeland Security report to 88 committees and subcommittees of Congress.

“Incredibly, it has increased to 92,” the report said, noting that “Congress has proved resistant to needed reforms.”

The report said U.S. counterterrorism capabilities have improved significantly since the Sept. 11 attacks and people in government are tracking the evolving threat, “thinking one step ahead in order to prevent the next attack.”

“Our serious concern now is that public fatigue and waning urgency will undermine these accomplishments. We cannot afford that,” the report said. It issued a series of recommendations, including calling on U.S. leaders to give the public detailed information about evolving threats and asking Congress to update its 2001 authorization for the use of military force to improve the administration’s response to threats.

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Internet, “ocupada militarmente por Estados Unidos”: Julian Assange

November 24, 2013 By Irizarry

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, denunció que “Internet ha sido ocupada militarmente por Estados Unidos y sus aliados anglosajones” para dominar a las sociedades y hacerlas perder su “soberanía nacional y libertad”.

Bueno …

La soberanía desde hace rato viene comprometida y reconfigurada bajo las tendencias de la globalización neoliberal, sin que el aparato de Estado nacional pierda su importancia como espacio de mitigaciones y controles de las luchas de clases, ni como eje y filtro de transacciones de los capitales a los cuales les sirve de guardaespaldas y corredor intermediario. Lo político Estatal se ha desplazado en el sentido de procesos y aparatos de gobierno transnacionales, supranacionales y multinacionaes, jeraquizados en los marcos de los poderes diferenciados de las potencias que siguen teniendo disputas y confrontaciones al interior de sus dominaciones (las competencias intra-imperiales) que al mismo tiempo preservan lo Estatal nacional, ante todo en lo jurídico financiero y lo represivo policíaco y militar. En ese proceso largo, las libertades han devenido cada vez más formales y en demasiados casos ilusorias (la democracia como episodios de eventos mediatizados) y buscan reducirse a los marcos de movilizaciones y cooptaciones aceptadas y aceptables en lo Estatal y en lo mediado por lo mediático ¿Que hay luchas persistentes en contra de todo esto? Pues sí, pero están en desventaja atroz … pues en demasiadas ocasiones son variante invertida y reflejo opaco de los procesos oficiales. Lo anticapitalista y lo antiestatal, las líneas que podrían impulsar un gobierno en contra del Estado, brillan por su ausencia.

Lo que se plantea ahora, sin embargo, es otro paso en la estructuración reconcentrada del dominio de lo Estatal, en consonacia con la globalización y fascistización neoliberal en curso. Es la militarización de las informaciones al nivel de un estado de sitio virtual que se constituye en otra excepción normalizada que incrementa lo espeso e impermeable de los poderes reinantes. Golpe de Estado informático, otra ruptura en las continuidades de los poderes, todo hecho explícitamente posible por las nuevas guerras permanentes decretadas a partir del 11S estadounidense, articulaciones añadidas en las madejas de las interacciones entre lo nacional imperial y lo global neoliberal, dos caras de la misma moneda …

Y seguimos … y ya veremos, dijo el ciego … hasta cuándo podemos y queremos aguantar …

 

http://www.jornada.unam.mx/2013/11/24/mundo/018n2mun

La NSA infectó 50 mil redes de computadoras, dice diario holandés
Internet, “ocupada militarmente por Estados Unidos”: Julian Assange

Ap Periódico La Jornada
Domingo 24 de noviembre de 2013, p. 18
Buenos Aires, 23 de noviembre.

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, denunció que “Internet ha sido ocupada militarmente por Estados Unidos y sus aliados anglosajones” para dominar a las sociedades y hacerlas perder su “soberanía nacional y libertad”.

Durante una videoconferencia transmitida en el marco del tercer Encuentro de Comunicación Audiovisual, realizado en Mar del Plata, Argentina, Assange aseguró que “la lucha contra los monopolios de medios es la lucha de una nación”.

De camisa azul a cuadros y visiblemente relajado, el australiano respondió a las preguntas de los asistentes desde la embajada de Ecuador en Londres.
Aseguró: “Un país es tan bueno como los medios de comunicación que tiene”, y advirtió que “la centralización y el control por las mismas personas de la distribución de los diarios les permite realizar controles” a escala mundial.

“Una organización de medios muchas veces es la que domina el entorno de conocimientos del público. Entonces, esto puede implicar un gran problema”, expresó.
Assange se encuentra en la embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de junio de 2012. El fundador de Wikileaks solicitó asilo político al gobierno del presidente Rafael Correa, el cual se lo concedió, pero no pudo abandonar la sede diplomática porque Reino Unido se negó a darle un salvoconducto.

En tanto, el diario holandés NRC publicó que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos infectó más de 50 mil redes de computadoras en todo el mundo con un software maligno, diseñado para robar información confidencial, revelan documentos filtrados por el ex contratista de la entidad estadunidense de inteligencia, Edward Snowden.

Una presentación ejecutiva elaborada en 2012 explica cómo la NSA recoge información de todo el mundo mediante una “red informática de explotación”, utilizada en más de 50 mil localidades para la infiltración secreta de los sistemas cibernéticos obtenidos mediante la instalación de programas malignos. Los ataques son realizados por empleados de un departamento especial llamado Tailored Access Operations (TAO).

