“El Alcalde anuncia que está acabando con ‘los prostíbulos de Rio Piedras’ cuando lo que está demoliendo son apartamentos de vivienda, oficinas de médicos y residencias de riopedrenses de pura cepa”, añadió la Sra. Elena Resto, residente de la comunidad. “La demolición de más de 10 estructuras, que pudieron ser rehabilitadas, crean un mayor abandono del área y degradan el ambiente comercial; la demolición, en un ‘área donde no existe un plan, ni donde ha habido un proceso de realojo, producen gran consternación”, afirmó Resto. “Invitamos a la comunidad a darse una vuelta por estas calles para vean el desolador panorama que compara con una ciudad fantasma, y el presagio de lo que acontecerá en los próximos 15 bloques, una ciudad que está en proceso de destrucción y desmantelada en contra de su propia voluntad”, concluyó Nebot
Lo que hay que demoler es el Estado y su gobierno: la rama ejecutiva, la legislatura, y la suprema corte. Ahí es que venden a la isla a precio de remate, y se venden ell@s mism@s a precio de oferta especial en la retórica neoliberal que seguimos aceptando.
Acaso esto no es lucha de clases, acaso no es expropiación desde arriba. Acaso esto no es imposición de un modo de vida y de comunidad, desde arriba, aprovechando los poderes jurídicos, con amenazas cotidianas, y aprovechando la falta de resistencias. Eso es lo importante: aprovechando la falta de resistencias.
Eso lo sabemos, o al menos lo sospechamos. Hay que sacar a la gente de los sitios en los que han hecho vida hasta ahora, siempre y cuando sean los de abajo, para darle lugar a los acomodados emergentes, a los protegidos y privilegiados por el Estado neoliberal. La gente que han estado hasta ahora no proveen las oportunidades de lucro que se buscan, y por lo tanto son desechables. Hay que sacarlos. ¿Por qué no sacamos a los que expropian, a los buitres, a los piratas que saquean y desvalijan?
Me pregunto dónde están los “socialistas” y los “patriotas” en todo esto. Acaso este no es el momento de las resistencias y desobediencias civiles, que tan fácilmente se descartan porque no se puede (o no se quiere) entender su poder … No son las desobediencias una “denuncia” conveniente, sino que pueden llegar a ser proceso de cambios. Es que eso amenaza a todas las burocracias.
Levantemos las banderas de los nacionalismos trasnochados, de los clubes de dominó de las organizaciones “socialistas” y “patrióticas” que persisten (son algo así como cambio de lugar de las fichas en el mismo juego de siempre), y seguimos en lo mismo que se vive, en la destrucción de todas las ecologías posibles, pero nos sentimos justicieros en la falta de reconocimiento de lo que sigue en juego a diario, pues levantamos las banderas esperadas y deseadas en los rituales ue se repiten. ¿Patria o muerte? No. Es la muerte de los patrimonios posibles.
Acaso la demolición de las comunidades y de lo comunitario no es causa suficiente para una huelga general indefinida. Parece que no lo es, que hay que coincidir primero en las definiciones burocráticas necesarias para mantener a las burocracias.
¿Qué esperamos? Acaso no queremos estar aquí. ¿Entonces, qué?
http://www.prensacomunitaria.com/sector-publico-y-privado/sector-publico/1345-demoliciones-indiscriminadas-en-rio-piedras.html
Demoliciones indiscriminadas en Río Piedras
Domingo, 14 de Marzo de 2010La Junta Comunitaria del Casco Urbano de Río Piedras, denunció la demolición indiscriminada de diez estructuras residenciales y comerciales en las calles Georgetti, Camelia Soto y Piñero, en el casco urbano de Río Piedras. “La mayor parte de las edificaciones estaban en buen estado, y otras pudieron ser rehabilitadas”, dijo Lester Santiago, miembro de la Junta Comunitaria de Río Piedras. “El Municipio no tiene un plan concreto para estos lotes, ha hecho caso omiso a las propuestas de la comunidad, ni existe ninguna seguridad que en el clima económico actual aparecerán los desarrolladores que el Municipio anhela y promete”, añadió Santiago.
Las estructuras en cuestión incluyen una funeraria (demolida la semana pasada), dos edificios de apartamentos y oficinas, y tres casas que estaban en excelentes condiciones. La Junta Comunitaria exige que se detengan estas demoliciones y que se reevalúe si es necesario proceder, particularmente con relación a las casas de la Calle Piñero. Estas casas, que estuvieron habitadas hasta hace poco por sus propietarios, son consideradas ejemplos singulares de la arquitectura urbana puertorriqueña de los 1940 y 1950, y de la pertinencia de la remodelación para desestimular el desalojo de los actuales habitantes del casco urbano de Río Piedras.
“Los propietarios de esas casas, riopedrenses de toda la vida, vendieron sin querer hacerlo; pero se vieron presionados a vender por el Municipio y por su intermediario, la New Star, según lo habíamos denunciado el pasado año”, indicó el líder comunitario Julio Vallejo. Añadió Vallejo que “todavía hay inquilinos entre las casas desmanteladas que no saben que esta pasando, más allá de un rumor de que se tendrán que ir”. “El Municipio ha reanudado las desastrosas demoliciones que realizó el año pasado, y que en vez de nuevos desarrollos sólo han traído unos estacionamientos que resultan innecesarios, pues el estacionamiento soterrado de Convalecencia, recién remodelado, tiene 690 espacios. Nos preocupa que el destino que le espera a cientos de estructuras en más de quince bloques en el casco urbano de Río Piedras abarcadas en el Plan Rio 2012 sea el de convertirlas en estacionamientos y en lotes vacios”. De hecho, las residencias preparadas para demolición en la calle Piñero no formaban parte del Plan Rio 2012, y se desconoce cuándo y por qué fueron incluidas.
La Junta Comunitaria se expresó sorprendida por las expresiones que hizo el Alcalde hace varias semanas atrás, cuando dijo que “hablando la gente se entiende”, en referencia a asuntos internos de su partido. La Sra. Alicia Nebot, Presidenta de la Junta Comunitaria dijo que “el Alcalde se niega rotundamente a establecer un diálogo directo, racional y honesto con la comunidad, en total menosprecio a las voces del pueblo e impone un modelo de rehabilitación que está resultando en el desalojo de los actuales residentes y comerciantes del casco urbano de Río Piedras. “La única respuesta del Alcalde a las sugerencias de la comunidad y al legítimo reclamo de participación comunitaria ha sido por un lado, una campaña mediática para crear la falsa imagen de que la comunidad se opone a la rehabilitación, y por otro lado, la demolición de edificios”, dijo Nebot.“El Alcalde anuncia que está acabando con ‘los prostíbulos de Rio Piedras’ cuando lo que está demoliendo son apartamentos de vivienda, oficinas de médicos y residencias de riopedrenses de pura cepa”, añadió la Sra. Elena Resto, residente de la comunidad. “La demolición de más de 10 estructuras, que pudieron ser rehabilitadas, crean un mayor abandono del área y degradan el ambiente comercial; la demolición, en un ‘área donde no existe un plan, ni donde ha habido un proceso de realojo, producen gran consternación”, afirmó Resto. “Invitamos a la comunidad a darse una vuelta por estas calles para vean el desolador panorama que compara con una ciudad fantasma, y el presagio de lo que acontecerá en los próximos 15 bloques, una ciudad que está en proceso de destrucción y desmantelada en contra de su propia voluntad”, concluyó Nebot.
Para más información comunicarse con Lester C. Santiago Torres o Julio Vallejo al 787-644-9298, o con Carmen A. Nebot al 787-529-6265.