El diario The Washington Post, basado en un informe sobre el presupuesto secreto de los servicios de inteligencia estadunidenses, anunció en agosto que la NSA puso unos 20 mil “implantes” en 2008 y que realizaba operaciones cibernéticas desde 1998.

En septiembre de 2013 el proveedor de telecomunicaciones Belgacom descubrió que durante varios años el servicio de inteligencia británico instalaba programas de espionaje en sus redes para recolectar los datos telefónicos y de tráfico de sus clientes. Para ese caso, Gran Bretaña utilizó una página falsa en el sitio de contactos profesionales Linkedin para atraer a los empleados de la compañía.

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Estado paranoico

July 3, 2013 By Irizarry

En el ámbito interno, la FBI instaló en 1997 un software conocido como Carnivore (DCS1000) para monitorear los intercambios de correo electrónico en territorio estadunidense. Tres años más tarde la Electronic Frontier Foundation presentó un documento al Congreso, en el que señalaba los peligros del sistema y la respuesta de la FBI fue que no había motivos de preocupación, porque el programa permitía a las autoridades distinguir “entre las comunicaciones que pueden ser legalmente interceptadas de las que no”. Durante el gobierno de George W. Bush, Carnivore fue remplazado por NarusInsight, software desarrollado por una subsidiaria de Boeing de origen israelí.

 

Resulta que la Electronic Frontier Foundation (EFF) tiene una demanda en proceso para que se libere información sobre nuevos programas de vigilancia del FBI relacionados con la colección y centralización masiva de material de reconocimiento facial (facial recognition), huellas digitales, ADN y otros identificadores biométricos, y ello de la población en general. Solicitudes previas de información presentadas por la EFF ante el Departamento de Justicia se han ignorado (1). Esto es ahora, en 2013. Ya sabemos que tales esfuerzos de colección y clasificación -que empatan directamente con los más recientes– datan al menos desde finales de la década de los 90 del siglo pasado. Pero esa historia es larga y oscura, y si hurgamos un tanto por lo menos hasta la época de Nixon, vemos cómo el programa de Cointelpro ya mezclaba la vigilancia con el hostigamiento y sabotaje de los movimientos potencialmente anticapitalistas y antigubernamentales del momento (2). Eso nunca desapareció por completo a pesar de investigaciones en el congreso (en varios aspectos ha continuado). Cabe recordar que a partir del 11 de septiembre estadounidense, desde 2001, se acelera y consolida la vigilancia que ya ocurría. Desde 2001 aflora como vigilancia extendida y profundizada, legitimada con el ensamblaje legal del Patriot Act (ampliado varias veces desde entonces). A partir de esa oportunidad el Estado paralelo y oculto que se venía gestando desde los albores de la Guerra Fría asume presencia explícita y dominante, abiertamente como Estado de Seguridad Nacional (ya se le conocía como tal, desde Truman, cuando se instalan sus primeros aparatos). Está en su proceso actualmente acelerado de fascistización neoliberal. Ese umbral del 2001 marca el establecimiento sistemático de la normalización de las excepciones, y abre lo que podría reconocerse como una crisis constitucional de largo plazo  en los Estados Unidos.

No hay que dudar que los designios de la llamada seguridad nacional incluye la previsión de los descontentos y desestabilizaciones inevitables propias del neoliberalismo y sus crisis.  No hay que dudar tampoco que los objetivos de las recolecciones y clasificaciones de los “datos” de la nueva demografía política, y de las vigilancias, así como los de las acciones policíacas que las acompañan, se concentran en las poblaciones nacionales, incluida la estadounidense (de lo contrario, ¿por qué hacerlo?), pues el Estado nacional sigue siendo el espacio privilegiado y principal donde se intenta regular la lucha de clases. Su paranoia, su despliegue obsesivo de vigilancias, supervisiones y restricciones, no se puede concebir fuera de la tendencia larga que irrumpe acelerada -desde 2001- en sus consolidaciones autoritarias como fascistización neoliberal actualizada del Estado de Seguridad Nacional. Los delirios de ese Leviatán no son sino la lógica profunda de la razón de ese Estado que marca nuestra época.

 

http://www.jornada.unam.mx/2013/06/25/opinion/026a1mun

 

Estado paranoico

Pedro Miguel

 

Uno no querría describirlo así porque suena desorbitado, pero ahí están las pruebas: entre las administraciones de George W. Bush y las de Barack Obama, Estados Unidos se ha vuelto el gobierno más paranoico del mundo y hoy lo es mucho más que en los tiempos del macartismo y de la guerra fría, cuando poseía, al menos, argumentos verosímiles –aunque no necesariamente verdaderos– para mantener a millones de personas, estadunidenses o no, bajo un régimen de vigilancia estrecha y secreta: en aquellos tiempos la confrontación entre las superpotencias tenía entre sus perspectivas la del cataclismo nuclear o destrucción mutua asegurada (MAD, por sus siglas en inglés) y era propagandísticamente fácil dividir al mundo en buenos y malos. Ese telón de fondo dio a Washington pretextos para espiar y hostigar a individuos tan ajenos a una bomba atómica como Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, por ejemplo.

En los años 90 del siglo pasado tuvieron lugar dos fenómenos que habrían debido reorientar en forma radical la política exterior y la estrategia de seguridad estadunidenses: la desaparición del bloque soviético y el inicio de la masificación de Internet. El primero hacía obsoleta tanto la fuerza armada como la enorme infraestructura mundial de vigilancia y espionaje montada por Washington y la segunda conllevaba dos reglas de signo contrapuesto: si por un lado la proliferación de nodos de Internet facilitaba la tarea de espiar a los usuarios, por otro colocaba en un nivel de gran vulnerabilidad una gran cantidad de secretos de Estado, toda vez que éstos, de una forma u otra, irían a parar a contenedores (servidores) conectados a la red mundial.

Pero, en vez de redimensionar a la baja sus fuerzas ofensivas y de vigilancia, la Casa Blanca, entonces a cargo de George Bush padre, optó por proyectar a Estados Unidos como superpotencia única, autoerigida en promotora de un “nuevo orden mundial” de matriz neoliberal. Esta decisión se tradujo, en el ámbito del espionaje electrónico, en la reorientación de los sistemas de “inteligencia de señales” (Signint) hasta entonces usados para espiar a la URSS y sus aliados, cuyo conjunto se conoce popularmente como Echelon. Operado por los integrantes del Acuerdo Ukusa (EU, Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), actualmente es empleado para monitorear señales satelitales, telefónicas, celulares y de microondas, lo que pone a sus operadores en posibilidad de espiar el contenido de toda suerte de mensajes. En diversas ocasiones se ha señalado que Echelon es usado por sus socios como mecanismo de espionaje industrial y comercial que ha sido aplicado contra la Unión Europea. Ya en 2001 un informe del Parlamento Europeo recomendaba a ciudadanos y corporaciones del viejo continente que usaran sistemas de encriptación en sus telecomunicaciones, a fin de evadir la vigilancia ilegal por medio de Echelon (http://goo.gl/BVwRn).

En el ámbito interno, la FBI instaló en 1997 un software conocido como Carnivore (DCS1000) para monitorear los intercambios de correo electrónico en territorio estadunidense. Tres años más tarde la Electronic Frontier Foundation presentó un documento al Congreso, en el que señalaba los peligros del sistema y la respuesta de la FBI fue que no había motivos de preocupación, porque el programa permitía a las autoridades distinguir “entre las comunicaciones que pueden ser legalmente interceptadas de las que no”. Durante el gobierno de George W. Bush, Carnivore fue remplazado por NarusInsight, software desarrollado por una subsidiaria de Boeing de origen israelí.

Los programas de espionaje masivo dados a conocer el mes pasado por Edward Snowden se refieren a llamadas telefónicas dentro y fuera del territorio estadunidense (Verizon, Sprint y At&t), así como la intromisión mundial en correos electrónicos, chats, videos, fotos, videoconferencias y transferencias de archivos, e involucra a las compañías Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, Paltalk, Youtube, Skype, Aol y Apple. De acuerdo con lo revelado por Snowden, el gobierno de Washington ha espiado por igual a estadistas, universidades, empresas y ciudadanos privados de un sinnúmero de países.

Uno de los problemas obvios de esa red de espionaje es que su operación requiere de grandes cantidades de personas. Hoy, casi 5 millones de personas –tanto empleados públicos como personal de empresas contratistas– tienen acceso a información “confidencial y secreta” del gobierno de Washington, en tanto que un millón 400 mil empleados gubernamentales tienen acceso a información clasificada como “ultrasecreta”. La debilidad estructural del sistema es evidente.

En cuanto a su debilidad política y moral, nada la ilustra mejor que el hecho de que el gobierno de Obama haya presentado contra Snowden cargos por… espionaje.

1) Vean: http://rt.com/usa/disclose-facial-program-recognition-387/

Además: https://www.eff.org/press/releases/eff-sues-fbi-access-facial-recognition-records

2)  Buena reseña y conjunto de referencias sobre Cointelpro: http://www.counterpunch.org/2013/01/21/the-return-of-cointelpro/ Es recordatorio de lo que persiste en este juego permanente de regreso al futuro …

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El 11-S se habría evitado con los programas de espionaje de hoy, dice el jefe de la FBI

June 15, 2013 By Irizarry

La libertad depende de un estado de vigilancia secreto […] Indicó que estos programas son vitales para la protección del país, y sugirió que si hubieran existido antes, podrían haber evitado el 11 de septiembre de 2001, y que incluso podrían evitar “otro Boston”, en referencia a los atentados recientes en el maratón de esa ciudad.

 

Ambas afirmaciones sobre los atentados son falsas. En ambos casos se sabía de antemano quiénes estaban involucrados, y se tenían advertencias, y no se hizo gran cosa si acaso es que algo se hizo para evitar los ataques. Pero la manía del poder actual es la vigilancia, y hay que justificar su necesidad con toda clase de falsedades que reiteran las nociones maestras del poder. La otra cara de ese proceso es el miedo, y el efecto del afecto y del deseo de protección que coincide con la vigilancia en las imaginaciones infantiles de un paternalismo protector y preventivo. Para eso se necesita un sentido absoluto de peligro y amenaza que se pueda producir y manejar por el Estado a condición de que se garantice una protección ficticia que otorga entonces todo autoritarismo. Se le concede esa autoridad al Leviatán, y así se duerme tranquilo. Papá Estado nos cuida y debemos someternos a sus designios.

¿Pero entonces quién vigila a los terroristas del Estado? Esa posibilidad sería y es inaceptable, y por eso hay tanta saña en contra de todos lo que se han atrevido a revelar secretos (secretos que, sin embargo, se conocían: no se ha descubierto algo nuevo, sino el grado de su extensión y profundidad). Ahora lo que se hace es usar ese revés de lo manifiesto para fortalecer la legitimidad de la fascistización del Estado de Seguridad Nacional: mira el daño que se nos hace con las revelaciones imprudentes, si el secreto nuestro que pone todo lo de ustedes al descubierto bajo nuestras vigilancias encubiertas es lo que nos (los) protege. Juego de espejos en el cual lo único que no se puede saber es lo mucho que el Estado sabe –o se inventa- de nosotros, y en el cual se supone que la protección del Estado es también la nuestra, pues somos eso mismo (la nación, el pueblo, equivalentes al Estado). Este teatro totalitario lo hemos visto antes, tanto de este lado americano del océano como del lado europeo. Se llama fascistización, y anda de la mano con el militarismo desenfrenado que permea tantos aspectos de la subjetividad contemporánea.

 

http://www.jornada.unam.mx/2013/06/14/mundo/027n1mun

Insisten funcionarios de EU en que todo es legal y las filtraciones ponen en riesgo al país
El 11-S se habría evitado con los programas de espionaje de hoy, dice el jefe de la FBI
Senadores piden evidencias de las decenas de “actos terroristas” que se han frustrado

David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 14 de junio de 2013, p. 27
Nueva York, 13 de junio.

La libertad depende de un estado de vigilancia secreto, fue la esencia del mensaje oficial hoy cuando el director de la FBI y su contraparte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) aseguraron que la recaudación de todos los registros de llamadas telefónicas, así como el acceso al contenido de miles de millones de comunicaciones cibernéticas, son vitales para defender este país de la amenaza terrorista, y que la divulgación pública de estos programas secretos –justo hace una semana– ha causado daño a la seguridad de los estadunidenses.

 

Robert Mueller, director de la FBI, declaró hoy ante el Congreso que la filtración de información sobre programas de vigilancia masivos divulgados la semana pasada “ha causado un daño significativo a nuestro país y nuestra seguridad”. Insistió en que los programas son “legales”, supervisados por los poderes Judicial y Legislativo, y conducidos acorde con la Constitución y las leyes federales.

 

Indicó que estos programas son vitales para la protección del país, y sugirió que si hubieran existido antes, podrían haber evitado el 11 de septiembre de 2001, y que incluso podrían evitar “otro Boston”, en referencia a los atentados recientes en el maratón de esa ciudad.

 

Confirmó que la FBI lleva a cabo una investigación criminal para proceder contra Edward Snowden, quien filtró la información sobre los programas secretos de la NSA y asumió la responsabilidad de su proceder.

 

Mueller repudió demandas, tanto de legisladores, defensores de libertades civiles y hasta de las empresas de tecnología, por revelar más información sobre las dimensiones y procesos de estos programas, ya que la prioridad es “proteger al país” y la “protección de esa información” es lo que permite detener atentados y operaciones terroristas. De hecho, indicó que con cada filtración los adversarios de la nación buscan maneras de evadir el espionaje, y si “perdemos nuestra capacidad de obtener sus comunicaciones quedaremos excepcionalmente vulnerables”.

 

Por su parte, el general Keith Alexander, director de la NSA, informó hoy que divulgará más información sobre los dos programas secretos masivos que recaudan datos sobre las comunicaciones telefónicas y cibernéticas de millones de personas en este país y en el extranjero. Pero aunque dijo que están comprometidos con ser “tan transparentes como sea posible”, enfatizó que se tenía que buscar el equilibrio entre el derecho del público a saber acerca de estos programas con consideraciones de seguridad nacional. “Creo que es importante que tengan esa información, pero no queremos arriesgar vidas estadunidenses al hacer eso. Entonces, lo que estamos haciendo es muy deliberado para que no acabemos causando un ataque terrorista por divulgar demasiada información”.

 

Indicó que con la información que se presentará, la opinión pública se dará cuenta de que está desinformada si cree que el gobierno está escuchando cada llamada telefónica, entre otras cosas.

 

En audiencias públicas y sesiones cerradas con legisladores de ambos partidos, Mueller y Alexander, con otros altos funcionarios, continuaron la batalla para controlar el debate sobre las revelaciones del ex empleado de la NSA, Snowden, publicadas por The Guardian y el Washington Post la semana pasada.

 

Algunos legisladores continuaron apoyando la línea oficial de que estos programas han sido efectivos para prevenir atentados y complots terroristas, pero otros siguen cuestionando sus dimensiones y su legalidad. Hoy, estos altos funcionarios mantuvieron una sesión a puerta cerrada con casi la mitad de los legisladores del Senado, después de haber hecho lo mismo con representantes hace un par de días. No obstante, muchos siguen señalando una falta de información y múltiples discrepancias entre las versiones oficiales sobre estos programas.
Más aún, dos senadores –Ron Wyden y Mark Udall– emitieron hoy un comunicado en el que cuestionan las afirmaciones del general Alexander de que estos programas de vigilancia habían prevenido decenas de “actos terroristas”, considerando que “aún no hemos visto ninguna evidencia” que demuestre eso.

 

A la vez, mientras los altos funcionarios, como lo repitió hoy Mueller, argumentan que el programa secreto recauda sólo los registros de llamadas telefónicas (el hecho de marcar, la duración, y a qué número se comunicaron), y no el contenido de éstas, y por lo tanto no son invasivas de la privacidad –o sea, que sólo generan lo que llaman “meta-datos”– expertos disputan esta aseveración.

 

Jane Mayer, de The New Yorker, entrevistó a Susan Landau, matemática y ex ingeniera de una empresa de comunicación cibernética, quien le informó que los meta-datos “son mucho más intrusivos que el contenido”, y explicó que el gobierno puede obtener información privada inmensa al examinar “a quién llamas, y a quién llaman ellos, si puedes rastrear eso, puedes saber exactamente qué está ocurriendo, no necesitas el contenido”. Agregó que eso puede incluso revelar información política delicada, por ejemplo, reuniones de líderes de oposición, quién participa, dónde se reúnen y por cuánto tiempo, como también puede revelar relaciones románticas íntimas, sólo rastreando las ubicaciones de teléfonos celulares en las noches.

 

Ecos en juicio de Manning
Estos argumentos de los funcionarios encargados de inteligencia y vigilancia de que toda revelación de información oficial secreta, aun cuando revela posibles violaciones o abusos, ayuda al “enemigo”, se expresaron en otro foro cerca de Washington hoy: en la corte marcial de Bradley Manning en el Fuerte Meade que ya está en su segunda semana.

 

El famoso video de un ataque contra civiles desde un helicóptero estadunidense Apache filtrado (entre cientos de miles de otros documentos clasificados) por Manning a Wikileaks, reveló información que podría ayudar a “enemigos” de Estados Unidos, sostuvo un experto en helicópteros del Pentágono, en una declaración contra el acusado. “Enemigos pueden anticipar operaciones de Estados Unidos y planear ataques más efectivos como resultado” de la información sobre cómo opera este tipo de helicóptero, dijo el oficial Jon LaRue. El ataque mató, entre otros, a un fotógrafo de la agencia Reuters y su chofer y algunos críticos lo señalan como evidencia de crímenes de guerra cometidos por fuerzas estadunidenses contra civiles. Los fiscales militares buscan condenar a Manning por 21 cargos, incluido “ayudar al enemigo”.

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Seguridad

May 27, 2013 By Irizarry

 

Ante este ambiente de amenaza permanente –algo que se nutre a diario por los políticos, las autoridades, los medios, los “expertos” y toda una industria de relaciones públicas dedicadas a esto–, la sensación es de un país bajo sitio. […]

Y quien se oponga públicamente también es sospechoso y tiene que ser castigado. Hace unas semanas, Megan Rice, una monja de 83 años, fue condenada penalmente, junto a Michael Walli, de 64, y Greg Boertje-Obed, de 56, por “invasión de una instalación nuclear”, con lo que enfrentan una posible sentencia hasta de 20 años de cárcel. Su delito: el ingreso de los tres activistas de paz a la única instalación del país donde se almacenan armas convencionales radiactivas, donde rociaron sangre humana como símbolo de la sangre que corre en las guerras (nunca llegaron cerca del material nuclear). Rice comentó al jurado, poco antes de ser condenada, que sólo se arrepiente de no haber realizado más acciones directas en sus primeros 70 años de vida.

¿Por qué será que uno se siente tan inseguro con tanta seguridad?

 

A esto hay que seguirlo llamando por su nombre: fascistización neoliberal del Estado de Seguridad Nacional. Se nutre de la instauración y administración del miedo, y eso justifica la expansión de las vigilancias y la normalización de las excepciones, al punto en que ya nos acostumbramos al equivalente de un estado de sitio cotidianizado. Todo es o puede llegar a ser emergencia que con facilidad puede justificar intervenciones militarizadas o de ortopedias policíacas extremas en territorio nacional. Lo que asusta es que en muchas ocasiones se aplauden, y se asumen como lo inevitable y lo patriótico. Ese nacionalismo fatal, duro e intolerante, siempre ha ido de la mano de las fascistizaciones. Eso es lo que vivimos.

 

http://www.jornada.unam.mx/2013/05/27/opinion/026o1mun

American Curios
Seguridad
David Brooks

 

La CIA se ha convertido en un “servicio paramilitar”, donde más de la mitad de los agentes que ingresaron después de 2001 se dedican exclusivamente a operaciones militares de la “guerra contra el terror”, reporta el New York Times. La agencia de inteligencia se ha encargado de realizar cientos de ataques con drones, las aeronaves a control remoto que se han vuelto el arma moderna más destacada de la política bélica del gobierno de Barack Obama. Además, la CIA tiene ahora estaciones grandes en Kabul y Bagdad, con cientos de agentes clandestinos en lo que se sigue considerando “zonas de guerra”.

A la vez, las agencias de seguridad nacional, en el contexto de la guerra contra el terror, también contemplan a Estados Unidos como posible terreno de operaciones “enemigas”, y halcones de esta guerra señalan que, a pesar de sucesos trágicos como los de Boston, varios complots han sido frenados dentro de este país gracias, dicen, a las operaciones clandestinas para rastrear, vigilar y atacar a posibles “terroristas”. No por nada se ha multiplicado el uso de cámaras de vigilancia por todas partes: metros, bancos, calles, edificios importantes y más. De hecho, hace unos años, la empresa de moda Kenneth Cole usó este hecho para su campaña de publicidad, al recordar que un ciudadano es fotografiado en promedio 75 veces durante un día, y sugiere que uno por lo menos “se vea bien” ante esta situación.

En tanto, la vigilancia oficial de comunicaciones personales –teléfono, correo electrónico redes sociales y más– continúa ampliándose. El escándalo que estalló recientemente con la revelación de que el Departamento de Justicia, al investigar posibles filtraciones de información “secreta” por funcionarios oficiales, obtuvo de manera clandestina los registros de comunicaciones telefónicas de unos 100 periodistas y editores de la principal agencia de noticias del país, la Associated Press, es sólo un ejemplo de la nueva “vigilancia” cuyo alcance y dimensiones son secretos.

Todo esto se justifica por una “amenaza” constante que proviene de afuera, pero que ya está aquí dentro: la creación de una fuerza paramilitar, los ataques con drones que en esencia son misiones de asesinatos internacionales a control remoto, el espionaje en todos los rincones del mundo y dentro de Estados Unidos. Aun los errores de inteligencia (incluidas miles y miles de vidas en “daños colaterales”) son interpretados con esta justificación de que Estados Unidos hace lo necesario para su “autodefensa”, como dijo Obama la semana pasada, ante ese enemigo que quiere hacer daño a todo estadunidense. Todo para defender la “libertad” mundial y al mismo guardián autoproclamado de ese mundo: Estados Unidos.

Ante este ambiente de amenaza permanente –algo que se nutre a diario por los políticos, las autoridades, los medios, los “expertos” y toda una industria de relaciones públicas dedicadas a esto–, la sensación es de un país bajo sitio.

Eso favorece todo tipo de intereses aquí, como, por ejemplo, a los defensores del “derecho” sagrado a las armas. Wayne LaPierre, principal vocero de la Asociación Nacional del Rifle, insiste en que si todos los ciudadanos estuvieran armados se podrían detener actos como los que ocurrieron en el maratón Boston, y que el intento de controlar ese derecho es nada menos que una amenaza a la libertad. En la lucha contra el control de armas, insistió recientemente en la convención de esa poderosa agrupación, “tenemos una oportunidad de asegurar nuestra libertad por una generación, o perderla para siempre”.

Mientras tanto, hace días se dio la noticia de que un niño de 5 años había disparado y matado a su hermana de 2 años de edad. Peor aún, había utilizado su propio rifle, uno de calibre .22 manufacturado justo para niños, que le habían regalado por su cumpleaños, y que se comercializa con el lema “mi primer rifle”. El sector de menores de edad ha sido uno de los de mayor crecimiento en la industria de armas de fuego, se reporta, ya que en muchos estados no hay leyes que impongan un límite de edad para los usuarios.

Pero ante las amenazas, aun las representadas por los que realizan matanzas de estudiantes y maestros en escuelas, como en Connecticut, Colorado, Oregón y tantos lugares más, todo intento por reducir o limitar las armas, y por supuesto, las guerras, es considerado no sólo antipatriótico, sino hasta de traición.

En la investigación y acción penal contra cualquiera que se atreva a poner ante la luz los secretos oficiales necesarios para llevar a cabo estas guerras de sombras resalta, por supuesto, el caso de Wikileaks, con el juicio del soldado Bradley Manning programado para principios de junio, acusado de, entre otros cargos, “ayudar al enemigo” al hacer públicos secretos sobre las guerras de Estados Unidos. Varios funcionarios y periodistas más están bajo investigación por filtrar información “oficial” secreta al público, con las mismas acusaciones; de hecho, ningún otro gobierno en la historia moderna del país ha realizado tantas investigaciones en este rubro que el de Obama.

Y quien se oponga públicamente también es sospechoso y tiene que ser castigado. Hace unas semanas, Megan Rice, una monja de 83 años, fue condenada penalmente, junto a Michael Walli, de 64, y Greg Boertje-Obed, de 56, por “invasión de una instalación nuclear”, con lo que enfrentan una posible sentencia hasta de 20 años de cárcel. Su delito: el ingreso de los tres activistas de paz a la única instalación del país donde se almacenan armas convencionales radiactivas, donde rociaron sangre humana como símbolo de la sangre que corre en las guerras (nunca llegaron cerca del material nuclear). Rice comentó al jurado, poco antes de ser condenada, que sólo se arrepiente de no haber realizado más acciones directas en sus primeros 70 años de vida.

¿Por qué será que uno se siente tan inseguro con tanta seguridad?

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La irrupción pacífica de zapatistas prueba que “el tiempo ha fortalecido” su movimiento

December 30, 2012 By Irizarry

La movilización multitudinaria de indígenas zapatistas en la región de los Altos de Chiapas manifiesta la innegable capacidad organizativa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y revela en su comunicado mensajes claros y encriptados que no se agotan en una primera lectura, coincidieron Juan Guerra Ochoa y Jaime Martínez Veloz, ex integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

Tras la irrupción pacífica de aproximadamente 40 mil mujeres y hombres zapatistas de todas las edades, Juan Guerra Ochoa señaló que la capacidad organizativa y la fuerza orgánica del zapatismo no se han desgastado con el tiempo, “por el contrario se han fortalecido y multiplicado, lo cual significa que quienes apostaron por el desgaste y dejar que el tiempo agotara la voluntad de los insurgentes, han fracasado”. […]

–¿Aún hay oportunidad de responder al reclamo que está por cumplir casi dos décadas? –se le preguntó.
–Yo lo veo como una oportunidad para generar una iniciativa de gran calado en materia indígena, que indudablemente tiene que pasar por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, pero al mismo tiempo me parece que es una advertencia, o un nuevo ¡ya basta!, la situación no aguanta más, ocho de cada 10 indígenas viven en la pobreza, mientras los recursos naturales de sus tierras y territorios son saqueados por compañías mineras, privadas y extranjeras.

 

Pues sí, y no.

Sí, porque esa (re)aparición es prueba -por si hacía falta- de que los zapatistas existen y persisten, porque resisten y sostienen su resistencia (por eso es que existen, porque resisten). Me permito entonces corregir lo que acabo de escribir: no es prueba ni evidencia esta (re)aparición, sino recordatorio (para nosotros, por si acaso). Por aquello de que no se olvide lo que sigue existiendo empecinado, por su cuenta y en contra de todos los hostigamientos y violencias que buscan no solo reprimir sino suprimir, y en contra de todas las esquinas oscuras de los olvidos y silencios convenientes ante lo que sigue sucediendo a lo zapatista (en todos sus modos y maneras), y a pesar de las cegueras que nos tapan los ojos ante las potencialidades de lo que han hecho y siguen haciendo ellos los zapatistas, y en contra de todo intento de reabsorber y reducir ese proceso a un asunto predispuesto como”indígena”. Eso es el “no”, lo que no se dice por todo lo que implica.

Y más allá de algún ajuste de lo escrito: no son solo los zapatistas como organización político-militar, sino las comunidades zapatistas y sus procesos, pues han hecho de la insurgencia un modo de vida sumamente incómodo para los poderes Estatales. Resulta que eso es lo importante, esos modos de vida y de gobierno suyos. Eso es el “no”: lo que no se dice ni reconoce mucho más allá de los discursos políticos con sus deseos de acuerdos Estatales, y con sus encierros jurídicos que solo buscan someter en la misma medida en que reducen al zapatismo a reclamos de los “indios”.

Resulta que las comunidades zapatistas han conquistado espacios de convivencias en contra del capitalismo y su Estado. No hay acuerdos posibles para eso porque eso sería reconocimiento y aceptación y, como lo han dicho muy elocuentemente los mismos zapatistas, ellos resultan muy incómodos y desagradables. Esa incomodidad y desagrado es porque lo que dicen y hacen no encaja en lo aceptable que se espera e impone desde arriba.

Se han hecho los zapatistas sociedad a pesar y en contra de todo, y se han hecho sociedad que lucha y persiste desde abajo y a la izquierda. Eso es intolerable. Hay ecos y actualizaciones milenarias en todo esto, lo de las sociedades en contra del Estado (pero es otro y el mismo tema …). Por eso es que esta “irrupción pacífica” ahora reseñada es tan importante y urgente, por su presencia a pesar de tanta violencia en su contra, como recordatorio de lo que sigue a pesar de todo, y por lo que tienen logrado y nos siguen trayendo.

La lucidez zapatista está muy viva, en contra de todas las certezas políticas que consumimos, y es posición favor de una nueva práctica de la política (y de lo llamado social).

Hay que ver y leer: http://revistarebeldia.org/   Mucho hay que pensar, y mucho queda por hacer aqui entre todos nosotros.

Y con eso de los zapatistas como organización político-militar y de las comunidades zapatistas, pues resulta que sin lo anterior no existe lo subsiguiente.  Son los Caracoles como redes de comunidades autónomas con sus Juntas de Buen Gobierno, con el EZLN. Sus procesos entrelazados les transforma mutuamente. Eso ha sido el logro actual que se defiende a partir de la conquista y ensamblaje de esos espacios, conquista que no ha sido ni solicitud ni protesta solicitante, sino lucha dura y fuerte sin pretensiones de negociaciones iniciales. Es exigencia conquistada y defendida. Otra lección es. No hay “reclamos” que piden “respuesta”, sino conquistas que quedan por hacer (y que hay que defender cuando se logran). No quieren “el poder”, pues “tomar el poder” es hacerse el poder.  Lo han dicho y hecho, muy bien. Quieren lo que son y han logrado ser, y eso sigue como proceso suyo (y nuestro). ¿Podemos nosotros también hacer gobierno en contra del Estado? Paradójico es, pero posible y necesario.

Mi pregunta sigue siendo cómo devenimos zapatistas donde estamos. Ya veremos, si acaso podemos. No hay un solo “asunto” o “tema” zapatista que no sea de todos nosotros, aquí y ahora. Y sin asumir esa coincidencia no tenemos salida ni soluciones posibles ante los muchos males que sufrimos. Ya veremos, dijo el ciego …

 

 

Familiares de las víctimas y autoridades de Las Abejas, acompañados por cientos de visitantes de diversas partes del país, conmemoraron con una marcha la masacre del 22 de diciembre de 1997 Foto Moysés Zúñiga Santiago


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/23/politica/008n1pol

No prosperó la apuesta de que se agotaría la voluntad de los insurgentes: ex miembros de Cocopa

La irrupción pacífica de zapatistas prueba que “el tiempo ha fortalecido” su movimiento

Fracasó la estrategia del Estado para atender los rezagos de las comunidades indígenas, dicen

 

Periódico La Jornada
Domingo 23 de diciembre de 2012, p. 8

La movilización multitudinaria de indígenas zapatistas en la región de los Altos de Chiapas manifiesta la innegable capacidad organizativa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y revela en su comunicado mensajes claros y encriptados que no se agotan en una primera lectura, coincidieron Juan Guerra Ochoa y Jaime Martínez Veloz, ex integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).

Tras la irrupción pacífica de aproximadamente 40 mil mujeres y hombres zapatistas de todas las edades, Juan Guerra Ochoa señaló que la capacidad organizativa y la fuerza orgánica del zapatismo no se han desgastado con el tiempo, “por el contrario se han fortalecido y multiplicado, lo cual significa que quienes apostaron por el desgaste y dejar que el tiempo agotara la voluntad de los insurgentes, han fracasado”.

El secretario de Agricultura del estado de Sinaloa refirió que  la multiplicación de las condiciones de pobreza y marginación de los pueblos indígenas de México “expresan que es el Estado mexicano el que ha fracasado, no sólo en su estrategia para atender los grandes rezagos en materia indígena sino, sobre todo, en la construcción de una relación que entienda los problemas indígenas, su concepción del mundo, sus necesidades, sus vínculos con la tierra y los recursos naturales de sus territorios”.

Para Guerra Ochoa, este es momento de que el gobierno deje de pensar sólo en los problemas de la macroeconomía, o en variables superestructurales, sino que también atienda “la explosividad que significa que más de 10 millones de indígenas subsistan en condiciones de desigualdad, miseria y atraso; debe ser uno de los temas de la más alta prioridad de la agenda del Estado mexicano.”

Para Jaime Martínez Veloz, quien ha sostenido por casi 18 años su atención y cercanía con el fenómeno zapatista, el movimiento “nunca se ha ido; que la clase política no quisiera verlos o no haya querido asumir su responsabilidad frente a ellos es otra cosa, pero ellos siempre han estado en el mismo lugar, construyendo desde abajo, con organización y dignidad, lo que el poder les ha negado, un mejor destino para los suyos, pese a las limitaciones y carencias materiales que suplen con imaginación y creatividad”.

Recordó que el desplazamiento pacífico de los indígenas hace dos días, en las principales cabeceras municipales de los Altos, es producto del “desdén de las fuerzas políticas mexicanas frente a los problemas indígenas, sobre todo en su relación con el EZLN. Se expresa en que la Cocopa, que debe existir de acuerdo con lo establecido en la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, no ha sido constituida todavía, lo que habla del desinterés de las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión.”

Efectivamente, durante los años recientes no se ha realizado una reunión de dicha comisión legislativa, donde haya habido el quórum reglamentario que diseñe una estrategia que permita abordar un conflicto cuya complejidad no es menor.

“El comunicado del EZLN lo va a descifrar el tiempo y el curso de los acontecimientos, no se agota en una primera lectura, tiene la virtud de estar encriptado y además de ser claro, encierra oportunidades y advertencia a los gobiernos, y en suma sorpresas y eventualidades. El EZLN no está de vuelta, nunca se había ido, sólo que su cancha no es la electoral sino las causas más sentidas del México profundo.”

–¿Aún hay oportunidad de responder al reclamo que está por cumplir casi dos décadas? –se le preguntó.
–Yo lo veo como una oportunidad para generar una iniciativa de gran calado en materia indígena, que indudablemente tiene que pasar por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, pero al mismo tiempo me parece que es una advertencia, o un nuevo ¡ya basta!, la situación no aguanta más, ocho de cada 10 indígenas viven en la pobreza, mientras los recursos naturales de sus tierras y territorios son saqueados por compañías mineras, privadas y extranjeras.

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Epígrafe

Las agrupaciones políticas y las autoridades ejecutivas son incapaces de entender las implicaciones que tienen estos asuntos. A pesar de que recientemente han iniciado un reconocimiento parcial de los peligros más obvios que amenazan al ambiente natural de nuestras sociedades, parecen estar satisfechos con plantearse la contaminación industrial desde un punto de vista tecnocrático. Sin embargo, lo cierto es que solo un planteamiento que pueda enlazar lo ético con lo político -lo que yo llamo ecosofía- y que empate los tres registros ecológicos (el ambiente natural, las relaciones sociales, y la subjetividad humana) sería capaz de arrojar luz sobre estas cuestiones. […] Lo que está en juego es la manera en que vivimos en este planeta.

Félix Guattari (The Three Ecologies)

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